Entre los pensamientos muertos de mi alma...

Recuerdo del primer mensaje :

No habia mucho para andar haciendo conmigo misma. Esa era la pura verdad. No tenia nada que hacer más que quedarme sentada en una taberna cualquiera y simplemente beber un poco de vino con algo de sangre; si, sangre. Soborne al tabernero como siempre para que le ponga un poco para mi. Asi es, soy una de sus mejores clientas nada más que por eso: un simple soborno de varios francos y el tabernero se inca a mis pies.

Suspire. Pensamientos viejos rondaban mi cabeza...Historias de muertes, de tristeza, de perdidas...de dolor...De mi familia, de mi esposo, de mi novia, cuya muerte me es dudosa en varios sentidos...Que paso con ella en realidad? Ese ataque fue un accidente o un plan...? Y de ser asi, porque lo haria? A mi lado tenia todo lo que pudiera pedir: dinero, amor, comprension, compañia... No lo entiendo...

Tome un sorbo del vino y volvi a suspirar, esperando que alguien o algo me animase un poco.

Punto de vista del Conde:

-Asi que con que esas tenemos...-le dije mirandolo. Nunca nadie me silenciaba a mi. Eleve una de mis manos hacia él, sin acercarme y cerre mi puño. Su cuello parecio estarse apretando. Lo estaba ahorcando mediante mi control mental.-No necesito poner dedos sobre ti para hacer lo que yo quiera, asqueroso lobo malagradecido...Puedo torcerte los huesos con la mirada, puedo arrancarte el corazon por la boca si lo quisiera e incluso puedo hacer que te suicides frente a mi, manchando de sangre todas estas paredes. No eres nada ante mi!-deje mi agarre mental y lo libere.-No eres nada para este mundo y jamas serás algo! Es enteramente tu culpa el que ella este asi! Y ella es más estupida que aun cuando era neófita! Enamorarse de un perro mojado extranjero? Y una mierda!-me volvi a cruzar de brazos observandole.

De la nada, los gritos se callaron. Consulté mi reloj de bolsillo y torcí mis labios.-La trancision ya termino.-dije guardandolo de nuevo y dandole la espalda a Cena.-Mediante un conjuro mental, ahora esta dormida. Lo hice para que cuando despierte, tu fueses el primer ser que viese. Ha pedido por ti desde que comenzo a agonizar asi...Los dejare estar juntos pero solo porque yo ya no puedo ocupar su corazon. Pero no vuelvas a abusar de mi generosidad. Asi que mejorese de una vez y vaya con ella, ahora quizas este despierta...-y con solo esas palabras mi cuerpo se volvio vapor negro y me fui de alli.

Regrese a mi habitacion en los sótanos. Realmente estaba exasperado. Suspire y me sente en mi silla. Me servi una copa de mi mejor vino y alli me quede.
-Ya he sido muy paciente.-mire hacia el techo y deje que Jacqueline despertara.


Punto de vista de Jacqueline:

Suspire y abri despacio mis ojos. Qué...habia ocurrido? Mi cuerpo estaba caliente y hasta mi piel tenia algo de color...Estaba un poco confundida pero luego lo recorde: el Conde mordiendome al tener mis ojos blancos, John rescatandome, Anthony...Sí, ya lo recordaba. Me senté despacio en mi ataud, agarrandome de los bordes, pues mi cuerpo estaba algo entumecido. Mire a mi alrededor. Estaba en mi cuarto pero, donde estaba John? Un recuerdo vino a mi de él conmigo en la entrada. Estaba desnudo por la conversion lobo-humano y en su vientre...estaba herido. Lo más probable es que lo hicieran descansar durante el día. Logre ponerme de pie sin caerme, eso era un logro, aunque me temblaban un poco las rodillas. Debo decir que me sentia más humana que nunca: piel tibia, pocas fuerzas para levantarme, una extraña flojera y rodillas temblando...? Esa seria toda una pagina en mis memorias...

Me mire y vi que no tenia el vestido con el que habia regresado. Tenia mi intima ropa de dormir blanca. Ya luego reprenderia al Conde. Lo mas probable es que sí haya sido él...Di unos pasos fuera de mi ataud y llegue a agarrarme de uno de los postes de la cama pues mis rodillas flaquearon y acabe sentada en el suelo. Suspire, eso era sentirse humana? Pues con razon las jovencitas de hoy no pueden defenderse de nada.
-Dios...no puedo ponerme de pie...-me dije algo avergonzada. Como habia acabado en esa situacion?


Punto de vista de Maria:

Eso fue suficiente. No iba a permitir que el Señor se comporte asi con el Señor Cena. El habia hecho lo imposible por ayudar a mi ama y ya no iba a quedarme callada. Me acerque al Señor Cena y, colocando su brazo sobre mi hombro, lo hice ponerse de pie, sosteniendolo.
-Venga, lo llevare con ella. Al menos asi mejorará más rápido...-su cuerpo estaba muy caliente, no recordaba tanto calor en un ser vivo desde que los guardias licantropos trabajaban con nosotros. Nunca desendian de aquella temperatura...Sin pensar en cosas bobas ni ilusiones, camine muy despacio con el, para que no cayese y de a poco, lo lleve fuera de la habitacion.

Punto de vista de John:

Noté de pronto una presión en mi garganta que me apretó, cortándome la respiración y ahogándome en el acto para acallar mis quejas. Mis ojos se encendieron a causa de ello y sentí como emanaba un poco de líquido vital de mis labios al apretar mi mandíbula de la impotencia y frustración. Las palabras del Conde en aquella ocasión le salieron del alma, pues corazón ya no tenía. Por fin podía ver todo el odio hacia los de mi raza, era algo que le repudiaba y a mi él. Ambos nos odíabamos y el punto de inflexión que había marcado Jacqueline entre nosotros había llegado a su fin. Ahora seguía dormida para enterarse de nada pero pronto entendería que el Conde y yo nunca nos llevaríamos bien por muy importante que fuese ella para los dos.

Cuando ya empezaba a sentir la agonía de la falta de aire en mis pulmones, liberó la presión de su control mental sobre mi y con unas últimas palabras para que fuese a ver a la madame se retiró en una nube de humo desapareciendo de la vista y de la habitación en sólo unos segundos. Rápidamente María se acercó a mi y me incorporó sobre la cama para ayudarme a levantarme y a salir de mi habitación para ir a ver a Jacqueline. Según dijo el Conde, estaba a punto de despertar y quería verme a mi el primero. Mi cuerpo seguía bastante entumecido y al levantarme tosí varias veces, salpicando algo de sangre de mi boca. Me llevé una de mis manos a la boca despacio para tapármela y dejé que con la otra la cargara María sobre ella, caminando despacio hacia la puerta. Giró el pomo y salimos de la habitación cerrando tras de sí.

En el pasillo pude sentir el frío de las paredes. No se oía nada más que las pisadas y el arrastre de mis pies por el piso. Dimos unos pasos y María me dejó con la mano puesta sobre el pomo de la habitación de la madame para que yo fuera quien entrase y con cuidado se separó de mi, observando que mi cuerpo fuese capaz de soportar todo mi peso en aquellos momentos. Suspiré despacio y abrí la puerta de la habitación de la madame entrando en ella y cerrando dejando fuera a María. Lo primero que vi fue su pelo negro a pocos centímetros del suelo. Me acerqué a tientas, apoyándome por la cama hasta llegar a ella y la vi sentada en el suelo. Cuando nuestros ojos se cruzaron parecía que algo en ella había cambiado aunque no sabía el qué. Parecía más natural, más viva. - ¿Jac... Jacqueline?... le pregunté en voz baja pues aún no me creía que fuera ella con esa piel tan sonrosada.


Punto de vista del Maestro licántropo:

Por segunda vez lo había perdido. Miraba con los ojos perdidos a la mansión sobre aquel rama de árbol mientras las gotas de lluvia caían sobre él empapándolo y calándolo hasta los huesos. Ya todo daba igual, debía de reconocer que su hijo nunca volvería a su lado. Él no lo comprendía y no podía culparle. Habían sido pasado muchos años sin buscarle, queriéndole apartar de la vida que el mismo odiaba pero esa vida siempre te busca a ti. John no había aprendido más que a ser un cachorro, no entendía lo que era realmente ser un licántropo puro, no había tenido ocasión de sentirlo. ¿Era demasiado tarde para mostrarle la verdad de su naturaleza? Idiota. Es un estúpido cabezota... como su padre. Él había muerto por ello y John conseguiría el mismo destino al haberse enamorado de esa chupasangre.

La forma licántropa se hizo presente de forma casi natural cuando sus sentimientos fluyeron por su corazón. Era su familia. Olisqueó su aroma desde aquella distancia y no había duda de que se reponría con su medicina en unos días pero se encontraba demasiado mal. Aquella espada que lo había herido estaba envenenada con ponzoña de vampiro y destruían los glóbulos de su sangre licántropa intentandolo convertir en uno de ellos. Aquello hubiese acabado con su muerte de no haber intervenido. Habían conseguido parar la expansión del virus por su cuerpo y ahora solo faltaba que su cuerpo se desprendiese de la parte podrida que le había consumido. Le dolería mucho pero sobreviviría. El otro olor que emanaba fuerte de la mansión sin duda también lo reconocía: el Conde.

De pronto sintió su fuerza. Su cuerpo se tensó y gruñó al viento. ¿Qué le estaba haciendo? Pronto sus hermanos licántropos aparecieron bajo el árbol al oír el gruñido de su padre. Estaba furioso. Ningún licántropo debía tocar a ninguno de sus hijos, aquel era el pacto. Miró hacia abajo y sus ojos eran puro fuego. Había roto su palabra. De un largo salto se echó sobre el terreno angosto fuera del muro y trepó a grandes zancadas por el muro. Una vez arriba gritó a sus otros hijos. -¡Quedaos aquí! Esta lucha no os concierne. Volved a la guarida Sin decir nada más saltó hacia el territorio de la amdame y avanzó sobre sus cuatro patas con ferocidad al encuentro del Conde. La línea nunca debía de cruzarse cuando se trataba de la familia.

Trate lo mejor que pude el ponerme de pie pero no pude, mis piernas estaban algo entumecidas. Era bastante frustrante y me sentia algo impotente. Regresar de la muerte no era agradable si estabas algo incapacitada incluso para estar de pie. Escuche la puerta abrirse y vi a John entrando. Algo en mi parecio revivir, le sonrei de forma viva y aliviada, parecia estar bien pero me llego algo de olor a sangre.
-John...-susurre y trate de nuevo ponerme de pie. Efectivamente lo logre pero a duras penas, no me soltaba del poste de mi cama. Iba a parar al suelo de nuevo si me daba el lujo de volver a intentar. No. No iba a quedarme asi, estaba feliz por verle pero queria algo mas: como pude volvi a avanzar dando ligeros pasos y me abrase a él. Senti mi alma desbordarse al volver a sentir el calor de su cuerpo...-Crei que te perderia...-cerre mis ojos intentando contener mis lagrimas...


Punto de vista del Conde.

Que asco...esa era la palabra adecuada. Asco. Asco de ver a mi Rosa con aquel lobo pero...debia acatar mi promesa...Mmm...el castillo vibra...alguien se acerca. Decidi ponerme de pie y aparecer en la entrada, viendo a un lobo acercandose. Rei a todo pulmon y me acerque a él. Con mis ojos, adormeci sus patas y lo deje en el suelo.
Me quese a unos metros de él y le hable claro:
-Vas a algun lado, lobito?

Punto de vista de John:

Jacqueline se alzó despació del suelo. Estaba realmente débil como yo. Me destrozó el alma verla así pero por otra parte me alegré de verla "viva". Se lanzó a mis brazos en aquella situación y ellos la apretaron contra mi pecho. Mi corazón bombeaba a ritmos alocados y se aceleró sintiendo todo el amor que procesaba por ella. Nos tambaleamos unos segundos pero conseguimos mantener el equilibrio de nuestros cuerpos sosteniéndonos el uno al otro. Separé nuestros rostros unos instantes y la miré a los ojos. Dos lágrimas resbalaron por mi mejilla y uní mis labios a los de ella besándola apasionadamente, sintiendo un tibio calor en ellos, algo que no había sentido en ninguna de las veces anteriores, parecía humana, más humana que nunca.

-Debes descansar Jac le dije en casi un susurro separándome de sus labios -tu cuerpo está débil, has vuelto a morir y a nacer como vampira, maría me lo ha explicado me perdía en sus ojos cada vez que la miraba directamente. La tomé de la mano y despacio la llevé a la cama tumbándola y colocándome a su lado sin soltarla ni un instante. -No me separaré de tu lado, nunca más.


Punto de vista del Maestro licántropo:

Se acercaba a gran velocidad a la entrada de la mansión cuando la imagen del Conde se hizo presente. Apretó sus colmillos sabiendo que ambos no eran amigos precisamente. Su poder de sentir el peligro se hizo inminente en él y acto seguido sintió como sus patas traseras le fallaban cayendo por el suelo. Con una rápida mirada le transmitió al Conde lo que él veía, haciendo gala de su otro poder más preciado. El Conde se vería a si mismo sonriendo neciamente ante su victoria momentanea de aquella presión mental. El licántropo se repuso y ágilmente rodeó al conde saltando sobre sus espaldas con las garras afiladas intentando rajarlo en canal. Al contactar con él, éste se esfumó dejando un rastro de humo sobre lo que era antes su cuerpo y luego volvió a aparecer frente al licántropo, ambos observándose detenidamente.

-A rajarte esa cara de lerdo chupasangre que tienes, amargado respondió irónicamente el maestro -yo no soy como mis hijos a los que puedes derrotar sin mostrarte fisicamente ante mi y lo sabes. Soy el líder del clan Skywolf y uno de los mejores de mi estirpe. Enseñó sus colmillos haciéndo gala de los afilados y fuertes que eran -Rompiste nuestro juramento, tocaste a uno de mis preciados hijos. No permitiré que mi honor y el honor de mi raza sea desprestigiado, aunque seas tú el que lo haga.

Punto de vista de Jacqueline:

No podia creer que por fin podia volver a abrazarlo, parcia que me habian separado de él por meses, años si se quiere...Volver a abrazarle y sentir su calor era reconfortante, su corazon golpeaba mi pecho, como si luchase por salirse de este. Se me quebro el alma cuando le vi llorar, pase mis dedos por sus mejillas, robandole aquellas lagrimas. Bese sus labios, cerrando mis ojos, le habia extrañado muchisimo. No podria volver a alejarme de él. Pronto nuestros labios se separaron y me pidio que descanse pues estaba debil. Para que negarlo? Era cierto.
Me deje recostar y él se puso a mi lado, tomando mi mano. Le sonrei y mire a sus bellos ojos.
-Por favor, dimelo. Que ha ocurrido contigo? Huelo tu sangre y...que paso conmigo? Me veo más rosada...-dije mirando mi mano entrelazando la suya. Estaba un poco mas tibia y hasta sentia algo de calor.-Que ocurrio cuando regresamos del hostal?-pregunte mirandolo.


Punto de vista del Conde:

Este lobo creia que podria enfrentarme? Ja! Que sea lider de un clan no significaba que pudiera. Apenas quizo atacarme, me desvaneci y reapareci frente a él.
-No, no he roto el pacto...porque no lo hice tocandolo.-rei por mi respuesta pero me relaje.-Honor? Tu tampoco cumpliste con tu parte del pacto! Tu maldito hijo ahora esta con mi amada! Se suponia que debias alejarlo de ella y llevartelo! Practicamente, me ahogo en mi bilis por verlos juntos en una misma cama o siquiera tomados de la mano. Los quiero separados.-dije resaltandole la ultima palabras y cruzandome de brazos.-Somos razas muy distintas, si tu hijo estuviera con una humana, me daria igual. Un cambiaformas? Da igual tambien, quizas se consiga a otra loba. Pero no lo quiero con mi Jacqueline. Tienes que llevartelo y muy lejos.

Spoiler:

Punto de vista de John:

Sentí su cuerpo cerca del mío y como mi respiración se sincronizaba con la suya mientras permanecíamos allí tumbados sobre la cama. Entrelazamos nuestras manos y mis dedos recorrían su piel que ya no resultaba tan fría como antes si no más bien eran las manos de una mujer humana. Parecía que ella también lo sentía así. Me preguntó por todo lo que había pasado tras traerla al hostal y, tímidamente, puse unn dedo sobre sus labios para impedirle que se agitase pues necesitaba calmarse y descansar. -Mi amor, tranquila, ya estamos a salvo le dije en primer lugar para que se relajase -Todo pasó muy deprisa. Llegué herido y María intentó tratarme pero no tuvo éxito. Recordaba como había tenido la herida y como, en primera instancia, la pudrición de mi carne iba avanzando por todo mi cuerpo. -Mi padre vino a llevarme con él y me curó pero Anthony me rescató para devolverme al sitio donde debo de estar. En cuanto a ti... callé unos segundos pues ni yo mismo sabía muy bien que había pasado con ella -El Conde te trató y, según explicó, volviste a morir para mantenerte con vida. Tu estado actual debe ser una consecuencia de ello


Punto de vista del Maestro:

Gruñó apretando las fauces y sus colmillos al saber que aquello era cierto, en todo caso. John había puesto de entredicho todo lo pactado entre vampiros y licántropos. Pero en ello también tenía motivo de culpa la madame. -Cuida tu lengua chupasangre, tu querida flor también está enamorada de mi hijo, e incluso quiso perder la vida de no ser por él. Debes de estarle agradecido, lo sabes tanto como yo, y eso es lo que te reconcome las mismísimas entrañas quería que sus palabras sonasen tan hondo como para enfadarle -Ambos se enamoraron. Ambos son culpables. ¿Es justo que deba pecar solo el animal y no el mosntruo? Sus garras se clavaron en la tierra visiblemente enfurecido por sus propias palabras. Los vampiros siempre se habían creído superiores a los licántropos y, hoy en día, aún seguía siendo así. Sabía muy bien que el día de la reconciliación entre razas estaba lejos.

Spoiler:

Punto de vista de Jacqueline:

Realmente estaba un poco nerviosa, al menos tenerlo junto a mi me relajaba un poco, pero no sabia que tan grave fue lo que habia ocurrido. Calló mis palabras colocando su indice en mis labios y no dije nada más. Al parecer, Maria no habia podido tratarlo y su padre habia vuelto a llevarselo. No importaba si lo secuestro o si John lo acompaño, le salvo la vida pues las hemorragias podrian llegar a matarlo. Anthony fue quien lo trajo de nuevo a mi lado. Le debia mucho a ese muchacho...
En cuanto me menciono a mi y al Conde, lo recordé.
-Si...lo recuerdo...-le dije con un susurro, luego hable más fuerte.-Me tuvo que succionar toda mi sangre para quitarme el veneno de mi cuerpo y lograr que mis ojos volvieran a ver...fue bastante horrendo. No podia despertarme y mi cuerpo me dolia demasiado...-mire mi tono de piel actual de nuevo.-Debe ser por eso que mis piernas no me respondian bien, quizas es un efecto de mi despertar...-no le di mas importancia y lo mire a él, sonriendole.-Tu te encuentras bien?-dije mirando su pecho, su herida ya no estaba tan grave pero su cuerpo estaba caliente.-Estas caliente. Tienes fiebre?


Punto de vista del Conde:

Tenia deseos de escupirle y romperle alli mismo el cuello pero intente bajar mis sumos para que no haya una masacre innecesaria...aun.
-Y que? Mira lo que ha ocurrido desde que esos dos estan tratando de estar juntos! Han salido heridos fisica y emocionalmente! Tu hijo casi muere 3 veces, aunque ella lo salvo en todas, pero mi Rosa ha tenido que pagarlo, con su muerte y reencarnacion 3 veces tambien! La han golpeado, disparado, envenenado y cegado! Quieres acaso que una cuarta oportunidad se presente? Pocos se libran de la muerte de forma simple. Yo puedo sacarla a ella del Infierno de nuevo pero a él no puedo traerlo de regreso y tu tampoco asi que piensalo bien.-me volvi humo y desapareci de su vista pero reapareci detras de él a unos dos metros, de brazos cruzados y con mis gafas puestas.-El amor entre ambos hace que tambien se te ericen los pelos de la cola, no lo niegues. Aunque quiza sean felices estando juntos, es muy peligroso y no quiero eso para ella y tu tampoco lo quieres para él. Asi que solo me queda hacerte una pregunta: quieres que ella siga con él o quieres que los separe?-si me autorizaba, podria hacer cosas...terribles, si, pero lograria mi meta de por fin quitar de mi camino a ese asqueroso lycan...

Spoiler:

Punto de vista de John:

Asentí sin apartar la mirada de sus ojos. Tenía ese bello color verde en ellos y su tenue color sonrosado en las mejillas hacía de verse frágil y asustada. Sonreí ante aquella vista tan inusual en ella pues siempre la había contemplado como una mujer fuerte y de alto valor. Mis manos trazaron líneas imaginarias sobre su espalda, acariciando su piel con delicadeza con la yema de mis manos y mis labios se acercaron a los suyos para besarla. Su piel, a pesar de parecersema más a las de los humanos que nunca, seguía estando algo más fría que la mía. Fue entonces cuando ella también lo notó y me preguntó por como me encontraba. Negué tranquilo pues sabía que era por el proceso de curación, necesitaba reposar para que se me pasase.
-No te preocupes, estoy recuperándome bien de mi herida. No me fío de mi maestro ni de ninguno de sus hijos pero me han salvado la vida. De no haberme llevado con él puede que ahora estuviese sufriendo la muerte en mi cuerpo en esa otra habitación junto a María sin saber como tratarme esa horrible enfermedad.


Punto de vista del maestro:

Escuchó atento las palabras del Conde. En algo tenía razón. De pronto desapareció y apareció a sus espaldas tranquilo. El amestro no se movió ni un centímetro, sólo echó sus ojos un poco hacia el lado para mirarle de reojo. Entonces la pregunta le retumbó en su mente y le hizo dudar por varios segundos. ¿Qué era lo mejor para su hijo? ¿Qué era lo mejor para los de su raza? Apreté aún más su mandíbula pero luego manteniendo aquella posición se limitó a preguntar. -¿Qué tienes planeado? ¿Cómo piensas separarlos?
Su voz sonaba como si saliese de la ultratumba. Sus ojos brillaron en la oscuridad de la noche y giró un poco su cabeza para clavar directamente sus ojos en las gafas oscuras del Conde. Lo miró sin parpadear hasta que éste le respondiera. De algo estaba seguro y era que John cambiaría la historia para siempre.

Spoiler:

Punto de vista de Jacqueline:

Pase mi mano por su rostro, seguia sintiendolo caliente como siempre pero no a niveles muy altos como para preocuparme. Siempre que miraba sus ojos me perdia en ellos, me sentia muy segura y feliz junto a él. Sus caricias hacian que la piel se me erizase, lejos de que ella ahora estaba más rosada. Correspondi su beso, aun acariciando su rostro y luego escuche sus palabras.
Le debiamos mucho a su padre y a la cura que le profirio. Quien sabe que hubiese pasado si ellos no hubieran llegado a tiempo?
-Lo importante es que estas bien...luego le mostrare a Maria como te he estado curando yo para que ella pueda atenderte si yo no estoy cerca. Por tu lado lycan, no puedo usar medicamentos vampiricos, te envenenarian la sangre. Asi que siempre uso medicamentos humanos y curas de vampiros simples para que cierren tus heridas.-le sonrei y lo abrase con cuidado.-Temia que ya no volveria a verte...crei que acabaria muerta, o peor aun, casada.-porque el casarme con Alfred era un destino mucho peor que la muerte.


Punto de vista del Conde:

El lider presto mucha atencion a mis palabras y, aunque no lo reconociese, me daba la razon en silencio. Su hijo habia sufrido demasiado estando cerca de Jacqueline. Era hora de ponerle punto final a esto. Torci mi sonrisa cuando me observo, inquiriendo saber mi plan.
-Que hace que una mujer grite, llore y expulse a su hombre de su lado para siempre?-dije unos segundos y luego le respondi:-Infidelidad.-luego me cruce de brazos observandole.-Tu querido hijo tiene un pequeño pasado promiscuo, pienso despertarselo. Veras, en este castillo no se pueden guardar secretos, aun asi me entero de todo lo que pasa por las mentes de mis subordinados. En la mente de una ama de llaves, casi le roba un beso a tu hijo mientras estaba convalesciente...Manipulando su mente, podria ocurrir algun evento desafortunado con él y mi pequeña Rosa no podria soportar tener a un hombre asi junto a él...-pero antes de eso, estaba el que "era su hijo", por lo que eleve mi mano en son de silencio.-Y si no te agrada que sea él, tambien podria hacerlo con ella...Mi hijo esta buscando pareja, asi que tambien puedo unirlos...
Comence a caminar alrededor de él, sin mirarlo, llevando mis manos a mis espaldas, pero aun guardando distancia de sí.
-En ambos casos, no importa a quien escojamos, tendre que usar la manipulacion mental. Si aceptas y deseas que sea tu hijo quien acabe con esta pecaminosa relacion, tendre que pedirte permiso para meterme en su mente. Si accedes pero no quieres que sea él, usare a Anthony y a mi Rosa. En cualquier caso, el daño será lo bastante fuerte como para que alguno de los dos deseche al otro.-me detuve en su costado derecho, mirandolo de reojo.-Ese es mi plan. Si tienes uno mejor, te escuchare atentamente.

Punto de Vista de John:

Creí sentir como si fuese un cubo de hielo reptar por mi espalda cuando pronunció la palabra "casada" y mi cuerpo se estremeció de miedo e ira hacia él. Había estado apunto de separarnos por puro egoísmo y eso no iba a quedar así. Todo aquel que intentara separarnos lo pagaría con su vida. Por ahora había conseguido escapar pero cuando estuviese recuperado le daría caza como el animal que era. Su objetivo había cambiado. Rodeo su cuerpo con sus brazos y la abrazó atrayéndole hacia él. -Nadie nos conseguirá separar Jacqueline. Estamos hecho para vivir el uno junto al otro. Destrozaré a todo aquel que intente separarnos y hacernos olvidar

Tomé su mentón y la acerqué delicadamente a mis labios. Atrapé los suyos y tiré de ellos, pegándolos continuamente y fusionándolos en un beso apasionado, buscando con mi lengua acariciarlos y contactar con la suya mientras mis ojos se tornaban entrecerrados mirando su rostro lleno de amor. Era ella todo lo que necesitaba en mi vida para vivirla, no tenía ninguna duda sobre ello, y daría mi vida por ella.


Punto de Vista del Maestro:

Escuché las atractivas palabras del Conde mientras me abservaba y planificaba todo aquella red de mentiras y traiciones. La idea era provocativa pero solo una cosa en la que no estaba deacuerdo. Me giré para encararlo. Él parecía tener muchas más ganas que yo en separarlos, pues el Conde estaba enamorado de ella y quería hacerla eternamente suya. Siempre le gustaban las mujeres que lo rechazaban, la atraían aquellas que podían resistirse a él y cuando por fin éstas se enamoraban, él las ignoraba y buscaba un amante nueva. Así era el Conde con las mujeres, un mero juego con el tiempo.
-Podría aceptar tu proposición. Es una lucha que si no hacemos algo tenemos perdida dijo con calma -pero hay que hacerla bien o nos descubrirán y si eso pasa, yo perderé a un hijo y tú tu inmortalidad. No debemos estar involucrados dijo de forma clonclusa -Si lo hacemos deberemos vivir con la carga de haberlos separado para siempre. No debes tocar las mentes de John o de Jacqueline, sólo de tu hijo vampiro y la sirvienta. Sonrió de manera maliciosa pero lleno de satisfacción -Si lo intentan los dos a la vez, crearán más dudas entre ellos y el primero que cometa el error fracasará.

Punto de vista de Jacqueline:

Me senti reconfortada cuando me abrazo acercandome más a él, ya todo lo malo habia pasado y ahora solo podiamos ocuparnos de estar bien y vivir felices. Sonrei ampliamente cuando escuche sus palabras, mirando sus hermosos ojos, eleve una de mis manos para acariciar su mejilla y su cuello.
-No importa el tiempo ni el lugar, no importa lo que hayamos hecho o lo que vayamos a hacer, te amare hasta que el mundo se acabe...y luego te seguiré amando.-me acerqué más a sus labios y lo bese con pasion, probando tambien de su lengua y cerrando mis ojos para sentirlo en profundidad. Mis manos recorrieron su pecho y su vientre, como si quisiera memorizar la textura de su piel y aquel calor que emanaba, hacia que me recorriera en el cuerpo una sensacion que hacia que mi sangre ardiese. Lo amaba...realmente lo amaba...


Punto de vista del Conde:

-Excelente entonces.-dije dando un aplauso y sonriendo de forma satisfecha. El lider habia aceptado la propuesta y ahora era cuando lo divertido estaba por ocurrir.-Hare que Anthony separe a Jacqueline de tu lobo unos momentos con alguna excusa inocente y Maria debe revisar a Cena la herida del Hotel y su garganta...ambos van a estar muy ocupados.-antes que siquiera lo mencione, le dije, elevando mi mano derecha.-Juro no meterme en las mentes de ambos, controlar sus cuerpos, sus mentes o hacer algo que yo quiero que hagan.-recite como si ese juramento lo hiciese a diario y me cansase el mencionarlo.-Si no hay más objeciones, comenzare mañana.

Elevé mi mirada hacia uno de los ventanales, el que daba al cuarto de mi Rosa. Sentia y veia todo lo que ocurria en ese cuarto. Hice una mueca de desagrado.
-Dado que hasta en mi sotano no estoy tranquilo con aquellos dos juntos en un mismo cuarto y dado el hecho de que estoy a punto de vomitar arcoiris del solo oir lo que mi Rosa piensa junto a tu hijo, me ire a beber algo de licor y visitare algun burdel.-dije comenzando a caminar, pero me voltee al lider de los Skywolf, con una sonrisa maliciosa.-Quieres venir? Yo invito el licor y las putas.
-Quizas pueda encontrar alguna prostituta que por varios francos goce de la zoofilia.-me rei para mis adentros con aquella idea que me llego y espere su respuesta.

Punto de vista de John:

Mientras me recorría con sus manos mi cuerpo, yo hacía lo mismo con el suyo y poco a poco me fui dejando llevar por nuestro ambiente privado. Sentía como su cuerpo se sentía atraído por el calor del mío y se covijaba entre mis brazos sin soltarme un solo segundo. Mis ojos se fueron cerrando y entré en un trance del sueño donde podía imaginarme la vida con Jacqueline. Una vida alejada de todos los problemas que nos habían rodeado hasta ahora, donde no había problemas de razas ni importaba nuestro pasado. Un futuro para nosotros donde podíamos pasear tranquilamente y amarnos sin medida.

Punto de vista del Maestro:

Arrugó su nariz de mal agrado cuando le propuso ir al burdel. No era de ese tipo de personas, de lo contrario, odiaba ir a esos sitios donde la lujuria y el desenfreno se mezclaba con la traición, el poder y el dinero. Gruñó lo suficientemente fuerte para que el Conde que se había girado para irse lo oyese y volteó de nuevo mirándole a la espalda mientras la casa quedaba atrás. No dijo palabra alguna tan sólo se limitó a moverse hacia fuera de la mansión y echo a correr pasando por al lado del cuerpo del Conde sin llegar siquiera a rozarlo pero pasando a escasos centímetros de él.

El trato que había pactado con el Conde bien era un arma de doble filo pero debía de recuperar a su hijo costase lo que costase. Si se enteraba John de lo que se habían propuesto él y el Conde sin duda lo perdería para siempre pero eso no debía de pasar si el Conde respetaba las normas que le había impuesto para que se llevara a cabo dicho plan. De lo contrario, no tendría lugar donde esconderse pues lo buscaría y lo mataría con sus propias garras y ya había encontrado su gran debilidad, él mismo se la había revelado momentos antes y, estaba seguro, que no podría resistirse.

Punto de vista de Jacqueline:

Fue como si solo ahi, junto a él, en sus brazos y sintiendo su corazon latiendo bajo mi mano, hubiera sido la mayor sensacion de placer y felicidad que habia experimentado en toda mi vida. Descansé junto a él, aun acariciando un poco su rostro pero, arropandonos con la manta blanca de la cama, intentando dejarlo reposar. Habiamos pasado por mucho y aun no estaba del todo recuperado. Sonrei, parecia estar en calma por fin. Me acoste junto a el, abrazando aun su pecho y cerre mis ojos, sabia que no iba a dormirme pero mi cuerpo necesitaba algo de relajacion para poder volver a tener fuerza.

Si bien no podia ver el futuro, era divertido a veces imaginarlo: la cabaña en aquel lugar secreto, una tarde en la que el sol ya ocultaba sus rayos, ambos saliendo de alli, de las manos, sonriendo...Oh...que hermosa imagen...por fin, estar en juntos en paz, sin más que temer, no más enemigos, no más problemas con su padre y sus hermanos, pudiendo al fin alejarnos de todo aquel mal que nos habia complicado la existencia...

Se hará pronto realidad ese sueño?


Punto de vista del Conde:

No pude evitar el carcajearme cuando salio corriendo asi, luego de gruñir y pasarme por al lado. Dios, seguro es homosexual...
Me voltee y mire la ventana del cuarto de mi Rosa. Ambos ya estaban mas calmados al parecer...Jure no meterme en sus mentes pero jamas dije nada de retumbar un mensaje en sus sueños...

-Disfruta tu ultima noche alli...-dije en los sueños de Cena y asi, sin mas, desapareci en humo.

Cuando cerré mis ojos y mis sueños me inundaron pensé que iban a ser mucho más tranquilos de los que después realmente fueron. Empezaron con grandes ilusiones de futuro junto a mi adorada Jacqueline donde podíamos estar juntos en la mansión, tranquilos y en paz, paseando noche tras noche y disfrutando de todo el amor que nos teníamos reservados el uno para el otro. Entonces en una de esas noches, mientras Jacqueline se desvestía en el aseo para ponerse la prenda de dormir, el Conde se apareció en mis sueños con un mensaje revelador sobre mi última noche allí. Y a partir de ahí mi sueño se truncó intranquilo y desilusionador en todos los sentidos.

Parecía que la visión del Conde me había afectado tanto que no paraba de hablar de él y Jacqueline empezó a recriminármelo. Empecé a verlos por todas partes riéndose de mi, y toda esa furia e ira que me había gobernado todos esos años y que mi amada había intentado extinguir de mi, había vuelto más fuerte que nunca. Nuetsros días se hicieron monótonos y el odio me consumía poco a poco. Jacqueline fue perdiendo esa sonrisa que le caracterizaba y fue volviéndose de nuevo fría y sin ganas de vivir. Las flores ya no florecían en la mansión y empezamos a distanciarnos sin saber por qué.

Ya no se quedaba conmigo en la cama y volvía a su ataud donde descansaba durante el día mientras yo esperaba y esperaba sin saber muy bien que era aquella cosa. Una noche más, apareció de nuevo el Conde con aquel mensaje de nuevo desapareciendo en humo como tantas veces lo había hecho delante de mi y, a la mañana siguiente, encontré una nota de Jacqueline diciendo que se había marchado de mi lado para estar un tiempo sola. Iba a ver al Conde pues él le advirtió que yo cambiaría y mi amor por ella desaparecía. Desconsolado fui en su busca con todo el odio del mundo ante la sonrisa del Conde que se burlaba en réplicas de humo a mi paso. Todo era odio. Las lágrimas resbalaban por mis mejillas cuando abrí los ojos y la vi abrazada a mi. Quedé en silencio pero las lágrimas resbalaron por mis mejillas sin cesar.

Punto de vista de Jacqueline:

Realmente me habia sentido muy bien junto a él, era como si mi vida volviera a comenzar...No podia esperar a que la noche llegase y que forjemos nuestra nueva vida juntos. Como era de suponer, no dormi porque aun era de noche pero si me senti mejor y mi cuerpo estaba con mas energia. Mis piernas estaban mucho mejor y ya las podia mover bien. De a poco, abri mis ojos y me desperece pero note algo, la respiracion de John era un poco diferente. Me sente bien y lo vi, estaba llorando.
-John, que ocurre? Te duele algo?-le dije acercandome y besandole la frente, le robe sus lagrimas con mis pulgares al acariciarle el rostro. Estaba muy triste y sentia que me iba a dar un vuelco al corazon con tan solo verlo asi.-Que te pasa, cielo? Tuviste una pesadilla?-dije abrazandole el pecho para que sintiese que estaba con él.

Punto de vista del Conde:

Ahi estaba yo, tranquilo y con una sonrisa de victoria en mi rostro. Las putas estaban bailandome y jugando un poco con mi cuerpo pero realmente lo que me causa placer esta noche es el imaginar el futuro: por fin ese lobo saldria de mi vida y dejaria en paz lo que estoy intentando contruir. Ah...que satisfaccion...Bebo un poco de vino caro y me abalanzo sobre aquellas prostitutas, la puerta esta cerrada con llave y no hay salida. Mis colmillos se hincan en cada cuello de cada cortesana y bebo hasta la ultima gota de ellas, dejo viva a una sola, la mas pura e inocente...ella tendra que satisfacerme tambien.

Pasadas las horas, y un poco sucio el cuarto, solo estaba en la cama, descansando, con un par de cadaveres a mi lado. Que tontas humanas...Las prostitutas nunca cambian, solo gimen cuando les pagas o cuando las matas.
Decidi ver que ocurria en el castillo por lo que cerre mis ojos y mi mente viajo alli, adentrandose en el cuarto de mi rosa y viendo que Cena estaba llorando mientras dormia junto a Jackie, y esta dormia placidamente. Sonrei en las sombras, mi mensaje habia asustado al lobito faldero de mi amada, provocandole malos sueños. Que orgulloso me sentia...

Jacqueline pareció darse cuenta de mis lágrimas. Obviamente, ella no dormía y mis lágrimas habían mojado su cabello para llamar su atención. Me limpió las que caían por mis mejillas y me preguntó asustada que era lo que me pasaba. La miré a los ojos y pude ver esa preocupación en ellos y el amor que me tenía. ¿Debía decirle lo que había visto? ¿Debía decirle que tenía miedo de perderla y que ese amor fuese dueño el Conde? No. Era mejor que no conociese la verdad. Era mejor callar y dejar que esos fantasmas del Conde no interfiriesen en mi vida con ella. No debía obsesionarme con él pues Jacqueline sólo me quería a mi y el nunca conseguiría apartarla de mi lado.

-He tenido una mala pesadilla sobre el pasado de mi familia mentí -vine aquí por un solo propósito pero ya no me interesa nada esa vida que quería llevar. Ahora solo quiero estar a tu lado y ser feliz junto a ti acaricié el rostro de Jacqueline con suavidad y me incorporé lo suficiente para poder besar sus labios con delicadeza y suavidad. Ya se podían sentir algo más fríos que antes. Pronto volvería a tener el cuerpo como el de un vampiro común tras el paso de las horas. Me serené para que las lágrimas no afloraran de nuevo e intenté abandonar los recuerdos de ese maldito sueño de mi mente.

-Jacqueline la miré con cuidado mientras acariciaba sus cabellos con mis dedos -cuando amanezca y tengas que descansar, saldré la mansión e iré a ver a mi Padre. Quiero hablar con él tomé unos segundos de silencio y luego proseguí tras mi pensamiento en voz alta -quiere algo de mi, pero no desea hacerme ningún mal. Necesito saber que es lo que desea de mi y así nos pueda dejar de una vez en paz.

Se me rompia el corazon con tan solo verlo asi, parecio serenarse un poco y me conto el motivo, ahora lo entendia.
-Lo lamento, John...-no podia decirle mas porque no habia mas para decir. Supongo que muchas veces los recuerdos no nos dejan solos aunque el tiempo pase. Sabia muy bien que habia regresado a Paris solo para vengarse pero ahora, parecia querer abandonar ese proposito. Como vampira, conozco la ira, la sed y la furia que te provoca la venganza; no podia evitar sentirme aliviada pues al menos no peligraria buscando a aquel psicopata pero...
Mi cascabel dio un tintineo. Algo no estaba bien aqui o al menos, en el cuarto. Mire un momento a nuestro alrededor, quizas solo el espiritu del castillo habia pasado por nuestro cuarto. Intente no prestarle atencion.

Bese sus labios despacio y ya sintiendo que sus latidos estaban mas calmados, me dio mucha pena verle asi pero al menos ya todo habia pasado. Tome unos pañuelos de mi mesa de luz y seque sus lagrimas con cuidado. Despues los deje a un lado y bese su frente.
-Descuida, ya paso todo...-dije volviendo a recostarme a su lado y sintiendo como me acariciaba el cabello. Me dijo que al amanecer iria en busca de su padre, eso me asusto un poco pero trate de que el no lo notase.-Estas seguro? Ir solo?-eleve un poco mi rostro viendole.-Y si tratara de llevarte otra vez?


Punto de vista del Conde:

Aghh, ver a ese tipo besando mi flor fue el peor acto que he visto en toda mi vida...bueno, quizas el segundo. Mintiendole tambien? Ja, que relacion más obtusa, de mi no hay quien se esconda. Me da asco y rabia, qué tenia él que no lo tuviera yo? Si ella no quisiera vivir conmigo en la riqueza, aun contra mis principios, viviria como un mendigo feliz a su lado si ella me lo pidiera. Yo deberia estar en su lecho, no él...A decir verdad...Porque no lo aniquilo aqui y ahora? Yo estoy en un burdel y muy facilmente aqui podria ocurrir un accidente...

No pude hacerlo, el cascabel magico de Jackie le alerto de mi presencia aunque ella luego lo ignoro, si tintineaba de nuevo, quedaria descubierto. Opte por solo escuchar y permanecer en las sombras.
Ir con el lider? Si el lobo lo confirmaba y se iba, podria poner en marcha mi plan de la infidelidad con Anthony, pero tendria que avisarles a los lobos para que se preparen.