Entre los pensamientos muertos de mi alma...

Recuerdo del primer mensaje :

No habia mucho para andar haciendo conmigo misma. Esa era la pura verdad. No tenia nada que hacer más que quedarme sentada en una taberna cualquiera y simplemente beber un poco de vino con algo de sangre; si, sangre. Soborne al tabernero como siempre para que le ponga un poco para mi. Asi es, soy una de sus mejores clientas nada más que por eso: un simple soborno de varios francos y el tabernero se inca a mis pies.

Suspire. Pensamientos viejos rondaban mi cabeza...Historias de muertes, de tristeza, de perdidas...de dolor...De mi familia, de mi esposo, de mi novia, cuya muerte me es dudosa en varios sentidos...Que paso con ella en realidad? Ese ataque fue un accidente o un plan...? Y de ser asi, porque lo haria? A mi lado tenia todo lo que pudiera pedir: dinero, amor, comprension, compañia... No lo entiendo...

Tome un sorbo del vino y volvi a suspirar, esperando que alguien o algo me animase un poco.

Spoiler:

Punto de vista de Justin:

Un agente entro en la posada mostrandome una placa y sus deseos de tratar conmigo un tema en especial. Nada más ver quien era el que estaba dibujado me hizo dar un rebote al corazon. Le hablé lo más calmado posible pero aun asi, el corazón me latia a miles.
-Lo lamento, Agente, pero la posada no se hace cargo de los sucedos que cometan los empleados.-bueno...con eso le habia dicho que sí era empleado nuestro pero no di demasiada información.-Si regresa por la tarde, a eso de la medianoche, quizas mis superiores le puedan atender.-y a eso, le preste más atencion a una mujer mayor que queria ser atendida. Le di aviso a mi hermano para que la ubique en el comedor, casi ignorando al Agente.

Spoiler:

Aquel hombre pareció reconocerlo inmediatamente y incluso quiso desvincular cualquier hecho de la investigación con aquel lugar. Sonreí irónicamente pues ya sabía que hacer en éstos casos. El agente Smith guardó la hoja en su abrigo y se sintió molesto con el trato recibido pero se mantuvo cauteloso. Mandó llamar a dos personas más para que saliesen del carruaje y juntos entraron en la posada. Eran dos tipos esbeltos y robustos. Uno de ellos llevaba tatuado en la nuca la palabra CONAN y tenía una cicatriz en la mejilla izquierda. El otro era algo más bajito que el anterior pero su corpulencia intimidaba incluso más. Tenía la tez mucho más oscura que el resto de los persentes con lo que era fácil deducir que no era de París.

Entraron en el comedor, ante la mirada de los hermanos de Justin que no sabían si atenderlos o no, y allí se sentaron esperando. El agente Smith sacó unas notas y un lápiz y escribió algo volviéndose a guardarlo todo inmediatamente. -Somos clientes, ¿es que nadie nos va a atender? Preguntó con algo de indignación en su voz el agente. Los dos hombres que iban con él iban vestidos con dos túnicas negras y escondían sus manos en los bolsillos de su abrigo. Miraban de un lado a otro como si examinasen cada rincón de la estancia para asegurarse de que no estaba por allí lo que buscaban. -Me habían hablado maravillas acerca de la posada Final Point pero creo que sólo eran habladurías. Es digno de mención cuando me cruce con el señor Alfred pronto Habló con una tonalidad alta para que le pudiesen escuchar sin problemas todos los del hostal.

Spoiler:

Punto de vista de Justin:

Suspire largamente ante las replicas de aquellos "clientes". Eran más inusuales que los vampiros y el doble de sospechosos...Mis hermanos los miraban de forma dudosa, les di un empujon a ambos por la espalda y siguieron atendiendo, Shaun se acerco a ellos con tres cartas.
-Disculpen la molestia...no estamos acostumbrados a servir a personas de su...clase.-se paró derecho de nuevo y tranquilamente atendio a otra mesa. Los observaba de reojo desde la recepcion, estaba algo molesto, no debian hacernos pasar ese tipo de cosas con nuestros otros clientes. El tal Agente Smith parecia no querer moverse de alli hasta que Jaks o el señor Alfred bajen, sobretodo porque a él si lo conocian...serían criticos aquellos otros hombres?
Shaun volvio a su mesa al cabo de unos segundos con su pequeña libreta en mano.
-Que les puedo traer, señores?
Yo no veia la hora

Punto de vista de Jacqueline:

Eso...no es posible...la Cruz de Cristo, un sacerdote con su libro en mano, Alfred sonriendome de forma brabucona...? Que diablos...? Estoy usando un vestido blanco? Un ramo de rosas blancas en mis manos? Camino sobre una alfombra roja hacia alli...? Realmente me casaré con ese tipo...? Miro a mis costados...hay muchos hombres de traje negro y tienen armas escondidas...Dejo correr una lágrima por mi mejilla...
-"Acepto..."-esas palabras realmente salieron de mi boca?
-Si alguien tiene alguna objecion...
-SI! Tengo varias objeciones!-miro hacia atras...pero...el sueño acaba y me encuentro a mi misma en mi ataud. Oh dios...ruego a todos los santos que haya sido una pesadilla y no una premonicion...

Me siento abriendo la tapa y veo la hora, es muy temprano aun...Escucho algunos truenos afuera. Me asomo despacio a la ventana y veo, con algo de calma, que toda la ciudad esta cubierta por nubes negras. Quizas llueva...No habria inconvenientes de que baje...
Me preparé y vesti y baje con calma las escaleras. En cuanto lo vi a Justin, él me detuvo para hablarme.
-Jaks, dodne estuviste anoche? El señor Alfred me tuvo nervioso hasta la madrugada y no apareciste. Dime que no fuiste al bosque.-revolee los ojos y sonrei culpable.
-Te lo escribo?
-Jacqueline!-dijo algo fuerte pero negué con la cabeza.
-Relájate...John es inofensivo de lobo, solo necesita que lo comprendan...-dije algo bajo para que no lo escuchen los demas comensales.
-Me tuviste muy preocupado, te fui a buscar, hasta me arme para ello pero no te vi en ningun sitio. Temi lo peor!
-Calmate o te saldran canas, quieres...? Estoy perfectamente.
-Pero nosotros no...Te das cuenta de que si rechazas al jefe, la renegada la vamos a sentir nosotros?
-No podra, tengo una arma secreta.-le dije y camine al comedor para hablarle a uno de los empleados. Note unos clientes algo inusuales pero no me fije demasiado en ellos y me quede hablandole de su contrato de trabajo. Luego debia firmarlo si queria trabajar aqui de forma permanente.

Punto de vista de John:
Me desperté y de forma perezosa estiré mis miembros sobre lo largo de mi lecho. Era hora de levantarse. Fui hasta la pila con agua fría para lavarme la cara y tomé una toalla que había cerca para secármela. Tenía los ojos hinchados de tanto dormir. ¿Cuántas horas había estado? Estaba completamente desnudo tras la transformación y noté que el aire que entraba era bastante frío, lo suficiente para que mi cuerpo lo notase. Los harapos de lo que era antes mi ropa estaban rotos en el suelo. Casi todo lo que ganaba en el hostal serviría para pagar la ropa que destrozaba. Fui hasta mi armario y rebusqué en su interior algunas prendas que me pudiese dar un aspecto normal para poder ir a la ciudad. Con suerte encontré unos pantalones oscuros y una camisa algo ajustada de tela. Urgentemente debería de comprar algo más o me vería en dificultades.
Miré por la ventana hacia el exterior. No podía saber la hora a ciencia cierta pues las nubes negras opacaban el cielo y no dejaban ver el sol. Sería una noche gris sin duda. Coloqué mi mano en el cuello para crujírmelo hacia ambos lados y moví los brazos hacia delante y hacia atrás. El entumecimiento había desaparecido y ya volvía a ser como antes. Recordé la herida en el costado pero apenas quedaba una delgada marca de lo que había sido. Al parecer mi transformación en licántropo se había encargado de acelerar la regeneración de mis tejidos. Sonreí satisfecho. Era hora de ir al hostal.

Punto de vista del Agente Smith:
El agente Smith se puso impaciente cuando dudaban en atenderlos y aún más con el comentario sobre que no solían tener clientes de "su clase". Rió de buena gana, casi a carcajada limpia, llamando la atención nuevamente. -Decididamente patético... comentó agarrando las tres cartas que le habían traido los hermanos de Justin y dejándolas sobre la mesa sin observarlas en ningún momento. -Tomaré un té con especias de menta y... valoró lo que iba a pedir para sus dos acompañantes -para ellos dos vasos de agua. A los otros dos tipos no parecieron importarles los comentarios y siguieron mirando a su alrededor.

Esperaron paciéntemente todo el día allí en la taberna, sin moverse ni un ápice de la mesa donde se habían sentado. El agente Smith parecía satisfecho con su propósito pues los hermanos de Justin parecían incómodos con su mera presencia. Por fin, el agente Smith logró su propósito al ver a la joven mujer que bajaba por aquellas escaleras y hablaba tranquilamente con el hombre que los ahbía desatendidos tan descortesmente. Le sonrió y se levantó de la mesa el sólo, dirigiéndose hacia ella que ahora se encontraba hablando con uno de los empleados del lugar. -Madame, madame, oh que linda belleza....lamento importunarla en estos momentos pero debemos de hablar extendió la placa de policía al igual que lo había hecho anteriormente con Justin.

Punto de vista de Jacqueline:

-Y si quieres un puesto permanente aqui, arreglaremos...-pero fui interrumpida por uno de los comensales extraños que estaban sentados alli, casi sin moverse. Asenti ante su comentario, porque todos los hombres hacian esos comentarios antes de ir al grano. Rei por dentro sin denotar nada por fuera. Vi su placa y me encogi de hombros.-Por supuesto,señor. Shaun, luego hablaremos de tu contrato. Caballero, sígame por favor; no es del agrado del lugar tratar temas oficiales frente a los demás comensales. Si quiere seguirme...-le pedi haciendo un ademan con la mano. Porque querria hablar conmigo? Esperaba que no fuera nada grave o que sea del departamento de salud o higiene...
De la nada recordé algo...en el bosque, uno de los hombres que estaba atacandonos a mi y a John, habia quedado vivo...Será que...nos acuso?

Con las llaves abri la parte de la taberna. Aun no era hora de abrir pero al no tener un espacio mio alli, deberia abrir otro. Mantuve una sonrisa amable y sin dar a conocer nada sospechoso en mis facciones. Esperaba que no fuera por quien creia...
-Dígame, en que puedo servirle?

El agente Smith siguió a la madame quien si estaba por la labor de coloborar aunque de una forma más discreta. El agente no discutió y la siguió hacia el interior de la otra sala que estaba completamente vacía. Antes de entrar miró a sus dos acompañantes que lo vigilaban y les asintió hasta que se perdió de la vista. -Veo que usted es lista madame, no como su mayordomo ese...el que recoge los nombres de los huéspedes... esperando que dijera la madame el nombre -Bueno...el ingrato ese. Verá nos han llegado rumores de que aquí se le ha visto trabajando a un tipo sospechoso. Es de mediana edad, alto, ojos claros, poco pelo, casi calvo diríamos, y bastante musculoso y fornido. No pasaría de largo sin prestarle atención la gente común desde luego comentó casi riéndose pero pronto borró aquella mueca. Sacó de nuevo su libreta y el lápiz y esperó a la contestación de la madame.

Los acompañantes de aquel tipo no se inmutaron cuando, el que sería su jefe, el agente Smith, se adentró en la otra sala solo. Desviaron la mirada de la puerta y volvieron a observar con rotundidad el resto de la sala. Muchos de los comensales que ya estaban en el comedor los observaban discretamente de reojo pero parecía no incomodarles aquellas miradas. El carruaje que los había traído hasta el hostal ya no se encontraba en la puerta ni se oía el relincho de caballos cerca. Uno de ellos tamborileó los dedos sobre la mesa produciendo un ruido monótono y constante. El otro lo fulminó con la mirada y dejó de mover sus dedos sobre la mesa, aunque bajó su mano a su pierna y allí siguió con aquel tamborileo que parecía entretenerle mientras los minutos apsaban.

No me agrado mucho el como habló de Justin, cuando comenzo a trabajar yo le habia dado la orden de que no hablase ni se metiera en asuntos de la policia dejandome hablar a mi o a Alfred.
-Le ruego por favor no degrade a mis empleados, Monsieur.-le pedi dejando notar un poco mi acento Inglés.-Yo le he dicho a mis empleados que si algo pasase con la policia o algun agente en especial, que se queden al margen ya que luego se ve un poco opacala la imagen de esta Institucion. Los clientes no quieren entrar en un Hotel donde se recibe la visita de la policia.-le aclare aquello para que desde el principio, dejasemos claro ese asunto. Accederia a hablar con él y responderle pero con cuidado y sin perder el respeto a mis empleados.

-Pues si, tengo un empleado que contrate hace más o menos un mes y medio. Trabaja en la seccion del buffet y despues como tabernero por las noches, pero ahora que estamos recibiendo la visita de más clientes y huespedes, necesitamos más empleados. Él hace algunos trabajos tambien con Justin, el recepcionista, pero basicamente ese seria su rol aqui. Ha pasado algo con él?

El agente Smith asintió evitando que se le escapara aquella risita singular que poseía tan característica. -Por supuesto, madame, no era mi intención insultarlo, cada uno se debe a una profesión para labrarse un futuro. Escribió algo en su nota y volvió a mirar a la madame Jacqueline -Bien y en cuanto al otro... El agente Smith se colocó adecuadamente recto cuando escuchó la respuesta afirmativa de la madame. La sonrisa que se le dibujó en la cara bien podía describirse como de aoreja a oreja pero esta apenas le bastaba. -Me temo que si madame, pero eso sólo le incumbe a la policía de París, cada uno a su profesión ¿recuerda? Bien ¿cuando llegará el monsier...? Esperó para conocer el nombre de aquel tipo al que buscaba.

Un joven ataviado con la ropa de mensajero llegó corriendo a la entrada del hostal, jadeante tras haber corrido durante kilometros y kilometros de distancia. Se acercó a Justin y lo agarró preguntando con voz sonora. -¡El agente Smith! ¿Dónde está el agente Smith? Los dos acompañantes del agente al oír aquella voz se levantaron al unísono y se acercaron a la entrada como guardaespaldas mirando al chico que llevaba una carta consigo. Rápidamente la agarraron casi quitándosela de las manos y la guardaron en su abrigo. -El mensaje ha sido entregado. Ya puedes irte mocoso le contestó uno de ellos y volvieron a su mesa donde volvieron a sentarse y a esperar a que saliese el agente Smith.

Iba a decirle un nombre falso, ya que sino, John se veria en lios pero escuche gritos en el portico y me paré para ver de qué se trataba, viendo como esos hombres le arrebataban a un joven una carta para el Agente. Los mire de mala manera pero ellos se retiraron como si aquello no fuera importante en absoluto. Suspire y me voltee a ver al policia. Al menos ahora conocia su apellido, no iba a decirle mi nombre por si acaso.
-Sus hombres deberian ser más discretos, esa no es manera de tratar a alguien, espero que esto no vaya a dificultarnos la jornada de hoy...-suspire y camine un poco al bar de vinos. Me prepare yo misma mi "sangria tinta" y la deje lista para beber.-Desea algo para beber?-no era necesariamente vampiro para beber lo que yo, asi que...

Punto de vista del Agente Smith:
Los gritos desde el vestíbulo atrajeron la atención de ambos y los evadieron de la charla que estaban teniendo en aquel momento, para respiro de la madame. Ésta se quejó del trato de los acompañantes de sus acompañantes, algo que el agente coloboró asintiendo con la cabeza y la vio alejarse hasta el bar donde se preparó una bebida para luego preguntarle a él si quería alguna. -No madame, no acostumbro a beber mientras estoy de servicio Camino despacio hasta acercarse adonde estaba la madame con su bebida y guardó su libreta y su lapiz en su abrigo -¿y bien? ¿ese empleado suyo llegará esta noche? El agente Smith se sentó tranquilamente en uno de los taburetes que había detrás de la barra y esperó la respuesta de la madame.

Punto de vista de John:
El aire era gélido al salir de la cabaña. A pesar de no ser todavía de noche, las nubes ocultaban los pocos rayos de sol que quedaban y todo estaba sumido en la oscuridad. Se oían algunos truenos y relámpagos a la lejanía, pronto tendrían una borrasca encima de sus cabeza. Aligeré el paso para que no me pillase la lluvia. Odiaba mojarme por la lluvia. Simplemente no la soportaba, me ponía de mal humor. Entonces un chasquido me hizo detenerme en el momento, había alguien más por los alrededores, y estaban muy cerca. Me giré sobre mi mismo cuando con un chasquido una red salió disparada de entre los árboles hacia mi. Logré esquivarla por poco, lanzándome al suelo rodando por éste varios metros. Me apoyé sobre mi rodilla y una de mi mano en el suelo para levantarme cuando escuché otro chasquido a mis espaldas. Esta vez no pude evitarlo y una estaca de plata se me clavó en la pierna que tenía apoyada en el suelo, por la parte de atrás del muslo.

Rugí del dolor, intentando arrancarme aquella estaca pues la herida me hervía y no me dejaba moverme. Logré alcanzarla con mi mano y de un tirón la saqué, apretando mis dientes por el dolor. En el momento que me había distraido, dos hombres con largas gabardinas, sombreros puntiagudos y dos ballestas habían aparecido apuntándome y, sonriendo con forma de victoria, dispararon una vez más hacia mi. La red me atrapó, rodeando mi cuerpo y volcándolo contra el suelo por la inercia. La red se había clavado en la tierra pues en sus extremos llevaban estacas de plata para ello y me impedían moverme. No té la presencia de otros tres tipos salir por el lado contrario, ellos habían sido los que me habían disparado la segunda vez. De pronto sentí una descarga eléctrica que paralizó totalmente mi cuerpo y, antes de perder la consciencia, pude oír...
-Ha sido más fácil de lo que esperábamos....Nuestro señor se pondrá muy contento....

Bebi un poco de mi copa antes de responderle al agente, debia mantener mi sed abajo y no llamar la atencion. No me habia alimentado de forma adecuada asi que para la seguridad de todos, un poco de "sangria" no iba a hacer nada.
-No lo creo, señor. Me ha pedido un par de noches libres por asuntos personales y no es recidente de la ciudad, por lo que su dirección no está disponible.-habia medido bien mis palabras y no habia dejado entrever nada, es lo bueno de estar muerto.

De la nada, Justin llego a mi lado, reverenciandonos.
-Perdon por interrumpir pero tenemos un problema.-lo mire de forma interrogante pero al parecer no queria hablar frente al agente.
-Disculpeme, monsieur. Regresaré enseguida.-camine con mi empleado a la sala de los archivos y cerre la puerta.-Qué te ocurre?
-Es John, esta en problemas.
-Ya lo sé, están interrogandome sobre ello; se supone que no debo mentir ante las autoridades pero no dejare que se lo lleven. Va contra mis principios...si es inocente, claro.
-No es por eso, Jaks! Hablo que es muy grave ahora! Acabo de tener una vision, lo estan secuestrando!-eso me dejo helada, casi como si quisiera desmayarme.
-Pues trata de encontrarlo!
-Es que no puedo! Estamos con mucha gente y no puedo sacar mi tablero con esos sujetos alli!
-Pues dile a tus hermanos que te cubran y vete al deposito y hazlo alli! Tengo que ir a buscarlo.
-No puedes hacer eso, es de dia aun. Si las nubes se llegan a disipar mientras tu estas alli afuera, moririas seguramente.
-No me importa, haz lo que te digo y ahora!-sali de alli y unos clientes me miraron de forma interrogativa. Intente relajarme un poco pero eso seguramente lo notó el agente.-Disculpeme...hay asuntos con los que lidio que me dejan bajo estrés...Tiene más preguntas por hacer?

El agente Smith escuchó atento lo que le dijo la madame, y tras varios segundos dubitativos le sonrió a ésta. -Vaya, parece que nuestro amigo eligió las fechas propicias para tomarse un descanso. Me temo, madame que... En aquel momento Justin, aquel empleado vulgar que tanto molestaba a agente Smith apareció en la sala acercándose para hablar en privado con la madame. Parecía ser algo importante pues ambos se alejaron de los oídos indiscretos del Agente Smith.
Tamborileó los dedos nerviosos mientras los observaba hablar, no sabía como pero parecía que se habían enterado de algo. No debía de preocuparse, El Señor lo tenía todo bien preparado.

Cuando salieron, la madame Jacqueline parecía algo alterada aún así guardó la compostura. Se acercó de nuevo al agente Smith y le preguntó si tenía más preguntas. El agente sonrío y comenzó a reirse casi a carcajadas. -Me temo que esto nos llevará toda la noche madame. Por favor tome asiento. No se moleste en intentar irse alegando circunstancias del trabajo. Creo que el señor Justin está capacitado para arreglar las cosas en su ausencia, además, atender a la policía es su principal tarea ahora El agente la miró con cara de victoria pero totalmente serio, sin duda, no dejaría que la madame abandonase el hostal por las buenas.

Pechas apropiadas...Abusa de su poder de una manera demasiado notoria. No debia darle más datos, John iria a la carcel si yo "cooperaba" mucho más. Debi asesinar tambien a aquel hombre con el rostro cortado cuando pude...
Quedarme alli toda la noche? Por supuesto que no. John estaba en peligro y debia ir a buscarlo pero antes debia sacarme a este hombre y sus montoneros de encima...Seria complicado...Que tal de Alfred? No. El odia a John; si le pido una ayuda con esto, cooperara de manera nula...Primero que nada, debia medir la fuerza de él y sus..."guardaespaldas".
-Aunque lo sea, al igual que usted, soy una persona ocupada y no cuento con el debido tiempo. Asi que si me acompaña a la puerta, con mucho gusto le atenderé otro dia.-y ya me habia puesto de pie para indicarle que se vaya.

La madame parecía no estar dispuesta a colaborar con el agente y levantándose de su taburete, muy sutilmente, le invitó a que se fueran del hostal. El agente Smith no podía dejar de sonreír ante ella, que parecía no comprender lo que estaba ocurriendo. El agente Smith llamó a uno de sus acompañantes, que entró en aquella sala y sacó el paquete que la acababa de traer aquel joven. Sacó un abrecartas de su abrigo y lo abrió delante de la madame, sacando una nota con un sello en ella. La sostuvo delante de la madame para que la leyese. -Esa es la firma del monsieur Alfred quien nos autoriza a quedarnos alojados en este hostal y nos acredita a poder hablar con todos sus empleados, incluida vos madame.

El agente Smith mantuvo en alto la carta con el sello mientras su acompañante esbozaba una sonrisa de satisfacción y se retiraba nuevamente hacia la mesa sentándose junto al otro. -Bien madame, ahora que hemos resuelto nuestras diferencias, ¿que tal si decide ayudarnos en nuestra investigación o ser cómplice de nuestro amiguito? Se guardó nuevamente la hoja y volvió a sacar su libreta y su lápiz, apoyándolo sobre la barra -¿Hay algo que me quiera contar, que se le haya pasado por alto antes?

Demonios, Alfred! Tanto odias a John como para acusarlo y dejar a estos tipos estar aqui? Justin, tenia razon, la ibamos a pagar caro por mi culpa...Desvie mi mirada a otro sitio. No dije nada, estaba entre la espada y la pared.
Bebi de mi copa, no estaba nerviosa, simplemente frustrada porque no habia forma de que ahora pudiese ir por mi amigo...Tenia miedo y debia tratar de que no se notase ante los ojos del agente pero realmente estaba muy frustrada porque no podia librarme de él sin tener conflictos con la policia.

Justin se asomo y dijo en una forma normal que me llamo la atencion:
-Lamento interrumpirlos de nuevo pero sera breve: Jackie, encontré la dirección de donde el paquete está. Deje a Shaun a cargo de la recepcion. Ire a buscarlo para antes de que se lo lleven.-eso me hizo aliviarme. Al principio mep regunte que clase de paquete pero luego asenti con una sonrisa.
-Gracias, Justin. Ve con cuidado.-me levanto el pulgar y se fue rapidamente por la puerta. Ojala no le siguiesen. Suspire hondamente y me volvi a sentar.-No soy complice de nadie..Haga sus preguntas, señor Smith...

Punto de vista de John:
Me desperté sintiendo otra corriente recorrer mi cuerpo. Me sentía totalmente vulnerable en aquel estado. La corriente eléctrica paralizaba mi cuerpo y no me era posible nisiquiera gesticular con la mandíbula. Había sido derrotado por primera vez en mi vida por simples humanos. Me rodearon y dos de ellos me levantaron como si de un saco de excrementos se tratara. -¿Tienes miedo lobito? Todos rieron ante aquel comentario jocoso de su líder que, de no haber estado inmovilizado ya le habría arrancado la cabeza de un mordisco. Aún tenía los sentidos atrofiados por la descarga eléctrica que acababa de sufrir pero podía escuchar como se burlaban de mi con comentarios despectivos, mofándose de mi vulneabilidad y mi fácil captura.

Se detuvieron en medio del bosque y quedaron completamente en silencio. No entendía por qué ya habíamos cesado de caminar. Quizás buscaban un lugar donde matarme sin que llamase la atención de los cazadores que pudiese haber por la zona. Entonces oí una voz y noté como los corazones de todos ellos se aceleraban al girarse y ver lo que había detrás de mi. No podía moverme y mi visión solo alcanzaba a lo que tenía enfrente. -Bien, lo habéis capturado. Ha sido fácil ¿no? Como os prometí, aquí tenéis los diez mil francos Escuché el sonido secó de un saco con monedas caer a la tierra firme.
-Gracias mi lord, ha sido un tra....
-¡No oséis interrumpirme mientras os hablo, sucios humanos!¡Sois mis esclavos! Mi carruaje está cerca del ríachuelo, cargarlo y vuestra tarea estará zanjada.

¿Sucios humanos? Era peor de lo que había sospechado. ¿Quién podía ser aquel tipo que estaba a mi espalda? ¿Sería él quien le había dado la orden de capturarme? No podía ver su rostro. Aquellos hombres no rechistaron la orden y me volvieron a cargar girando hacia el lugar donde debía estar el carruaje. Aquel tipo ya no estaba allí. Caminaron varios pasos hasta que a la vista quedaron dos nobles corceles blancos y un carruaje con cortinas echadas en las ventanas, no dejando ver el interior. Me colocaron una bolsa en la cabeza que me impedía ver y me llevaron hasta el interior del carruaje, haciéndome subir a la fuerza, quedando tumbado en uno de los asientos. -Bienvenido John, tú y yo tenemos cosas pendientes. Si no era humano entonces....estaba en graves problemas.

Punto de vista del Agente Smith:
Justin volvió a interrumpirlos una vez más y el Agente Smith se irritó casi partiendo por la mitad su lápiz pero guardó silencio tras escuchar lo que dijo. Parecía que habían encontrado algo y que iría a buscarlo. Eso estaba bien, pensó. Miró a la madame quien parecía algo más relajada y volvió a sentarse para atender al agente. -Eso esperamos todos, madame, no queremos un acto tan apenado de una noble, ¿qué dirían los periódicos? exageró, gesticulando con las manos -Pues, ahora que tenemos todo el tiempo disponible, hábleme todo lo que sepa de su trabajador delincuente. Estoy ansioso por conocerle. En su rostro se dibujaba una sonrisa de malicia y maldad mientras ironizaba ante su presa.

Dios...como deseaba romperle la mandibula por hablar asi pero no podia hacer, no al menos alli. Además deberia tambien acabar con los guardaespaldas y no sabia si tenia ventaja. Quizas llevaban armas de fuego, la policia de aqui no era como la de Londres. Suspire y trate de relajarme. Los periodicos me importaban tanto como pisar una hormiga, yo era casi una anonima en la ciudad y los alrededores. No me importaba que alguien publique algo de mi, pero si me importaba que le pasase algo a la gente que queria. Tendria que cooperar si queria irme de alli. De la nada, recordé algo que el Conde me habia dicho una vez:
-Mi amada rosa blanca, mentir es malo cuando realmente lo es. Tambien las mentiras pintadas de blanco lo son. Pero hay dos reglas que evaden lo que es una mentira: no es una mentira si tu lo crees y haces que lo crean, para ello debes tener las pruebas suficientes al alcance de tus manos. Y si no puedes creerte a ti misma, entonces disfraza la verdad. Te sentirias mejor pues estarias contando lo que quieren oir pero con otras palabras y otro contexto.
Eso era. No podia mentirle a la policia...pero podria disfrazar la verdad para que se fueran de aqui.

-Su nombre es Joseph, segun me conto, vino del sur de Francia. Es corpulento y algo violento porque trabajaba como un boxeador, me solicito trabajo porque estaba con problemas economicos despues de su retiro. Él nunca se enfrenta a nadie porque ya no quiere tener problemas o molestar a otros, pero si lo tiene que hacer para defenderme a mi o a alguien más, hará lo que sea. Sin embargo, le di la orden de que jamas mate a nadie; preferiria mil veces que me maten a que él ensucie sus manos por mi. En fin, trabaja en los turnos que le he dicho y me asistio cuando me atacaron dos ebrios, tuvieron la osadia de entrar aqui y tomar unas copas. Él y Justin me protegieron porque estaban armados y mis habilidades de combate no son muy buenas. Es un excelente obrero y una gran persona tambien. Segun me conto, su pasatiempo es la caza deportiva, le gusta tener algunos trofeos de cabezas de animales en sus muros. Es algo peligroso pero está bien si a él le gusta y se controla.-le habia dicho lo que queria escuchar y no denote nada más en mi rostro para que viera que hablaba con calma y sin ningun problema.

Punto de vista de Justin.

Habia tomado la bicicleta de Shaun para poder ir más rápido. Segui la linea de mi tablero y se dirigia al bosque. Alli tuve que correr, las ruedas no eran adecuadas para ir por alli. Estaba armado con balas de plata de nuevo y tambien con mis cartas de magia; los paralizaria o les haria algun truco a aquellos secuestradores para que lo liberasen a John.
Corri cuanto pude y solo alcance a ver un carruaje, la luz de mi tablero acababa alli y no sabia si acercarme o no. Me quede oculto tras unos arbustos y camine despacio rodeando el coche. Queria escuchar algo: una voz, un grito, un susurro pero algo que me indicase que John estaria alli.

Punto de vista del Agente Smith:
Tan pronto la madame comenzó a relatarle datos, el agente Smith los apuntaba rápidamente en su libreta, sin interrumpirla. Había cambiado totalmente de parecer y ahora colaboraba contándole cuanto sabía sobre él. Su voz sonaba severa y tranquila con lo que no tenía ningún indicio de que le estuviese mintiendo nuevamente. Cuando acabó de escribir se guardó por última vez su libreta y el lápiz y la miró sonriente. -¿Ves, madame? No ha sido tan difícil. Sólo queda una cosa más por aclarar... El agente Smith comenzó a mirar a ambos lados como si temiese que lo escuchasen -pero necesitaremos algo de..intimidad, ¿le importaría cenar esta noche conmigo? Así podremos hablar tranquilamente de ese asunto, si quiere podemos reservar una mesa en su mismo hostal, no creo que tenga problema con eso ¿verdad?

Mientras el agente Smith esperaba la respuesta de la madame, uno de los acompañantes del agente se levantó e hizo que le otro le siguiese. Salieron del comedor y cerraron la puerta del hostal, colocándose como guardianes de la puerta. Uno de los hermanos de Justin fue para reclamarle que la puerta debía estar abierta pero tan pronto se acercó a ellos, lo cogieron del pecho, y levantándolo como si no pesara nada, lo lanzaron contra la pared más cercana produciendo un alboroto entre los demás empleados y los clientes que dejaron sus charlas y sus comidas para prestarles todo su atención. El agente Smith se levantó de inmediato. -No se les puede sacar de casa, igual que los perros...disculpa madame comentó camino hacia ellos con bastante enojo. Nada más lo vieron salir parecieron estremecerse por la cara de enojo que llevaba el agente. Hicieron una leve revelencia y volvieron a abrir la puerta aunque sin moverse de ambos lados de ésta. El agente Smith suspiró y se llevó la mano a su cabello, peinándoselo hacia atrás. Miró hacia la madame y le hizo una señal para que fuera hasta allí. Pronto sería de noche.

Punto de vista de John:
Aquella voz otra vez. Parecía que ya me conocían. Uno de los tipos se subieron conmigo dentro del carruaje mientras pude oír como éste les decía que otros dos subiesen delante para llevar el carruaje de vuelta. ¿A donde me llevarían? Fuera se oían voces pero debido a mi aturdimiento no podía oír bien sus palabras ni entender sus frases. -Vosotros dos, quedaos en el bosque y borrad todas las señales. No quiero pruebas Noté el tirón del carruaje que echaba a andar mientras el ambiente quedaba sumido en el silencio. No quería que ninguna de mis huellas fuera encontrada. Nadie sabría que me habría pasado. De pronto, en mis recuerdos apareció la madame, delante de su mansión, antes de decirle que la vería por la noche justo antes del alba. Como le agradeció el proteger aquella flor blanca que le había regalado y aquel beso en la mejilla que le dio, antes de perderse de la vista tras la puerta cerrada. Quizás ya no la volvería a ver nunca más.

Fantastico, solo eso me faltaba: tener que fingir que ceno con un oficial de la policia corrupto. Esta noche no podia ni debia tener tiempo para él; no sabia a donde Justin estaba o si ya habia encontrado a John pero necesitaba verlos ahora. Tenia mucho miedo.
-Bueno, no habria...-pero escuche lo que paso en el corredor y me quede viendo a sus matones con ojos furicos. Me acerque a Shaun y estaba bien, el golpe no habia sido muy duro. Solo le dolia un poco la cabeza. Le ordene que fuera beber algo de agua y que se relaje un poco, luego fulmine con mi mirada al señor Smith.-Esta noche estoy ocupada, tengo un compromiso y además, dudo que sea bueno seguir una charla con alguien que tiene al mando a dos guardias corruptos.-mire a los clientes, agachando mi cabeza con arrepentimiento. Esos tipos deberian estar disculpandose con todos los comenzales y con Shaun pero ninugno lo hizo.-Lamento mucho lo que ha ocurrido, señores. El postre va por cuenta de la casa.-hice una reverencia en general y luego le volvi a hablar al agente, en el mismo tono de ira pero midiendo mis palabras. Faltaba nomas que abuse de su poder como Angente policial para arrestarme por faltarle el respeto..-Accedere a su cena, mañana al anochecer y si será en el restaurante de este lugar, ellos no pueden entrar. Asustan a nuestros clientes y maltratan a mis empleados.-deje bien en claro lo que ocurria y que Alfred lo hubiera autorizado a quedarse no les daba el derecho de hacer lo que se les antojaban.

Punto de vista de Justin.

El carruaje se alejaba y dos hombres se quedaron para empezar a borrar las evidencias. Era momento de ponerme a trabajar.
Tome mi libro y cerrando mis ojos, comence a recitar 3 hechizos en mi mente: el primero haria que el carruaje a pocos metros se volcara, eso haria que John tuviera una oportunidad de huir; el segundo haria que los dos que se quedaron aqui, caigan en un sueño muy muy profundo. Sucedio a la perfeccion. Y el tercero, le devolveria la conciencia y la fuerza a John; le habia medido con mi tablero y su energia estaba muy baja. Con el encantamiento podria revivir sus fuerzas y huir cuando el carruaje se volcara.

El hechizo habia funcionado bien. Los dos que veia estaban mareados y cayeron al piso en cuestion de segundos. Solo faltaba ver que el carruaje volcara y John quedase libre de sus secuestradores.

Punto de vista del agente Smith:
El agente Smith la miró de forma interrogatoria pero no hizo ningún comentario al respecto. No le gustaba que le rechazaran pero se lo tomó con aplomo cuando le propuso de cenar la noche siguiente. Le había molestado el comportamiento de aquellos acompañantes que llevaba y, en cierto modo, llegaba a atenderlo. Esos tipos eran difícil de domar, aún así al agente Smith era alguien a quien respetaba. -Está bien madame, como desee hizo una revelencia a la madame y le dedico una sonrisa falsa -nos retiraremos entonces y dejaremos que podáis trabajar tranquilamente, aunque... dijo señalando a uno de sus acompañantes -él se quedará aquí por si vuestro empleado Joseph le da por regresar en su día libre.

El agente Smith se colocó su sombrero puntiagudo e hizo una revelencia hacia el resto de comensales como si pidiese perdón, y llamó a uno de los guardis para que lo acompañase. Silbó y se giró en la entrada de la puerta. -Te quedarás aquí para vigilar que nuestro sujeto no aparezca para dañar a nuestra querida madame le dijo al otro acompañante que permaneció inmutable a su orden -Bien madame, pues nos retiraremos hasta la próxima noche. ¿A las once? Un carruaje llego minutos después tras el silbido y el agente y el acompañante se subieron y cerraron tras de sí. Saludaron con la mano y se marcharon para no volver aquella noche.

Punto de vista de John:
El carruaje comenzó a moverse y yo con el en el ajetreo de los hoyos en la tierra al pasar las ruedas por encima. De pronto sentí como iban regresando mis fuerzas, misión se iba haciendo más fija, podía notar el tacto del asiento de cuero con mis dedos, el olor a muerte que había en el interior de aquel carruaje y el sonido de los cascos de los caballos trotar por el bosque. Entonces noté como el lugar donde estábamos se inclinaba hacia uno de los lados y mi cuerpo se desplazaba por la inercia, chocando contra uno de los lados del carruaje. Con el impacto, la puerta se abrió y mi cuerpo salió despedido hacia fuera cayendo sobre la tierra. Jadeé moviéndome, intentando liberarme de las ataduras que me tenían prisionero. Tenía que escapar de allí.