Y el mundo se deshace para nosotros dos (Anuar)

por **Soren Kaarkarogf** Sáb Oct 16, 2010 1:01 am

Recuerdo del primer mensaje :

Viernes 7:00 PM.

Cuando Denver detuvo la carrosa, sus manos ateridas por el frío le dolían mientras sostenía las cuerdas que controlaban a los caballos. Se quedó unos momentos sin moverse soplándose las manos en un vano intento de calentarse, el cliente sólo le había dado la indicación de dejar a Anuar en el borde del camino y regresar por donde había llegado. Pero ¿Como iba a dejar a ese jovencito en medio de un bosque en el borde de un camino que no llevaba a ninguna parte sin nisiquiera un candelabro? De repente se encontró pensando en lo peor. ¿Y si el cliente lo que quería era asesinarlo y que no hubiesen testigos? Porque en ese lugar hinóspito sería la carnada perfecta, el cuerpo podría ser escondido y jamás encontrado por la policía...

¿Tendría el chico una deuda pendiente con algún señor poderoso? ¿Estaría metido en un lio pasional? Pobre muchacho, con esa carita inocente que tenía. Denver comenzaba a sentir el remordimiento de consciencia carcomiéndolo por dentro, pero él era sólo un conductor ¿Que podía hacer para cambiar el destino oscuro de ese pobre y desnutrido joven?

- Hemos llegado - Anunció bajándo del carruaje buscando un candelabro y encendiéndolo para Anuar quien en algún momento del viaje se había metido dentro del carruaje de nuevo. Karl había dormido un par de horas también y se rascaba los ojos mientras bajaba el baúl con provisiones y lo depositaba en el suelo. El cliente además había dicho que el baúl se quedaba en ese lugar con Anuar.

- Fue un placer escoltarle hasta este lugar monsieur Dutuescu - Comenzó Denver con una sonrisa - Ahora yo debo volver... que Jesus y la virgen le protegan en su infinita misericordia - . Finalizó con un gesto bastante religioso y volviéndo a montar al carruaje, el viaje de regreso sería tedioso, así que probablemente su hijo le relevaría conduciéndo los caballos mientras el dormía un poco.

por **Soren Kaarkarogf** Vie Oct 29, 2010 12:24 pm

- ¡No las quemaré! - Se quejó inflando los cachetes sin pensarlo, como un niño al que su madre le ha regañado repetidas veces por la misma cuestión. Caminó un par de pasos más y entonces sintió la mano humama aferrarse a la suya y todo sucedió tan rápido que cuando reaccionó el chico le había besado en los labios. De nuevo el chico estaba muy cerca, abrazándole y sus palabras haciéndo que el carmin regresara a sus mejillas intantáneamente.

Lawrence Durrell habia escrito alguna vez "Buscamos llenar el vacío de nuestra individualidad y por un breve momento disfrutamos de la ilusión de estar completos. Pero es sólo una ilusión: el amor une y después divide". Soren creyó siempre que todo tenía que ser una ilusión, la felicidad causada por otros especialmente, pero estando allí en ese paraje alejado de cualquier civilización, completamente sólo con él, sentía que esa felicidad en su interior dejaba de ser una mera ilusión para convertirse en una realidad palpable.

No supo que decir, le pareció que cualquier palabra sería una tontería comparada con lo que significaban las de Anuar. No era sólo el hecho de reír o no , Anuar se preocupaba por su bienestar y le gustaba verlo contento. Y no cualquiera lograba que alguien deseara ese tipo de cosas hacía un extraño porque al fin y al cabo eran dos extraños a quienes los planetas y el destino habían hecho juntar en un bosque como ese. Sólo atinó entonces a estrechárlo entre sus brazos y sin pensarlo, lo levantó del suelo como quien carga a un niño pequeño.

Arqueó su espalda levantándolo, aunque Anuar era más alto que él y le dio una vuelta por el aire antes de depositarlo en tierra firme, le soltó del abrazo y le tomó de la mano izquierda entrelazando sus dedos con los de él.

- Nunca me había sentido tan amarillo y tan azul - Comentó comnzando a caminar por el sendero - Empiezo a creer que en verdad... eso que llaman amor si existe -

por **Anuar Dutuescu** Vie Oct 29, 2010 10:27 pm

Sonrió ampliamente asintiendo –si que lo haras y mañana ya no tendremos ropa que ponernos podrías inclusive quemar la casa- aseguro negando como si realmente aquello pudiese ocurrir y si bien no asi lo creía no descartaba la posibilidad habia aprendido que con Soren no se podia descartar nada, todo era posible.

Sintió como sus brazos le rodearon levantándolo del suelo, haciéndolo girar con vertiginosidad y abriendo asi los parpados al grado en que sus ojos parecían salir de sus orbitas y amenazaran con perderse en algun otro movimiento, dio un leve traspié cuando sus pies alcanzaron nuevamente el suelo sintiendo la tierra bajo sus zapatos y calcetines poco húmedo pues no habia logrado secarse con totalidad.

Le siguió observando por donde pisaba no quería tropezarse e ir a dar al suelo aunque sabia que sujetando la mano del vampiro aquello era tan poco probable como caer por el barranco…y sobrevivir, porque caer no sonaba tan absurdo, lo pensó caminaría lejos del borde cuando estuviera cerca.

¿Comenzaba a? cierto era que no podia culparlo uno no podia agradecer el ser querido asi como no podia enojarse por no serlo, la gente no decidía a quien o en que media apreciar a las personas seria absurdo si se molestase por algo como aquello –te hare sentir todos los colores- aseguro a su oído ubicándose a un lado de el con un amplio salto que poco le costo, cierto era que estaba ya algo cansado sentir la excitación de instantes atrás y haber tenido que soportar no era una tarea fácil, sabia que después de aquello pasar el resto de la velada con los parpados abiertos seria un arduo trabajo quizás no aun pero lo seria.

Acariciaba con sus dedos el dorso de la mano de Soren sintiendo aquella fría y semi humeda piel enviarle corrientes eléctricas por todo el cuerpo, cada terminación nerviosa parecía estremecer ante el tacto, produciéndole un suave temblor para autocalentarse -¿has planeado toda la noche e?- le cuestiono no estando seguro de aquello.

por **Soren Kaarkarogf** Sáb Oct 30, 2010 1:49 pm

(( volvi antes de lo esperado muahaha ))

Sonrió sintiendo como si se hubiera tragado 5 mariposas vivas y estuvieran revoloteando en su estómago, subiendo por su traquea e instalándose en el pecho sin pedir permiso. Apretó un poco más fuerte la mano del chico mientras sentía sus caricias y caminaban por el sendero de regreso a la cabaña. Los vapores del agua caliente ya habían quedado perdidos entre el follaje y apenas si podían distinguirse en la distancia.

Porque eres un pintor de almas – Murmuró como respuesta a aquello de los colores. - Ya me has hecho sentir algunos, un poco de negro y gris, algo de rosa, pero sobre todo mucho amarillo – Explicó sin dejar de sonreír. Que fácil resultaba sonreír, que fácil resultaba demostrar lo que realmente sentía frente a ese chico, que simple era y que tonto había sido por ocultarlo por tanto tiempo.

Caminaron un poco más bordeando algunas ramas caídas de árboles en el suelo que crujía suavemente bajo las botas de ambos, una lechuza blanca como la nieve les sorprendió con un fuerte 'Uhh Uhh' desde un árbol cercano y los grillos interpretaban un variopinto concierto de chirridos acompañados por ranitas, unas gordas de voz más grave y otras que croaban casi como señoritas.

Me convertiré en un buen pintor – Declaró con decisión girándose y buscando la mejilla del humano para besarle cerrando los ojos por unos segundos con el acto – E intentaré que sientas mis colores también–

La cabaña comenzó a aparecer en la distancia, como un pequeño punto vagamente iluminado por una vela que había dejado sobre la mesa, conforme más se acercaban, más se emocionaba, aún faltaba la otra parte de la sorpresa y esperaba que tuviera mucho más éxito que con la primera, porque quería verlo feliz, arrancar una expresión sincera de su calmo semblante de siempre.

por **Anuar Dutuescu** Dom Oct 31, 2010 7:39 pm

El los sentía su falta de expresarlo con palabras o gestos era lo realmente preocupante, aquel fallo en su cuerpo para denotar sus emociones por mas fuertes que fuesen ¿llorar? Lo habia hecho ya quizás dos o tres veces en los últimos meses cuando en cuatro años no habia logrado derramar una sola después de las devastadoras semanas fuera de Rumania, nisiquiera en aquellas noches en que sus pesadillas parecían tocar su ventana aguardando una afirmativa para entrar y de no ser asi romper el cristal y adentrarse en la habitación inundándolo todo con su sepulcral negrura.

-¿te e hablado alguna vez del lugar donde naci?- le cuestiono porque aunque la fecha le parecía tan lejana no era sino veintiún años atrás suspiro ampliamente dejando que su cálido aliento subiera por el ambiente como columnas de denso humo que, se desvanecían en el gélido aire si bien apenas sobrepasaban los lindes de su rostro. Bran no debía ser muy diferente a como el lo recordaba, un clima frio la mayor parte del año poco colorido y mas bien con gente bastante distante. El humor de las personas parecía cambiar, el otoño indiferentes ante la vida misma, en invierno frívolos con todos menos con sus familias aunque en cierta época un calorcito inusual parecía albergarse en su interior siendo también la época en que se notaba mas el buen corazón de las personas, el verano todo era paz y tranquilidad, las personas convivían alegremente, en primavera las risas se dejaban entrever, llenando la atmosfera con sonidos melodiosos y cantares que jamás se extinguían.

Recordaba como en compañía de su hermana o mejor dicho ella en compañía de el iban a la panadería mas próxima, olian lo que el panadero habia horneado y comprando algunas piezas el buen hombre solia regalarles algo mas recordaba también que la primera vez habían llegado feliz a casa y su padre de un manotazo le habia arrebatado de las manos el regalo, en sus labios quedaba solo vestigio del azúcar que apenas y habia alcanzado a probar, porque no era concebible que no se lo hubiera ofrecido antes a Angeliqué y esta debía aceptarlo.

Quizas eran aquel tipo de cosas las que habían forjado su carácter, quizás habia sido culpa de su padre, negó internamente porque el aquel tiempo que fácil hubiera sido culparlo, ahora el ya no estaba y sus acciones y decisiones dependían solo de el.

Después del silencio formado por sus pensamientos prosiguió –naci en Bran poco antes de año nuevo ¿sabes donde queda Bran?, es un pueblo situado en Valaquia, casi colindando con Moldavia, en fin…naci en una casa no tan humilde como en la que ahora vivo, mi padre era un fiel creyente de la iglesia se dedicaba al mercado y otras cosas, mi madre era una mujer sumisa y mi hermana…habrá tiempo de que la conozcas, en el lugar donde vivía hay un castillo no era habitado por personas de Valaquia…no, no se bien quienes sean mi padre siempre nos dijo que no eran temas de niños…quizás después podríamos ir, en esta época debe ya estar comenzando la época de nevadas- murmuro pensando si su casa seguiría en pie, si su padre seguiría habitándole, si el seguiría con vida, apretó suavemente los parpados sonriendo de medio lado.

-seguramente te gustarían los bosques ocupan casi todo el espacio, nos contaban muchas historias de esos lugares…historias donde aparecían seres como tu, aunque los describían diferente…en mi infancia jamás crei en ellos pensaba que eran seres hechos por la imaginación del hombre para asustarnos, a los niños pequeños me refiero, cuan errado estaba- susurro a su oído besándole con suavidad.

{Valaquia era Rumania en aquellos tiempos, no se mucho al respecto e tenido que leer, el castillo de Bran no fue habitado por Vlad Dracuela mas que dos días y porque lo encerraron, fue hecho por la Orden Teutonica y habitado despues por los Otomanos hasta la Primer Guerra Mundial. Soy un asco en hiistoria asi que intente evadir todos esos puntos. Por otra parte me sorprende haber escrito tanto dialogo o-O}

por **Soren Kaarkarogf** Lun Nov 01, 2010 3:57 pm

Mientras acortaban la distancia que les separaba de la cabaña de la nada y sin motivo alguno Anuar había comenzado a hablar del lugar donde había crecido. Soren quien era un libro abierto y no podía evitar que sus expresiones fueran reflejadas transparentemente en su semblante, no pudo evitar que su boca se cerrara en una 'o' pero la exclamación no llegó a salir y se llevó rápidamente el dorso de la mano a la boca como intentando evitar que Anuar notara su sorpresa. Y es que estaba genuinamente sorprendido con la iniciativa del humano de hablar de su pasado y sus cosas, sin que hubiese él preguntado primero.

Habían aún muchas cosas que le intrigaban en la vida de Anuar, quería conocer su pasado, su familia, su anterior vida y demás detalles que le ayudarán a entenderlo mejor, sentía mucha curiosidad, pero la primera vez que habían hablado sobre esas cosas, Anuar había evadido el asunto con disimulo y había sido Soren quien había terminado hablando de su propia vida mortal.

Le escuchó atentamente, subiendo los tres escalones de madera hasta el pórtico de la entrada de la cabaña, abrió la puerta y la tibieza del interior les recibió inmediatamente gracias al fuego que aún crepitaba en la chimenea, aún en silencio, le quitó el gabán y la chaqueta y los colgó en el perchero, luego se acercó a la mesa donde yacían los platos olvidados de la cena.

Nunca he ido a tu tierra – Comenzó recogiendo con parsimonia los platos – Pero me encantaría ir de viaje contigo - ¡Que genial sería hacer un viaje así! Hasta ahora sólo había viajado con Erkki o sólo. Principalmente solo, porque siempre le había gustado más la soledad que la compañía, bueno, eso hasta que había conocido a ese loco pintor.

Giró el rostro apenas para observar al chico y le sonrió traviesamente - ¿Te parezco una criatura que asustaría a niños pequeños? - Parpadeó y agregó – Entonces eres un niño grande, ya que no me tienes miedo ¿sabes? Nosotros también tenemos nuestras propias leyendas, especialmente con ese castillo de tu país, te sorprendería saber quien solía vivir allí -

(( yo tampoco se mucho! pero gracias por los datos! si yo también me sorprendí de tanto dialogo haha ))

por **Anuar Dutuescu** Lun Nov 01, 2010 5:53 pm

-estamos de viaje ahora mismo- aseguro adentrándose en la cabaña con rapidez su cuerpo entero agradeció el calor que le abrazo en cuestión de segundos, que le relajo los músculos y de alguna forma inusual detono algo dentro de el, solo esperaba no fuese una fuerte fiebre o algun mal de las vías respiratorias y sistema inmunológico, cuando vivía en Bran su padre solia dejarle dentro la mayor parte de dia a excepción de cuando su hermana deseaba salir y debía ir detrás de ella, entonces le abrigaba bien y al regreso le alimentaba como múltiples infusiones y medicinas, porque era un joven de delicada salud aunque, no lo habia llegado a demostrar y Dios quisiera jamás ocurriese ¿Dios? ¿desde cuando Dios le hacia favores?

Se acerco al fuego rozando sus manos entre si, soplando entre estas y dejando escapar todo el frio que albergaba aun, los tizones se esparcían cerca de la chimenea, manchando el suelo de negro, resplandeciendo unos segundos con fulgor para extinguiese sin mas en la inmensidad del suelo -¿un niño grande? Nada de eso soy un adulto joven- sonrio de medio lado porque con veintiún años de edad le quedaba aun mucho trecho por delante ¿Qué podia decir el en comparación de los siglos de Soren?

-se habla mucho de Vlad Dracuela- pronuncio en un perfecto rumano –aunque nada relacionado con vampiros ya sabes historia, que empalaba a los ladrones, mentirosos, pobres y gitanos y desayunaba frente a ellos, que destripaba a las personas, que castraba a los hombres y tronaba las extremidades, que cerceno el estomago de una de sus concubinas cuando esta le mintió de su embarazo- suspiro negando –solo me alegra no haber vivió en su tiempo, mi abuelo me contaba historias de su abuelo…nada agradables- aseguro en voz baja sentándose sobre uno de los muebles.

-¿a quien te referías tu?- le cuestiono con tranquilidad acomodándose apoyando su cabeza en el mullido asiento para entrecerrar los parpados imaginándose como debería haber sido vivir en su gobierno, era un hombre justo quizás, valoraba la sinceridad pero sus métodos de hacer acatar las leyes y hacer de su pueblo uno equitativo sin pobreza eran los mas sádicos que jamás hubiese escuchado. Golpeo suavemente el asiento para que se sentara a su lado, en la esquina mas alejada del fuego.

por **Soren Kaarkarogf** Lun Nov 01, 2010 8:59 pm

Adulto joven, cierto. Pero a Soren le gustaba llamarlo niño, le causaba gracia pensar en los cientos de años de diferencia que tenían, él era como un vejestorio de museo a comparación de él, le vio caminar hasta al fuego y poner las manos allí cerca para calentarlas, mientras le escuchaba hablar, recogió los platos y los acomodó uno sobre otro en perfecto equilibrio.

- ¡Que barbaridad! - Exclamó y se quedó mirándole cuando había terminado de decir todas esas cosas del mencionado Vlad - Justo de ese loco - Comentó con una sonrisa torcida, no sonreía por las cosas que había mencionado Anuar que el principe había hecho, sino por la ironía del asunto. - Vlad es uno de los vampiros más famosos de la historia, él y un par de faraones Egipcios...- Dio una pausa como melodramática para darle un mejor toque a lo que decía y agregó - Vlad el empalador fue famoso por todas esas cosas que dices y por muchas otras no registradas en la historia... humana, ha sido ispiración para jovenes vampiros a lo largo de toda la historia, como también ha causado debates, muchos vampiros piensan que, los humanos deberían ser tratados así, salvájemente y castigados por sus pecados por los seres superiores - Alzó una cejá y agregó irónico - Por supuesto, nosotros, aunque otros piensan que Vlad no debió empalar a todos esos infelices pues el desperdicio de sangre no tuvo presedentes, ¡30.000 personas en una sóla ocación! -

Meneó con la cabeza, comenzaba a sentir verguenza agena. - Un modelo a seguir para muchos, según las leyendas aún existe y está escondido planeando un resurgimiénto al poder, muchos lo segurían como a un auténtico rey vampirico - Concluye, comenzando a llevar los platos hacía la cocina que quedaba más allá de la sala, pero por estar hablando tropesó con una tabla de madera ligéramente levantada en el suelo y tanto él como todos los platos volaron por el aire como una ráfaga imparable.

El estruendo no tardó en retumbar la quietud del lugar y Soren cayó de bruces contra el suelo con el brazo izquierdo torcido en un ángulo bastánte incómodo. ¡Genial ejemplo de vampiro que era! ¿Que pensaría Monsieur Vlad si lo viera? dios, no quería ni pensarlo, seguro que terminaba empalado en uno de sus patios.

por **Anuar Dutuescu** Lun Nov 01, 2010 9:30 pm

-quien lo diría- murmuro al terminar de escuchar su relato, el habia vivido en la tierra de semejante y estrafalario ser, el abuelo de su abuelo habia tenido que vivir sin uno de sus brazos, el cual le habia sido amputado por alguna injusticia de la época, se preguntaba que tanto hubiera sufrido el bajo el mandato de aquel asesino.

-una total masacre…-aseguro observando el crepitante fuego, sus pesadillas se mezclaron con la danza de las lenguas quizás alguno de esos tantos desdichados vio aquella misma imagen justo antes de morir, debió haber sido asi recordó entonces que su abuelo le conto que dada la ocasión dicho hombre habia dado un banquete espectacular para la gente que en la miseria vivía, los habia hecho saciarse de comida y bebidas para después quemarlos a todos…seguramente un fuego parecido a aquel era el que habían visto como ultima visión y el que les habia robado el ultimo aliento de vida, mezclándolo con el humo.

El estruendo le hizo cerrar los parpados de forma taciturna sabiendo que algo parecido debía ocurrir durante la velada de lo contrario debía preocuparse. Se levanto del cómodo asiento andando hacia el hacedor del desastre, los platos se encontraban sobre el suelo en mi pedazos ya , habia podido reparar los animales de porcelanas aquello llevaría días, semanas quizás, encontrar las piezas que conectaban, formar uno a uno los platos, suspiro acuncillandose a un lado de Soren.

-por lo menos no quemaste la camisa- murmuro suavemente, sonriendo de forma amplia y sincera sin ápice de burla por lo menos no de una acida y arcaica –ven- sus manos se afianzaron a los costados del vampiro, levantándose e intentando levantarlo a el también aunque por fuerza propia aquello seria imposible.
-tienes que ayudarme o caere sobre ti- murmuro con las mejillas levemente enrojecidas por el esfuerzo ejercido en intentar levantarle.

por **Soren Kaarkarogf** Lun Nov 01, 2010 9:45 pm

Hubiera podido levantarse de un salto, hubiera podido inclusive evitar el desastre, pues era un vampiro después de todo, pero ya le había sucedido muchas veces, siempre que se concentraba y se entretenía hablando de algo, olvidaba todo lo demás y ya estaba demostrado que su torpeza provenía de las manos. Todo parecía escapar de ellas para caerse y romperse. Era un milagro que la tienda aún tuviera cosas en buen estado, aunque claro en parte se lo debía a su ayudante.

Se sintió aún más avergonzado cuando Anuar hizo el comentario de la camiza, debía estar colorado como un tomate, no quería levantarse ¿Que tipo de idiota era? debía ser el payaso más grande de toda la existencia vampirica. Sintió las manos del chico ayudándo a levantarlo y a regañadiéntes se ayudó y se puso de pie, no quería ni observar la porcelana y la madera rota, así que desvió la mirada y se llevó las manos a la cara avergonzado.

- Ahgg... que verguenza, no... me mires - Se quejó ocultando el rostro colorado entre las manos - Siempre que me entretengo hablando de algo, me pasan estás cosas - Explica atolondradamente. Regiró las manos al cabo de unos momentos y tomó la de Anuar caminándo hasta el sofá y halándolo con él, dejándo el desastre para más tarde, porque aún sentía las mejillas demasiado coloradas y hablar del asunto o limpiar le daba más verguenza.

- Seguro... teminaría empalado por mal vampiro si Vlad se convirtiera en rey de nuevo - Explicó sentándose y de repente pareció caer en cuenta de que estaba hablando de esas terribles cosas como mutilaciones y torturas a humanos, con un humano de una manera desalmada y sangrienta, a veces olvidaba que debía sacar toda la humanidad dentro de si mismo para él. Carraspeó - Lo siento... no quize sonar tan... cruel, yo... no admiro a Vlad Draculea y...- Ya no supo que más decir.

por **Anuar Dutuescu** Lun Nov 01, 2010 10:24 pm

Le observo esperando a que decidiera destaparse el rostro por si mismo, porque le gustaba ver su rostro enrojecido aquello era un hecho pero no quería forzarlo cuando no estaba listo aun –es lo que te hace único- murmuro sonriendo de medio lado dejándose llevar por su mano hacia el sofá sentándose a un lado de el, en el espacio mas cercano al fuego, en primera instancia para no tener frio y como segundo factor o quías como primero que habia decidido relevar por orgullo, si esque existía, para cuidar a aquel torpe vampiro del fuego.

-esperemos que no sea asi- murmuro frunciendo el ceño en aquel gesto invisible, le observo de perfil unos instantes, aquella nariz y labios diminutos, los inmensos lentes que escondían siempre tras de ellos sus azulados orbes, rozo con la punta de su dedo índice su mejilla –no necesitas explicarme nada, yo se que no es asi- asevero con tranquilidad porque le bastaban sus encuentros anteriores y exposición de ideas para descifrar aquello.

Le tomo por el mentón virándolo, con aquel rostro aletargado sonriendo de forma complacida -¿te he dicho que me agrada verte ruborizar?- le cuestiono tranquilamente atrapando sus labios con suavidad, cerrando los parpados una fracción de segundos -¿y donde se supone que vive?- le cuestiono ahora curioso sobre el tema esperaba y enverdad aguardaba jamás tener que toparse con un vampiro como aquel porque en el hombre recia la maldad y la psicosis y en los hijos de la luna de inmortalidad y fuerza para obligar.

Quizás ante un humano tuviese alguna posibilidad, ante un vampiro no habia, claro estaba amenos que supiera como acabar con uno y aquello no estaba en su repertorio de cosas aprendidas, debía quizás culturizarse sobre el tema sino quería terminar siendo el aperitivo de uno. Antes, quizás antes Soren pudiese haberse tomado a mal que aprendiera aquellas cosas quizás podría pensar que quería matarlo, pero no veía ahora donde cavia dicha duda, de querer hacerlo lo hubiera hecho mucho tiempo atrás.

Bajo su cuerpo por el sillón para lograr apoyar su nuca sobre la clavícula del vampiro, observando la nada misma, perdiéndose en sus pensamientos, haciendo figurillas sobre el hombro de Soren -¿hay demasiados vampiros en París?- le cuestiono porque el no conocia demasiados y suerte habia tenido al toparse con algunos "agradables".

por **Soren Kaarkarogf** Lun Nov 01, 2010 11:01 pm

Parecía un designio cosmico que cada que se sintiera avergonzado, Anuar dijera justo lo necesario para hacerle avergonzar aún más. El chico tenía esa facilidad también, de decir siempre lo preciso para hacer que su verguenza alcanzara niveles insospechados. Le había llamado único. Soren se sintió de repente muy feliz, casí sentía que se ahogaría en el propio amarillo que emanaba desde lo más profundo de su ser, porque seguía sin estar seguro de tener un alma, así que digamos que ese color venía desde lo más profundo de su ser. Nunca había pensado en si mismo como algo especial o único, pues pocas veces se comparaba con otros vampiros y cuando lo hacía, generalmente era para descubrirse nuevos defectos,

Sentado al lado de él y escuchándole decir que le gustaba verle sonrojar, comprobaba sus teorias de que Anuar tenía justo la frase perfecta para hacerlo sentir aún más avergonzado. Como era de esperarse, sus mejillas tomaron un color aún más intenso, no quería ni imaginarse como lucía mientras le besaba en los labios. Un beso casto y rápido que le dejó con ganas de más, pero ese no era el momento, aunque quisiera continuar con ese beso hasta saciar su sed, una sed que, había aprendido ya, no terminaba nunca.

- Al...gunos dicen que todavía vive en Rumania en algún lugar escondido... otros dicen que ha viajado a Rusia otros... - Se detiene un momento - Esto te sonará estúpido y loco... pero algunos vampiros creemos que existe un plano espiritual diferente a este, al que se puede acceder através de un sueño profundo... es como estás inconsciente y dejar el cuerpo sólo para viajar en alma o como lo quieras llamar...entonces algunos dicen que se encuentra en ese estado catatónico con su mente descanzando en ese lugar -

Llevó una mano al cabello del chico y comenzó a acariciarlo, metiéndo sus largos dedos dentro de las cedosas ebras de fuego, mientras observaba al fuego verdadero en la chimenea se imaginaba que estaba metiéndo sus propias manos en las llamas mientras acariciaba ese cabello rojizo.

- Deben existir muchos... pero yo sólo conozco a...tu...amigo Eric - Balbuceó lo último con un tono de voz distinto. Mencionar a Eric le hacía sentir como si las cuatro letras de ese nombre se le enterraran en la lengua como puas.

por **Anuar Dutuescu** Lun Nov 01, 2010 11:26 pm

Suspiro si aun estaba en Rumania solo deseaba que su padre siguiese con bien, aquel hombre quien jamás le habia deseado ninguna alegría a su hijo se encontraba ahora solo, o quizás habia conseguido otra familia cabia mas aun la posibilidad de que ya no se encontrara, que en una depresión y recapacitación de su vida se hubiera percatado de la aberración de hombre que era y su culpa lo hubiese llevado a la muerte misma, solo deseaba en todo caso que estuviera mejor.

Quizás era aquella la pesadilla que se adentraba en sus sueños constantemente quizás era aquel vampiro haciendo de las suyas, no, que tonto era pensar que aquello pudiese ser verdad y en dado caso de ser seguramente no se molestaría en atormentarlo con tanto anhelo -¿y tu que opinas?- le cuestiono porque poco le importaba lo que los demás vampiros decían, creían o pensaban la opinión que valia la pena escuchar era la del vampiro que tenia frente a el, en el cual confiaba completamente.

Cerro los parpados al sentir las gélidas manos ajenas esconderse entre sus cabellos aquellos lacios y siempre apacibles, faltos de toda vida más bien un rojo extinto en la ambigüedad de la vida y el azar, uno que no consumía –Eric- murmuro pensando en el secreto que a cuestas llevaba, no lo mencionaba por dos importantes motivos, Eric como bien había dicho Soren era su amigo y delatarlo no era una opción y además, involucrar a Soren en tales y cuales embrollos tampoco le agradaba en lo mas mínimo, prefería pues, callar la traumática experiencia.

Su cuerpo tembló al recordar la imagen del sacerdote crucificado sobre la pared del atril, se acomodo en el pecho del vampiro percatándose de la humedad de la camisa -¿no te vas a cambiar?- le cuestiono con tranquilidad no importándole mojarse el mismo. No parecía querer soltarlo, sus brazos le rodeaban firmemente y su rostro se escondía entre su camisa, la que era de el mismo, cierto era que la que el llevaba le quedaba corta, dejando en aquella posición una parte de su estomago casi plano y donde sus entradas comenzaban.

Suspiro abriendo los parpados para separarse de el, obligándose a si mismo a hacerlo ¿Qué mejores brazos para darle alivio que aquellos que añoraba cuando no estaban?

por **Soren Kaarkarogf** Mar Nov 02, 2010 8:25 am

¿Que creía Soren? se quedó unos momentos pensativo, nunca había hablado de esos temas con una persona viva, apenas si hablaba de esas cosas con su mentor cuando entraban en discuciones filosóficas, pero aquello era distinto, porque tendría el punto de vista de una persona completamente ajena a esas materias sobre naturales.

- ¿Sabes? - Comenzó a decir sin dejar de acariciar su cabello - Nunca había hablado de estas cosas con alguien que no sea Erkki y... hace 3 o 4 meses, me hubiera resultado imposible creer que hoy estaría confiándole estas cosas a un vivo - Dejó escapar un prolongado suspiro - Yo si creo en ese otro plano espiritual del que hablan muchos vampiros, existen muchas leyendas de antiguos y poderosos vampiros que han estado 'dormidos' por cientos de años y luego regresan a la vida, dicen que en ese estado la mente se encuentra en una constante paz, pienso que se puede lograr a través de la meditación, pero debes aprender a controlar tus impulsos demasiado bien, de lo contrario la sed... haría que volvieras a este mundo - Se detuvo unos segundos como buscando una buena analogía - Es quizás como... el cielo para vosotros los Cristianos -

A la mención de Eric, sintió el impulso de preguntar. Quería saber más sobre ese vampiro y su relación con Anuar. Extrañamente lo que sentía no era miedo a que Anuar tuviera un contacto sexual con el otro sino un miedo a que pudiese hacerle daño, abrió los labios y se detuvo, mejor era ir con calma y preguntarle sobre lo que le atormentaba después, no quería decir alguna estupidez, ya se había dado cuenta que sus palabras podían herir al chico fácilmente, su expresión dolida y triste de aquella vez cuando le había juzgado por estar con Sophia, aún le atormentaba en sus pesadillas.

Cuando el chico retiró los brazos, Soren pareció caer en cuenta que seguía con la camiza húmeda, lo había olvidado por que se sentía cómodo usándola, la camiza olía fuertemente a Anuar y era como, tenerlo muy cerca del corazón todo el tiempo. - Oh... lo olvidé por completo, espera - Se apresuró a decir, levantándose del sofá rápidamente y quitándosela, dejándola deslizar por sus brazos y hombros como si de una caricia imaginaria se tratace, como si aquella tela, fueran una metafora de los dedos de Anuar y la colocó estendida frente al fuego para que terminara de secarse.

- ¿Crees que exista un cielo y un infierno Anuar? - Le preguntó mientras caminaba hacía la cocina para buscar algo de la bebida pues acababa de recordar también que en el estanque Anuar había preguntado por bebidas - Crees que al morir... ¿Pasamos a otro plano espiritual? -

por **Anuar Dutuescu** Mar Nov 02, 2010 1:33 pm

¿Un vivo? Sus labios se crisparon en una agradable sonrisa al escuchar aquello, sin pensarlo dos veces cerro los parpados escuchando el tamboriteo que se llevaba acabo dentro de su pecho, sentía su corazón latir, estrecharse contra su piel y contra el cuerpo del vampiro, aunque vivir no implicaba tener un corazón palpitante por lo menos no asi lo percibía el, vivir estaba en el dia a dia, en cada acción realizada, en cada mirada brindada y palabra entablaba, no era un estado sino un momento.

-¿fue parecido lo que hiciste al pasar una semana bajo tierra?- le cuestiono porque seguramente en mas de una ocasión debería haber sentido las ansias de beber algo, ansias que no se inmuto en saciar quizás por nisiquiera sentirlas o por sentir mas miedo que necesidad –no me considero cristiano…no le rindo culto a ningun dios y tampoco a Dios- aseguro con calma, habia estado en la iglesia si en su infancia su padre los obligaba a ir y confesarse cada semana, porque era un mal hijo que pecaba diariamente, eso decía el por lo menos.

Le observo levantarse y vio la camisa caer, rozando sus brazos con suavidad para ubicarla seguidamente cerca del fuego, su atención se fijo entonces en la camisa esperando que ningún tizón fuera a incendiarla aunque por la humedad que despedía no era posible, por lo menos no de momento –creo que de existir San Pedro tiene las puertas cerradas para mi- su mirada se desvió a la figura del vampiro, la cual se alejaba hacia una parte de la cabaña a la cual aun no habia entrado –creo que la vida no puede terminar aquí si a eso te refiere, seguramente otro “plano” debe haber- se encogió de hombros apoyado completamente sobre el respaldo del sillón, con las piernas sobre el mismo y el rostro levemente adormecido ya.

¿Qué pasaría con el después de la muerte? ¿encontraría su lugar en el averno? ¿pasaría la eternidad sufriendo entre las flamas de aquel mundo? Quizás todo aquel mundo seria como Dante Alighieri lo describía, por niveles, cada alma pagando su condena por los pecados cometidos en vida, su cuerpo debería dividirse entonces un nivel no bastaría.

-¿Por qué piensas tu en eso?- le cuestiono ceñudo -¿Qué la inmortalidad no te acompaña?-

por **Soren Kaarkarogf** Mar Nov 02, 2010 4:33 pm

- Algo parecido... si - Aceptó alzándo la voz desde la cocina - Pero se necesita demasiado autocontrol para reprimir los deseos de beber, los vampiros jóvenes a veces no pueden pasar ni dos días sin beber, deben hacerlo todas las noches y tampoco son capaces de... detenerse y tienen que matar - Explica mientras saca de una caja de cartón una botella de vino, no la había comprado él pero su ayudante había dicho que había costado bastante porque era un buen vino español añejo de 10 años.

Regresó caminando poniéndo atención al piso meticulosamente con cada paso pues no quería que el vino y las copas terminaran en el suelo rotas y cuando llegó hasta Anuar, se dejó caer en el asiento con un suspiro lleno de alivio, puso la botellas y las copas sobre la mesa. - Entonces sin Dios y sin ley - Comenta escuchándole hablar, sirvió en ambos vasos una pequeña cantidad, apenas por debajo de la mitad - ¿Como no podría? pues seguro que ese tal San Pedro no tiene buen gusto - Le ofreció la copa, no muy seguro de si el chico bebía o no, pero era lo que se acostumbraba en esas ocaciones ¿no?.

- Brindemos por...- Se quedó pensativo y se dio cuenta de que no había preparado ningún bonito discurso ni nada por el estilo - Por...que de todas las personas en el mundo, nos hemos encontrado tu y yo - Finalizó nerviosamente chocándo el vidrio con el de Anuar. El chico pensaba que existia otra cosa más allá de este mundo, Soren no estaba seguro, pero no negaba que sintiera miedo frente a la idea de morir y no poder volver a ver el mundo. Suponía que todas las creaturas buscaban creer en un 'más allá' para no sentir tanto miedo cuando se acercaba el final.

- La inmortalidad si me acompaña y... debo confesar que me da miedo pensar en que algún día deberé enfrentar a la verdadera muerte, ya sea por el sol o el fuego... - Se quedó pensativo unos instantes y agregó - En realidad... pensaba en ti... en tu mortalidad -

por **Anuar Dutuescu** Mar Nov 02, 2010 7:47 pm

-cuando lo dices asi deja de no sonar tan bien- murmuro sonriendo de medio lado, porque no tenia ley ajena a el a fin de cuentas por la que el mismo se regia, la propia, no dejaba de ser una ley impuesta y acatada por el mismo, una mucho mas estricta que cual regla ética o social, mucho mas exigente que cualquier otra.

Tomo la copa observando el liquido en su interior unos instantes recordando la ultima vez que habia bebido, habia terminado no sabia como tumbado a medio callejón, con la cabeza dándole vueltas y un fuerte olor a alcohol, habia sido aquella misma noche en que se habia ido de la cafetería sin decir mas y habia ahogado las penas con una completa desconocida, rio, por su comentario –siempre e creido que la belleza difiere a ojos del corazón, no estoy seguro de que veria entonces alguien dentro de mi- susurro como si fuera un cruel secreto que no deseaba compartir.

Levanto la copa chocándola suavemente contra la del vampiro –por habernos descubierto- murmuro dándole un amplio sorbo a la bebida, dejando reposar el contenedor entre sus dedos, observando el pecho de Soren sin decir nada, escuchando y pensando en sus palabras, el lo habia pensado mucho quizás mas de lo deseado.

-para vivir dos veces hay que morir también dos- recitó alzando la mirada hacia los azulados orbes del vampiro, sus pupilas se veian extintas bajo las gafas, en el cristal solo se reflejaban las crepitantes lenguas de fuego que, en una danza excéntrica intentaban llamar su atención clamando por un momento de resolución -¿quieres hablar al respecto?- le cuestiono dudoso, dándole otro sorbo a la copa, con las mejillas enrojecidas y sus labios adquiriendo aquel sabor del buen vino.

-¿quieres hablar de cómo envejeceré?...¿estaras conmigo en mi lecho de muerte?- le cuestiono alzando su cuerpo del sillón sin levantarse, para acercarse a el con temor en la mirada ¿lograria sujetar su mano aun cuando esa trémula y raquítica estuviese sujeta a un cuerpo nauseabundo, arrugado y marcado por los duros años, con las sienes nevadas y el rostro deformado? Quizás, quizás nisiquiera pudiese llegar a esa edad, cerro los parpados con fiereza lo que antes jamás le habia aterrado ahora le perseguía como una mas de sus fieles pesadillas. Porque no temia de la muerte sino, lo que perdería con ella.

por **Soren Kaarkarogf** Mar Nov 02, 2010 9:20 pm

(( La descripción del reflejo del fuego en las gafas de Soren te quedó sublime! +1 ))

Nadie mejor que un artista para hablar de belleza. Anuar le daba vida a un lienzo blanco y vacío, sus manos creaban belleza, si él no podía entenderla ¿Entonces quien? Ignorantes todos aquellos que juzgaban desde la distancia, la cubierta y no el contenido, sin darse cuenta del universo de posibilidades que cada persona llevaba en su interior. ¡Que afortunado era de haber logrado abrir un poco de ese libro llamado Anuar! Que deleíte tan grande era pasar sus delicadas hojas despacio y tomarse su tiempo para decifrar ese extraño idioma que nadie más entendía. ¿Podía entenderlo él? Quería creer que si.

Le escuchó hablar de la vida y la muerte y luego su pregunta, asintió con la cabeza pensativo, aquello era algo difícil de hablar, inclusive era difícil sólo de pensarlo, tomó la copa con ambas manos y se llevó el borde, hasta que el vidrio tocó por debajo de su nariz, olfateó y el aroma de la uva se filtró por su nariz hablándole de extensos viñedos Españoles en donde probablemente el sol despuntaba en el horizonte maravillando a los aldeanos con una hermosa vista. Bebió un trago, amargo y desabrido, como todo lo que no era sangre.

Escuchó sus preguntas y se quedó mirándolo, sus ojos transmían algo difícil de decifrar, no había la misma seguridad de siempre, por unos instantes se permitió imaginar como sería aquello, viéndole deteriorarse poco a poco hasta luego... irse para siempre. Soren acarició la barbilla de Anuar con su mano derecha, aún mirándole através de las gafas, perdiéndose en los dos soles que tenía por ojos.

¿Hasta que punto podría arriesgarse por Anuar? ¿Que tanto de si mismo podía entregarle a esa creatura de corazón palpitante que le había hecho sentir tan especial? sólo habían pasado 3 meses y sentía que había vivido mucho más que en 200. ¿Estaba dispuesto a verle ir?

- Podría inclusive envejecer contigo - Respondió al fin dando otro sorbo al vino, lamiéndose el labio superior para alcanzar una gota rojiza - Si pudiera... me gustaría envejecer a tu lado -

por **Anuar Dutuescu** Mar Nov 02, 2010 10:06 pm

-pero no puedes- murmuro con las palabras llenas de molestia, una molestia que no podia ser dirigida hacia Soren sino hacia si mismo, por ser un humano y envejecer, por tener una vida efímera aunque las cosas valían aveces por tener un fin estipulado, no, comenzaba a sentir que una vida no seria suficiente para conocerse y entregarse, compartir y añorar ¿y cuanto tiempo si lo seria? Comprendía, que ni la eternidad le seria suficiente, un sueño que jamás lograría cumplir.

Termino su copa dejándola sobre la mesa suspirando ampliamente en un gesto que se llevo consigo un poco de su felicidad y años de su vida, las tristezas consumían –por eso debes prometerme- murmuro alzando la mirada, fijándose en esos ojos que ahora no podia observar sino solo un débil vestigio de ellos tras los cristales –que compartiremos…no quiero volver a pasar tanto tiempo lejos, el futuro es incierto, podría ya no estar mañana, y el tiempo contigo jamás será suficiente, jamás me saciara pero asi sabré, que no desperdicie mi estancia en este mundo- murmuro contra sus labios.

-y si algun dia llegaras a cambiar de opinión debes decirme…debes decirme que ya no me quieres a tu lado- su mano se poso sobre su pecho mientras hablaba, palpándole con suavidad, subiendo sus dedos mientras las palabras afloraban, rozando su cuello y afianzándose a su cabello, acercando su rostro para estrechar su nariz contra la ajena, con los ojos entrecerrados y el sufrimiento a flor de piel, no quería y no podia sino imaginarse los años sin el, no habia ya otro futuro que añorase mas que aquel y que confuso se volvia todo ¡el amor lo complicaba!

Le beso con aquella necesidad que pocas veces dejaba percibir, porque sus pensamientos se ultrajaban unos a otros, desgarrándose ruinmente, no queriendo pensar en la verdad que se avecinaba a cada segundo, a cada instante y que solo el destino sabia con certeza cuando llegaría, mañana mismo, en unas semanas, en una década mas, en los brazos de Morfeo, bajo las aguas del mar, entre la danza del fuego, contra los labios de un vampiro…

por **Soren Kaarkarogf** Mar Nov 02, 2010 11:11 pm

Y en cuestión de segundos todo dejó de ser tan amarillo y azul para convertirse en el gris nauseabundo tan propio de la angustia, el miedo se manifestó en su interior y lo sintió pegajoso como las telarañas olvidadas en los rincones de su casa. No podía envejecer eso estaba claro, pero podría morir con él, lanzarse al fuego o esperar por el amanecer en un campo abierto, una vez Anuar hubiese partido al otro mundo en su lecho de muerte.

¿Soren te estás oyendo? Reacciona ¡Tu nunca pensarías tan siquiera en hacer algo así!

Vio los ojos de Anuar y en ellos acompañados de sus palabras vio la desesperación y una fragilidad tan desgarradora y latente, que por primera vez en todo ese tiempo, lo vio como lo que realmente era. Un frágil humano lleno de emociones y miedos. Porque Anuar siempre había sido más fuerte que él, siempre había mostrado un temple impasible y una determinación admirables, pero ahora escucharle decir aquello, sólo lograba que algo se revolviera en su interior, que la angustia se lo consumiera desde adentro como si le hubiesen soltado una rata hambrienta en los intestinos.

Se quedó en silencio sin saber como responder a esas palabras. Él nunca había hecho una promesa a nadie, porque tampoco nunca se había imaginado compartiendo años enteros con una persona, mucho menos sintiendo algo tan intenso. Cerró los ojos y aprisionó los labios de Anuar entre los suyos, correspondiendo ese beso inesperadamente intenso y cargado de emotividad. Casi dejó caer la copa de vino, que bailó trémulamente entre sus dedos mientras con la otra mano le atraía contra su cuerpo en un semi abrazo.

Lo prometo – Murmuró al fin alejando sus labios y cortando el beso, pero sin retirar su rostro – También... quiero estar más tiempo a tu lado, lo estaría una eternidad si pudiese – Y en teoría podía, pero Anuar no estaría allí en esa eternidad moriría como era lo natural y lo correcto y él volvería a estar tan sólo como siempre.

Pero la soledad no es mala. Siempre ha sido nuestra mejor compañera ¿No decías que tus amantes eran el arte y la literatura?

- También quiero que me prometas que... si conoces a una persona que te haga feliz y cuide de ti... - De repente sentía que se le quebraría la voz – Me dejarás y serás feliz como mereces – Porque Anuar sólo tenía unos cuantos años para disfrutar, así que debía serlo. Poder albergar en su corazón tanto amarillo como pudiera.

por **Anuar Dutuescu** Miér Nov 03, 2010 12:08 am

Se dejo acercar a su desnudo torso mientras sus labios jugaban como el sol y la luna, a unas eternas atrapadillas, cuando creía tenerlo sus labios se cernían sobre los propios haciendo que intentara buscarlos nuevamente en unos acompasados movimientos que no necesitaban explicación de ser porque sus cuerpos embonaban perfectamente como si predestinados hubiesen sido a estar juntos, como si fuesen las únicas dos piezas de un rompecabezas–lo estarás mi eternidad que es mas efímera que la tuya- murmuro con suavidad, aunque bien sabia que cuando su cuerpo no pudiese mas, y sus manos temblaran al intentar tomar su ropa, cuando sus cansados ojos no le permitieran ya pintar ni leer, entonces se alejaría de el, porque el cariño no era sinónimo de pena, no dejaría que le viera de aquella manera aunque, eran cosas que podia callar de momento.

-ya encontré a esa persona- murmuro contra sus labios acostándose encima de el sin cuidado de si su peso era excesivo, habia asegurado por experiencias que podia soportar su peso con facilidad–es un vampiro peculiar- le explico al oído rodeándole con sus brazos –al que le gusta verme comer y enseñar sobre la historia- acariciaba sus cabellos con pasividad observando cuando lo hacia, su rubia melena parecía devorar sus dedos –creo que aveces es algo torpe…pero en su peculiar modo es perfecto, es con quien e decidido compartir mi vida, amenos que el decida lo contrario- rio porque le parecía melosa la escena, el, quien siempre era frio y distante y sinceraba ahora frente a la única persona que tenia pavor de perder y por quien, cruzaría el mar nadando en su búsqueda…aunque no supiera nadar.

Esa noche su ser era quien necesitaba de la calma y el goce, y con esas palabras lograba encontrarlas, sintiéndose pleno -¿Cuánto mas nos queda de noche?- le cuestiono en voz baja pasando sus labios por el cuello del vampiro.

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Y el mundo se deshace para nosotros dos (Anuar)

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