Entre los pensamientos muertos de mi alma...

por **Jacqueline S. Ritchway** Dom Nov 06, 2011 9:13 am

Recuerdo del primer mensaje :

No habia mucho para andar haciendo conmigo misma. Esa era la pura verdad. No tenia nada que hacer más que quedarme sentada en una taberna cualquiera y simplemente beber un poco de vino con algo de sangre; si, sangre. Soborne al tabernero como siempre para que le ponga un poco para mi. Asi es, soy una de sus mejores clientas nada más que por eso: un simple soborno de varios francos y el tabernero se inca a mis pies.

Suspire. Pensamientos viejos rondaban mi cabeza...Historias de muertes, de tristeza, de perdidas...de dolor...De mi familia, de mi esposo, de mi novia, cuya muerte me es dudosa en varios sentidos...Que paso con ella en realidad? Ese ataque fue un accidente o un plan...? Y de ser asi, porque lo haria? A mi lado tenia todo lo que pudiera pedir: dinero, amor, comprension, compañia... No lo entiendo...

Tome un sorbo del vino y volvi a suspirar, esperando que alguien o algo me animase un poco.

por **Jacqueline S. Ritchway** Jue Dic 29, 2011 8:57 am

Tambien sabia del Conde? Eso ya muy peligroso. De algun modo u otro, este hombre acabaria en un agujero y pronto.
-Él es alguien muy importante para mi...es mi mejor amigo y alguien que aprecio mucho. Es todo lo que dire de él.-no era conveniente hablar mucho de él. Le habia prometido nunca revelar su nombre ni tampoco dar datos suyos. No era de su agrado ser encontrado por humanos. Desvie la mirada a los acompañantes, uno de ellos parecia agotado. Que habrá hecho?

El Agente estaba por irse y eso me hizo suspirar por dentro, era ya un alivio.
-Lo unico incomodo fueron algunas preguntas de indole personal y su modo de persuacion. Es todo.-le aclare eso para que no le quedasen dudas. Volveria si era necesario y esperaba que fuera...mmm...nunca. Hizo un ademan con la mano y Alexis se acerco.
-Oui, Monsieur?-antes de que pudiera hablar, Shaun tambien se acerco y nos reverencio.
-Lamento interrumpir su cena. Madame, le han traido las prendas nuevas que ordeno.-sonrei de forma amplia. Adoraba la ropa hecha con el estilo Ingles.
-Subelas a mi cuarto, por favor. Las llaves estan junto al mostrador.-volvio a reverenciarnos y se fue. Alexis se quedó esperando a la orden del Agente.

por **John Cena** Vie Dic 30, 2011 5:29 am

Punto de vista del agente Smith:
El agente Smith se levantó de la silla. -Carga toda la cuenta a la policía de París, supongo que les agradará saber lo que me ha contado la madame respecto a la investigación y no será ningún problema pagar por tan grata información. Hizo una reverencia a la madame y guardó sus manos en su abrigo caminando hacia los dos hombres que ya lo miraban esperándole para irse de allí. Caminaba despacio observando a los comensales que allí se encontraban aún. Éstos lo miraban con la cabeza gacha, comiendo en silencio de sus platos.

Hizo un gesto a sus dos acompañantes y salieron del hotal tras él. En la acera de enfrente estaba el mismo carruaje que lo había traído aquella noche, aunque el conductor era diferente esta vez. Subieron los tres al carruaje, quedando el agente Smith al lado de la ventana mirando hacia la puerta del hostal que permanecía abierta de par en par. Había sido una noche larga pero había conseguido más información de lo que esperaba. Sacó su libreta releyendo todas las notaciones que había ido apuntando desde la noche pasado y sonrío satisfecho. Dio una voz y el carruaje emprendió la marcha desapareciendo por las calles de la ciudad, abandonando definitivamente el lugar del hostal.

Punto de vista de John:
El paseo en el bosque no había sido del todo fructífero según mi punto de vista pero había conseguido cazar una liebre de una pedrada con el pago de un dolor terrible en la espalda que me hizo perder la respiración durante varios segundos. Era pobre la carne de aquella liebre pero serviría para llevarme algo a la boca mientras esperaba a la madame volver aquella noche. Llegué tras un largo paseo por el bosque a mi guarida y entré en ella sentándome un rato para descansar. Encontraba mi cuerpo realmente débil tras mi último combate. Tomé un poco de aire y comencé a romper los huesos de la liebre para probar bocado. Habían pasado ya varias horas más de la medianoche.

por **Jacqueline S. Ritchway** Vie Dic 30, 2011 6:03 am

Por fin el hombre se fue. Iba a decirle que la cuenta era cortesia de la casa pero dijo que se le cargara asi que simplemente Alexis asintio y le fue a avisar a su hermano. Los fortachones se fueron con él tambien y se alejaron del hostal. Nunca me habia sentido más aliviada en toda mi no-vida.
Sali del hostal, mirando para ambos lados por si habia algo sospechoso en su partida, y comence a caminar en direccion al bosque. Tenia que disimular ante los demas humanos que solo era una dama que estaba dando un paseo de noche.

Al internarme en el bosque, no tarde mucho en encontrar la cabaña de John. Me habia memorizado un camino que me dejaba casi de forma directa alli. Mire a mi alrededor y escuche atentamente. No presenti ni oia nada sospechoso por lo que posia estar segura que nadie me habia seguido. Golpee la puerta de John un par de veces y dije:
-John, soy yo.-le di a saber por si no queria abrir en caso de ser un extraño.

por **John Cena** Vie Dic 30, 2011 6:22 am

Mientras engullía con fiereza una de las patas delanteras de aquella liebre un golpe en la puerta me hizo quedarme completamente en silencio y quieto. Al escuchar la voz de la madame me relajé, tragué el bocado que tenía en la boca y con voz grave la llamé para que pasara empujando la puerta. Suponía que ya habría tenido el encuentro con aquel agente de policía y que ahora me contaría como estaría su situación en la ciudad. Cuando entró le ofrecí que se sentase y arrojé los restos de la liebre por la ventana, yendo hacia la pila para limpiarme la boca con agua de la sangre.

Luego fui hacia ella y me senté enfrente. -¿Cómo le ha ido con el agente, madame? Mis actos están ocasionando demasiados problemas. ¿Justin está bien? Sabía que ya el deambular por las calles parisinas tranquilo sin ser reconocido por nadie se había acabado. Mi objetivo se vería completamente dificultado por aquellos sucesos e incluso, si alguien me reconocía, se correría la voz y aquel tipo volverá a escapar como aquella vez. Todo había ido mal y no me podía permitir dejarlo escapar otra vez. No, esta era mi oportunidad para hacerle pagar las vidas de mi familia.

-Te ofrecería algo de sangre pero no tengo en reserva y la liebre acabó desangrándose mientras degustaba su pobre carne, lo lamento. Es una guarida demasiado humilde, madame.

por **Jacqueline S. Ritchway** Vie Dic 30, 2011 6:33 am

Pase y me sente, viendolo arrojar restos de su cena por la ventana. Quizas habia llegado en mal momento. Me pidio disculpas por no poder ofrecerme nada y yo a eso le sonrei de forma despreocupada.
-No te preocupes por mi. Bebi bastante esta noche para no tener dificultades en la cena. Además, yo no le llamaria humilde. Yo le diria...Acogedora. El encanto de un hogar esta en hacerlo uno mismo y darle su toque especial.-dije de forma sincera. Su cabaña me agradaba mucho, realmente me sentia bien alli.-Por suerte pudiste arreglar la puerta. Yo la clavé mal la otra noche.-mecione refiriendome a cuando me encontre con Iron Teeth y tuvimos que rehacer la puerta.

Suspire al recordar la cena.
-No se trato de ti esta vez. Se trato de mi. Estuvo investigandome y trato de chantajearme un poco para sacarme más infomacion, en parte de ti y luego de mi. Uso a los comensales del restaurante como seguro para que yo hablase. Disfrace la verdad unas veces pero en parte no podia mentir porque luego me costaria caro...

por **John Cena** Vie Dic 30, 2011 3:49 pm

Torcí los labios en mi intento de sonrisa y señalé la puerta cuando la madame se refirió a ella. -Sólo hubo que engrasar un poco las visagras y almodarlas al bastidor. No fue demasiado trabajo añadí despreocupado recordando que lo había hecho la mañana antes de ser capturado por aquellos cazadores y llevado preso al carruaje del vampiro. Escuché lo que dijo sobre el agente y me dejó pensativo. Al parecer estaban siguiendo muy de cerca a la madame, alguien debía de saber que ella conocía todo lo relacionado conmigo, además estaba que el tipo que me secuestró era un vampiro al igual que ella.

-Madame ¿puedo hacerle una pregunta algo... incómoda? Intenté evitar la mirada a los ojos de la madame, agachando mi cabeza para fijarme en las gotas de sangre que se habían derramado del cuerpo de la liebre mientras me la comía. -¿Conoce las intenciones sobre vos que tenía Alfred en esa misma noche? ¿Justin se lo contó? hablé en voz baja pues no sabía si a la madame le parecería de mal gusto discutir aquello en aquel preciso momento.

No sabía por qué pero me sentía algo nervioso al preguntarle aquello siendo incapaz de levantar la mirada. Crucé los dedos y un pequeño temblor recorrió todo mi cuerpo mientras esperaba la respuesta de la madame, quien no se había movido de la mesa mientras hablábamos. La habitación estaba casi a oscuras, alumbrada únicamente por la luz que entraba por la ventana de la luna.

por **Jacqueline S. Ritchway** Vie Dic 30, 2011 8:19 pm

Yo no sabia tanto de carpinteria por lo que simplemente hice lo que pude, era bueno ver que tuvo arreglo. Evitó mi mirada al preguntarme si yo conocia las intensiones de Alfred sobre mi, parecia un poco nervioso. Era algo inusual en él pero bueno. Torci un poco mis labios y me recline un poco en mi asiento.
-Justin se aparecio en uno de mis sueños y me lo advirtio. Luego me lo volvio a advertir antes de mi primer cruce con el detective. No he podido hablar aun con Alfred, me niega la entrada a su oficina e incluso a sus pensamientos...lo peor es...-frote un poco mi sien, dude en si decirle lo que ocurria o simplemente callarlo.

Intente desviar la conversación. Saque de un pequeño bolsillo un sobre algo gordo y lo deje sobre la mesa. Contenia 3000 francos.
-Am, este es tu salario mensual, tu parte de las propinas y el pago por los favores que me has hecho. Te adelanto que no tomar este dinero hara que me sienta ofendida.-dije persuadiendolo. Quizas iba a decirme que no queria el dinero que no le correspondia por trabajar pero era tambien un seguro medico. Sé de ante mano que su modo de curarse es realmente rápido, aunque un chequeo no viene mal...

Sabia que iba a preguntarme sobre qué cosa era lo peor, por lo que tome aire y le dije:
-Lo peor de todo...es que Alfred fue quien mando a secuestrarte...y ahora, que se ha vuelto tan impredecible, temo que te haga algo peor...Si a mi me pasa algo, no seria importante pero si vuelvo a llegar tarde, podria nunca volverte a encontrar...-desvie yo la mirada. Debia ser fuerte. No queria que nada le ocurriera a John pero no sabia que más hacer. De la nada, casi inconsientemente, me puse de pie y le dije:-Yo te protegere, vendras conmigo a mi castillo.-no sabia muy bien que cosa habia dicho pero...

por **John Cena** Sáb Dic 31, 2011 9:39 am

Justin ya la había informado sobre ello. Asentí mientras me relataba que Alfred no le permitía ir a su oficina ni comunicarse mediante pensamientos. No conocía en particular a Alfred pero sabía que no era un vampiro al que le gustase ser rechazado pues sería una ofensa para él. La madame quiso decirme algo más pero calló en el momento preciso inacabando la frase con la que había comenzado. La miré dubitativo pero rápidamente cambió la conversación tendiéndome el sobre con mi dinero. Había mucho más dinero del que en un principio habíamos acordado aquel día que la conocí en la taberna.

Estaba apunto de protestarle pero me dijo que si lo rechazaba se sentiría ofendida. Me mordí el labio inferior y volví a dejar el sobre sobre la mesa tras mirar los francos de su interior. Aquello era mucho más de lo que en un principio hubiese esperado. Resoplé abatido pues la madame era bastante cabezona y se rehusaría a aceptar cualquier tipo de trabajo para devolverle el favor. Incliné levementa la cabeza en señal de agradecimiento y agarré el sobre trasn pensarlo mejor, levantándome de la silla donde me encontraba y llevándolo hacia la mesita que tenía al lado de la cama, guardándolo a buen recaudo en uno de los cajones de ésta. Luego volví a la silla pero me quedé de pie mientras la madame volví a empezar a hablar con aquella frase que había acortado.

La sorpresa se dibujo en mi rostro cuando me confesó que el culpable de todo aquello había sido el propio Alfred. La ira y la furia me inundaron en aquel momento, apretando mis manos contra el respaldo de la silla, mientras mis nudillos se volvían blanquecinos debido a la presión que ejercía con ellos. Esa víbora sin corazón ya había sentenciado los días que le quedasen sobre la faz de la Tierra. La madame continuó diciento que ahora era impredecible y que estábamos a riesgo de su cruel locura. -No te ocurrirá nada, para antes de que me encuentre yo... Comencé a decirle animado por la valentía que sentía en ese momento, no dejaría que le hiciesen nada para cuando me recuperase, pero la madame se levantó de pronto de su silla acallándome y proponiéndome, a modo imperativo que fuera con ella a su castillo para que me pudiese proteger.

La miré algo dubitativo y confuso en silencio y con un simple gesto de cabeza asentí. Sabía que si me quedaba aquí permaneceríamos separados y Alfred podría atacar a alguno de los dos por sorpresa pero si los dos estábamos juntos, Alfred tendrían que pensarse más de dos veces arremeter contra nosotros pues podíamos ser una pareja letal, ya lo habíamos demostrado. -Si vos lo deseáis, viviré a vuestro lado. No tendrá que preocuparse más por mi.

por **Jacqueline S. Ritchway** Sáb Dic 31, 2011 11:07 am

Spoiler:

Al decirle quien era el culpable de todo, por un momento crei que romperia la silla de la presion de sus puños. Estaba muy irritado y lo podia comprender: Alfred no hizo más que degradarlo y hacerlo sentir poco desde que yo lo acepte en el Hostal. Claro, ser el dueño de un Hotel casi prestigioso en Paris le hizo creer que podia tener cuanto quisiera sin importarle los sentimientos ajenos. Eso debia detenerse.

Interrumpi lo que iba a decir simplemente con mi comentario algo inconsiente. Esperaba que rechazase la idea y dijera alguna cosa en m icontra pero lo acepto. Reflexione unos segundos y la idea era buena: nadie seria tan tonto como para intentar atacar el Castelul; mis guardias son vampiros, asi como los sirvientes, y si alguien intentaba algo, jamás volvia a ver la luz. Le sonrei ampliamente.
-Perfecto entonces.-dije y me encamine a la puerta.-Partiremos ahora, son casi las 2 de la mañana. Enviare luego un telegrama al hostal, avisando que no estaria disponible por un tiempo.-aunque eso sacase alguna que otra sospecha, no podia decir nada sobre el paradero de John ni el mio. Mi direccion de vivienda no esta en ningun archivo, ni siquiera Alfred conoce donde recidia.-Vamos, toma lo que necesites e iremos alli.-un olor peculiar me llamo la atencion y supe que venia de su lecho.

Camine un poco alli y no te sangre seca. Lo mire.
-Aun te duele la espalda, no?-el disparo fue hecho con balas de plata. Hacia muchisimo daño, hasta en un lycan no transformado. Quizas aun no cicatrizo del todo.

por **John Cena** Dom Ene 01, 2012 4:31 am

La madame pareció quedarse pensativa durante unos segundos pero rápidamente se giró hacia la puerta para que abandonáramos mi guarida de una vez. Me apremió para que recogiese mis cosas lo antes posible y entonces se dirigió a mi lecho donde percibió el olor a sangre seca con las que estaban manchadas las sábanas debido a mis heridas en la espalda. Caminé despacio hacia donde estaba ella. -Mis heridas cicatrizan más rápidamente que las de cualquier humano corriente, pero aún así, fue una herida bastante grave, el disparo fue mortal La bala de plata casi se había inclustado en mi espina dorsal, de haberlo hecho, John el camarero y licántropo ya no existiría.

Saqué el sobre con el dinero que recién había guardado en la mesilla, guardándolo en mis ropas, agarré mi cuchillo de caza y preparé un zurrón con algunas herramientas que había comprado mientras preparaba mi guarida y que me serían útil para labrar y talar. Eché una ojeada rápida cuando todo estuvo preparado, valorando todo lo que abandonaba en aquel pequeño espacio que había creado para mi y que ahora abandonaba. Caí en la cuenta que había un tema que tratar aún, a pesar de que ahora mismo estaban a salvo. -Madame, ¿qué pasará en mis noches de Luna llena?

Mi voz sonaba triste y melancólica pues sabía que aquellas noches era cuando más peligroso me volvía. Era como si mi ser se transformase en otra persona distinta con forma de lobo. Caminé para correr las telas que estaban dispuestas a modo de cortinas en la ventana y me giré para esperar la respuesta de la madame. No me agradaba la idea de que ella estuviese presente en el momento de mis transformaciones porque podía dañarla pero si debíamos permanecer juntos no me quedaba de otra que confiar en ella y en encontrar otro lugar seguro en su castillo.

por **Jacqueline S. Ritchway** Dom Ene 01, 2012 4:55 am

Aquel disparo casi lo arrebata de este mundo; no solo eso, tambien las malas intenciones del Conde. Seguramente era mentira que alguien debia sentir algo por el ser que necesitaba más vida pero aun no soy muy experta en ese tipo de campo. Suspire. Debia ver como podria ayudarlo con ello, seguramente aun le dolia su herida pero no queria darlo a conocer. Esa sangre, por más seca que estuviera, era reciente. Quiere decir que no hace poco habia empezado a sangrar. Tendre que persuadirlo luego para que alguien de mi hogar lo revise.

Tomo algunas cosas y parecia estar todo listo, cuando escuche su pregunta con un tono de voz que entristeceria a cualquiera. Como debia explicarselo?
-No te preocupes por tu otro lado.-dije encaminandome a él.-Cuando el momento llegue, ambos vendremos al bosque y regresaremos antes del amanecer, antes de que pierdas tus fuerzas.-le sonrei de forma calmada-Tu lado lobo me ha caido muy bien. Admito que al principio me asuste un poco pero es muy agradable.-seguramente me reprimiria por ser descuidada y haberme acercado a él cuando me pidio no hacerlo. Simplemente aguarde.

por **John Cena** Dom Ene 01, 2012 6:08 am

Me quedé sorprendido por lo que dijo. A mi despertar sabía que alguien había estado en mi guarida pero no quise pensar en ello y me decliné al pensar que mi forma licántropa había sido la causante de todo, sin embargo, la misma madame afirmaba haber estado con mi otra forma y además haber socializado con ella. No sabía que decirle pues no me salían las palabras. -Fue una insensatez por tu parte le dije algo preocupado y furioso a la vez. -Podría haberte hecho mucho daño, o incluso algo peor... Si la cosa hubiese ido mal, podría haberle arrancado la cabeza como a los humanos los cuales se habían acercado a mi otra forma distintas noches.

La miré y me resigné a echarle una charla sobre lo peligroso que había sido aquello. No me gustaba mi forma licántropa, sacaba lo peor de mi y no tenía compasión por nada ni nadie. Dejé escapar un suspiro y acepté su idea. Aunque sabía que en el bosque podría toparme con algún cazador, podría intentar volver a tiempo, antes de transformarme a mi guarida, si aún permaneciese escondida. Era el motivo por el que me había establecido en aquel lugar pues fue el más seguro lejos de miradas indiscretas y de la sociedad de la ciudad parisina.

Cargué mis cosas sobre los hombros y me dirigí a la puerta para salir de allí. No sabía que me depararía ahora el futuro pero aún no podía abandonar la ciudad sin haber visto cumplida mi venganza. -Vayámonos ya, el tiempo apremia Le dije de mala gana pues sabía que antes del alba debíamos llegar a su castillo sanos y salvos.

por **Jacqueline S. Ritchway** Dom Ene 01, 2012 6:20 am

Sabia que se enojaria pero más que nada se lo veia de forma muy frustrada y eso me hizo sentir peor. No era mi intencion que se enojase pero no podia ocultarle eso; además, no me habia pasado nada malo. No sabia que decirle ahora, estaba muy disgustado aunque intentase reprimirlo.
Comenzamos el trayecto y fue algo incomodo porque solo habia silencio. Queria explicarle lo sucedido pero no encontraba las palabras adecuadas; no sabia que decirle. "No te obedeci porque nunca hago caso. Tenia miedo. Me importa tu seguridad" Nah, esas cosas no servirian de nada, ni como una simple excusa...

Fue nomás a unos cuantos metros del muro que rodeaba el Castelul que simplemente dije:
-Yo sabia que no ibas a hacerme daño. Tu otro ser y tu son iguales aunque lo niegues: ambas son almas incomprendidas...Por eso no paso nada, simplemente charlaste conmigo y luego fuimos a tu cabaña para ocultarnos del sol y para que descanses...-no dije nada más, tampoco espere una respuesta por su parte. Estaba molesto y solo eso le diria antes de llegar a mi hogar...pero tambien me senti mal de que él estuviera asi. No sabia si darle una razon de porque actue asi o simplemente callar. Suspire.-Lamento haberte hecho compañia...-apreté un poco los ojos sin dejar de caminar. Soy una vampireza, no puedo chocarme con nada por mis instintos. Estabamos cerca y a pie, a un ritmo comun, tardamos casi una hora en llegar.

por **John Cena** Mar Ene 10, 2012 4:32 am

Desde que habíamos salido de la cabaña permanecimos en aquel silencio incómodo bajo la luna. Parecía que se sintiese realmente mal al ver que no aprobaba lo que había hecho aquella noche y, en cierto modo, era así pues había sido algo peligroso por su forma de ser tan testaruda. No me hubiese perdonado el haberle causado algún mal mientras estuviese en aquel estado pues, mi mente no era consciente de mis vivencias como humano y no tenía amigos. Sin embargo, el hecho de que hubiese permanecido aquella noche conmigo y se hubiese ganado también la confianza de mi ser licántropa me tranquilizó. Sin duda la habría descuartizado en tiempo atrás pero allí seguía de una sola pieza, caminando a mi lado y afirmándome que mi ser licántropa se parecía más de lo que yo mismo me creía a mi verdadero ser.

Ya estábamos llegando al muro que rodeaba su castillo cuando rompió el silencio incómodo que nos había rodeado durante todo el trayecto por el bosque y se lamentó por lo sucedido. Callé simplemente mirándola a los ojos mientras hablaba y cada palabra la sentía cmo salían de su boca e iban directas a sus sentimientos de culpabilidad aunque no del arrepentimiento pues ella lo había hecho de buen corazón. Me paré en seco y agarrándola del antebrazo la atraje hacia a mi, abrazándola por la cintura contra mi cuerpo. Era algo más alto que ella y su cabeza quedaba a la altura de mi pecho y cuerpo. Había sido la única persona que, desde que había llegado a París, no había cesado de apoyarme y ayudarme. No comprendía porqué lo hacía cuando nadie más veía más en mi pero era algo real y que en aquel momento me daba fuerzas para permanecer junto a ella.

Miraba a la Luna mientras la mantenía entre mis brazos y mis palabras retumbaban en mi pecho cuando hablé. -Deseo tu compañía, no sabes cuánto agradezco todo lo que haces por mi... pero te expongo a peligros, la verdadera muerte te acecha y no soy capaz de protegerte, no así. Tragué saliva antes de proseguir - No puedo permitirme perder a la única persona que ha creído en mi desde que soy lo que soy. No puedo ni quiero perderte. Agaché mi cabeza para encontrarme con la mirada de sus ojos.

por **Jacqueline S. Ritchway** Mar Ene 10, 2012 10:32 am

Me sentia bastante mal, no habia dicho una sola palabra desde que salimos. Estabamos ya en los terrenos pertenecientes al Castelul, habiamos tardado mucho a pie y a ese tipo de ritmo pero la situacion no daba para correr o ir más rápido. Cuando acabe aquella ultima frase, senti que su paso se habia detenido pero yo iba a seguir avanzando, no pude hacerlo; tomo de mi brazo y tiro de mi hasta que encontre su cuerpo. Me tenia abrazada contra si y yo solo podia sentir su corazón latiendo, parecia nervioso y su cuerpo expulsaba mucho calor, no recordaba la vez en la que estuve con otro ser pero jamas habia sentido ese calor antes.

Escuchar esas palabras...fue algo reconfortante. Sonrei. Eleve mis manos colocandolas en su pecho y segui escuchando de buen agrado su organo vital en su pecho. Era tan relajante y tan puro...Elevé luego mi rostro aun sonriendole y le dije:
-La muerte me ha asechado desde que un vampiro impuro me trajo de nuevo a este mundo. Los peligros que enfrento no son por que yo este apoyandote, siempre existiran...pero no me haran retroceder. Yo creo en ti y por eso y más siento el deseo de cuidarte y siempre estar cuando me necesites.-miraba sus ojos profundos, y en parte me sentia algo pequeña junto a él, pero no me molestaba. Me sentia muy bien.

por **John Cena** Miér Ene 11, 2012 4:36 am

Sentí sus manos sobre mi pecho y el contraste de temperaturas no me impidió que siguiese abrazándola contra mi. Escuché sus palabras en aquel silencio que me caracterizaba, algo había cambiado, ya no estábamos incómodos y su sonrisa y sus palabras eran sinceras y puras. Aquellos ojos verdes se clavaron en los míos y parecían brillar con luz propia. Me cautivaron haciéndome perderme en un sinfín de pensamientos que hacía ya mucho tiempo estaban enterrados en lo más profundo de mi ser pero que, poco a poco, los había ido despertando con aquellas muestras de afecto hacia mi.

Quería preguntarle el porqué, el porqué de que quisiese tanto cuidarme y estar a mi lado protegiéndome de cada peligro que nos acechaba a cada esquina, pero mis palabras se las llevó el viento cuando sopló una suave brisa que le movió todo su cabello hacia un lado, dejándome ver su tez pálida y dando paso a otro silencio. Nuestras miradas estaban fijas y nuestros cuerpos no se habían separado tras aquel abrazo. Sentí un inexplicable deseo en aquel momento que nunca antes había sentido, bajé la mirada hasta sus labios y aproximé mi rostro al suyo despacio hasta unir nuestros labios como si fueran uno solo, besándola suavemente cerrando mis ojos.

Me había dejado llevar por aquel impulso pero me sentía bien al notar sus fríos labios con los míos. Sentí como mi corazón se aceleraba en aquel preciso momento en que se unieron y luego, tras varios segundos, me alejé unos centímetros de ellos, permaneciendo con los ojos cerrados disfrutando aún de aquel contacto entre ambos. Mi mente permanecía en blanco cuando abrí los ojos para encontrarme nuevamente con su mirada sin saber lo que me esperaría tras mi impulsivo deseo.

por **Jacqueline S. Ritchway** Miér Ene 11, 2012 12:57 pm

Se habia quedado mirandome y escuchando lo que tenia que decir, era simplemente ello: los peligros nunca cesan y no es por la culpa de él que tenga que huir o pelear. Para nada. En más de 300 años los conflictos nunca pararon, ya sean por humanos o por de mi misma estirpe y lo que he vivido hasta ahora, no supone un fin de esas batallas. Tenia que aclararselo: yo siempre estaria en peligro y él no seria siempre la causa. Le sonrei de forma sincera perdiendome en aquellos ojos profundos que tenia, podia mirarle toda la eternidad y se sentiria perfecto. Era como si contemplase la pureza de su alma.

Me sorprendi un poco cuando lo vi acercarse a mi rostro cada vez más, parecia como si fuera una lenta sucesion de fotografias. En un momento, senti que algo en el pecho me habia golpeado, era realmente extraño. Habra sido un latido de mi pecho? Lo dudo...pero lo volvi a sentir cuando sus labios tibios besaron los mios y mis ojos se cerraron para sentirlo más. Sentia que la piel se me habia erizado y su calor lo senti como mio. Era algo que habia esperado por mucho y que no lo habia esperado en aquel momento.

Cuando senti que se separo lentamente de mis labios, abri un poco mis ojos encontrando los suyos otra vez pero esta vez no pude decir nada, no sabia que decir...De mi ser, lentamente se formo una nueva sonrisa pero esta era un poco más radiante y más viva. Asi me sentía ahora.
Tuve que regresar a la normalidad de nuevo porque en 2 horas amaneceria y, aunque se veian algunas nubes cubriendo un poco el cielo, no era seguro que nevase.
Tome de su mano y con voz calma le dije:
-Ven...sigamos...-me hubiera gustado más seguir abrazandolo y escuchar esos latidos tan relajantes de su pecho pero era mejor primero resguardarnos...

por **John Cena** Miér Ene 11, 2012 3:10 pm

Cuando abrí los ojos me encontré con los suyos y ambos permanecimos en silencio dejando que éstas hablaran por nosotros mismos. De pronto los pensamientos empezaron a fluir igual que un río por mi mente con absurdas respuestas y posibles acciones que la madame podría hacer en aquel mismo momento desde abofetearme, rajarme el cuello, o simplemente proseguir aquel beso que le había dado, sin embargo, observé como en su rostro se dibujaba una nueva sonrisa, más amplia que la anterior, tomó mi mano y con unas palabras con voz calmada emprendió el camino hacia la entrada de su mansión. Me giré entonces para observar el enorme edificio donde residía la madame junto a sus empleados y huéspedes, y emprendí la marcha hacia su interior junto a ella.

De pronto, todos aquellos pensamientos preguntándome que haría la madame después de aquel beso se convirtieron en pensamientos preguntándome a mi mismo el por qué lo había hecho. Ambas no obtuvieron ninguna respuesta correcta o incorrecta pues todas me parecían posibles. Los minutos me parecieron años en la cuenta atrás mientras acortábamos el camino por el jardín del exterior de la mansión y subíamos las escalerillas para llegar a la entrada principal. Había dejado que la madame me guiase hasta allí cogido de su mano sin pronunciar palabra alguna al respecto.

Antes de perderme en el interior de la casa, miré hacia el horizonte viendo como la luna había comenzado su declive para pronto esconderse y dar paso al sol. No quedaba mucho tiempo para un nuevo alba y sabía el riesgo que todo aquello propiciaba a la madame. Tragué saliva echando una última mirada a la luna y luego mi mirada se perdió en el interior de la mansión cuando entramos en el vestíbulo principal y cerramos tras nosotros la puerta.

por **Jacqueline S. Ritchway** Miér Ene 11, 2012 5:31 pm

Me sentia muy bien, tenia una sensacion dentro de mi que me hacia vibrar. Si no cuidaba mis pasos, corria el riesgo de que mi don de vuelo me fallara y comenzace a flotar. Realmente senti mi corazon latiendo otra vez? Era muy descabellado el pensarlo pero si uno puede volver del Infierno, supongo que todo es posible. Él no dijo nada más y solo se limito a que le guie hasta la entrada principal. Atravezamos los jardines, secos por culpa del invierno, y amplios para recorrer a pie. Caminamos junto al camino que daba a la parte trasera para la salida de los carruajes. Iba a abrir yo misma las puertas pero se abrieron solas. Cuatro de mis sirvientes nos esperaban; Eleazar, Gelick, Gudonov y Lathis, eran los más fieles hacia mi. Nos reverenciaron y volvieron a cerrar las puertas cuando ya entramos al corredor. John parecia algo incomodo, volteo a ver el horizonte un par de veces. Seguramente era por que no estaria habituado a vivir en un castillo...

-Escuchenme bien, por favor.-les hablé de forma clara.-El señor John Cena se va a quedar con nosotros por varios dias. Tratenlo como si me tratasen a mi. Quiero que su estadia sea la mejor, entendido?-todos asintieron y respondieron:
-Oui, madame.-bueno, todos menos Gelick. Él solo bajo la cabeza, miro de forma...seca a John y luego se retiro con los demás. Suspire y lo mire a John, cuando todos se habian ido.
-Perdonalo a él...tiene un pequeño rencor hacia los licantropos porque uno lo dejo en la pobreza hace ya tiempo, lo enfrento solo pero se llevo la paliza de su vida. Lo localizo aqui una vez pero perdio el rastro y fue cuando vino a pedir ayuda aqui.-sonrei un poco con lastima. Gelick es alguien notorio de la clase alta pero el destino le jugo mal y ahora esta a mi cargo...

Trate de cambiar el tema y le dije:
-Te mostrare tu habitacion y te guiaré un poco para que no te pierdas, de acuerdo? El lugar es grande y aun no coloco mapas en los pasillos.-rei un poco adelantandome a las escaleras.

por **John Cena** Jue Ene 12, 2012 2:40 pm

Al entrar en la enorme mansión de la madame nos rodearon cuatro de sus sirvientes a los cuales les dijo que me quedaría unos días a vivir en aquel lugar y cómo debían responder ante mis peticiones. Me sentí incómodo pues no precisaba de tanta comodidad, nunca lo había necesitado. Yo mismo podía hacer cualquier cosa desde cazar, cocinar o lavar mis ropajes en el agua. Uno de los sirvientes pareció algo más reacio a mi aparición y fue uno de los primeros en retirarse cuando la madame les dio permiso para hacerlo. Al igual que Justin en un principio, sabía que ser un licántropo, para muchos, era algo desagradable pero ahora era una parte de mi, por mucho que no la desease.

La madame se percató también y me pidió disculpas por su comportamiento a lo que resta importancia, ya tenía muchos enemigos no quería ganarme uno más por el simple hecho de que no me saludase formalmente. Me explicó que había perdido toda su fortuna por culpa de uno de los de mi raza y, que desde entonces, nos tiene un odio profundo. Sabía mejor que nadie que aquello sería difícil de cambiar, si es que alguna vez fuera posible, pero nuestro tiempo no estaba para eso precisamente. La madame quiso guiarme hasta mi habitación a lo que sacudí la cabeza en forma de afirmación. La mansión era bastante grande y, aunque tenía buena memoria, podía perderme pues era la primera vez que la visitaba por el interior.

La madame se adelantó por las escaleras que daban al segundo piso y la seguí de cerca observando cautelosamente los cuadros que estaban colgados de la pared y parecían que me mirasen con ojos reales. Tenía grandes esculturas talladas de piedra por el vestíbulo y daba un aspecto elegante a todo el vestíbulo. Una alfombra roja estaba posada sobre el suelo por donde subimos hasta la segunda planta.

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Entre los pensamientos muertos de mi alma...

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