Piensa en mi y ahí estaré {Louis}

por **Arianne C. Wickham** Lun Abr 04, 2011 5:17 pm

Recuerdo del primer mensaje :

La separación. Me sentía tonta e incluso indefensa pero por lo menos tenía la tranquilidad de que Louis no sufriría, no mucho ¿Cómo comparar días de dolor con toda una vida? Mientras más lejos estuviera él estuviera de conocer el dolor yo más feliz sería. Así habían pasado los días, lentos y sin nada que me diera un indicio de Louis, trabajando y viviendo a medias. Esa noche me habían dicho que tenía que salir del burdel, no me hacía mucha gracias pero no tenía nada más que hacer así que simplemente acate órdenes a lo largo del vida, como una muñeca de porcelana, escuchando sin prestar atención, asintiendo sin decir palabras. Demasiado dormida en el interior como para rezongar o decir algo más. Había escuchado que el cliente era alguien nuevo, ni sabía cómo alguien nuevo sabía de mí pero tal vez una recomendación era la mejor respuesta, daba lo mismo solo me aseguraría de que me pagara y si no me tocaba, sería bastante feliz. Muchas cosas habían pasado para pensar que ahora me alegraba ser una prostituta.

Lo seguía siendo pero de forma distinta. No me obligaba y si quería simplemente por tomar un café me pagaba más de lo que tenía, era raro pensar en eso, era una vida más fácil que vender sexo. Ir en el bosque, caminando, en donde un carruaje no podía llegar y con un vestido bastante caro había sido la peor idea de todas ¿Quién diablos vivía en el bosque y pedía una prostituta? Era muy tarde para rechazar el trabajo, no quería ni siquiera imaginar la cara del tipo al verme con al vestido echo un asco. Lo que más me dolía de toso esa era mi vestido, si la paga no valía la pena me iría de ese lugar sin más ni más. Iba refunfuñando cosas que ni siquiera se podían escuchar en el silencioso bosque.

Pude ver una casa, modesta pero bonita a unos cuantos metros lejos de mí. Tome aire y me aventure hacia la puerta, toque varias veces mientras hacia un milagro conmigo misma. No quería escuchar quejas y aunque las escuchara era culpa del cliente. Espere unos segundos mientras esperaba en el marco de la puerta, hacía frío pero trabajo era trabajo, me sentí extremadamente apenada cuando vi a la persona que abrió la puerta. Sentí que el color se me iba del rostro y que las piernas me temblaban ¿Qué? ¿Cómo?-Ahm…creo que no es aquí-actuar como que no lo conocía no era una solución ¿Había sido él? ¿Me equivoque y eche todo a perder? Ninguna de las dos cosas me hacían feliz, ni un poco.

por **Arianne C. Wickham** Lun Abr 18, 2011 4:33 pm

Podía sentir esa parte tan íntimamente suya, y que ya no era tan suya pues en algún momento yo ya la había tocado, rozar en mis muslos, la posición en la que nos encontrábamos no era muy decorosa pero nada de lo que habíamos realizado hasta el momento lo era así que en verdad era lo mismo y al mismo tiempo no. Sentí arder mis muslos con ese pequeño roce continuo pero trataba de no dejarme llevar por completo, no quería que eso acabara tan pronto no esa noche. Tenerlo así, de esa forma en que podía ver cada centímetro de su cuerpo era como ver lo más hermoso del mundo y en este caso no era yo, le había jurado que no me iría, me quedaría el tiempo que el deseara así fueran días, semanas, meses o años. Haría lo que él me pidiera con tal de pasar más noches como está a su lado, sin que nadie perturbara nuestra paz.

Su pecho golpeaba contra el mío, podía sentirlo. Así de sensible se encontraba mi piel, le agradecí que se separara de ese beso tan cargado de sentimiento, me costaba respirar, los pulmones poco a poco me colapsaban dejándole paso a nada de aire. Todo lo que conocía antes de Louis se había hecho trizas porque no necesitaba a nada ni a nadie más que a él. Pegue mí frente a la suya mientras no perdía de vista sus ojos brillantes, mi boca hacia el trabajo que mi nariz no podía hacer, recolectaba y expulsaba aire que chocaba contra sus labios. Sus palabras solo hacían que la bomba que era mi cuerpo fuera más rápida de lo normal. Me vi reflejada en sus ojos y extrañamente ya no me sentía como la mujer más hermosa, no me sentía por arriba de las otras. Ya ni siquiera estaba segura de tener algún poder divino que me librara de los sentimientos, como era el amor, el deseo o la pasión, ahora todo era tan real como para cualquier otro ser humano-Te amo tanto Louis…quiero estar contigo…-me queje pues un ardor de puro placer se colocó en la parte más baja de mi vientre-… no dejes que tu corazón dude de eso, ni de nada de lo que quiera hacer-escondí mi rostro en su cuello, esperando infantilmente que todo esa desesperación, ansiedad y demás es esfumaran pero seguían ahí como al principio.

Off: Asco

por **Louis J. Bouquet** Lun Abr 18, 2011 5:23 pm

Mi niña podía causar envidia hasta a la diosa de la belleza griega. Su aliento fresco y calido a la vez, me envolvía el rostro, ¿estarían muy rojas mis mejillas? Las de ella lo estaban, al parecer varias zonas de su piel. Podía escuchar que me amaba, por el resto de mis días, despertar con el sabor de sus labios cada mañana, y acostarme por las noches, cobijado por sus brazos.

¿Qué era eso? Algo le molestaba. ¿La aplastaba? No… simplemente, era parte de lo que le pasaba a nuestros cuerpos, a lo intenso, pero amoroso de ese momento. Yo no dudaba, el camino ya no tenia vuelta atrás, no podia hacer que las manecillas del tiempo, se regresaran. No era yo nada para frenarlo. Con mi cabeza, abracé la suya propia, era algo incomodo estar asi. El brazo empezaba a hormiguearme, con cuidado, me dejé caer de costado a su lado, y el cabello que empezaba a humedecerse, se pego a mi sien, como si estuviera descansando, la verdad que empezaba a ser muy demandante, debía frenarme. No quería hacerla sentir mal de ninguna manera, como habia visto tantos casos, en los que no se preocupan por su pareja, y terminan sintiéndose un juguete.
Sentía que estaba bastante despierto, como no recordaba haberlo experimentado antes, y me apene un poco, estúpidamente, me intenté cubrir con una de mis piernas, mientras con una mano, acariciaba sus mejillas, y el camino entre sus hombros y su cuello.
-¿el tuyo tambien quiere algo, Ari?-logré balbucearle mientras a su lado, le obligaba a mirarme, girando su mentón un poco con la yema de mis dedos. Quería devorar esos labios que invitaban a serlo. Tan rojos como la manzana del pecado. Deslicé mi mano izquierda de nuevo a sus piernas, como quien pinta un lienzo con las manos desnudas

por **Arianne C. Wickham** Lun Abr 18, 2011 7:02 pm

Sentí como si estuviera haciendo algo malo cuando se dejó caer a un lado de mí, un pequeño monto de aire se coló por mis fosas nasales, deje de sofocarme por lo menos dos segundos pero de nuevo me volví a sentir acalorada hasta la garganta-Te quiere a ti-me coloque de lado, para poder verlo de frente y cruce los brazos por enfrente de mi pecho, el sudor de su cuerpo mezclado con el mío hacia que me diera frío por la pequeña brisa que entraba desde la ventana empeñándose en querer apagar nuestros cuerpos pero estos se encontraban una temperatura tan alta que era casi imposible que el viento lo lograra, se necesitaría mucho más que solo aire para que yo dejara de sentirme de esa forma. Le sonreí tiernamente casi de forma tímida, no estaba acostumbrada a que me tocaran con amor, era la primera vez que me pasaba eso, no estaba muy segura qué camino tomar. Así que espere, ese era un momento especial, en un lugar especial con la persona más especial que ocupaba mi corazón quería guardarlo todo en mi memoria por si algún día Louis decidía que yo ya no le servía y que había encontrado una mujer de renombre a la cual entregarle todo lo que él era.

Moví una mano acercándola al fotón, la textura era suave, no podía dejar de tocarla ¿Qué tela sería? No había tocado a un bebé jamás pero estaba segura de que se asemejaba a la piel de uno. Me tome el tiempo para tratar de respirar y seguir inspeccionando la luz que nos bañaba, haciendo de nuestros cuerpos grandes perlas pero más la de él. Louis brillaba por dentro y por fuera, su color era tan apetecible que me pasaría toda mi ahora dichosa vida pegada a su piel. Había dejado de ser la puta a la cual no le importa jugar con otros, dejarlos esperando para poder tocar su cuerpo con tal de que le dieran algunas joyas, protección y dinero. La verdadera Arianne estaba acostada en ese momento, no solo se podía ver mi cuerpo desnuda si no mi verdadera esencia, la fachada de perra y prostituta maldita no era más que una especie de caparazón que me ayudaba a conseguir lo que queria, la pequeña y asustadiza que en verdad era solo salía a flote con Louis al que no le podía quitar nada más que el poco o mucho amor que tenía para darme.

por **Louis J. Bouquet** Lun Abr 18, 2011 9:39 pm

Era agradable estar asi, mirándonos de frente como niños que no saben que hacer. Como si todo hubiera acabo ya, y nos dispusiéramos a dormir. Quizás ella podría, yo no. Pero… siempre podía hacerlo por mi mismo, daba pena admitirlo, pero estaba dispuesto a hacerlo, si es que ella ya no quería seguir. Todo me ardía, y el sudor, mezclado con el frio y el deseo de tocarla, hacían que mi espalda sufriera un poco. Eso, y cada uno de mis musculos. Cuando me sonrió, no pude evitar llevar el indice a sus labios, y delinearla. Tenía que saber que me gustaba que sonriera, asi, y que esa sonrisa, solo podia dedicarmela a mi…
¿Qué era ese sentimiento tan posesivo? ¿Era…. La estaba celando?

La vi mover sus manos por la superficie del lecho donde dormiría con ella esa noche. Nuestro lugar. Le sonreí girándome de cara al techo,
-¿Por qué me miras de esa forma…? No te gusto? Hay algo en mi que te inquiete?-Le pregunté, tenía curiosidad, del por que de sus miradas intensas, que nada tenian que ver con el deseo carnal. El mismo que me tenía atrapado, y yo intentaba contener, con pésimos resultados, pues no podía dejar de tocar el cuerpo de esa hermosa mujercita de mirada turquesa.
Volví a girar solo la cabeza, esperando por su respuesta. De nuevo, yo solo veía su rostro, y el cuerpo que empezaba a marcar como mio. Pero, no sabia nada más, no es que importara….¿o si? Aquello no era apresurado?, de nuevo, las malditas dudas. Yo quería lo mejor para ella.
-Si quieres dormir ya, lo entenderé. Seguro ha sido agotador llegar hasta aquí… eh?Estiré mi mano y tomé una de las cobijas color de nieve que estaban cerca del lecho, y se la extendí, pro si quería tomarla

por **Arianne C. Wickham** Lun Abr 18, 2011 10:29 pm

A mi parecer estábamos muy lejos, me fui acercando poco a poco casi de forma lastimera hasta quedar a nada de su cuerpo-Si me gusto…no me tocas como los demás-confesé algo apenada y buscando un hueco en su cuerpo para esconderme, oía mi corazón e incluso oía un zumbido extraño ¿Me estaba volviendo loca? El sonido no venía de afuera ni provenía de otro lugar, lo escuchaba adentro mí, de seguro era un efecto del embriagante placer que bombeaba en mi corazón. Por un momento me moría de la ternura cuando tomo las cobijas y me las acerco, nadie se preocupaba por otro a menos de que buscara su propio interés y sabía que Louis no era egoísta como yo, eso era una de las tantas cosas que me gustaban y admiraba de él. Me tape solo para no hacerlo sentir incomodo pero de paso también cubrí su cuerpo, deteniéndome a levantarme y pasar por su espalda la tela y algunos besos como si con eso calmara lo que aun tenia dentro-No quiero dormir aún-me volví a acurrucar a su lado buscando su mirada como un bebé ¿Alguna vez él y yo? Eso sería tan hermoso pero mi cuerpo era débil, no era como la falsa personalidad que me había formado.

¿De cuántos angelitos me perdí las sonrisas? No habían llegado a nacer, ninguno de ellos y aunque lo hubieran logrado nadie quería a una prostituta con un hijo-suerte la de mi madre- me hubieran sacado y los dos hubiéramos muerto de hambre o de frio tal vez, al final de día el punto era que yo no servía para eso ¿Por qué yo no podía y otras mujeres si? Siempre veía a las señoras con miles de hijos sanos y yo ni siquiera podía llegar al mes con uno en mis entrañas. Conociendo a Louis no soportaría tener a su lado a una mujer inútil ni tanto dolor. Aun con todos esos pensamientos que me llenaban de melancolía ninguno se compraba con la felicidad de tenerlo acostado a mi lado, todo era demasiado bueno como para que se viera opacado por pensamientos y recuerdos tristes. Toda mi felicidad era mucho más grande que todo eso-Bésame-le pedí en un tono más dócil a decir verdad era un tono que nunca había usado con nadie, salía de mi pecho como pequeños pájaros al vuelo. Quedaba totalmente claro que él podía hacer conmigo lo que él quisiera, me podía matar y ni siquiera gritaría si él no quería, ese poder ejercía Louis sobre mí y él no lo entendía del todo.

Lo envolví con mis brazos, como se envuelve un regalo con un moño esperando que no se separa como las tantas veces que lo había hecho esa noche, lo quería conmigo, así, sentirlo de todas las formas posibles sin el mínimo recato, pues por eso nos pertenecíamos.

por **Louis J. Bouquet** Lun Abr 18, 2011 11:06 pm

No es que yo buscara reconocimiento, pero… estaba demasiado contento como para sentirme dolido por la comparación con los otros. Ya me encargaría de borrar las marcas de otros dedos, otras caricias, de esa piel, para que solo recordara las mías
-¿En verdad? Me alegro… quiero complacerte, Ari… Temí haberte hecho sentir incomoda… no sabia como tocarte…
Eso ella ya lo sabia por que yo le había dicho, me sentía pequeño e inútil, pero no en ese instante. “los demás” ¿Qué clase de hombres, serían? Aunque fuera un poco, alguno le habia gustado, o atraido? Dioses, que aquello era una rompedera de cabeza. De imaginar que mis inexpertas caricias, le gustaban, mi moral subía bastantes puntos. Le dejé acercarse a mi, y me giré para volver a quedar de costado, y que fuera más fácil.
Ella me arropó, para sorpresa mia, y le miré con una pequeña sonrisa, mientras me daba más regalos –sus besos-
Esa mirada, me derretía, y me nublaba el pensamiento. La imaginé, por un momento, su cuerpo desnudo bañado por la luz de la luna, en medio de aquel lago de mis sueños.
-¿Estas segura? Le pregunté en tono dulce, mientras ella, esas pupilas que eran mis joyas, se perdían dentro de ella misma. Por lo que parecía, el deseo del cuerpo de ella, seguia latente, si, pero en un estado de reposo, del cual, yo no era privilegiado. Yo seguía siendo una pequeña fogata en el bosque, pero me daba vergüenza admitirlo, aprovechando la cobija y su momento de profundo pensamiento, tomé con una mano aquella zona delatora, y ayudé un poco, mordí mi labio, guardando de manera masoquista, las expresiones que pugnaban por salir, y que eran meramente involuntarias. Pasé saliva, cuando ella me dijo que la besara, y me abrazaba, dejé la mano alli, para no incomodarla, no quería exigirle ya nada. Pasé mi mano libre por la parte entre su mejilla y su cuello, y acerqué mis labios a los suyos de manera suave y devota

por **Arianne C. Wickham** Mar Abr 19, 2011 11:31 pm

Todo era tan bonito, como sacado de unos de esos cuentos que les recitan a las niñas ricas de Paris. Yo había soñado tantas veces con poder dormir tranquila escuchando una historia como esas pero esta noche no se comparaba en nada con las historias, era real, podía recordarlas, la estaba viviendo y era mucho más de lo que en verdad podía pedir. Bese sus labios, en esta ocasión no use la lengua ni otro elemento que pudiera obligarlo o forzarlo a algo que no quería, solo los labios considerablemente más grande que los de él, a veces me daba pena besarlo pero igual no podía hacer mucho cuando las ansias y el amor ganaban-Estoy segura, solo quiero estar contigo-me separe a una distancia considerable dejando que nuestros aliente se mezclaran, eran tan cálidos que ya no sentía escalofríos al momento de inhalar, no me dolía pues ya no raspaba en mis fosas nasales ni en mi garganta, se sentía tan bien que literalmente me sentía en nubes viendo estrellas de colores.

Pero… ¿Louis tenía algo? Lo notaba un poco extraño, tal vez inquieto o ansioso. No estaba en el mismo estado de paz y tranquilidad en el que yo me había sumergido, comencé a preguntarme si estaba haciendo algo mal y si lo estaba haciendo, debía de buscar la forma de hacerlo sentir contento. Seguramente necesitaría….Debía de volver a hacerlo, me mordí el labio mientras pensaba si ayudarlo con eso era mi mejor opción pero no es que tuviera muchas, era esa que implicaba a ayudarlo o que las cosas pasaran a un nivel en donde no estaba del todo segura si en verdad Louis quería llegar. Me acomode boca abajo y me escabullí entre las cobijas, no quería tocar su cuerpo aún, quería esperar hasta llegar a esa parte que lo tenía tan inquieto. En este negocio tenías que saber de todo, incluso los gestos y actitudes de tu acompañante que en este caso era como mi pareja sin serlo.

Seguí bajando y acomodando en medio de su cuerpo. Cuando por fin descubrí y volví a tomar el área deseada utilicé ambas manos para hacerlo sentir bien, no se molestaría, ya no porque ya nos conocíamos incluso en ese sentido. Seguí moviendo un poco mis manos entorno a él hasta que mi lengua decidió jugar en la punta, dando pequeños círculos como si bailara. Podía sentir lo que la sangre acumulada en esa zona estaba logrando, Louis había aguantado mucho y tal vez no sabía cómo dejar salir eso que le oprimía el cuerpo.

por **Louis J. Bouquet** Miér Abr 20, 2011 12:15 am

El beso fue tierno, inocente, si, a pesar de todo, y lo agradecía. “solo quiero estar contigo”. ¿Eso era verdad?
Hacía que mi nube de felicidad se elevara uno y otra vez. Tomaría su mano y la llevaría conmigo, siempre. Lejos del mundo, a un futuro donde solo estuviésemos los dos juntos, y lo que nuestro propio amor hiciera nacer.
Su aliento era la mejor de las drogas. Cuando la vi separarse, creí que se acomodaría de otra manera, no que se mordería el labio asi. Era una dulce tortura. ¿Sabia ella lo que cada expresión suya causaba?

Hey! Donde iba? Por que se metía….?
Ahogué una exclamación cuando la senti. No quité mi propia mano, y me sentí… tan extraño y… Sus manos reemplazaron la mías, y me mordí fuerte, tanto, que creí que haría a la sangre brotar. No me moví, solo giré mi cabeza, hacia atrás un poco. El aire fresco, hacia que pudiera sentir un poco más el sudor de la frente. No estaba incomodo, pero… no…
-Ari….-Exclamé, dejando ir todo el aire que acumulaba, cuando sentí el roce húmedo de su lengua una vez más. ¿Por que hacia eso? Era una tortura…. Una muy dulce y placentera. La mano que estaba bajo las cobijas, tomó una parte de ella, que identificó como su nuca, le apreté con suavidad, queriendo apartarle de alli, y al mismo tiempo no-uuhm… no… no tienes que hacerlo… yo… yo…En verdad, ella era paciente….

por **Arianne C. Wickham** Miér Abr 20, 2011 4:14 pm

Me ahoga estando dentro de las cobijas pero no me molestaba del todo, quería complacer a Louis aunque a él le costara un poco de trabajo asimilar que en verdad yo estaba para eso, en ningún momento me sentía forzada. Escuche sus palabras, acompañas de sus múltiples sonidos me confirmaban lo que yo había pensado antes. Me podría decir misa y no le haría caso, seguiría ahí hasta sintiera que él estaba satisfecho. Subí una mano por su torso hasta su pecho, quería calmarlo y que se relajara, no lo disfrutaría de la misma forma si se comenzaba a poner barreras mentales que acabarían con nuestro momento-Tranquilo-se me pare de esa zona para susúrrale aquello y seguir con los movimientos de mi lengua, necesitaba guardar silencio, era lo mejor que podía hacer puesto que estresarse en una situación así me haría creer que la estaba haciendo mal algo era yo, eso en definitiva me haría sentir inútil. Al sentir la presión en mi nuca, me pegue de lleno hasta el fondo de la garganta, tanto que me tuve que hacer para atrás pues había olvidado tomar aire.

Reconocí la presión como que se debatía entre quitarme y al mismo tiempo no. Me pasaba muchas veces, con cosas distintas pero sabía que era querer hacerlo algo y al mismo tiempo alejarte e irte. Para la suerte de Louis yo era bastante insistente y no dejaría que él siguiera con ese sentimiento de inquietud, debajo de todo estaba un poco más oscuro y no me daba cuenta de muchas cosas como sus gestos, necesitaba de alguna forma que él me indicara cuando debía parar o cómo hacerlo, era nueva conociendo a ese hombre que tenía en la cama y probablemente tuviéramos más noches así pero al ser la primera necesitaba un poco de ayuda. Solo un poco.

por **Louis J. Bouquet** Miér Abr 20, 2011 4:58 pm

Intenté buscar esa mano, que bajo la cobija, incendiaba la piel de mi pecho.¿Tranquilo?
Hablaba enserio? Como podía estarlo en semejante situación? Una en la que ya no habia limites entre nuestras pieles, y poco a poco habiamos ido explorándonos. No por completo, pues eso sería exceso de vanidad. Hasta que no pudiésemos estar en su solo cuerpo, siempre podriamos descubrir una nueva linea en la piel del otro.
Pero no pude hacerlo, la dejé a medio camino, volviendo a dejarla caer a mi costado, mientras mi otra mano empezaba a firmar mi sentencia.
¿Estaba haciendo….? Sin poder evitarlo, un gemido no grave, pero tampoco agudo, se escapó de las grietas de mi autocontrol. No podia hacer mucho, si lo sentia rodeado por la humedad y calidez de su cavidad bucal, no cuando esa lengua, ¿experta? Hacía lo que quería con él. Ladee mi cabeza, apoyando mi mejilla sobre la almohadilla. Mi vientre subía y baja a velocidad pasmosa, y la presión era mucha más. El placer hacía que la corriente que recorría mi espalda fuera casi insoportable. Levanté un poco la pelvis, en respuesta a su trabajo, y supe que el deseo seguía alli, pero que yo… no sé… Era mucho más placentero que otras formas… Pude sentir que entraba algo más, y temí lastimarla, por lo que con dificultad, me medio fui incorporando, tomé su cabeza, por abajo y por encima de la “barrera”, y con mucha dificultaad, con la voz convertida en un pequeño jadeo le pedi
-amm.. aumhp… Ari… quiero verte…. No… no me niegues… la visón del mar en tu mirada…

por **Arianne C. Wickham** Miér Abr 20, 2011 6:02 pm

¿Quería que siguiera? Era eso y o tenía un exceso de vanidad en la cama, pero dadas las circunstancias, en que Louis era como un bebé en todo eso y su cuerpo lo guiaba quitándole el control en verdad quería que siguiera. Sentí que se incorporaba con un poco de esfuerzo por lo que detuve mis movimientos en su zona y subí un poco más de manera juguetona el encuentro con sus ojos-¿No te gusta?-bese su ombligo mientras me acomodaba para recargar mi peso totalmente en su cuerpo, teníamos la confianza ya aunque definitivamente siempre trataba de hacer todo con amor y respeto, no quería que pensara que era una adicta al sexo como ahora se veían muchas, se metían con cualquier tipo que se les cruzaba parecían peores que las mismas prostitutas, por lo menos algunas de nosotras podíamos rechazar las invitaciones si algo no nos cuadraba. Comencé a jugar con mis dedos sobre su piel, haciendo círculos y distintas clase de figuras infantiles que me llegaban a la mente, bastante cursi y raro pues lo que llevábamos haciendo en toda esa ¿Hora? No había sido infantil, en ningún momento.

Metí una mano por debajo de su espalda, la presión de su cuerpo sobre mi mano me impedía acariciarlo de la forma en que quería así que solo me quede quieta-¿Qué quieres que haga?-le dije en tono meloso y arrastrado acompañado de un puchero que se acercaba de nuevo a su vientre bajo y daba pequeños lametones y besos por donde alcanzara a darlos, la distancia que tenían sus piernas no me dejaban mucho terreno al cual moverme así que solo me enfocaba en una área de su piel. Me recosté en su vientre, sintiendo en mi mejilla el movimiento del mismo, subía y baja cálido debajo de mí. Era casi indescriptible tener un acto así tan cerca sobre todo cuando a nadie le importaba que una cortesana, como cordialmente nos llamaban, escuchara el sonido de todo cuerpo después de algo como eso.

por **Louis J. Bouquet** Miér Abr 20, 2011 7:13 pm

Dejé que la respiración incontrolada, saliera de mis fosas nasales, mientras sentía aquella “tortura”, detenerse. ¿Cómo era posible que ella estuviera tan campante por ese momento en la noche, mientras yo era un pequeño geiser que hervía a limites insospechados? Podía verla, aquella mirada tan cándida, que parecía que nada hubiera pasado, y que seguíamos en la otra habitación, bebiendo el té.
Por un breve lapso, ajeno al momento y deseo, recordé con una sonrisa las creencias de Lou, mi amigo… que resultó ser una chica, que con un simple abrazo, se podía concebir un pequeño ser lleno de vida.
No sabia cuanto tiempo ya habia transcurrido desde el pequeño juego inicial, que acabo terminando en aquello, con mi cuerpo desnudo debajo del de ella, en un momento, que si éramos sinceros, ya decia yo, en verdad, se habia demorado en llegar.
Por que un amor níveo, puro como el nuestro, estaba destinado a un momento lleno de amor como aquel. Y apenas, en verdad, era el primer paso en un largo camino por delante.
¿Me gustaba lo que hacía? ¡Vaya pregunta! Por supuesto que si, estaba disfrutando mucho, de todo aquello, y… la verdad que lo era… mucho más, como un regalo extra, que no te esperas, el que fuera con ella, un primer momento asi. ¿Cuantas veces, vagando por las calles, entre botellas rotas y humote cigarro, no habia escuchado cosas referente a ello? Muchos hombres, ni recordaban el nombre de la primera chica con la que habian estado, y en mi caso, jamás podria borrar su nombre de mi corazón.
No reaccionaba a sus caricias, de tan henchido de amor y ligero placer como estaba. Empecé a jugar con mis dedos en sus largos cabellos, como hacía mi amo conmigo.
-Nada que tu no quieras…. Solo, quédate asi conmigo… -Le tomé por debajo de los brazos, y le obligué a subir hasta mi rostro. Tomé sus mejillas con desesperación y le besé con más ganas. Para separarme al momento, con una sonrisa, le confesé -Si algun día llego a ser padre, quiero que esa pequeña persona, tenga tu mirada… Ari

por **Arianne C. Wickham** Miér Abr 20, 2011 10:14 pm

Le sonreí, me gustaba como me trataba, parecía como si en verdad mi cuerpo era en extremo frágil y en cualquier momento se rompería, con Louis si me sentía especial mucho más especial de lo que según los hombres era. Me deje guiar del brazo mientras me mordía el labio constantemente, le ayude impulsándome con las piernas y cuando estuvimos de nuevo tan cerca que nuestros corazones sonaban en sintonía me beso, lo rodee con los brazos mientras mi cuerpo se acomodaba encima suyo, no quería incomodarlo ni hacerlo sentir raro por lo que esta vez puse una de mis piernas por afuera de las suyas. Di varios besos cortos antes de que pudiera separarse de mí, sentí enrojecerme toda por su confesión, no quería decirle que si alguna vez de nosotros se creara algo era muy probable que no llegara a las ocho semanas, incluso yo me vería gravemente afectada seguramente por mi edad o mi organismo tan débil-Es muy temprano para pensar en eso amor-bese su cuello y me recargue sobre él, fijando mi vista en la pared que era paralela a la de las ventanas, todo era tan hermoso. Era precisamente con Louis cuando la vida tenia colores distintos, nada era neutro ni aburrido, todo brillaba incluso una piedra.

Me hacía tremendamente feliz que no le importara que yo fuera una puta y que hubiera estado con más hombres antes que con él. Si hubiera podido él sería el primero en todo pero la vida nos llevaba por caminos con dificultades, aun así aparte de amor por Louis sentía admiración. Todo lo mal que le había hecho pasar cuando fue malo conmigo lo soporto y aun así estaba conmigo, tendido en esa cama ajeno al mundo parisino y sus placeres lujosos de los cuales yo era parte. En todo caso, mi alma ya no era parte de esas cosas, había sucumbido en el mar de felicidad que se alzaba con el nombre de Louis y no podía pedir más.

por **Louis J. Bouquet** Miér Abr 20, 2011 11:27 pm

Hasta en eso…. ¿Me cuidaba, ella, la niña más hermosa, a mi? No pude evitarlo, mis brazos se cerraron en torno a su talle con fuerza, queriendo unirla a mi piel, y como el mar que siempre golpea la arena, pero no se puede unir por completo. ¿Por qué el color de las rosas asaltaba sus mejillas de suave color acanelado? Ni sus besos lograron evitar que un miedo se fuera extendiendo por todo mi cuerpo, de manera dolorosa, la ponzoña del imaginar que tal vez…
Ella no quería lo mismo que yo. ¿Era apresurado? ¿La habia asustado? O simplemente no se lo habia esperado…? Me sentí de pronto algo desanimado. Esa respuesta que dio no fue para nada la que esperaba, Aunque… cabia la posibilidad que… en verdad, si fuera muy pronto, como para pensar ya en esas cosas. Pero… Tenia algo de malo, querer reponer el tiempo que habiamos perdido por nuestro mutuo ¿recelo?
Acaricié de nuevo sus cabellos mientras se apoyaba en mí, y yo jadeaba como un animalillo exhausto
-Ah… yo… tal vez tengas razón… aunque tambien… entendería que no quisieras…. Tener algo asi conmigo… al final… no soy lo que una madre buscaría como el padre de sus hijos… no es asi…?-Dije aquello con una sonrisa, mientras un sueño se quebraba cual cristal en lo más hondo de mis sueños. Me quise mover un poco, pero ella me tenía bien sujeto. Sentía su cuerpo cálido, y mi “amigo”, rozar la piel de ella y la mia a ratos. Aún estaba despierto, y me pregunté si sería muy normal todo aquello, opté simplemente, por volver a abrazarle, haciendome casi un ovillo, claro, que con ella al lado no podía muy bien lograr ese deseo. Besé su pecho una vez más y susurré
-¿Crees que hemos ido muy lejos, Ari?

por **Arianne C. Wickham** Jue Abr 21, 2011 9:51 pm

De nuevo mis palabras bien escogidas lo hacían sentir mal, sentí una especie de dolor en el pecho lo que ocasiono que se me juntaran las lágrimas en los ojos, las cuales no deje salir, tenía que ser fuerte ¿Pero cómo explicarle? Las palabras no me alcanzaban para decirle y hacerle entender que simplemente no era él, no era que yo no quisiera algo más serio, era yo el problema y la que seguramente por miedo de perderlo no quería hablar. Yo que no quería arruinar ese momento lo había hecho y aunque él me sonreía sabía que su frágil corazón estaba herido, ni siquiera con mismos podría reparar ese daño ¡Yo y siempre yo! Lo lastimaba tantas veces que ya había perdido la cuenta, no había momento en el cual nos encontráramos en el que yo no hiciera y dijera algo estúpidamente malvado, no sabía cuando aprendería a dejar la boca cerrada y simplemente actuar de forma sumisa, si había aprendido a demostrar el amor también podría aprender otras cosas-No no digas eso amor, no eres tú pero creo que un hijo es mucha responsabilidad y bueno soy despistada-mis palabras y actos trataban de compensar lo que había hecho anteriormente, seguramente entendería que quería tenerlo un tiempo más solo para mí. Sin nada que nos interrumpiera.

Bese su cuello más rápido de lo normal-No Louis, yo te amo creo que estamos haciendo bien las cosas…Me duele que pienses así-lo abracé fuerte como si quisiera romperle un hueso pero sin ninguna clase de afán. Con eso no estaba muy segura de lo que quería decir, tal vez ya le había cansado que estuviéramos tan cerca y sin ropa. Yo que siempre me jactaba de conocer a los hombres y estar adelantada a ellos ahora no sabía exactamente lo que quería.

por **Louis J. Bouquet** Jue Abr 21, 2011 10:44 pm

Mantuve la sonrisa, ligera, suave, carmesí, como la rosa que pretende ser más fuerte que un corazón roto. Por que, sus palabras se encajaban mi pecho, como pequeñas dagas, cuya filosa punta, se hundía de pensar, que ella me amaba, pero no tanto como yo mismo. No como para querer formar una familia, como era mi sueño…
Estupido!!! ¿Cómo podía pensar asi? ¿Cómo me volvía tan egoísta?
“Ai”… Aquella palabra rebotó solitaria en mi mente. Amor…
Que es el amor, si no aceptar a la persona que quieres, tal como es? “Amar”, es difícil de definir, y hasta que no se acepte a uno mismo, no se puede encontrar a la persona especial. Yo era afortunado por tenerla ya. A mi Arianne. No debia obligarle, exigirle, ni ser asi. No estaba pensando en ella. Solo… en lo que yo deseaba.
-Entiendo… No estás lista.-Fue todo lo que logró salir de mis labios, sin color alguno, pero sin ser dolido, o triste, la sonrisa se mantuvo, como una broma cruel, no era culpa mía. No podía borrarla.
Yo amaba a mi Ari, hasta lo que ella odiaba de si misma. No era que fuera mucha responsabilidad. No pensaba ser un idiota, de esos que no ayudan en la formación de los hijos, no, yo estaría alli, a su lado.

Sentí sus labios, y fue como un golpe de realidad. Y desvié la mirada apenadisimo. Me incorporé por completo, y caminé hasta la ventana abierta. El aire frio hizo a mi piel sentir algo… como si escociera. Apoyé ambos brazos en el marco, alzando la mirada, como si no estuviera alli.
-Lo siento, no he querido hacerlo. Lamento ser un idiota. Pero nunca habia estado enamorado de verdad…

por **Arianne C. Wickham** Dom Abr 24, 2011 7:41 pm

Mi boca se abrió para decir algo pero no salió nada, simplemente un gesto de desconcierto que me hizo levantar las cejas y mirar hacia las sabanas que cubrían la cama. Tal vez el destino al final de todo no nos quería juntos, solo era una burla para mí, una puta. De cierta forma lo entendía, alguien tan manchado como yo no merecía a una persona como Louis y estaba segura de que en algún futuro próximo él encontraría como ser feliz más allá de mí. Abracé mis piernas cuando se levantó de la cama y camino hasta la ventana, no sabía qué hacer, que decir y como excusarme por primera vez se me habían acabo los pretextos, las frases con las cuales salirme con la mía. Simplemente ya no había palabras. Mis ojos se clavaron serios sobre el borde de la cama, no quería que se sintiera mal pero no podía pensar es cuando yo era la que causaba su dolor ¿Cómo parar con eso?-No lo sientas-no trate de decir nada más por temor a empeorar las cosas. Busque alrededor el vestido que me había regalado, tal vez Louis se había arrepentido de haber llevado las cosas a otro nivel pero yo ya le había prometido que me quedaría, cumpliría mi palabra y trataría de hacer el momento menos incómodo. Tome con las manos el vestido y aun sentada en la cama me lo coloque, era tan suave.

-Entonces… ¿Qué quieres hacer?-cambiar el tema tan drásticamente sería notorio pero él debía de dejar de pensar en cosas que lo pusieran triste, yo me encargaría de eso-Tal vez podemos cocinar o algo así-me mordí el labio mientras caminara rápidamente hasta donde él se encontraba. Trate de encontrar lo que lo tenía tan anonadado, no parecía estar ahí conmigo del todo, parecía como su alma se hubiera elevado a otro lugar y solo su cuerpo inconsciente se mantuviera en tierra firme. ¿Pensaría en ella? Si, era lo más probable, sonaba que era una buena chica. Con ella tal vez él tendría la familia que en verdad deseaba y que conmigo lo más probable es que no tendría. Sentí como el corazón se me hacía pequeño de solo pensar en eso, ella se había ido de su lado y lo había dejado sufriendo conmigo, no había sido muy lista en ese sentido-¿Qué dices?-pregunte ocultando mi pesar con fortaleza, era en verdad ,lo único que me quedaba por hacer.

por **Louis J. Bouquet** Lun Abr 25, 2011 4:37 pm

Golpeé con ambas manos los marcos, haciendo temblar un poco la frágil estructura. Y seguí con la mirada en un punto muerto, ahora en el suelo, apreté la quijada para que la voz no saliese quebrada, si no firme, con ese acento extraño, adquirido y que no importaba las clases que me dieran mis tutores en el pasado. Seguia hablando con la sonoridad y profundidad, no grave, que la lengua de mi madre habia dejado en mi.
-Maldita sea, Arianne, como no lo voy a sentir? Si… si te… Siempre te hago sentir mal. Mi presencia te daña, lo sé. Siempre te has sentido menos que yo. ¿Pero, al final, que soy?
En verdad, que era? Como un hombre asi podia ser mas que cualquiera? La inocencia y ternura no era si no una debilidad en el mundo que cambiaba a pasos agigantados.
Me sentía mal, por que no habia momento de nuestros encuentros, en que no se pusieran asi de tensas las cosas. Quizás ella no era para mi, por mucho que yo lo amara. Aunque… amor tambien es dolor.
Y nosotros ya… ¿no era suficiente todo aquello? Escuché su voz, nuevamente ¿Qué hacer? Ahora…? Solté una risita queda, ¿cocinar? Hablaba en serio? Dejé caer los brazos a mis costados, y suspiré.
Sus pequeños y ligeros pasos, acercarse, me confirmaban que seguia alli. ¿Por qué no se habia ido como tantas otras veces, dejandome con el corazón despedazado?
Giré un poco la cabeza, cuando me preguntó eso ultimo
–Que nunca he amado a nadie como a ti. Quizás no me creas, o pienses que mi amo esta por encima de ti… Pero… Ari… Yo siempre, estaré enamorado de ti. Eres la primera y la ultima, escuchalo bien, que tendra mi corazón completo. No es mucho, quizás… pero… es lo mejor que puede darte mi persona.-pasé saliva, y me dejé caer sentado con las piernas cayendo fuera de la habitación. Odiaba estar asi. Desnudo, activo, diciendo cosas que la herian sin que pudiera evitarlo, siempre era tan torpe…
Estaba más que vulnerable
Yo haré lo que tu me pidas. Si quieres irte, no importa. bajé la mirada, mientras con mis manos intentaba cubrirme, mi ropa estaba muy lejos de mi.

por **Arianne C. Wickham** Lun Abr 25, 2011 7:24 pm

Louis parecía no entender, las palabras también podrían sobrar en momentos como ese y no solo en la pasión-¡Deja de hacer esto Louis!-le demande-Solo nos dañas, haces que esto parezca un error y yo no me arrepiento de nada porque te amo, así como eres ¿Cuándo lo vas a entender? Y no pienses que me voy a ir porque simplemente no voy a ser la cobarde que muchas veces te dejo solo con el corazón latiendo en las manos ¡Ya no Louis! Me quedar aquí contigo porque aquí es donde quiero estar-me arrodille enfrente de él y luche contra sus manos que seguramente tapaban su cuerpo por el pudor que hasta ahora lo llenaba. Lo abracé, quería hacerlo sentir bien, cosas que hasta ese momento no funcionaba, pero se ponía y me ponía tantas trabas que muchas veces me hacía pensar que era su juguete para olvidar a la otra chica. Me dolería pero no es que no estuviera acostumbrada a eso, era el juguete de muchos por la noche. Escuchaba miles de historias, los comentarios eran de todo tipo en el burdel, condes que querían divertirse, duques que deseaban olvidar a su joven prometida que les dejo, marqueses que deseaban satisfacer lo que sus esposas no podían y al final de todo siempre volvían con ellas. ¡Claro! ¿Cómo negarse a una zorra oculta! Ellas no cobraban, eran baratas, las tenían cuando quisieran y por la misma razón siempre las aceptaban de vuelta.

Así me sentía cuando Louis hablaba de esa forma, como la segunda que tenía la obligación de borrar a la primera-¿Entiendes lo que digo Louis? ¿Lo entiendes? ¡Quiero estar contigo!-agache el rostro para ver su mirada, necesitaba que todo eso se implantará en su interior, asegurarme de que él entendía y razonaba cada parte, acento, silaba y entonación de mis palabras era primordial y caso como un regalo para mi.

por **Louis J. Bouquet** Mar Abr 26, 2011 11:18 am

Bajé el rostro aún más, hería, y mucho escucharla asi. Claro. Yo era el culpable, siempre me las apañaba para hacer que un momento como ese se viera inundado aún por lagrimas que aún no corrian por mis mejillas y las suyas, pero que sin temor a dudas, estaban por brotar. Mis ojos escocían y por eso los mantenía entrecerrados.
Se quedaría conmigo, no se iría. Eso debería bastarme ¿Por qué era tan ruin y le pedía algo más? Mordí mi labio inferior cuando sus manos empezaron a cerrarse y luchar contra las mías propias que intentaban ocultar la evidencia de los juegos anteriores. Me abrazó y sentí que el alma se iba de mi cuerpo. ¿Cuánto tiempo soportaría mi Arianne a mi lado? En verdad, con solo el amor que nos profesábamos, sería suficiente?
Daría lo que fuera para conocer sus pensamientos. Asi, quizás, podría evitar seguir diciendo cosas que sin buscarlo le hacían mal.
Sus pupilas de un color tan limpio y azul, parecían brillar aún en medio de la oscuridad parcial de la habitación. Gracias a la ventana abierta, se colaba algo de la luz del cielo nocturno.
Apreté una vez más la mandibula y arrugué el ceño, como si sola visión fuera demasiado deslumbrante. Asentí poco a poco, como si me hubiese regañado. Siempre era así. Tenía que ser ella la que pusiera las cosas en “orden”. La más fuerte de los dos, aquella que siempre tomaban las cosas por lo que eran y se ponía firme. Nunca dejaría de admirarla por ello. No diría nada mas por temor a seguir abriendo la herida.
-No eres ninguna cobarde, Ari. Eres tan fuerte… que desearía yo mismo ser algún día algo así para ti…. Lo comprendo…. Yo también quiero que estés a mi lado, sin importar cuanto o como… Y… yo también estaré tu lado… Tu eres todo para mi… Eres la estrella que me alumbra…. Para mi tú eres única y… escuchame, no te miento… Eres mi único amor… eres todo lo que necesito…

Le dije con tono suave, como si fuera una caricia, y una pequeña sonrisa, como si con ello lograra borrar el momento pasado. Tomé su mejilla con suavidad, y alcé su rostro, a la par que el mio se acercaba lentamente, rocé sus labios y con mi peso le hice caer nuevamente, le cerqué con mis brazos y mis piernas se mantenían a distancia prudencial, evitando que algo le tocara de más. Simplemente, me quedé alli, observadole con una sonrisa, retirando los cabellos que le caian al rostro. Acaricié su hombro, ahora cubierto de nuevo por el vestido. No me importo. Besé su cuello y me incorporé a medias otra vez. Con una media sonrisa y una mirada de disculpa.
-Iré…. Creo que… será mejor que me vaya a… yo… tengo… ¿me esperas un momento?, ya regresaré… hay… yo…Balbucée de manera atropellada. ¿Qué decirle? Ella parecia ya no querer seguir con aquello, y me avergonzaba estar asi frente a ella. Además, necesitaba algo de beber, me sentía extraño por fuera y por dentro. Demasiadas emociones.

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Piensa en mi y ahí estaré {Louis}

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