AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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The theatre of tragedy (LE DUE MASCHERE DELLA NOTE) Part.II
Recuerdo del primer mensaje :
La noche teñia de un color distinto... tan diferente que podía distiguirlo sin dificultad, ese ambiente y ese aroma que de vez en cuando llegaba hasta mi guarida en lo más profundo del teatro provocaba en mi el más fino extasis... ese aroma era el de la muerte y la tragedía...
Leviathán Shadow ese maldito cazador que me declaro la guerra el día de ayer, no contaría por la mañana a los cuatro vientos la victoria que nunca le llegará, no importaba cuantos tontos se úniran a su ejercito o cuantos más reclutará él... todos cairán muertos tras el infierno de mis alas negras.
¿Como lo supe?, la respuesta es la más sencilla, un ángel para unos. un fantasma para otros y un demonio para un cazador tiene oidos y ojos hasta por debajo de cada lecho que tenía París y sabiendas de tan distinguida visita de mi estimado enimigo lo primero que debía hacer era ordenar los lujos que esta ocación marcaba a mis tontos administradores para tal cometido como en otras ocasiones realicé mi pliego petitorio...
Un papel con tinta roja fue proporcionado a la administración, para la gente común de esta epoca escribir con ese color era un insulto y para el personal era una amenaza y una advertencia de que el Fantasma de la ópera de París estaba demasiado molesto, independientemente que hoy era una fecha especial, se comemoraba la muerte de quién fuera el primer director de la ópera, el desgraciado Monseuir Erik Destler, una pena tenía talento pero también tenía mucha sed..
Al anochecer, cada trabajador, músico y Bailarina estaban ensayando hasta morir, sabían que de o ser bien actuada, bailada o interpretada mi ópera "Don Juan triunfante" jamás volverían a pisar este o cualquier otro escenario salvo el del cielo oel infierno de acuerdo a su jucio final después de arrastrarles a una muerte poco común y terrible para quién pueda imaginar de que soy capaz.
Subi por entre las sombras que proporcionaba la cupula del techo. entonces supe que todo cuanto había pedido estaba hecho al pie de la letra:
1- Decoraran todo el auditorio incluyendo asientos y mesas de rojo, negro y dorado, algo complicado pero en mi teatro se hacen maravillas.
2-.El candil principla adntro de la sala debe de tener 25 velas, puesto que mi invitado le gusta que todo número termine en cinco (Porcuren atarlo bien tontos)
3- A las siete en punto quiero que las puertas y ventanas sean abiertas, una hora más tarde un tramoyero debera ir a cerrarlas, portando uno de los vestuarios del Don Juan, el personaje principal.
4-No tengan expresiones de angustia o yo se las irè a quitar con un buen susto.
5- El palco numero 5 es mio, aquel que lo ocupe, de mi lugar saldrá... muerto.
6-Recuerden pagarme el día de mañana mi parte de las entradas de esta noche o de lo contrario tendrán que buscar medio personal pasado mañana.
7- Por ultimo ¡Dejen de estar leyendo una y otra vez esta nota mirandose entre los dos con espanto y ponganse a trabajar que hoy tengo visitas!.
La noche teñia de un color distinto... tan diferente que podía distiguirlo sin dificultad, ese ambiente y ese aroma que de vez en cuando llegaba hasta mi guarida en lo más profundo del teatro provocaba en mi el más fino extasis... ese aroma era el de la muerte y la tragedía...
Leviathán Shadow ese maldito cazador que me declaro la guerra el día de ayer, no contaría por la mañana a los cuatro vientos la victoria que nunca le llegará, no importaba cuantos tontos se úniran a su ejercito o cuantos más reclutará él... todos cairán muertos tras el infierno de mis alas negras.
¿Como lo supe?, la respuesta es la más sencilla, un ángel para unos. un fantasma para otros y un demonio para un cazador tiene oidos y ojos hasta por debajo de cada lecho que tenía París y sabiendas de tan distinguida visita de mi estimado enimigo lo primero que debía hacer era ordenar los lujos que esta ocación marcaba a mis tontos administradores para tal cometido como en otras ocasiones realicé mi pliego petitorio...
Un papel con tinta roja fue proporcionado a la administración, para la gente común de esta epoca escribir con ese color era un insulto y para el personal era una amenaza y una advertencia de que el Fantasma de la ópera de París estaba demasiado molesto, independientemente que hoy era una fecha especial, se comemoraba la muerte de quién fuera el primer director de la ópera, el desgraciado Monseuir Erik Destler, una pena tenía talento pero también tenía mucha sed..
Al anochecer, cada trabajador, músico y Bailarina estaban ensayando hasta morir, sabían que de o ser bien actuada, bailada o interpretada mi ópera "Don Juan triunfante" jamás volverían a pisar este o cualquier otro escenario salvo el del cielo oel infierno de acuerdo a su jucio final después de arrastrarles a una muerte poco común y terrible para quién pueda imaginar de que soy capaz.
Subi por entre las sombras que proporcionaba la cupula del techo. entonces supe que todo cuanto había pedido estaba hecho al pie de la letra:
1- Decoraran todo el auditorio incluyendo asientos y mesas de rojo, negro y dorado, algo complicado pero en mi teatro se hacen maravillas.
2-.El candil principla adntro de la sala debe de tener 25 velas, puesto que mi invitado le gusta que todo número termine en cinco (Porcuren atarlo bien tontos)
3- A las siete en punto quiero que las puertas y ventanas sean abiertas, una hora más tarde un tramoyero debera ir a cerrarlas, portando uno de los vestuarios del Don Juan, el personaje principal.
4-No tengan expresiones de angustia o yo se las irè a quitar con un buen susto.
5- El palco numero 5 es mio, aquel que lo ocupe, de mi lugar saldrá... muerto.
6-Recuerden pagarme el día de mañana mi parte de las entradas de esta noche o de lo contrario tendrán que buscar medio personal pasado mañana.
7- Por ultimo ¡Dejen de estar leyendo una y otra vez esta nota mirandose entre los dos con espanto y ponganse a trabajar que hoy tengo visitas!.
El Fantasma de la Ópera de París (Erik Destler)
El campo de batalla lucía tal y como en el pliego, sonreí malicioso con aires de gloria premeditaday desde allí resguarado por una puerta que era de mi exclusiva propiedad exclamé -¡Buen trabajo caballeros!- todos volteron hacia donde se escuchaba el sonido misterioso de mi voz -¡Abran ya las puertas y las ventanas!- de inmediato algunos dejaron lo que tenían en ese momento en sus manos para complacer mis deseos -¡Ya va empezar la función!- dije en tono amenazante desapareciendo al instante por la puerta sin que nadie viera, dirigiendome al camerino de mi estrella principal que aún no arriba para las últimas instrucciones de su ángel musical.
Phantom Nocte- Vampiro Clase Alta
- Mensajes : 321
Fecha de inscripción : 06/12/2011
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: The theatre of tragedy (LE DUE MASCHERE DELLA NOTE) Part.II
Desde mi última - Batalla en el teatro - prefería evitar la ciudad, manteniendome entre los bosques, sin embargo el olor a quemado llegó hasta donde dormitaba meditando, separado en cinco extenciones que es el máximo que puedo lograr estos días...
El incendio podía verse ya desde cualquier punto de la ciudad. Algunas campanas de alerta replicaron con toda su fuerza pidiendo la ayuda de los otros humanos. Me volví una parvada de cuervos para poder percibir mejor, mirar desde todos los angulos y captar los gritos de desesperación, de miedo, de asombro de los humanos.
La ciudad es un crisol de gente de distintos pueblos, predomina el francés ciertamente, pero tambien hay mucha gente del lejano Oriente y de naciones hermanas. Todo mezclado bajo el crisól del terror.
Quería divertirme un poco viendo desde los cielos como los humanos luchaban con lo que llaman "siniestro" inclusive me entran ganas de enfrentarme tambien a ese monstruo de fuego que ahora se esta comiendo el teatro.
Las ganas se tornaron luego en asombro y espanto. Pues lo que no me esperaba era sentir una vez que tuve todos mis ojos sobre el teatro, el pulso claro y poderoso de mi hermano.
- Montaña!
Puedo verlo contemplar las llamas y luego abrirse paso entre las llamas. ¿Que está buscando él ahí? No creo que le muevan los mismos oscuros motivos que me arrastran a mi hasta aqui. Siendo como es Epoch, debe estar intentando salvar a alguien.
¿Pero quien podría querer el salvar de las llamas a no ser su mujer?
- I know you well, you are a part of me...
(* La parvada desciende; cinco aves se posan estratégicamente cerca del teatro en llamas reflejando el ardiente fuego en sus ojillos negros, brillando bajo el manto de la noche)
- I know you better than I know my soul...
No puede ser ella, pues no se separaría de sus cachorros, ni muerta, y no puedo sentir el pulso de los tres ocesnos. Entró ahí solo... al corazón de las llamas. ¿Que clase de ceguera lo posee esta vez?
(* El reverendo es invadido entonces por malos recuerdos, recuerdos que no pertenecen a él, pero que absorbió de sus hermanos muertos... )
Sea como fuere, ahora que me encuentro tan cerca ya del Siniestro Espectáculo, he percibido el aroma a muerte que acompaña a los vampiros. Epoch debe sentirlo tambien. En verdad se arroja como una bestia salvaje. La curiosidad aumenta lo suficiente como para mandar una extención adentro y averigüar de que va esta reunión de cadáveres y qué tiene que ver el Hombre-Oso en todo esto. Presiento que debe ser algo grande...
(* Una de las extenciónes desciende hasta la puerta y entra volando por el lobby evitando las llamas, el resto de H permanece afuera.)
El incendio podía verse ya desde cualquier punto de la ciudad. Algunas campanas de alerta replicaron con toda su fuerza pidiendo la ayuda de los otros humanos. Me volví una parvada de cuervos para poder percibir mejor, mirar desde todos los angulos y captar los gritos de desesperación, de miedo, de asombro de los humanos.
La ciudad es un crisol de gente de distintos pueblos, predomina el francés ciertamente, pero tambien hay mucha gente del lejano Oriente y de naciones hermanas. Todo mezclado bajo el crisól del terror.
Quería divertirme un poco viendo desde los cielos como los humanos luchaban con lo que llaman "siniestro" inclusive me entran ganas de enfrentarme tambien a ese monstruo de fuego que ahora se esta comiendo el teatro.
Las ganas se tornaron luego en asombro y espanto. Pues lo que no me esperaba era sentir una vez que tuve todos mis ojos sobre el teatro, el pulso claro y poderoso de mi hermano.
- Montaña!
Puedo verlo contemplar las llamas y luego abrirse paso entre las llamas. ¿Que está buscando él ahí? No creo que le muevan los mismos oscuros motivos que me arrastran a mi hasta aqui. Siendo como es Epoch, debe estar intentando salvar a alguien.
¿Pero quien podría querer el salvar de las llamas a no ser su mujer?
- I know you well, you are a part of me...
(* La parvada desciende; cinco aves se posan estratégicamente cerca del teatro en llamas reflejando el ardiente fuego en sus ojillos negros, brillando bajo el manto de la noche)
- I know you better than I know my soul...
No puede ser ella, pues no se separaría de sus cachorros, ni muerta, y no puedo sentir el pulso de los tres ocesnos. Entró ahí solo... al corazón de las llamas. ¿Que clase de ceguera lo posee esta vez?
(* El reverendo es invadido entonces por malos recuerdos, recuerdos que no pertenecen a él, pero que absorbió de sus hermanos muertos... )
Sea como fuere, ahora que me encuentro tan cerca ya del Siniestro Espectáculo, he percibido el aroma a muerte que acompaña a los vampiros. Epoch debe sentirlo tambien. En verdad se arroja como una bestia salvaje. La curiosidad aumenta lo suficiente como para mandar una extención adentro y averigüar de que va esta reunión de cadáveres y qué tiene que ver el Hombre-Oso en todo esto. Presiento que debe ser algo grande...
(* Una de las extenciónes desciende hasta la puerta y entra volando por el lobby evitando las llamas, el resto de H permanece afuera.)
Reverend- Cambiante Clase Media
- Mensajes : 125
Fecha de inscripción : 31/10/2010
Re: The theatre of tragedy (LE DUE MASCHERE DELLA NOTE) Part.II
Ahora es el inconsciente que narra los últimos momentos de ese vampiro que una vez deseo con todas fuerzas ser normal y que en busca de aquello toda su realidad se torno bromas, risas y la propia locura que lo acompaña esta noche, aquella noche que le recordaba la anterior cuando su cuerpo yacía reposando en los brazos de la única mujer que supo ver más allá del maquillaje que ahora estaba corrido, la única que no tuvo miedo a su locura....Domine la que yacia cortada de toda aquella anatomía que ese hombre disfruto y amo desde la única noche en que fue suya.
Los ojos estaban perdidos en lo profundo de ese frente que se tornaba cada vez más anaranjado, pero Nigma en su mente veía cientos de girasoles a su alrededor meciendose con el viento, parecía que estaba de nuevo siglos atrás en aquella población que le llamo ereje y que después ardio gracias a sus propias manos, en un trance paracido al de aqellos instantes.
Riddler observa sus manos, sus dedos y el guante se torna carmesi, pero en vez de ver sangre de nuevo aquel mecanismo de defensa le hace creer que la tela que cubre sus manos es terciopelo de intenso color rojo, mismo que le hace sonreir conteniendo las carcajadas pues si las deja ser libres entonces las lágrimas también lo serán -Ella dijo que sonriera- penso -¡Payaso ríe, payaso!- exclamo a la nada y poco a poco uno de esos girasoles se transformo en medio de una danza extraña en la misma Domine que con tentadoras señas le invitaba a ir más allá de donde estaba de pie y fuera de si, despés la vio desvanecer transformandose en su padre que le mandaba de nuevo a aquel manicomnio donde fueron condenados por la inquisición, si, pues no solo había sido el quién termino en la hoguera, recordo que su hermano estaba allí... ¡Escuchaba su llanto! y desesperado le buscaba pero no encontro a nadie más que a Devora implorando.
-¿Amigo?- respondio en medio de aquella hipnosis -Los amigos no mandan matar a lo único que aman- sonrio ampliamente para despúes volcarse en carcajadas -Domine esta muerta- reflexiono un poco- Creo que eso ya lo había dicho... bueno para que quede más claro-vio el arma y en ella el nombre de su amada que estaba grabado, su dedo se separo por un momento del gatillo, acariciando el grabado, entonces alzo la vista y vio de nuevo aquel veraniego paisaje, con su padre en el centro -¡Que haces aqui!- exclamo mientras los cabellos comenzaron a ser desprendidos de la fuerza con que su amo los removía hacia arriba -¡No escondas a esa asesina!- asintio con la cabeza -Era de esperarse, todos son asesinos...- dijo en tono de voz amenazante, como si un monstruo lo hubiese poseído -¡Mueranse idiotas!-comenzo a disparar y en cada tiro una imagen se desvanecía y aparecía otra en su lugar, sus creadores, su padre, su madre, él medico que quería experimentar con su cerebro y el reverendo del pueblo que quería practicar el exorsismo para ver si de casualidad el y su hermano dejaban de declarar que veán el futuro y gente muerta y finalmente volvio a aparecer Devora y contra ella arremetio los dos últimos tiros, sin percatarse que todas las balas bañadas en agua bendita habían sido vaciadas en el abdomen de su oponente -Se fueron- declaro -Finalmente las voces en mi cabeza se fueron- volte a sus espaldas, la ventana estaba rota -¿Una ventana rota en el cielo?- se cuestiono aún en su deliro, sin percatarse que había matado a su socia, que quedo en el escenario que el vagamente veía como el sendero del campo -El señor debe aprender a jugar mejor a la pelota- sorio para si mismo, con sus bromas chuscas de siempre, escalo de nuevo por las escaleras ya rotas y los barandales destrosados que en realidad el veía como enredaderas dentro de su cabeza...Nigma Riddler había perdido el juicio, tanto que ni siquiera se percato que aquellos disparos sin sentido habian parado por que el también lo había hecho.
Todo se mantuvo en silencio y solo su voz monstruosa acompañada de los delirios al ver esa ventana en el cielo azul sin nada que la detuviese eran los protagonistas por leves momentos... Domibe se aomaba por allí coqueteando y mandando besos al aire, el según en su fantasia los veía... eran labios marcados por el carmín que diambulaban por el aire << Ven >> le escucho decir a la que aohra vivia unicamente en su quebrantada realidad, asi salio pisando aquella orilla donde reposaba el marco de aquel vitral, obsrvo que había tanta gente que de pronto aquel campo se volvio un escenario... ese donde siempre soño cantar y en vez de ver panico el podía observar que todos estaban con elegantes vestidos viendole unicamente a él que en vez del frak calcinado aora llevaba el traje de payaso, ese disfraz con el que siempre quizó triunfar en el mundo de la ópera.
Realizo una reverencia hacia todos los puntos donde su mirada captaba esa gente que no estaban gustosos de verle o escucharle sino que querían salvarle y gritaban que se fuera y bajara, que no saltase, el en su mente lo transformaba en apalusos y aclamos, ante esos imaginarios gestos vio al lado suyo la gargola que sonreia y entonces sorio con ella a carcajadas -¡Tu de que te ries!- exclamó -¡Es a mí al que acalaman!- siguió riendo, alzo las manos a sus costados pidiendo silencio, aún perdido en su delirio.
Aclaro la garganta de manera exagerada y entonces allí a plena calle comenzo a cantar, cantaba como si nada estuviese pasando pues dentro de su mundo todo en absoluto era normal:
¡No payaso no soy!
si el rostro es palido
es por verguenza
y furor de venganza
El hombre que reclama sus derechos
y su corazón que sangra
ese hombre quiere sangre para lavar su injuria
¡Oh maldita!
No, ¡Payaso no soy!
¡Soy el imbecil que te ayudo, huerfana de la calle!
casi muerta de hambre
Que te ofrecio la mano, que te ofrecio un nombre
que antes de conocerla te ofrció amor
¡Un amor que era fiebre y locura!
Esperaba en mi ciego delirio
si no amor, piedad o agradecimiento...
¡Pero ella la diste en sacrificio y mi corazón llora!
Tonto de mi que lleno de fe, creía más en ti que en el propio Dios
más solo la ambición y el vicio alberga tu alma negligente
Tú no tienes entrañas, tu única ley son los sentidos
no mereces mi dolor pero ella lo merecía todo
aquella que de mi se enamoro y que muerta esta gracias a tí
¡Meretriz abyecta!
¡Quiero con todo mi desprecio aplastarte con mi pie!
Toda furia de el desaparecio, toda tristesa se esfumo cuando contemplo a Domine entre el público, estaba allí sentada con un hermoso vestido color escalarta, su cabello negro lucia radiante y...el abanico que portaba llevaba un arlequín como decoración, pero el arlequin tenía un agujero en la frente, justo entre sus cejas y miles de cristales comenzaron a deformar el vestido, dejando su silueta que desaparecio después de que la joven inquisidora le aplaudiese de pie y se despidiera con ademán, el color de su piel se hizo liquido, conduciendo su mirada al punto donde estaba su amada muerta, era como un ángel que había caido del cielo pero sin vida, más que la que manaba de su sonrisa y de sus azules orbes que brillaban viendo la nada, recordo entonces todo lo que había sucedido, recordo que con sus propias manos mato a Cynder y después a Devora, la mujer que amo antes de Domine y que de ella había esperado por lo menos esas cosas que decía el aria que interpreto en medio de un París desconcertado que le veía con lágrimas en los ojos, al mismo tiempo que el las derramaba, destruyendo su maquillaje.
Sus ojos se apartaron de los espectadores que ni siquiera estaban vestidos de gala, los llevo a la sala donde jamás hubo un campo sino llamas y al frente en el escenario donde jamás hubo ni la minima parte de aquellas personas que aseguro volvio a ver, observo a todos los que alli adentro no prestaron atención de su canto, que se debatían todavia en una guerra entre la vida y la muerte, entre los aliados de V y The Phantom y al chico rubio que le veía con la misma mirada que los de allá afuera, vio a las espaldas de aquel chico y dijo -Tu me la quitaste-suspiro -Y luego ella me arrebato a lo que más ame- reparo dio su último tiro, guardando una última bala -Nos vemos en el infierno- advirtio a quién decidio darle el tiro de muerte.
Regreso su mirada hacia el cielo estrellado ignorando a la multitud y sus advertencias, por primera vez vio aquel firmamento de la manera más melancolica inimaginablemente posible, más lagrimas brotaron de sus ojos, resbalando lentamente debido a su grosor, de nueva cuenta contemplo a Domine -Mi Domine-Domino- sonrio y solto una carcajada casi forzada -Te... amo- y su risa que se convirtio en una mueca de tristeza, la vista se hizo borrosa de las siguientes lágrimas ue trato inutilmente de contener -¡La comedia!- exclamo hacia la multitud -¡La comedia!- retomo ya en medio de gritos y sollozos -¡Ha terminado!- dejando caer sus últimas lágrimas se puso el arma en el pecho y disparo contra si mismo -¡Oh el amor también mata!- dijo mientras caía con los ojos entrecerrados desde aquella cornisa, sujetandose el pecho con fuerza hasta que el suelo acogio su cuerpo yacido muerto, liberandose para siempre de la locura, el dolor de su vida, la risa fingida, disfraz que ocultaba la tristeza real de un vampiro que se ilusione del mundo como un niño, que creyo ser amado por una mujer y que al encontrar a la correcta igual que su hermano le fue rebatada de la manera más vil por el destino después de haber sido aunque sea por instantes eternamente feliz.
-La locura es también una inteligencia- declaré mientras caía hacia el vacio -La misma inteligencia que te dicta volverte demente para sobrevivir y ser verdaderamente feliz o ser completamente cuerdo para vivir, sufrir y falsamente sonreir- termine de decir cuando el corazón se detuvo, me falto el aire, los ojos se cerraron completamente y las luces del escenario de la vida fueron opacadas por el telón que se corrio para prohibirme hacer reir y actuar de nuevo frente conocidos y desconocidos....
Los ojos estaban perdidos en lo profundo de ese frente que se tornaba cada vez más anaranjado, pero Nigma en su mente veía cientos de girasoles a su alrededor meciendose con el viento, parecía que estaba de nuevo siglos atrás en aquella población que le llamo ereje y que después ardio gracias a sus propias manos, en un trance paracido al de aqellos instantes.
Riddler observa sus manos, sus dedos y el guante se torna carmesi, pero en vez de ver sangre de nuevo aquel mecanismo de defensa le hace creer que la tela que cubre sus manos es terciopelo de intenso color rojo, mismo que le hace sonreir conteniendo las carcajadas pues si las deja ser libres entonces las lágrimas también lo serán -Ella dijo que sonriera- penso -¡Payaso ríe, payaso!- exclamo a la nada y poco a poco uno de esos girasoles se transformo en medio de una danza extraña en la misma Domine que con tentadoras señas le invitaba a ir más allá de donde estaba de pie y fuera de si, despés la vio desvanecer transformandose en su padre que le mandaba de nuevo a aquel manicomnio donde fueron condenados por la inquisición, si, pues no solo había sido el quién termino en la hoguera, recordo que su hermano estaba allí... ¡Escuchaba su llanto! y desesperado le buscaba pero no encontro a nadie más que a Devora implorando.
-¿Amigo?- respondio en medio de aquella hipnosis -Los amigos no mandan matar a lo único que aman- sonrio ampliamente para despúes volcarse en carcajadas -Domine esta muerta- reflexiono un poco- Creo que eso ya lo había dicho... bueno para que quede más claro-vio el arma y en ella el nombre de su amada que estaba grabado, su dedo se separo por un momento del gatillo, acariciando el grabado, entonces alzo la vista y vio de nuevo aquel veraniego paisaje, con su padre en el centro -¡Que haces aqui!- exclamo mientras los cabellos comenzaron a ser desprendidos de la fuerza con que su amo los removía hacia arriba -¡No escondas a esa asesina!- asintio con la cabeza -Era de esperarse, todos son asesinos...- dijo en tono de voz amenazante, como si un monstruo lo hubiese poseído -¡Mueranse idiotas!-comenzo a disparar y en cada tiro una imagen se desvanecía y aparecía otra en su lugar, sus creadores, su padre, su madre, él medico que quería experimentar con su cerebro y el reverendo del pueblo que quería practicar el exorsismo para ver si de casualidad el y su hermano dejaban de declarar que veán el futuro y gente muerta y finalmente volvio a aparecer Devora y contra ella arremetio los dos últimos tiros, sin percatarse que todas las balas bañadas en agua bendita habían sido vaciadas en el abdomen de su oponente -Se fueron- declaro -Finalmente las voces en mi cabeza se fueron- volte a sus espaldas, la ventana estaba rota -¿Una ventana rota en el cielo?- se cuestiono aún en su deliro, sin percatarse que había matado a su socia, que quedo en el escenario que el vagamente veía como el sendero del campo -El señor debe aprender a jugar mejor a la pelota- sorio para si mismo, con sus bromas chuscas de siempre, escalo de nuevo por las escaleras ya rotas y los barandales destrosados que en realidad el veía como enredaderas dentro de su cabeza...Nigma Riddler había perdido el juicio, tanto que ni siquiera se percato que aquellos disparos sin sentido habian parado por que el también lo había hecho.
Todo se mantuvo en silencio y solo su voz monstruosa acompañada de los delirios al ver esa ventana en el cielo azul sin nada que la detuviese eran los protagonistas por leves momentos... Domibe se aomaba por allí coqueteando y mandando besos al aire, el según en su fantasia los veía... eran labios marcados por el carmín que diambulaban por el aire << Ven >> le escucho decir a la que aohra vivia unicamente en su quebrantada realidad, asi salio pisando aquella orilla donde reposaba el marco de aquel vitral, obsrvo que había tanta gente que de pronto aquel campo se volvio un escenario... ese donde siempre soño cantar y en vez de ver panico el podía observar que todos estaban con elegantes vestidos viendole unicamente a él que en vez del frak calcinado aora llevaba el traje de payaso, ese disfraz con el que siempre quizó triunfar en el mundo de la ópera.
Realizo una reverencia hacia todos los puntos donde su mirada captaba esa gente que no estaban gustosos de verle o escucharle sino que querían salvarle y gritaban que se fuera y bajara, que no saltase, el en su mente lo transformaba en apalusos y aclamos, ante esos imaginarios gestos vio al lado suyo la gargola que sonreia y entonces sorio con ella a carcajadas -¡Tu de que te ries!- exclamó -¡Es a mí al que acalaman!- siguió riendo, alzo las manos a sus costados pidiendo silencio, aún perdido en su delirio.
Aclaro la garganta de manera exagerada y entonces allí a plena calle comenzo a cantar, cantaba como si nada estuviese pasando pues dentro de su mundo todo en absoluto era normal:
¡No payaso no soy!
si el rostro es palido
es por verguenza
y furor de venganza
El hombre que reclama sus derechos
y su corazón que sangra
ese hombre quiere sangre para lavar su injuria
¡Oh maldita!
No, ¡Payaso no soy!
¡Soy el imbecil que te ayudo, huerfana de la calle!
casi muerta de hambre
Que te ofrecio la mano, que te ofrecio un nombre
que antes de conocerla te ofrció amor
¡Un amor que era fiebre y locura!
Esperaba en mi ciego delirio
si no amor, piedad o agradecimiento...
¡Pero ella la diste en sacrificio y mi corazón llora!
Tonto de mi que lleno de fe, creía más en ti que en el propio Dios
más solo la ambición y el vicio alberga tu alma negligente
Tú no tienes entrañas, tu única ley son los sentidos
no mereces mi dolor pero ella lo merecía todo
aquella que de mi se enamoro y que muerta esta gracias a tí
¡Meretriz abyecta!
¡Quiero con todo mi desprecio aplastarte con mi pie!
Sus ojos se apartaron de los espectadores que ni siquiera estaban vestidos de gala, los llevo a la sala donde jamás hubo un campo sino llamas y al frente en el escenario donde jamás hubo ni la minima parte de aquellas personas que aseguro volvio a ver, observo a todos los que alli adentro no prestaron atención de su canto, que se debatían todavia en una guerra entre la vida y la muerte, entre los aliados de V y The Phantom y al chico rubio que le veía con la misma mirada que los de allá afuera, vio a las espaldas de aquel chico y dijo -Tu me la quitaste-suspiro -Y luego ella me arrebato a lo que más ame- reparo dio su último tiro, guardando una última bala -Nos vemos en el infierno- advirtio a quién decidio darle el tiro de muerte.
Regreso su mirada hacia el cielo estrellado ignorando a la multitud y sus advertencias, por primera vez vio aquel firmamento de la manera más melancolica inimaginablemente posible, más lagrimas brotaron de sus ojos, resbalando lentamente debido a su grosor, de nueva cuenta contemplo a Domine -Mi Domine-Domino- sonrio y solto una carcajada casi forzada -Te... amo- y su risa que se convirtio en una mueca de tristeza, la vista se hizo borrosa de las siguientes lágrimas ue trato inutilmente de contener -¡La comedia!- exclamo hacia la multitud -¡La comedia!- retomo ya en medio de gritos y sollozos -¡Ha terminado!- dejando caer sus últimas lágrimas se puso el arma en el pecho y disparo contra si mismo -¡Oh el amor también mata!- dijo mientras caía con los ojos entrecerrados desde aquella cornisa, sujetandose el pecho con fuerza hasta que el suelo acogio su cuerpo yacido muerto, liberandose para siempre de la locura, el dolor de su vida, la risa fingida, disfraz que ocultaba la tristeza real de un vampiro que se ilusione del mundo como un niño, que creyo ser amado por una mujer y que al encontrar a la correcta igual que su hermano le fue rebatada de la manera más vil por el destino después de haber sido aunque sea por instantes eternamente feliz.
-La locura es también una inteligencia- declaré mientras caía hacia el vacio -La misma inteligencia que te dicta volverte demente para sobrevivir y ser verdaderamente feliz o ser completamente cuerdo para vivir, sufrir y falsamente sonreir- termine de decir cuando el corazón se detuvo, me falto el aire, los ojos se cerraron completamente y las luces del escenario de la vida fueron opacadas por el telón que se corrio para prohibirme hacer reir y actuar de nuevo frente conocidos y desconocidos....
Nigma Riddler- Vampiro Clase Alta
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Re: The theatre of tragedy (LE DUE MASCHERE DELLA NOTE) Part.II
V le dijo al viejo cazador saliera de ahí en cuanto se asegurara que la vampiresa salía al escenario sin incovenientes o contratiempos... y así lo hizo, si se podía decir que Solomon se había vuelto loco, que después de matar y jurar exterminar a seres como ella ahora le estaba cuidando la espalda con la habilidades que parecía hacía tiempo no dejaba ver a simple vista ya pbligado por su edad.
Pero ahora el tenía un motivo y un nuevo caso a resolver ¿Quién era esa joven y porque el parecido con su difunta esposa Anne? y es que no podía evitar hacerse esa pregunta, puesto que cada vez que le veía a los ojos le veía a ella, el gran amor de su vida, penso en cientos de opciones mientras se aseguraba que la joven saliera al escenario sin obstaculos o peligros, ninguna de todas aquellas ideas que le vinieron a la mente fueron lo suficientemente creibles y sobre todo faltas de lógica.
Así pues prefirio olvidar todo y buscar el carroaje que se le había indicado -Dos caballos negros y una carrosa parecida a las utilizadas en los sepelios- repetía para si las palabras que aquel enmascarado del cual aún teia sus sopechas le había mencionado justo antes de dejarle en el camerino de la doncella.
Buscaba por las aceeras cercanas pero nda resultaba, había transportes pero ninguno con esas caracteristicas frente al teatro -¿Donde lo pudo haber puesto?- penso con calma mientras acariciba su pequella y delgada barba castalla, escuchando el canto de la joven fue cmo se pudo concentrar, centrandose en un lugar oculto, era más que claro que siendo ese enmascarado el aparente enemigo tuviera que llegar de la manera acostumbrada, aunque recordando todo con lujo de detalle pudo vislumbrar en su mente el carruaje con el que llego acompañado de ese misterioso cazador, Solomon al recordar, golpeteo su cabeza con la palma de su mano y continuo ese sendero que le llebava por detrás del recinto aristico.
No muy a lo lejos escucho el relincho de los dos caballo que tiraba al frente y el carruaje negro y brillante como el charol de los zapatos de trajes de gala, la calle estaba desolada, nadie más habitaba allí, ni siquiera un alma en pena, todos estaban alli adentro esperando el trágico accidente que depararía ese año en la ópera más importante para el faslso fantasma de París.
Paso un tiempo considerable y nada sucedia, todo marchaba tranquilo -Quizás simplemnte no lo hará- penso dentro de si es voz que le decía que algo más pasaría, entonces inuieto volteaba a ver a diversas direcciones, tomando y dejando las riendas de los caballos, hasta que finalmente un estallido y elruido de cristales rotos interrumpieron la quietud que obligaba a Vasari sumirse en sus propios pensamientos y dudas que habían surgido tras el encuentro de la vampiresa, se alerto cada vez sobre todo cuando los gritos se hicieron mayores, el humo comenzaba a salir por donde hubiese aunque sea un pequeño hueco y después dirigiendo su cansada mirada castaña hacia arriba se percato que un fuego terrible ya estaba en marcha consumiendo el teatro, entonces recordo que esa noche estarían todos con los que hablo el dia anterior en la catedral, pendiente que acrecento sobre su bienestar cuando disparos sin sentido comenzaron a anunciar su llegada a la violencia y a la matanza.
Solomon desesperado intento penetrar el recinto pero sus fuerzas ya no eran las de un joven, que probablemente la inteligencia si le habría dado una posible solución al problema de las ventas y salidas se lladas pero también se puso a pensar en V y en la joven -¿Y si me necesitan al frente?- se realizo la pregunta y sin pensarlo más tomo a los caballos haciendoloes galopar rápidamente hacia la ssalida principal de donde un hombre maduro salio corriendo, deseo poder entrar pero otro sujeto termino por romper aquellas puertas y parecia que detrás de si venían cuervos que algo buscaban en su interior -Cambiaformas seguramente,- aseguro en voz baja y antes de que prestara más atención a los dtalles que habian sucedido durante su espera, como los lamentos, los gritos, la mujer arrojada a la calle y el incendio multiplicandose vio que en el techo una sombra se dirigía en dirección a él, llevaba a alguién en brazos -¡He por aquí!- exclamo llamando su atención percatandose que a quien llevaba en brzaos era la misma vampiresa... ¿Que había pasado?.
Pero ahora el tenía un motivo y un nuevo caso a resolver ¿Quién era esa joven y porque el parecido con su difunta esposa Anne? y es que no podía evitar hacerse esa pregunta, puesto que cada vez que le veía a los ojos le veía a ella, el gran amor de su vida, penso en cientos de opciones mientras se aseguraba que la joven saliera al escenario sin obstaculos o peligros, ninguna de todas aquellas ideas que le vinieron a la mente fueron lo suficientemente creibles y sobre todo faltas de lógica.
Así pues prefirio olvidar todo y buscar el carroaje que se le había indicado -Dos caballos negros y una carrosa parecida a las utilizadas en los sepelios- repetía para si las palabras que aquel enmascarado del cual aún teia sus sopechas le había mencionado justo antes de dejarle en el camerino de la doncella.
Buscaba por las aceeras cercanas pero nda resultaba, había transportes pero ninguno con esas caracteristicas frente al teatro -¿Donde lo pudo haber puesto?- penso con calma mientras acariciba su pequella y delgada barba castalla, escuchando el canto de la joven fue cmo se pudo concentrar, centrandose en un lugar oculto, era más que claro que siendo ese enmascarado el aparente enemigo tuviera que llegar de la manera acostumbrada, aunque recordando todo con lujo de detalle pudo vislumbrar en su mente el carruaje con el que llego acompañado de ese misterioso cazador, Solomon al recordar, golpeteo su cabeza con la palma de su mano y continuo ese sendero que le llebava por detrás del recinto aristico.
No muy a lo lejos escucho el relincho de los dos caballo que tiraba al frente y el carruaje negro y brillante como el charol de los zapatos de trajes de gala, la calle estaba desolada, nadie más habitaba allí, ni siquiera un alma en pena, todos estaban alli adentro esperando el trágico accidente que depararía ese año en la ópera más importante para el faslso fantasma de París.
Paso un tiempo considerable y nada sucedia, todo marchaba tranquilo -Quizás simplemnte no lo hará- penso dentro de si es voz que le decía que algo más pasaría, entonces inuieto volteaba a ver a diversas direcciones, tomando y dejando las riendas de los caballos, hasta que finalmente un estallido y elruido de cristales rotos interrumpieron la quietud que obligaba a Vasari sumirse en sus propios pensamientos y dudas que habían surgido tras el encuentro de la vampiresa, se alerto cada vez sobre todo cuando los gritos se hicieron mayores, el humo comenzaba a salir por donde hubiese aunque sea un pequeño hueco y después dirigiendo su cansada mirada castaña hacia arriba se percato que un fuego terrible ya estaba en marcha consumiendo el teatro, entonces recordo que esa noche estarían todos con los que hablo el dia anterior en la catedral, pendiente que acrecento sobre su bienestar cuando disparos sin sentido comenzaron a anunciar su llegada a la violencia y a la matanza.
Solomon desesperado intento penetrar el recinto pero sus fuerzas ya no eran las de un joven, que probablemente la inteligencia si le habría dado una posible solución al problema de las ventas y salidas se lladas pero también se puso a pensar en V y en la joven -¿Y si me necesitan al frente?- se realizo la pregunta y sin pensarlo más tomo a los caballos haciendoloes galopar rápidamente hacia la ssalida principal de donde un hombre maduro salio corriendo, deseo poder entrar pero otro sujeto termino por romper aquellas puertas y parecia que detrás de si venían cuervos que algo buscaban en su interior -Cambiaformas seguramente,- aseguro en voz baja y antes de que prestara más atención a los dtalles que habian sucedido durante su espera, como los lamentos, los gritos, la mujer arrojada a la calle y el incendio multiplicandose vio que en el techo una sombra se dirigía en dirección a él, llevaba a alguién en brazos -¡He por aquí!- exclamo llamando su atención percatandose que a quien llevaba en brzaos era la misma vampiresa... ¿Que había pasado?.
Solomon Vasari- Cazador Clase Alta
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Re: The theatre of tragedy (LE DUE MASCHERE DELLA NOTE) Part.II
El lugar ya estaba en ruinas, el fantasma se había esfumado en medio de esa densa neblina y alli a mis pies tenía la decisión de una vida.
Aquella vampiresa se encontraba inconsciente debido a aquellos que les habían dado muerte, ¿Quién eran esos seres?, por su sufrir, aquellos eran sus creadores o sus amantes de acuerdo a mi deducir, esa jaoven ya tenía ganas de vivir y menos ahora que a su despertar a ellos jamás los volveria a contemplar y a ella nadie le iba amar, podría muchas cosas reprochar si le salvaba y le sacaba de aquel lugar pero por el otro lado me sentiria sucio si con su muerte y su sangre me iba a bañar.
Las decisiones solo se toman una vez y muchas pueden rectificarse después si es que una oportunidad se presta y si todo se arriesga.
Todo era una guerra, mi plan así no era, de no ser la temida Devora... aquella mujer malsana que a desdenes me mataba en ese pasado que había dejado ya enterrado otro el descelance de este capitúlo sería narrado.
Tantas injusticias, tantas muertes, tantos calcinados inocentes y solo por la ambición que en ella nació, Devora seguia arruinando mi camino trazado,volteando hacia arriba contemple las vigas, aquel falso puente podría caer de repente y entonces quel fuego inminente terminaria por dar muerte a la que estaba al pie de mis botines -¿Salvarle de nuevo?- pense -¿Que gano con eso?- reafirme -No lo se- me conteste, más de pronto la respueste vino a mi cerebro y la voz que escuche anoche volvia a decirme el secreto.
-Debo salvarla- comente con inspirado acento y entoces esperando el momento, en medio de aquel tormento y sufrimiento, tome su cuerpo entre mis brazos y fue en medio de los balazos que salí por los camerinos, en aquel atajo que el fantasma olvido cerrar pues de mí otra cosa esperaba.
Quería retornar y regresar, a mi gente salvar pero la guerra para nosotros ya estaba por lo menos algo ganada y la batalla entre bandos estaba casi acabada, mire a la joven que en mi pecho reposaba, estaba agotada como para que me acompañara hasta el carroaje donde Vasari me esperaba.
Escucho las ruedas del coche, la silueta del caballo aparece en medio de la densidad de la noche, aquella dominaba más en la parte de atrás, donde nadie me escucho llegar y donde nadie nos vería marchar, de los caballos podía escuchar su galopar lento y sigiloso como era de esperar -Bien hecho Vasari- le felicite al instante en que la luz le vislumbro, mostrandome el asombro en que se sumió cuando a la chica insconciente vio -Se desvaneció- repare y entonces hacia la puerta de ese vehiculo camine, abriendola con dificultades, a la joven acomode mientras a aquel cazador le llame -Necesito que vayas adentro, no debes ver donde queda el lugar a donde los llevaré- asentí con aquella máscara que a pasar del frazo se mostraba sonriente ante aquel cazador desconfiado -Yo no queria llegar a esos extremos pero el fantasma a escapado y es el único lugar donde ni a ella ni a ti a de encontrarlos- extendi mi mano señalando el interior del carruaje -Espero el haya dado mi recado y que los envie justo a la corte de los milagros- pense refiriendome a otro aliado mientras mis ojos regresaban al recinto incendiado, retorne mi mirada al frente sin darme cuenta Solomon había entrado, viendo a aquella joven de un modo extraño, como un padre ve a un hijo que perdió y a encontrado, mire la escena por leves instantes cerrando despacio la puerta del carruaje.
Despacio volvi al puesto del conductor, observando por última vez lo que mi plan fallido acasiono, ordene al caballo que avanzara -De acuerdo,asi lo quisiste fantasma esta vez habrá una creciente venganza.... moriremos los dos- amenace mientras rezaba por los caidos de esta ocasión y pornto a todo galope nos alejamos de aquel camino de Dios....
Aquella vampiresa se encontraba inconsciente debido a aquellos que les habían dado muerte, ¿Quién eran esos seres?, por su sufrir, aquellos eran sus creadores o sus amantes de acuerdo a mi deducir, esa jaoven ya tenía ganas de vivir y menos ahora que a su despertar a ellos jamás los volveria a contemplar y a ella nadie le iba amar, podría muchas cosas reprochar si le salvaba y le sacaba de aquel lugar pero por el otro lado me sentiria sucio si con su muerte y su sangre me iba a bañar.
Las decisiones solo se toman una vez y muchas pueden rectificarse después si es que una oportunidad se presta y si todo se arriesga.
Todo era una guerra, mi plan así no era, de no ser la temida Devora... aquella mujer malsana que a desdenes me mataba en ese pasado que había dejado ya enterrado otro el descelance de este capitúlo sería narrado.
Tantas injusticias, tantas muertes, tantos calcinados inocentes y solo por la ambición que en ella nació, Devora seguia arruinando mi camino trazado,volteando hacia arriba contemple las vigas, aquel falso puente podría caer de repente y entonces quel fuego inminente terminaria por dar muerte a la que estaba al pie de mis botines -¿Salvarle de nuevo?- pense -¿Que gano con eso?- reafirme -No lo se- me conteste, más de pronto la respueste vino a mi cerebro y la voz que escuche anoche volvia a decirme el secreto.
-Debo salvarla- comente con inspirado acento y entoces esperando el momento, en medio de aquel tormento y sufrimiento, tome su cuerpo entre mis brazos y fue en medio de los balazos que salí por los camerinos, en aquel atajo que el fantasma olvido cerrar pues de mí otra cosa esperaba.
Quería retornar y regresar, a mi gente salvar pero la guerra para nosotros ya estaba por lo menos algo ganada y la batalla entre bandos estaba casi acabada, mire a la joven que en mi pecho reposaba, estaba agotada como para que me acompañara hasta el carroaje donde Vasari me esperaba.
Escucho las ruedas del coche, la silueta del caballo aparece en medio de la densidad de la noche, aquella dominaba más en la parte de atrás, donde nadie me escucho llegar y donde nadie nos vería marchar, de los caballos podía escuchar su galopar lento y sigiloso como era de esperar -Bien hecho Vasari- le felicite al instante en que la luz le vislumbro, mostrandome el asombro en que se sumió cuando a la chica insconciente vio -Se desvaneció- repare y entonces hacia la puerta de ese vehiculo camine, abriendola con dificultades, a la joven acomode mientras a aquel cazador le llame -Necesito que vayas adentro, no debes ver donde queda el lugar a donde los llevaré- asentí con aquella máscara que a pasar del frazo se mostraba sonriente ante aquel cazador desconfiado -Yo no queria llegar a esos extremos pero el fantasma a escapado y es el único lugar donde ni a ella ni a ti a de encontrarlos- extendi mi mano señalando el interior del carruaje -Espero el haya dado mi recado y que los envie justo a la corte de los milagros- pense refiriendome a otro aliado mientras mis ojos regresaban al recinto incendiado, retorne mi mirada al frente sin darme cuenta Solomon había entrado, viendo a aquella joven de un modo extraño, como un padre ve a un hijo que perdió y a encontrado, mire la escena por leves instantes cerrando despacio la puerta del carruaje.
Despacio volvi al puesto del conductor, observando por última vez lo que mi plan fallido acasiono, ordene al caballo que avanzara -De acuerdo,asi lo quisiste fantasma esta vez habrá una creciente venganza.... moriremos los dos- amenace mientras rezaba por los caidos de esta ocasión y pornto a todo galope nos alejamos de aquel camino de Dios....
Leviathán Shadow- Condenado/Vampiro/Clase Alta
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Re: The theatre of tragedy (LE DUE MASCHERE DELLA NOTE) Part.II
El brujo que le había encomendado Devora ni siquiera aparecía por su camino, era como si la tierra se hubiese encargado de desaparecerlo, el brujo estaba desentendido de todo aquello que acontesía en la sala y lo que pasaba más alla, pero podía deducir el y sus dos partes que todo marchaba de acuerdo al plan, cosa que aseguro aún más cuando las balas emepezaron a caer en direcciones contrarias, pensaba que quizás sería un enfrentamiento entre los cazadores del bando de uno y los asesinos de la vampiresa, ignoro y siguió su marcha, intentando encontrar a ese hombre que jamás le había visto, igul que a los demás pero a diferencia de los otros este era mago como él y ni siquiera ninguna de sus dos caras se acordaba haberle visto por aquellos parajes.
Camino por entre los pasillos ya destrozados, quemados y calcinados, ermás que notorio los cadaveres asfixiados, muchos de ellos con un rostro que es mejor no describir y dejarlo al juicio de la imaginación, por una parte, lacara del ángel se revolcaba de oidio y quería morir al ver todo lo que se había ocasionado y hasta donde el odio de dos personas se había llevado a París entre ellos, era una marca que a toda una nación le sería imposible borrar y que solo V podía reparar o levantar a los hombres y a las criaturas de buena voluntad dentro de cada estirpe en contra de los villanos que siguen intentado usar las reglas pasadas -Debería darte verguenza-comento la voz amable aunque afligida -¡Mira lo que has hecho!, en vez de buscar a un inocente que intenta ayudar a una causa en la que tu y yo sabemos que es noble te hubieras puesto a socorrer a tods estos hombres y mujeres ¡Que decir niños! que han muerto sin saber que ocurrio- su voz le regañaba, entonces a menudo los pasos se detenían y se agachaba para cruzar los brozs a algunos difuntos que terminaron de cara al techo, seguido de esto negaba con la cabeza y seguía caminando hasta llegar al punto donde toda la batallas se llevaba acabo y también alli ya habia muertos, calcinados y balaceados, la inquisidora de su grupo y estaba muerta en la explanada, lo sabía por el ventanal roto que podía ver desde la planta baja y el birllo de los pequeños cristalees que eran encendidos por el anaranjado de las paredes, de las telas y de las buitacas destrozadas -¡Te lo dije!- reparo la otra voz -En vez de estar dando la bendición a cada estupido intrometido que veías en el piso, hubieras venido a matar gente aquí- replico el lado oscuro y perverso de Zeus -Ahora observa la inquisidora muerta, dos clacinados, un perro moribundo, si hubieras prestado atención y me hubiras hecho caso a mí ¡La mejor parte de ti!, hubieras saciado esos deseos y nadie sabía quién fue, ¡Eres debil, idiota!-escucho en su cabeza y esa misma voz dijo tranquilamente -Sin embargo puesto que yo soy más listo que tú y que el otro puritano aún puedes hacer de las tuyas... que tal con el joven cobarde que lloriquea allá- los ojos del mago se posaron donde se encontraba ese hombre mencionado, era joven y de buen ver, perfecto blanco para un asesino como lo és Zeus -No lo sé- respondió su verdadero yo mientras metia la mano en su bolsillo -Que la moneda lo decida- entonces lanzo el franco dejandolo todo a la suerte, la cara cayo en el lado en que para la victima su suerte estaba frustrada -Lo matare entonces- su lado oscuro celebro ante aquella decisión mientras que el otro se estremecio y decidio ocultarse, opacado por el lado dominante -Si anda hazlo, ¡Divirtamonos y matalo!- seguido por esto se dirgio al punto donde esa telaraña de gente estaba dramatizando la agonía de uno de ellos, sonrio malevolo, haciendo muecas con la boca, cargo su revolver y se acerco despacio ignorando por completo lo que sucedia en otros lados -¿Sufres cierto?- hablo el perverso -Tengo una pequeña solución para ti... ¿Que te parece si te vuelo la cabeza y paras de llorar?- juguetaba con el pelo del joven sin tocarlo, simplemente bastaba el cañon de la pistola para ello -No tiembles, es solo una simple pistola, ¿Que mal puede hacerte?- pregunto en medio del sarcasmo -Nada... de acuerdo te mata y ya pero eso te ayuda a dejar de tensarte y temblar como un corderillo en el matadero-suspiro -Sabes amigo te atravesaste en un mal momento... yo no quiero... pero... los otros dos me hicieron enfadar es fastidioso tener que estar con ellos en el mismo cuerpo intentando usurpar mi lugar y para desquitarme necesito matar a alguién- preparo el gatillo mientras sonreia pero su atención se devio cuando ese loco quizás menos desiquilibrado que él se acerco con lagrimas en mos ojos y fuera de si -La matará- respondio la voz dulce -Ya lo vi ¿Pero como lo detengo, soy muy debil, él lo dijo... ni siquiera puedo defender a la mujer que pretendo- se lamentó el que quedaba en medio -No empiecen con riduculeses, dejen que la maten, sera divertido- comento el sadico que llevaba las riendas y fue ese mismo quién sin quitar el dedo de gatillo y el arma de la cabeza del muchacho que contemplo con placer como Devora fue asesinada por su propio socio, el que todos techaban de lunatico y debil, el que creyeron era inofensivo si sus voces se lo dictaban -Espero que se guarden su dolor- siguio la perversidad hablando mientras reia de forma discreta -¿Ahora en que estaba?... ¡Ya recuerdo!- regreso su mirada hacia el joven que mantenía de espaldas ignorando el descenlace de Devora y de lo que hacia Nigma.
Un canto volvio a interrumpirle, por instantes regrason los dos melancolicos hombres que habitaban dentro del mago -Cursilerias- replicaba en voz alta como los otros dos instantes antes y al voltear y ver que los últimos comentarios iban dirigidos hacia él de inmediato los tres sujetos emepzaron a debatir -¡No lo mates, ni lo odies, esta enfermo.. salvalo, salvalo!- decia angelical y conpasivamente -¡No le hagas caso a este bueno para nada vamos a matarlo, es más yo te estoy incluyendo en esto no como el egocentrico del buen Zeus, vamos a matarlo...!- le incitaba la oscuridad -Yo....yo... no se- respondio el de en medio -Que la moneda lo decida- volvio su moneda de nuevo -¡Ya sabes lo que pasará...saldrá la misma cara, no te acuerdas que así la creaste para manipular siempre tu suerte a tu favor!... no lo hagas solo matmoslo y ya, incluso no esuchas que te acusa del amante de la bruja esa....¡Matemoslo!- volvio a incistir su voz -Yo no- respondio el de verdad, titubeante mientras escuchaba las otras voces discutir en su cabeza, mismas que no le dejaban pensar hasta que los tres pararon, el verdadero se empezo a quejar de dolor mientras que el lado inocente comenzo a llorar de miedo que se transformo en el monstruo que maldecía a los cuatro vientos al payaso que ya se habia suicidado por amor -Maldición- susurro mientras se tocaba el abdomen, la bala le habia atravesado de lado a lado saliendo de su cuerpo, de inmediato la sangre comenzo a brotarle de la boca, incandose en el piso, volviendo cada vez más, manchando el piso de carmín, el mundo le daba vueltas y para donde quiera que mirase veía colores y cuando quizó ver hacia donde estaba su presa, los parpados le pasaron, la visión se hixo borrosa y los tres se rindieron recostados en un charco de sangre.
Camino por entre los pasillos ya destrozados, quemados y calcinados, ermás que notorio los cadaveres asfixiados, muchos de ellos con un rostro que es mejor no describir y dejarlo al juicio de la imaginación, por una parte, lacara del ángel se revolcaba de oidio y quería morir al ver todo lo que se había ocasionado y hasta donde el odio de dos personas se había llevado a París entre ellos, era una marca que a toda una nación le sería imposible borrar y que solo V podía reparar o levantar a los hombres y a las criaturas de buena voluntad dentro de cada estirpe en contra de los villanos que siguen intentado usar las reglas pasadas -Debería darte verguenza-comento la voz amable aunque afligida -¡Mira lo que has hecho!, en vez de buscar a un inocente que intenta ayudar a una causa en la que tu y yo sabemos que es noble te hubieras puesto a socorrer a tods estos hombres y mujeres ¡Que decir niños! que han muerto sin saber que ocurrio- su voz le regañaba, entonces a menudo los pasos se detenían y se agachaba para cruzar los brozs a algunos difuntos que terminaron de cara al techo, seguido de esto negaba con la cabeza y seguía caminando hasta llegar al punto donde toda la batallas se llevaba acabo y también alli ya habia muertos, calcinados y balaceados, la inquisidora de su grupo y estaba muerta en la explanada, lo sabía por el ventanal roto que podía ver desde la planta baja y el birllo de los pequeños cristalees que eran encendidos por el anaranjado de las paredes, de las telas y de las buitacas destrozadas -¡Te lo dije!- reparo la otra voz -En vez de estar dando la bendición a cada estupido intrometido que veías en el piso, hubieras venido a matar gente aquí- replico el lado oscuro y perverso de Zeus -Ahora observa la inquisidora muerta, dos clacinados, un perro moribundo, si hubieras prestado atención y me hubiras hecho caso a mí ¡La mejor parte de ti!, hubieras saciado esos deseos y nadie sabía quién fue, ¡Eres debil, idiota!-escucho en su cabeza y esa misma voz dijo tranquilamente -Sin embargo puesto que yo soy más listo que tú y que el otro puritano aún puedes hacer de las tuyas... que tal con el joven cobarde que lloriquea allá- los ojos del mago se posaron donde se encontraba ese hombre mencionado, era joven y de buen ver, perfecto blanco para un asesino como lo és Zeus -No lo sé- respondió su verdadero yo mientras metia la mano en su bolsillo -Que la moneda lo decida- entonces lanzo el franco dejandolo todo a la suerte, la cara cayo en el lado en que para la victima su suerte estaba frustrada -Lo matare entonces- su lado oscuro celebro ante aquella decisión mientras que el otro se estremecio y decidio ocultarse, opacado por el lado dominante -Si anda hazlo, ¡Divirtamonos y matalo!- seguido por esto se dirgio al punto donde esa telaraña de gente estaba dramatizando la agonía de uno de ellos, sonrio malevolo, haciendo muecas con la boca, cargo su revolver y se acerco despacio ignorando por completo lo que sucedia en otros lados -¿Sufres cierto?- hablo el perverso -Tengo una pequeña solución para ti... ¿Que te parece si te vuelo la cabeza y paras de llorar?- juguetaba con el pelo del joven sin tocarlo, simplemente bastaba el cañon de la pistola para ello -No tiembles, es solo una simple pistola, ¿Que mal puede hacerte?- pregunto en medio del sarcasmo -Nada... de acuerdo te mata y ya pero eso te ayuda a dejar de tensarte y temblar como un corderillo en el matadero-suspiro -Sabes amigo te atravesaste en un mal momento... yo no quiero... pero... los otros dos me hicieron enfadar es fastidioso tener que estar con ellos en el mismo cuerpo intentando usurpar mi lugar y para desquitarme necesito matar a alguién- preparo el gatillo mientras sonreia pero su atención se devio cuando ese loco quizás menos desiquilibrado que él se acerco con lagrimas en mos ojos y fuera de si -La matará- respondio la voz dulce -Ya lo vi ¿Pero como lo detengo, soy muy debil, él lo dijo... ni siquiera puedo defender a la mujer que pretendo- se lamentó el que quedaba en medio -No empiecen con riduculeses, dejen que la maten, sera divertido- comento el sadico que llevaba las riendas y fue ese mismo quién sin quitar el dedo de gatillo y el arma de la cabeza del muchacho que contemplo con placer como Devora fue asesinada por su propio socio, el que todos techaban de lunatico y debil, el que creyeron era inofensivo si sus voces se lo dictaban -Espero que se guarden su dolor- siguio la perversidad hablando mientras reia de forma discreta -¿Ahora en que estaba?... ¡Ya recuerdo!- regreso su mirada hacia el joven que mantenía de espaldas ignorando el descenlace de Devora y de lo que hacia Nigma.
Un canto volvio a interrumpirle, por instantes regrason los dos melancolicos hombres que habitaban dentro del mago -Cursilerias- replicaba en voz alta como los otros dos instantes antes y al voltear y ver que los últimos comentarios iban dirigidos hacia él de inmediato los tres sujetos emepzaron a debatir -¡No lo mates, ni lo odies, esta enfermo.. salvalo, salvalo!- decia angelical y conpasivamente -¡No le hagas caso a este bueno para nada vamos a matarlo, es más yo te estoy incluyendo en esto no como el egocentrico del buen Zeus, vamos a matarlo...!- le incitaba la oscuridad -Yo....yo... no se- respondio el de en medio -Que la moneda lo decida- volvio su moneda de nuevo -¡Ya sabes lo que pasará...saldrá la misma cara, no te acuerdas que así la creaste para manipular siempre tu suerte a tu favor!... no lo hagas solo matmoslo y ya, incluso no esuchas que te acusa del amante de la bruja esa....¡Matemoslo!- volvio a incistir su voz -Yo no- respondio el de verdad, titubeante mientras escuchaba las otras voces discutir en su cabeza, mismas que no le dejaban pensar hasta que los tres pararon, el verdadero se empezo a quejar de dolor mientras que el lado inocente comenzo a llorar de miedo que se transformo en el monstruo que maldecía a los cuatro vientos al payaso que ya se habia suicidado por amor -Maldición- susurro mientras se tocaba el abdomen, la bala le habia atravesado de lado a lado saliendo de su cuerpo, de inmediato la sangre comenzo a brotarle de la boca, incandose en el piso, volviendo cada vez más, manchando el piso de carmín, el mundo le daba vueltas y para donde quiera que mirase veía colores y cuando quizó ver hacia donde estaba su presa, los parpados le pasaron, la visión se hixo borrosa y los tres se rindieron recostados en un charco de sangre.
Zeus Di Lyon- Hechicero Clase Media
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Fecha de inscripción : 28/10/2012
Re: The theatre of tragedy (LE DUE MASCHERE DELLA NOTE) Part.II
¿Porque era que temblaba? ¿Porque?, no sabía si era por todo lo que vi en aquellos instantes en que Montserrat parecio lamentarse a tal grado que llego a dolerme aun más las heridas que yo pensaba estaban cerradas o quizás podia ser que sintiera la culpa de ver a Alex inconsciente por el miedo, ese que siempre me domina, ese que me llena de ideas la cabeza haciendome creer que fallaré o que veré en lugar de mi oponente esa sombra que me a acosado hasta el momento, tampoco descaraba la idea de aquel revolver que permanecía inquieto entre mis cabellos, sintiendo como me se erizaban literalmente hablando, las mamos trasnpiraba aun más de lo normal y mis dedos jugaban entre ellos al ritmo de la desesperación y la impaciencia de aquellos instantes.
Podía sentir también pequeñas arrugas en mi frente producto de mi angustia contenida, queria volver a gritar, queria patearme a mismos quería que tantas cosas vinieran a mi en esos momentos y que otras se fueran para liberarme y respirar en ansiada paz que por más que la deseaba nunca llegaba, ni porque diera vueltas entre las sabans blancas del hotel donde me hospedaba ni aqui donde todo era una caldera, un sepulcro como el que Tobías queria cabarme.
Tobias, la fuente de todos mis problemas, la raxón por la cual estoy aqui, la razon de mis fallas, de que o pueda ser el mismo hombre infantil ue por lo menos a muchos les hacia ser felices y entonces esos recuerdos se acumulaban en mi garganta, formando un nudo tan grande que ni siquiera me dejaba pasar un poco de saliba era como sentir el dolor de todos en mis adentros, quizás temblaba por ellos, no lo sé.
No paso tanto tiempo para que mi miedo me dejará pensar como debía ser, la razón por la que estaba tan nervioso es poque aquel tipo de perfil español era un hombre igual de enfermo que lo fue Tobías-No otra vez- pensé -No otra vez- rogue con desesperación mientras cerraba los ojos de manera tan fuerte que de pronto me comenzaron a arder por dentro, no estaba rezando, como cientifico no puedo creer en ello a pesar de ver vampiros, licantropos y cambiaformas, no podía haver un ser supremo que haya permitido dentro de su creación blasfemia como esta pero no era el momento de hablar de ciencia y meons cuando un canto interrumpio en la sala, otro enfermo que de haber sido el mismo Spencer de nates me las hubiera arreglado para detener estaba pendiendo de una ventana rota y su sufriento llego hasta mis oidos -Mi cruda suerte, la suerte muchos- pense mientras veía con ojos humdecidos por las lágrimas contenidas cada parte del teatro, entonnces era inxplicable aquello que me estremecia mis adentros -¿Porque?- pregunte al aire -No puedo más- cai rendido de rodillas.
-Matame si quieres- respondi con dolor -¡Nada me quita este malestar y memos tú que me lo recuerdas-cerre los puños con fuerza -Todos me recuerdan la cruz que llevo cargando... el miedo pero no a mí a ser como tu o como él, prefiero morir-vi el techo un momento -¡Locura... locura mi único temor! ¿Porque me hace la vida tan infeliz?- me di por vencido, me sentia frustado e inutil, Montserrat tenía razón, de que me servia tanta sabiduría si con ello no encuentro la salida a mis problemas -Es ironico pensar que mi trabajo consiste en salvar a otros de sombras como tú y yo no puedo salvarme de mis propias sombras...- negue con la cabeza, mientras mi expresión seguia siendo de angustia pero cada vez iba mas hacia la depresión -Matame de una vez- quede inmovil, estaba desesperado y solo queria una salida para dejar de atormentarme y sufrir, cerre los ojos esperando aquel momento que nunca llego, la bala fue directo a ese hombre que quedo a mi nivel en cuanto la herida interna se hizo mayor.... la sangre empezo a encharcarse obligando a ponerme en pie -Más muertes ya no- me negaba a creer retrocediendo con temor inminente, tropezando con Alex quién respiraba con dificultad, tomando aire de esa tos que le aquejaba, intente tomar su mano que menos temblosa que la mía señalaba a algún lado del que no quise mirar. aclare mi voz, intentando hablar pero no tuve tiempo, el coronel convertido en bestia se avalanzo empujandome aun lado.
Observe con sorpresa y los reproches querían que me pusiera en pie y ayudar al coronel que estaba dando la vida por mi....
Podía sentir también pequeñas arrugas en mi frente producto de mi angustia contenida, queria volver a gritar, queria patearme a mismos quería que tantas cosas vinieran a mi en esos momentos y que otras se fueran para liberarme y respirar en ansiada paz que por más que la deseaba nunca llegaba, ni porque diera vueltas entre las sabans blancas del hotel donde me hospedaba ni aqui donde todo era una caldera, un sepulcro como el que Tobías queria cabarme.
Tobias, la fuente de todos mis problemas, la raxón por la cual estoy aqui, la razon de mis fallas, de que o pueda ser el mismo hombre infantil ue por lo menos a muchos les hacia ser felices y entonces esos recuerdos se acumulaban en mi garganta, formando un nudo tan grande que ni siquiera me dejaba pasar un poco de saliba era como sentir el dolor de todos en mis adentros, quizás temblaba por ellos, no lo sé.
No paso tanto tiempo para que mi miedo me dejará pensar como debía ser, la razón por la que estaba tan nervioso es poque aquel tipo de perfil español era un hombre igual de enfermo que lo fue Tobías-No otra vez- pensé -No otra vez- rogue con desesperación mientras cerraba los ojos de manera tan fuerte que de pronto me comenzaron a arder por dentro, no estaba rezando, como cientifico no puedo creer en ello a pesar de ver vampiros, licantropos y cambiaformas, no podía haver un ser supremo que haya permitido dentro de su creación blasfemia como esta pero no era el momento de hablar de ciencia y meons cuando un canto interrumpio en la sala, otro enfermo que de haber sido el mismo Spencer de nates me las hubiera arreglado para detener estaba pendiendo de una ventana rota y su sufriento llego hasta mis oidos -Mi cruda suerte, la suerte muchos- pense mientras veía con ojos humdecidos por las lágrimas contenidas cada parte del teatro, entonnces era inxplicable aquello que me estremecia mis adentros -¿Porque?- pregunte al aire -No puedo más- cai rendido de rodillas.
-Matame si quieres- respondi con dolor -¡Nada me quita este malestar y memos tú que me lo recuerdas-cerre los puños con fuerza -Todos me recuerdan la cruz que llevo cargando... el miedo pero no a mí a ser como tu o como él, prefiero morir-vi el techo un momento -¡Locura... locura mi único temor! ¿Porque me hace la vida tan infeliz?- me di por vencido, me sentia frustado e inutil, Montserrat tenía razón, de que me servia tanta sabiduría si con ello no encuentro la salida a mis problemas -Es ironico pensar que mi trabajo consiste en salvar a otros de sombras como tú y yo no puedo salvarme de mis propias sombras...- negue con la cabeza, mientras mi expresión seguia siendo de angustia pero cada vez iba mas hacia la depresión -Matame de una vez- quede inmovil, estaba desesperado y solo queria una salida para dejar de atormentarme y sufrir, cerre los ojos esperando aquel momento que nunca llego, la bala fue directo a ese hombre que quedo a mi nivel en cuanto la herida interna se hizo mayor.... la sangre empezo a encharcarse obligando a ponerme en pie -Más muertes ya no- me negaba a creer retrocediendo con temor inminente, tropezando con Alex quién respiraba con dificultad, tomando aire de esa tos que le aquejaba, intente tomar su mano que menos temblosa que la mía señalaba a algún lado del que no quise mirar. aclare mi voz, intentando hablar pero no tuve tiempo, el coronel convertido en bestia se avalanzo empujandome aun lado.
Observe con sorpresa y los reproches querían que me pusiera en pie y ayudar al coronel que estaba dando la vida por mi....
Spencer Reid- Humano Clase Media
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Fecha de inscripción : 03/03/2012
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Re: The theatre of tragedy (LE DUE MASCHERE DELLA NOTE) Part.II
A veces el coronel odiaba ser uno de esos fieros canidos en que se transformaba pues con este don sus sentidos estaban el doble de despiertos que las personas comunes y corrientes y por mucho que el viese en blanco y negro su corazón y sentimientos como humano no, el veía el color de la muerte al abrir y al cerrar los ojos, era como el carmín que se rumoraba alguna vez dio color al rio Nilo con la vara de Moises... eso lno era otra cosa más que la perdida de quienes queria, era como una premunición, eran de esos sentidos que tenían los animales en general.
Ante las visiones y el miedo que de pronto comenzo a erizar su fino pelaje blanco dejo de morder tan fuerte como podía a Anthony del que se llevaba en el osico el sabor de su sangre que se limpiaba lamiendo de lado a lado sus vigotes -Su sangre es asquerosamente desagradable- penso el oronel al no poder hablar como cualquier otro que estuviese en aquel campo de guerra, esa campo que no contemplaba pero que si maquilaba en su mente mientras su olfato y oido le iban dando cuenta de ello.
Con la mirada perdida y completamente desubicada aquel lobo blanco trataba de hayar el sonido que le permitiera sentir que su pequeño ejercito estaba vivo pero de aquel rubio alemán, ese que renegaba de su naturaleza no se escuchaba ni siquiera un suspiro, de Gideon podía esuchar sus pasos wue erqan seguidos por otros en el sendero que recorrian y Spencer permanecía quieto con un arma apuntandole en alguna parte de su cuerpo.
Sus patas que estaban posadas en el cuerpo de inconsciente del traidor dieron zarpazos en su rostro, sintiendo su sangre y las gotas que eran arrojadas al aire en su osico de nueva cuenta, sin embargo esta vez ya no hizo nada para limpiarlas, simplemente dio media vuelta alejandose de Anthony, intentado manter la falsa idea de que era un lobo cuya vista estaba fijada en aquel que osaba a amenazar ontrra la muerte de ese joven.
Sus patas sentian el calor de un fuego que solo podía escuchar se hacia más fuerte al paso de los minutos y de pronto todo su cuerpo estaba listo para atacar, los musculos se tensaban y la cola empezaba a moverse de manera lenta de un lado a otro y por ultimo dio cuenta de los colmillos que poseían el color carmín mientras los gruñidos que emitia se hacían cada vez más intensos y amenazantes.
Lo que no entendia y no podía aclarar con la vista era el hecho que si en lugar de ser un solo hombre eran tres o un loco que fingia ser más de lo que era, aún asi no se iba a quedar parado a averiguarlo, intentando perfilarse para el ataque un disparo llegó de la nada o la mejor vino de aquel canto melancolico que se ahogo a la distancia y entonces un cuerpo se dejo caer, quejandose del dolor inmediatamente -Si fue ese Gideon una vez que me convierta en humano me las pagara o quizás vaya y le deje sorpresas en el camino- penso -Era mi presa- formulo molesto -Si, supongo levantare mi pata y orinare en su calzado- jadeo en vez de reir incorprorandose a para encontrar a Alex y sacarlos de alli a como fuera lugar.
Las orejas ya caidas volvieron a captar un sonido extraño, alguién cojeaba y se tambaleba mientras se ponía en pie y el arma volvia a ser cargada para apuntar en dirección al frente, el gruñido regreso, olfateaba un moribundo, olfateaba la sangre y sentía la energía de un brujo que intentaba fallidamente regenerarse, entonces sin pensarlo Frank retorno atacando a ese hombre alto que tenía el aroma de la sangre fresca y manado de su abomen, ambos cayeron al piso mientras el revolver salía disparado a no sabía que lugar, las garras volvieron a salir de su escontite aruñandole el pecho, las fauses se abrieron intentando tomar su cuello más fue la oreja, las mejillas o los hombros que alcanzaba a lastimar pero más allá no pasaba,Frank estaba desesperado que olvido su guardia y fue arrojado a los aires -Ya estoy viejo para estos azotes- se quejo adolorido e inmediatamente se puso de pie, penando en los otros canes en los que podía transformarse << Zorro >> ideo -Es pequeño pero puedo moverme más rápido, ganare tiempo- dijo la vocesilla de su cabeza e inmediatamente ordeno de la manera en que solo los cambiaformas saben hacerlo a cambiar su forma, a la distancia dio tiempo suficiente para que pudiese hacerse delgado y de pelaje rojizo, disminuir su tamaño y tomar coordenadas por medio de los sentidos.
Así pues le paso entre las piernas de su rival y comenzo a darle vueltas mareandolo al instante y al momento en que sintio a su oponente aturdido dio un pequeño salto mordiendole la mano dejandola completamente destrozada mientras aquel quién no podia creer que fuera tres en uno solo, le agitaba de un lado a otro, de arriba a bajo intentando quitarse al coronel de encima, pero nada lograba que Frank abriera las fauses diminutas pero potentes y filososas o al menos eso creyo aquel viejo que en su vida había hecho frente con un brujo, no esperaba que este utilazara sus habilidades para hacerle soltar, el paladar le ardía y por un momento se sintio inmovilizado -¿Que esta sucediendo?- pregunto en su interior sin poder cerrar o abrir su mandibula -¿Que brujeria es esta?- dio vueltas como todo animal que busca salir de la enbozacada perdiendo a su presa de vista.
Ante las visiones y el miedo que de pronto comenzo a erizar su fino pelaje blanco dejo de morder tan fuerte como podía a Anthony del que se llevaba en el osico el sabor de su sangre que se limpiaba lamiendo de lado a lado sus vigotes -Su sangre es asquerosamente desagradable- penso el oronel al no poder hablar como cualquier otro que estuviese en aquel campo de guerra, esa campo que no contemplaba pero que si maquilaba en su mente mientras su olfato y oido le iban dando cuenta de ello.
Con la mirada perdida y completamente desubicada aquel lobo blanco trataba de hayar el sonido que le permitiera sentir que su pequeño ejercito estaba vivo pero de aquel rubio alemán, ese que renegaba de su naturaleza no se escuchaba ni siquiera un suspiro, de Gideon podía esuchar sus pasos wue erqan seguidos por otros en el sendero que recorrian y Spencer permanecía quieto con un arma apuntandole en alguna parte de su cuerpo.
Sus patas que estaban posadas en el cuerpo de inconsciente del traidor dieron zarpazos en su rostro, sintiendo su sangre y las gotas que eran arrojadas al aire en su osico de nueva cuenta, sin embargo esta vez ya no hizo nada para limpiarlas, simplemente dio media vuelta alejandose de Anthony, intentado manter la falsa idea de que era un lobo cuya vista estaba fijada en aquel que osaba a amenazar ontrra la muerte de ese joven.
Sus patas sentian el calor de un fuego que solo podía escuchar se hacia más fuerte al paso de los minutos y de pronto todo su cuerpo estaba listo para atacar, los musculos se tensaban y la cola empezaba a moverse de manera lenta de un lado a otro y por ultimo dio cuenta de los colmillos que poseían el color carmín mientras los gruñidos que emitia se hacían cada vez más intensos y amenazantes.
Lo que no entendia y no podía aclarar con la vista era el hecho que si en lugar de ser un solo hombre eran tres o un loco que fingia ser más de lo que era, aún asi no se iba a quedar parado a averiguarlo, intentando perfilarse para el ataque un disparo llegó de la nada o la mejor vino de aquel canto melancolico que se ahogo a la distancia y entonces un cuerpo se dejo caer, quejandose del dolor inmediatamente -Si fue ese Gideon una vez que me convierta en humano me las pagara o quizás vaya y le deje sorpresas en el camino- penso -Era mi presa- formulo molesto -Si, supongo levantare mi pata y orinare en su calzado- jadeo en vez de reir incorprorandose a para encontrar a Alex y sacarlos de alli a como fuera lugar.
Las orejas ya caidas volvieron a captar un sonido extraño, alguién cojeaba y se tambaleba mientras se ponía en pie y el arma volvia a ser cargada para apuntar en dirección al frente, el gruñido regreso, olfateaba un moribundo, olfateaba la sangre y sentía la energía de un brujo que intentaba fallidamente regenerarse, entonces sin pensarlo Frank retorno atacando a ese hombre alto que tenía el aroma de la sangre fresca y manado de su abomen, ambos cayeron al piso mientras el revolver salía disparado a no sabía que lugar, las garras volvieron a salir de su escontite aruñandole el pecho, las fauses se abrieron intentando tomar su cuello más fue la oreja, las mejillas o los hombros que alcanzaba a lastimar pero más allá no pasaba,Frank estaba desesperado que olvido su guardia y fue arrojado a los aires -Ya estoy viejo para estos azotes- se quejo adolorido e inmediatamente se puso de pie, penando en los otros canes en los que podía transformarse << Zorro >> ideo -Es pequeño pero puedo moverme más rápido, ganare tiempo- dijo la vocesilla de su cabeza e inmediatamente ordeno de la manera en que solo los cambiaformas saben hacerlo a cambiar su forma, a la distancia dio tiempo suficiente para que pudiese hacerse delgado y de pelaje rojizo, disminuir su tamaño y tomar coordenadas por medio de los sentidos.
Así pues le paso entre las piernas de su rival y comenzo a darle vueltas mareandolo al instante y al momento en que sintio a su oponente aturdido dio un pequeño salto mordiendole la mano dejandola completamente destrozada mientras aquel quién no podia creer que fuera tres en uno solo, le agitaba de un lado a otro, de arriba a bajo intentando quitarse al coronel de encima, pero nada lograba que Frank abriera las fauses diminutas pero potentes y filososas o al menos eso creyo aquel viejo que en su vida había hecho frente con un brujo, no esperaba que este utilazara sus habilidades para hacerle soltar, el paladar le ardía y por un momento se sintio inmovilizado -¿Que esta sucediendo?- pregunto en su interior sin poder cerrar o abrir su mandibula -¿Que brujeria es esta?- dio vueltas como todo animal que busca salir de la enbozacada perdiendo a su presa de vista.
Frank Slade- Fantasma
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Fecha de inscripción : 26/08/2012
Re: The theatre of tragedy (LE DUE MASCHERE DELLA NOTE) Part.II
El reverendo, transformado en cuervo hecho un rápido vistazo al lugar. Su velocidad sobrenatural le convertía en una saeta negra disparada en todas direcciones, y no era la única. El lugar era un campo de batalla. En efecto había aún muchos con vida, pero estos peleaban entre sí. Ahí dentro, el reverendo sintió el pulso de otro cambiaformas.
Entre el caos y la locura, alcanzo a ver por fin a su hermano, el hombre-oso. Enfrentaba a otra persona que le amenaza. Alguien rodeado de ese brillante dejo purpurino que deja la magia pura en los humanos que la manejan. -"Tal vez fue este el que inició el incendio"- piensa y desde sus ojos de cuervo mira a Montaña, como avanza imprudentemente hacia el brujo humano, -¿acaso le conoce como para saber que trucos esconde bajo la manga? - La temeridad de Montaña no conoce límtes ante los ojos del cuervo.
El reverendo decide alejarse momentáneamente del sitio donde se encuentran estos dos para ir en pos del otro cambiaforamas que percibieron sus sentidos.
Lo encontró entre las butacas incendiadas, por entre los pasillos. Atacaba a otro brujo humano, ¡Una guerra mística! Un vampiro loco cantaba un aria, probablemente enloquecido al enfrentar su [b]muerte definitiva, pues cuando el reverendo posó sus ojos negros en aquel dramatico cadáver este se consumía ya en el fuego.
Tras un instante de duda, decidió hacer entrara otra de sus extensiones al teatro, así podría asistir a ambos cambiaformas en su lucha y de paso saber que clase de brujos eran estos pirómanos que habían venido a despertar a París con sus brillantes llamas.
Entre el caos y la locura, alcanzo a ver por fin a su hermano, el hombre-oso. Enfrentaba a otra persona que le amenaza. Alguien rodeado de ese brillante dejo purpurino que deja la magia pura en los humanos que la manejan. -"Tal vez fue este el que inició el incendio"- piensa y desde sus ojos de cuervo mira a Montaña, como avanza imprudentemente hacia el brujo humano, -¿acaso le conoce como para saber que trucos esconde bajo la manga? - La temeridad de Montaña no conoce límtes ante los ojos del cuervo.
El reverendo decide alejarse momentáneamente del sitio donde se encuentran estos dos para ir en pos del otro cambiaforamas que percibieron sus sentidos.
Lo encontró entre las butacas incendiadas, por entre los pasillos. Atacaba a otro brujo humano, ¡Una guerra mística! Un vampiro loco cantaba un aria, probablemente enloquecido al enfrentar su [b]muerte definitiva, pues cuando el reverendo posó sus ojos negros en aquel dramatico cadáver este se consumía ya en el fuego.
Tras un instante de duda, decidió hacer entrara otra de sus extensiones al teatro, así podría asistir a ambos cambiaformas en su lucha y de paso saber que clase de brujos eran estos pirómanos que habían venido a despertar a París con sus brillantes llamas.
Matthew Corax- Cambiante Clase Alta
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Fecha de inscripción : 10/09/2010
Re: The theatre of tragedy (LE DUE MASCHERE DELLA NOTE) Part.II
Encontré a un hombre, parecía estar rodeado de un aura extraña, sobrehumana. Parecía estar a la defensiva, como esperando que alguien le golpeara. Me preguntó por mi identidad, cuando lo que debería estar preguntando es donde esta la salida mas próxima.
Al rededor de sus manos una energía comenzó a arremolinarse cambiando de tono de un color purpúreo al princípio a uno mas verdoso, como esmeralda. ¡Magia! Es un hechicero.
- Aún hay tiempo de salvar a alguien... Si no me vas a ayudar, no me estorbes.
(* Ambos escuchan claramente como nuevamente se reanudan los tiros. Han sido varios disparos. El olor a sangre, el olor a muerte se vuelve nitidamente perceptible)
Volví a mirar al brujo podía sentir el pulso de un cambiaformas debatiendose con las llamas allá adentro, no podía perder el tiempo peleando aquí. ¡Si el brujo quiere morir calcinado allá el! Debo encontrar a la mujer que escuché gritar antes y que ya no escucho más. ¿Le habrán herido? - ¡Aparta de mí brujo! tu pirotécnia no me atemoriza -
(* Sin responder a los cuestionamientos del brujo más que con la mirada pasa a un lado suyo corriendo. Ha sentido otro pulso tambien. El del reverendo...)
Al rededor de sus manos una energía comenzó a arremolinarse cambiando de tono de un color purpúreo al princípio a uno mas verdoso, como esmeralda. ¡Magia! Es un hechicero.
- Aún hay tiempo de salvar a alguien... Si no me vas a ayudar, no me estorbes.
(* Ambos escuchan claramente como nuevamente se reanudan los tiros. Han sido varios disparos. El olor a sangre, el olor a muerte se vuelve nitidamente perceptible)
Volví a mirar al brujo podía sentir el pulso de un cambiaformas debatiendose con las llamas allá adentro, no podía perder el tiempo peleando aquí. ¡Si el brujo quiere morir calcinado allá el! Debo encontrar a la mujer que escuché gritar antes y que ya no escucho más. ¿Le habrán herido? - ¡Aparta de mí brujo! tu pirotécnia no me atemoriza -
(* Sin responder a los cuestionamientos del brujo más que con la mirada pasa a un lado suyo corriendo. Ha sentido otro pulso tambien. El del reverendo...)
Epoch- Cambiante Clase Baja
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Localización : Omnipresente
Re: The theatre of tragedy (LE DUE MASCHERE DELLA NOTE) Part.II
¿Que me estaba sucediendo?, ese que quería ponerse a la defensiva no era yo, no estaba dentro de mi naturaleza ser así.
Era entonces que quizás estaba muy alterado al no encontrar a Nói, con la culpa de haber seguido la pieza y con la imagen de esa mujer que estaba en el escenario pero más aún estaba a viva piel el temor de que fuese uno de los bandos del fantasma por la forma en como corriendo me había seguido hasta ese lugar y no era tampoco el momento más oportuno como para andar confiando en desconocidos sabiendo que entre ellos mismos había una calaña indeseable o por lo contrario buena que les hacia colapsarse con los otros, además ya cada vez más eran los caidos de ambos bandos, el era parte del ejercito de V, el único que gracias a esa bruja comprendio que debia permanecer en pie.
-No debería estar juzgando por las apariencias- pense mientras le veía retante y ya con el hechizo justo en la punta de la lengua para ser pronunciado -Es que es tan extraño- sus ojos seguían contemplando al sujeto que le inspiraba un terror indescripitible y una inmensa oscuridad que a la vez quería desentrañar y asi viendole con el ceño fruncido y la guardía fija le escuche atentamente, fue cuando disperse todo hechizo de la mente.
-Yo...- intente responder mientras la luz de mano desaparecio al instante, negue con la cabeza frente el me era hiriente haber descinfuado de un ser que quería salvar a la gente en vez de dañarla, la duda regreso a mi, tal vez no debi haberle hecho caso a Nói, tal vez no debi de haber participado en todo esto, tal vez debi de haber dicho "No" en el momento, tal vez debí de haber parado la orquesta, tal vez, tal vez, tal vez... esa palabra de hoy en adelante no volveria mencionar puesto que el tal vez no existe es mera excusa para ocultar el sentimiento de culpa que a veces nos aqueja como humanos y más a mí que si había muertos todos los que hoy estuvimos envueltos, estuvieron tan manchados de sangre como los autores principales que habían desaparecido -Somos un ejercito sin general, no se han dado cuenta que nosotros seguimos matandonos cuando ellos se fueron...¿Para que peleamos?-, reflexione todo esto en menos de un segundo regresando a mi realidad gracias a los disparos que se reanudaron pero esta vez callaron más rápidamente... mi mirada y mi larga melena se dirigieron al lugar de los impactos perdiendo de vista al extraño sujeto que de un momento a todo agitado y molesto se interno en ese infierno, en ese campo de batalla debastado y destruido -¡Espera!- grite -¿A donde vas?, es peligroso alli adentro...-quedo un momento alli parado en medio de la entrada, vio al frente de ese camino donde las puertas ya estaba abiertas en su totalidad en el hall principal -Allá esta nuestra salida- susurre volviendo a ver la sal destruida y convertida en un cementerio, que hacer era la pregunta que expresaba viendo a mabos extreños, por un lado estaba la muerte y por el otro estaba la vida que no seria igual después de aquella noche, pero si bien no podia permitirme más muerte ni adjudicarme más sangre derramada, hice aun lado toda idea de salir por alli y seguí casi en una carrera contra el tiempo a ese hombre que ya llevaba ventaja adelante.
Era entonces que quizás estaba muy alterado al no encontrar a Nói, con la culpa de haber seguido la pieza y con la imagen de esa mujer que estaba en el escenario pero más aún estaba a viva piel el temor de que fuese uno de los bandos del fantasma por la forma en como corriendo me había seguido hasta ese lugar y no era tampoco el momento más oportuno como para andar confiando en desconocidos sabiendo que entre ellos mismos había una calaña indeseable o por lo contrario buena que les hacia colapsarse con los otros, además ya cada vez más eran los caidos de ambos bandos, el era parte del ejercito de V, el único que gracias a esa bruja comprendio que debia permanecer en pie.
-No debería estar juzgando por las apariencias- pense mientras le veía retante y ya con el hechizo justo en la punta de la lengua para ser pronunciado -Es que es tan extraño- sus ojos seguían contemplando al sujeto que le inspiraba un terror indescripitible y una inmensa oscuridad que a la vez quería desentrañar y asi viendole con el ceño fruncido y la guardía fija le escuche atentamente, fue cuando disperse todo hechizo de la mente.
-Yo...- intente responder mientras la luz de mano desaparecio al instante, negue con la cabeza frente el me era hiriente haber descinfuado de un ser que quería salvar a la gente en vez de dañarla, la duda regreso a mi, tal vez no debi haberle hecho caso a Nói, tal vez no debi de haber participado en todo esto, tal vez debi de haber dicho "No" en el momento, tal vez debí de haber parado la orquesta, tal vez, tal vez, tal vez... esa palabra de hoy en adelante no volveria mencionar puesto que el tal vez no existe es mera excusa para ocultar el sentimiento de culpa que a veces nos aqueja como humanos y más a mí que si había muertos todos los que hoy estuvimos envueltos, estuvieron tan manchados de sangre como los autores principales que habían desaparecido -Somos un ejercito sin general, no se han dado cuenta que nosotros seguimos matandonos cuando ellos se fueron...¿Para que peleamos?-, reflexione todo esto en menos de un segundo regresando a mi realidad gracias a los disparos que se reanudaron pero esta vez callaron más rápidamente... mi mirada y mi larga melena se dirigieron al lugar de los impactos perdiendo de vista al extraño sujeto que de un momento a todo agitado y molesto se interno en ese infierno, en ese campo de batalla debastado y destruido -¡Espera!- grite -¿A donde vas?, es peligroso alli adentro...-quedo un momento alli parado en medio de la entrada, vio al frente de ese camino donde las puertas ya estaba abiertas en su totalidad en el hall principal -Allá esta nuestra salida- susurre volviendo a ver la sal destruida y convertida en un cementerio, que hacer era la pregunta que expresaba viendo a mabos extreños, por un lado estaba la muerte y por el otro estaba la vida que no seria igual después de aquella noche, pero si bien no podia permitirme más muerte ni adjudicarme más sangre derramada, hice aun lado toda idea de salir por alli y seguí casi en una carrera contra el tiempo a ese hombre que ya llevaba ventaja adelante.
Bryan Wilde- Hechicero Clase Media
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Re: The theatre of tragedy (LE DUE MASCHERE DELLA NOTE) Part.II
Ese hombre ya etaba herido de muerte, era quizás cuestión de minutos para que finalmente pasará a manos de la muerte, sin embargo un hombre de dos caras es... un hombre no digno de confianza a pesar de todo el dolor que sentía, de presentir la muerte mientras estaba en plena agonía este se levanto por que así la parte más sanguinaria de Zeus lo exigía, esa parte quería matar a pesar de todo quería sacear su instinto con el primero que tuviera en frente ya que su agresor había perecido del lado de la calle -Ma..ma...matar- basilaba al hablar mientras el esfuerzo le hacia quejarse de dolor en medio de las pausas -Necesito mat..tar- y así después de esta frase se levanto mientras su mano cubría en vano la herida en el estomago, la sangre ya había manchado la ropa que el sentía estaba humeda, al igual que su pantalón que ya también estaba más que manchado por las gotas de sangre que escurrian debido a la hemorragia -A ti te quiero- señalo furioso -¡A ti te quiero!- exclamo apenas audiblemente que ni siquiera esa joven rubio alcanzo percartarse de lo que sucedia a sus espaldas.
Mientras tanto su mente comenzaba a plagarse de las voces melancolicas de las parte blanca y de el Zeus original -Ya no lo hagas vamonos-suplicaba el Zeus original -Por favor... el dolor me está matando, un movimiento más y moriremos aquí ¡Aqui! donde hay fuego, por favor... vamonos- suplico la personalidad original de aquel brujo transtornado -Hazle caso Zeus vamonos, vamos a un lugar donde podamos morir con dignidad, después de todo somo varias personas y no todas merecen morir aqui como un vil asesino, por que el único asesino de los 17 de nosotros eres tú- dijo aquel que era como ángel de la consciencia, en nombre de todas aquellas personalidades que poseía el brujo, pues aunque solo y aparentemente se ven tres hay a un más personas dentro de ese atractivo cuerpo que cubre la verdadera vida transtornada de un hombre que solo se decía así mismo que tenía dos caras, hasta ahora conscientemente había sabido y reconocido que tenía más de ellas pero que la maldad y la bondad puras fueron las que tomaron las riendas de su conciente y sus recuerdos -No.... no....¡No!- exclamo el asesino dominante en todas las situaciones -Necesito.... necesito sacear mi instinto, es como cuando un cuerpo femenino te insita a hacerle el amor y esto no te deja pensar en nada más.... la muerte me seduce y quiero estar con ella ¡Ahora dejen de lloriquear como cobardes mariquitas y callense, que de aquí nadie manejara este cuerpo más que yo... ¡Que yo!- termino de gritar agitadamente en voz alta mientras reealizaba un sin fin de hechizo tratando de regenerar su piel perforada por la bala.
Se acerco arrastrando los pies poco a poco y como si estuviese viejo y cansado hasta donde estaba su presa, como un león caza en la selva, pero este león ya estaba herido de muerte, solo quería saciar su sed y su apatito de muerte.
Jadeaba mientras caminaba, lo mismo que cuando se quejaba mientras sentia como su sangre era expulsada pero aún asi avanzaba lento pero lo hacia, pensó que nadie le vería, todos estaba ocupados con otro Lycan en agonia, pero se equivoco pues mientras intentar abalansarce contra ese joven miedoso e inseguro surgió su protector de las cenizas llevantodoselo de nuevo al piso mientras se resbalaban por la madera desnuda y caliente del lugar -Un perro- solto una carcajada -No me hagan reír- aunque solo era una manera de ocultar su verdadero miedo a esas fauses que con dificultad trataba de esquivar -Un disparo, uno solo- penso pero fue demasiado tarde, ni siquiera se habia percatado de que el arma había sido arrebatada de sus manos -Le tengo miedo a los perros- susurro una de las voces en su mente -No te preocupes, por algo siempre estoy al mando- sonrio adoloridamente malicioso -efertestatil volatere acendere- recito extrañamente mientras su poder emananaba de sus manos mediante una luz negra como si fuesen sombras, misma que se transformaron en manos que arrojaron al oponente metros lejos de el.
-Nunca te metas con un brujo- se mofo mientras aquel recobraba el sentido, sin embargo para su asombro el cambiaformas se puso en pie mientras se tranformaba en una especie de zorro -¡Vaya!, una sorpresa, mira que levantarte después de ese hechizo, estoy impresionado- aplaudio -Impresionado- volvio a apaludir ignorando si realmente ese animal podía escucharlo con consciencia de humano, no paso mucho para suponer que como cambiaformas no tenia la consciencia cuando es un perro o un animal salvaje, pues este regreso pasndole entre las piernas mientras saltaba para intentar moder sus largos dedos blanquesinos -¡Maldito seas!- exlamo sintiendo los pequeños pero afilados colmillos -¡Dejalo es un animal, criatura de Dios!- hablo en voz alta una de las dos caras de Zeus -Ya tenemos demasiadas muertes en nuestras manos gracias a ti, vamonos, ¡Ya!- exigieron por ultima vez ambas voces que fueron calladas por el mismo Zeus -¡Quiero sangre torpes y estupidos Zeus!, sino hubiese sido por mi jamás, nunca hubieran sido librados de los abusos del degenerado de Zeus, necesitaban que surgiera una verdadera alma asesina.... el fuerte ¡Siempre sobrevive!- discutieron los tres en voz alta, todos tenían el mismo dolor pero cada uno una manera de quejarse y manifestarlo -¡Desgraciada vola de pelos!- repetia a regañadientes cuando los huesos de la mano empezaron a tronar, sintiendo su desprendimiento uno de otro -Lumos Solem mortem- pronuncio en medio del dolor producido por los huesos rotos miwntras un destello en forma de navaja exploto en el osico del animal.
Mientras el intentaba ponerse en pie Zeus movia la mano intentando sentirla pero ni siquiera los dedos se omvian o se ergían como antes -¡Mi mano!- se lamentó el más debil de los Zeus -Nuestras manos, de acuerdo te dejamos a ti la justicia, solo haz lo que debas hacer, nos duele mucho, nos vendaremos los ojos para no ver tus actos- asintio con sonrisa victoriosa el ser malvado y si prestar atención a sus heridas de muerte, rasguños, mordidas y la mano rota, extendio la otra mientras el resplandor oscuro rodeaba a esta -impediment in glacius mortis nostrae-, la luz se dirigio al pequeño zorro en el que se habia transformado el cambiaformas dejando en el una aurola de es oscuro color que pronto le hizo inmovilizarse y lanzar pequeños chillidos del dolor, era un hechizo bastante efectivo que el mismo brujo creo combinando un hechizo de inmovilización y otro más de tortura -No se necesita ser chupasangre para poder controlar mentalmente- solto pequeñas carcajadas que se transformaron en una tos provocando la expulsión de sangre de sus labios, sin embargo aquel hombre continuo caminando más debil y encorbado que instantes antes -Nadie va detenerme esta vez, si muero por lo menos no me ire solo-murmuro miestras de nueva cuenta la luz se hacia cada vez más grande, mientras su dueño pensaba en el hechizo idoneo para matar a ese astuto cambiaformas.
Mientras tanto su mente comenzaba a plagarse de las voces melancolicas de las parte blanca y de el Zeus original -Ya no lo hagas vamonos-suplicaba el Zeus original -Por favor... el dolor me está matando, un movimiento más y moriremos aquí ¡Aqui! donde hay fuego, por favor... vamonos- suplico la personalidad original de aquel brujo transtornado -Hazle caso Zeus vamonos, vamos a un lugar donde podamos morir con dignidad, después de todo somo varias personas y no todas merecen morir aqui como un vil asesino, por que el único asesino de los 17 de nosotros eres tú- dijo aquel que era como ángel de la consciencia, en nombre de todas aquellas personalidades que poseía el brujo, pues aunque solo y aparentemente se ven tres hay a un más personas dentro de ese atractivo cuerpo que cubre la verdadera vida transtornada de un hombre que solo se decía así mismo que tenía dos caras, hasta ahora conscientemente había sabido y reconocido que tenía más de ellas pero que la maldad y la bondad puras fueron las que tomaron las riendas de su conciente y sus recuerdos -No.... no....¡No!- exclamo el asesino dominante en todas las situaciones -Necesito.... necesito sacear mi instinto, es como cuando un cuerpo femenino te insita a hacerle el amor y esto no te deja pensar en nada más.... la muerte me seduce y quiero estar con ella ¡Ahora dejen de lloriquear como cobardes mariquitas y callense, que de aquí nadie manejara este cuerpo más que yo... ¡Que yo!- termino de gritar agitadamente en voz alta mientras reealizaba un sin fin de hechizo tratando de regenerar su piel perforada por la bala.
Se acerco arrastrando los pies poco a poco y como si estuviese viejo y cansado hasta donde estaba su presa, como un león caza en la selva, pero este león ya estaba herido de muerte, solo quería saciar su sed y su apatito de muerte.
Jadeaba mientras caminaba, lo mismo que cuando se quejaba mientras sentia como su sangre era expulsada pero aún asi avanzaba lento pero lo hacia, pensó que nadie le vería, todos estaba ocupados con otro Lycan en agonia, pero se equivoco pues mientras intentar abalansarce contra ese joven miedoso e inseguro surgió su protector de las cenizas llevantodoselo de nuevo al piso mientras se resbalaban por la madera desnuda y caliente del lugar -Un perro- solto una carcajada -No me hagan reír- aunque solo era una manera de ocultar su verdadero miedo a esas fauses que con dificultad trataba de esquivar -Un disparo, uno solo- penso pero fue demasiado tarde, ni siquiera se habia percatado de que el arma había sido arrebatada de sus manos -Le tengo miedo a los perros- susurro una de las voces en su mente -No te preocupes, por algo siempre estoy al mando- sonrio adoloridamente malicioso -efertestatil volatere acendere- recito extrañamente mientras su poder emananaba de sus manos mediante una luz negra como si fuesen sombras, misma que se transformaron en manos que arrojaron al oponente metros lejos de el.
-Nunca te metas con un brujo- se mofo mientras aquel recobraba el sentido, sin embargo para su asombro el cambiaformas se puso en pie mientras se tranformaba en una especie de zorro -¡Vaya!, una sorpresa, mira que levantarte después de ese hechizo, estoy impresionado- aplaudio -Impresionado- volvio a apaludir ignorando si realmente ese animal podía escucharlo con consciencia de humano, no paso mucho para suponer que como cambiaformas no tenia la consciencia cuando es un perro o un animal salvaje, pues este regreso pasndole entre las piernas mientras saltaba para intentar moder sus largos dedos blanquesinos -¡Maldito seas!- exlamo sintiendo los pequeños pero afilados colmillos -¡Dejalo es un animal, criatura de Dios!- hablo en voz alta una de las dos caras de Zeus -Ya tenemos demasiadas muertes en nuestras manos gracias a ti, vamonos, ¡Ya!- exigieron por ultima vez ambas voces que fueron calladas por el mismo Zeus -¡Quiero sangre torpes y estupidos Zeus!, sino hubiese sido por mi jamás, nunca hubieran sido librados de los abusos del degenerado de Zeus, necesitaban que surgiera una verdadera alma asesina.... el fuerte ¡Siempre sobrevive!- discutieron los tres en voz alta, todos tenían el mismo dolor pero cada uno una manera de quejarse y manifestarlo -¡Desgraciada vola de pelos!- repetia a regañadientes cuando los huesos de la mano empezaron a tronar, sintiendo su desprendimiento uno de otro -Lumos Solem mortem- pronuncio en medio del dolor producido por los huesos rotos miwntras un destello en forma de navaja exploto en el osico del animal.
Mientras el intentaba ponerse en pie Zeus movia la mano intentando sentirla pero ni siquiera los dedos se omvian o se ergían como antes -¡Mi mano!- se lamentó el más debil de los Zeus -Nuestras manos, de acuerdo te dejamos a ti la justicia, solo haz lo que debas hacer, nos duele mucho, nos vendaremos los ojos para no ver tus actos- asintio con sonrisa victoriosa el ser malvado y si prestar atención a sus heridas de muerte, rasguños, mordidas y la mano rota, extendio la otra mientras el resplandor oscuro rodeaba a esta -impediment in glacius mortis nostrae-, la luz se dirigio al pequeño zorro en el que se habia transformado el cambiaformas dejando en el una aurola de es oscuro color que pronto le hizo inmovilizarse y lanzar pequeños chillidos del dolor, era un hechizo bastante efectivo que el mismo brujo creo combinando un hechizo de inmovilización y otro más de tortura -No se necesita ser chupasangre para poder controlar mentalmente- solto pequeñas carcajadas que se transformaron en una tos provocando la expulsión de sangre de sus labios, sin embargo aquel hombre continuo caminando más debil y encorbado que instantes antes -Nadie va detenerme esta vez, si muero por lo menos no me ire solo-murmuro miestras de nueva cuenta la luz se hacia cada vez más grande, mientras su dueño pensaba en el hechizo idoneo para matar a ese astuto cambiaformas.
Zeus Di Lyon- Hechicero Clase Media
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Fecha de inscripción : 28/10/2012
Re: The theatre of tragedy (LE DUE MASCHERE DELLA NOTE) Part.II
Allí por encima de los techos, una sombra parece observar, cualquiera quizás juraría que un gárgola proveniente de algún lujoso lugar o de la catedral pero... hay algo en esa figura que hace suponer no es piedra, la gabardina de colores oscuros se mece con el aire, dejando ver una estela de rojo carmín.
Esa sombra observa detenidamente, apoyado en la corniza de una casa vieja y alejada de los lugares concurridos de París trata de encontrar alguién.
Pensó que quizás podría estar entre la gente, vagando y por que no vengando, después de todo tenía años de no cruzar palabra, camino o correspondecia con el, más sabía que algo en ese hombre que buscaba exasperadamente aún llevaba la máscara puesta, una máscara que aunque habían pasado ya algunos años seguía siendo el fantasma que cubria su espalda y que empapaba su alma de culpa, una más entre todas las que bañaban con la amarga crudeza de las lágrimas quedas, calladas.
No muy a lo lejos finalmente sus ojos ubican el único punto que empieza ser el terror y las habladurias fantasticas de los que estaban alli abajo, el infierno se alza llamativo en el camino que tiene delante, ese que ya estaba infestado de gente corriendo de aquí allá, algo se quema y su oido escucha se trata del Teatro de París, alli quizás lo encontraría, solo deja como una posibilidad pues aquel que busca no es el único que puede generar tanto alboroto, allí afuera hay muchos pero como su amigo nunca lo ha encontrado.
Los pasos rápidos se escuchan tanto al bajar escalando la casona como en medio de la multitud que se arremolinaba obstruyendo las salidas, cada vez corre más rapido, el cabello largo se desacomoda y empieza a respira agitadamente por el susto tal vez o por alcanzar al cazador que busca. finalmente en medio de una multitud envuelta en lágrimas qu contemplan dos cadaveres al frente de las fachadas del teatro, otra historia parece escribirse allí adentro, los disparos y que decir del olor de la sangre llegan hasta su pocisión, que se bnota a la defensiva y sorpresiva, utiliza sus poderes Leviathán Shadow no esta allí.
Pensaba marcharse pero como gente honrada y humana dentro de su maldecida naturaleza decide internarse en el lugar a primera vista luce como si la guerra ya hubiese finalizado, ccon aquella oscuridad latente y los cadaveres de inocentes regados por deoquier de los cuales dos llaman su atención, ambos están muertos de maneras poco convencionales, por su vestimenta eran gitanos...-Gitanos-pronucio en tono que pintaba ser serio y discreto, se detuvo allí un momento, incluso exploro los cuerpo, hincandose por segundo en el piso, sus ojos malva iban de un lado para otro -Fueron asesinados, a diferencia del resto-concluyo en su mente, entonces preparo arco y flecha con punta de plata, sus manos blancas y heladas lo llevaban a un costado suyo, preparado ya para cualquier circunstancia o peligro mientras recorria un teatro debastado, repleto de muertos y ardiendo en fuego mientras este debilitaba las pesadas y gruesas vigas de madera.
Su sopresa incremento cuando en lo que parecía ser la sala para los asistentes estaba completamente destruida con vidas vampiricas ya cobradas independientemente de las humanas, obviamente y debido al rechazo hacia su propia estirpe se alegra, es más celebraba que vampiros hubiesen muerto en ese escenario -Cada vez menos- sonrio victoriosamente,
Sus pupilas que tenían una visión casi perfecta como la de un águila le dio los pormenores del lugar, todos estaban peleando por sus vidas pero el campo ya era de soldados sin capitán, ambos contricantes se habían marchado, supuso por alguna razón demasiado poderosa para no debatirse a muerte con los demás, debía sacarlos quizás al unico lugar que vio en el camino y lo más cercano antes de que la ley llegue "La corte de los milagros", pero no los salvaría todos unicamente a aquellos que fueran del bando de su antiguo pupilo, no era tan dificil despúes de todo, solo aquellos que parecían estremecerse y llorar por las muertes y sentirse culpables por la sangre derramada.
Los conto meticulosamente pero su cuenta se detuvo cuando contemplo a un cambiaformas que estaban en dificultades, una amenza para todos es la magia negra, preparo su arco perfilando a su objetivo y sin saber a que se enfrentaba lanzo la flecha con los ojos entrecerrados.
Era muy complicado que fallará, un gran arquero de renombre en el mundo de los cazadores aún en las peores circunstancias debe conservar el prestigio.
La flecha cayó justo en el hombro de ese hombre que sangraba cada vez muy cerca del estomago, regando y salpicando su sangre trás la caida que le provoco la flecha -¡No te muevas!- exclamo -o serás mi nuevo objetivo de tiro al blanco- decia mientras su arma era cargada con una nueva flecha -Decidelo mago de feria!-puso su arco al frente de su rostro enfadado y fijo en el objetivo -¡Anda habla o muere!- pronuncio amenazante entrecerrando los ojos de nueva cuenta, mientas el momento se hacia mas tenso y lleno de suspenso para el vampiro arquero.
Esa sombra observa detenidamente, apoyado en la corniza de una casa vieja y alejada de los lugares concurridos de París trata de encontrar alguién.
Pensó que quizás podría estar entre la gente, vagando y por que no vengando, después de todo tenía años de no cruzar palabra, camino o correspondecia con el, más sabía que algo en ese hombre que buscaba exasperadamente aún llevaba la máscara puesta, una máscara que aunque habían pasado ya algunos años seguía siendo el fantasma que cubria su espalda y que empapaba su alma de culpa, una más entre todas las que bañaban con la amarga crudeza de las lágrimas quedas, calladas.
No muy a lo lejos finalmente sus ojos ubican el único punto que empieza ser el terror y las habladurias fantasticas de los que estaban alli abajo, el infierno se alza llamativo en el camino que tiene delante, ese que ya estaba infestado de gente corriendo de aquí allá, algo se quema y su oido escucha se trata del Teatro de París, alli quizás lo encontraría, solo deja como una posibilidad pues aquel que busca no es el único que puede generar tanto alboroto, allí afuera hay muchos pero como su amigo nunca lo ha encontrado.
Los pasos rápidos se escuchan tanto al bajar escalando la casona como en medio de la multitud que se arremolinaba obstruyendo las salidas, cada vez corre más rapido, el cabello largo se desacomoda y empieza a respira agitadamente por el susto tal vez o por alcanzar al cazador que busca. finalmente en medio de una multitud envuelta en lágrimas qu contemplan dos cadaveres al frente de las fachadas del teatro, otra historia parece escribirse allí adentro, los disparos y que decir del olor de la sangre llegan hasta su pocisión, que se bnota a la defensiva y sorpresiva, utiliza sus poderes Leviathán Shadow no esta allí.
Pensaba marcharse pero como gente honrada y humana dentro de su maldecida naturaleza decide internarse en el lugar a primera vista luce como si la guerra ya hubiese finalizado, ccon aquella oscuridad latente y los cadaveres de inocentes regados por deoquier de los cuales dos llaman su atención, ambos están muertos de maneras poco convencionales, por su vestimenta eran gitanos...-Gitanos-pronucio en tono que pintaba ser serio y discreto, se detuvo allí un momento, incluso exploro los cuerpo, hincandose por segundo en el piso, sus ojos malva iban de un lado para otro -Fueron asesinados, a diferencia del resto-concluyo en su mente, entonces preparo arco y flecha con punta de plata, sus manos blancas y heladas lo llevaban a un costado suyo, preparado ya para cualquier circunstancia o peligro mientras recorria un teatro debastado, repleto de muertos y ardiendo en fuego mientras este debilitaba las pesadas y gruesas vigas de madera.
Su sopresa incremento cuando en lo que parecía ser la sala para los asistentes estaba completamente destruida con vidas vampiricas ya cobradas independientemente de las humanas, obviamente y debido al rechazo hacia su propia estirpe se alegra, es más celebraba que vampiros hubiesen muerto en ese escenario -Cada vez menos- sonrio victoriosamente,
Sus pupilas que tenían una visión casi perfecta como la de un águila le dio los pormenores del lugar, todos estaban peleando por sus vidas pero el campo ya era de soldados sin capitán, ambos contricantes se habían marchado, supuso por alguna razón demasiado poderosa para no debatirse a muerte con los demás, debía sacarlos quizás al unico lugar que vio en el camino y lo más cercano antes de que la ley llegue "La corte de los milagros", pero no los salvaría todos unicamente a aquellos que fueran del bando de su antiguo pupilo, no era tan dificil despúes de todo, solo aquellos que parecían estremecerse y llorar por las muertes y sentirse culpables por la sangre derramada.
Los conto meticulosamente pero su cuenta se detuvo cuando contemplo a un cambiaformas que estaban en dificultades, una amenza para todos es la magia negra, preparo su arco perfilando a su objetivo y sin saber a que se enfrentaba lanzo la flecha con los ojos entrecerrados.
Era muy complicado que fallará, un gran arquero de renombre en el mundo de los cazadores aún en las peores circunstancias debe conservar el prestigio.
La flecha cayó justo en el hombro de ese hombre que sangraba cada vez muy cerca del estomago, regando y salpicando su sangre trás la caida que le provoco la flecha -¡No te muevas!- exclamo -o serás mi nuevo objetivo de tiro al blanco- decia mientras su arma era cargada con una nueva flecha -Decidelo mago de feria!-puso su arco al frente de su rostro enfadado y fijo en el objetivo -¡Anda habla o muere!- pronuncio amenazante entrecerrando los ojos de nueva cuenta, mientas el momento se hacia mas tenso y lleno de suspenso para el vampiro arquero.
Orias Volac- Vampiro Clase Alta
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Fecha de inscripción : 02/04/2013
Re: The theatre of tragedy (LE DUE MASCHERE DELLA NOTE) Part.II
Después de ver la muerte y lo sobrenatural de cerca, mientras estuvo entre sus garras y sus fauces, ese hombre que ni siquiera se le podía describir como tal estaba en manos de la muerte debido a su corazón defectuoso y a su pierna de nueva cuenta deshecha, para aquel desdichado ese lugar no era un recordatorio de su traición o de la muerte que pudo haber ocasionado, para Anthony significaba que debía huir antes de que terminará muerto, funalmente y luego de un largo tiempo podemos ver la verdadera cara del empresario que se valía de la conveniencia y la falta de escrupulos con que contaba, en ningún momento pensó en nadie que no fuese en el mismo, que más daba que Leviathán le empañaba su imagen o si lo quería mandar a la carcél, el cual niño, único y consentido estaba acostumbrado a obtener lo quisiese y cuando lo quisiese con el poderoso caballero que es Don dinero, así que aprovechando el alboroto que se afectuado con el suicidio del payaso y la batalla a muerte de los otros, este se levanto con trabajo pero logro ergirse de nuevo mientras respiraba tratatando de calmar el dolor que le acogía.
Fue entonces cuando se percato que no había más trabajo que hacer allí, Devora ese voluptuosa y tentadora vampiresa había perecido al igual a quienes había intentado destruir, El famoso fantasma y Leviathán habían desaparecido dejando sin capitán a su ejercito -Esto será divertido- comento entre quejidos -No se han dado cuenta que ambos hombres han desaparecido- solto un par de carcajadas -Pero... ahora el lío no es de ellos dos, ambos bandos calentaron ya sus humos y otros en medio de la locura no se han dado cuenta de su derrota- se refería al brujo que ahora estaba no solo batallando con un cambiaformas sino con vampiro aparentemente haciendo la labor de un cazador -El mundo esta de cabeza- miro un momento la escena y a rastras llevo su pierna derecha intentando encontrar una salida, era más que notable donde se ubicaba una, la corriente del aire que se emanaba de alli -Debo llegar de algún modo- entonces comenzó a maquilar y a maquilar mientras contempalaba las circunstancias que le aparecian por delante, bancas rotas, vigas caidas, esculturas y muros hechos añicos, cristales regados, tres cadaveres en las dos unicas filas medias que quedaban en pie y ni siquiera el verlos en el estado en que se encontraban les remordio la consciencia, simplemente lo ignoro y empezo a caminar lentamente, como una serpiente saliendo del lugar donde devoro a la presa -¡Quedense allí tontos!- murmuro y creyendo salir desapercibido alguién aparecio en escena << Alto >> le gritaron, considerando su debilidad por la pierna y pensando quizás que en algún momento podría engañar a quién estuviese enfrente se giro, viendo con sorpresa el revolver que le apuntaba de manra temblorosa -De acuerdo,tranquilo baja el arma y hablemos- escupio algo de veneno pero aún asi el arma continúo en su posición -No tengo miedo- se dijo pero sabía perfectamente que por dentro todo un escalofrio le recorria su interior.
Fue entonces cuando se percato que no había más trabajo que hacer allí, Devora ese voluptuosa y tentadora vampiresa había perecido al igual a quienes había intentado destruir, El famoso fantasma y Leviathán habían desaparecido dejando sin capitán a su ejercito -Esto será divertido- comento entre quejidos -No se han dado cuenta que ambos hombres han desaparecido- solto un par de carcajadas -Pero... ahora el lío no es de ellos dos, ambos bandos calentaron ya sus humos y otros en medio de la locura no se han dado cuenta de su derrota- se refería al brujo que ahora estaba no solo batallando con un cambiaformas sino con vampiro aparentemente haciendo la labor de un cazador -El mundo esta de cabeza- miro un momento la escena y a rastras llevo su pierna derecha intentando encontrar una salida, era más que notable donde se ubicaba una, la corriente del aire que se emanaba de alli -Debo llegar de algún modo- entonces comenzó a maquilar y a maquilar mientras contempalaba las circunstancias que le aparecian por delante, bancas rotas, vigas caidas, esculturas y muros hechos añicos, cristales regados, tres cadaveres en las dos unicas filas medias que quedaban en pie y ni siquiera el verlos en el estado en que se encontraban les remordio la consciencia, simplemente lo ignoro y empezo a caminar lentamente, como una serpiente saliendo del lugar donde devoro a la presa -¡Quedense allí tontos!- murmuro y creyendo salir desapercibido alguién aparecio en escena << Alto >> le gritaron, considerando su debilidad por la pierna y pensando quizás que en algún momento podría engañar a quién estuviese enfrente se giro, viendo con sorpresa el revolver que le apuntaba de manra temblorosa -De acuerdo,tranquilo baja el arma y hablemos- escupio algo de veneno pero aún asi el arma continúo en su posición -No tengo miedo- se dijo pero sabía perfectamente que por dentro todo un escalofrio le recorria su interior.
Anthony G. Ferrari- Humano Clase Alta
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Fecha de inscripción : 26/11/2012
Re: The theatre of tragedy (LE DUE MASCHERE DELLA NOTE) Part.II
Este era un momento donde además de muerte había tensión y suspenso en el aire y por un momento, solo por uno vinieron a mi mente todo lo que había pasado antes del fatidico accidente en Londres y la policia -Vamos Spencer- escuchaba mi propia voz en mi cabeza -Esto no es tan diferente a lo vivi con aquellos en Londres, ¿Aún tienes miedo Spencer?- me pregunte mientras sostenía el brazo de Alex, intentando parar la hemorragia que venía directamente de su pecho, la angustia ante todo esto vovlvio a mi rostro, de nuevo sentía esas pequeñas bolsitas en mi frente y las cejas ligeramente arriba, la respiración se hacía rápida y tan tenue a la vez que a veces pensaba que ya no estaba respirando, entonces exhalaba aire en gran cantidad que para mi desgracia me ahogaba aumentando el calor de mi cuerpo, aún más que el propio fuego donde ya estabamos todos inmersos y que de no apurarnos a salir seríamos probablemente el postre de la deliciosa cena humana que ya había degustado.
Vi mis manos ya algo sucias de sangre, provocando en mi mente un torrente de imagenes nitidas de los momentos de mi secuestro y de los criminales acorralados que temblorosos amenazaban con quitarse la vida ellos mismos y a sus victimas -Es un caso similar... ¿Porque temes Spencer?, sabes que la única forma de terminar con tu sufrimiento es enfrentar tus porpios miedos- asenti mientras mordia mi labio inferior que de tantas veces que inconscientemente lo habia hecho sentia un dolor que con el simple acto de ver al frente desaparecio, como un analgesico que se me puso en esa parte -Miedos- pensé -Se lo que debo hacer pero no es fácil que...- interrumpi de solo pensar en tomar un arma e intentar disparar o detener de nuevo psicoticos y locos en mombre de la justicia, deseche la idea más rápido de lo que vino a mi cabeza.
Seguí desesperadamente de detener la hemorragia de Alex, quizás salvarle la vida era donde debia concentrarme, rompí el traje -El coronel me matará, aunque después de esto tal vez me de una de sus antiguas medallas- pensé sonriendo aunque fuera poco ese instante.
Destrocé las mangas del saco que no tardaron en empaparse, la sangre de aquel hombre era muy espesa, entonces rompí las mangas, quedando todo aquel conjunto completamente roto como si Alex convertido en lobo me hubiera atacado o el coronel al que le había perdido la pista, mientras colocaba los vendajes al moribundo otra ves la mente mía jugaba y no se quedaba quieta por unos segundos, que era lo que más necesitaba, sin embargo, recordaba todo lo que pasó minutos antes sintiendo en mi corazón o algo así en el pecho algo que me oprimia mientras recordaba la manera tragica en que había muerto ese hombre con maquillaje de payaso -Hasta los locos sufren, a su manera pero sufren- pensé en Tobías, pensé en mi madre preguntandome si la volvería a ver y si algún dia habría curas para enfermedades como la que ella padece, no llegue a ninguna conclusión, un pequeño roce debil hizo regresar a ese momento << Se escapará >> comento el moribundo con mucha dificultad << Dejáme ve por él, eres policiía no curandero >> sonreí -Ni en estos momentos dejas de ser tan amargado- me miro profundamente evadiendo mi comentario << El traidor >> señalo de nuevo y entonces vi un arma que estaba en el piso, con angustia y miedo la tome entre mis manos contemplandola detenidamente, me puse en pie mientras tomaba el aire que cada vez había menos en el lugar.
Acomode mi cabello, cuyos mechones rubios estaban ya en mi rostro, comence a caminar hacia ese hombre primero a pasos lentos que poco a poco fueron tan rápidos que quede a la distancia correcta para disparar en caso que sea necesario -¡Alto!- grite inseguro -Date la vuelta ahora...- cargue el arma, apuntandole a él -No quiero usar esto para detenerte- moje mis labios mientras instintivamente mi cuerpo se posicionaba justo para el manejo de armas de fuego.
Finalmente el hombre se dio la vuelta e intento engañarme para que bajara el revolver que en nigún momento basile en bajar -No lo voy bajar, ¿Como pretendes que confie en ti?, si eras un triador en que todos confiamos incluso ese... ese... ¡Como se llame!- el nombre se me había ido de la mente por tanto nerviosismo del momento que se reflejaba en la inestabilidad de mis piernas y la transpiración de mis manos que se pusieron frías y creo que fue aquello lo que provoco que el corriera, sin más cerrando los ojos disparé sin ver hacia donde tiraba, fue cuando mis manos fueron desviadas por unas manos completamente heladas, provocando una perforación en el techo -¡¿Que!? ¿Porque lo hiciste?- pregunte mientras las piernas seguían temblando y la boca tenía el sabor de algo amargo y completamente seco, sintoma de que estaba molesto y con la melancolía a flor de piel.
Vi mis manos ya algo sucias de sangre, provocando en mi mente un torrente de imagenes nitidas de los momentos de mi secuestro y de los criminales acorralados que temblorosos amenazaban con quitarse la vida ellos mismos y a sus victimas -Es un caso similar... ¿Porque temes Spencer?, sabes que la única forma de terminar con tu sufrimiento es enfrentar tus porpios miedos- asenti mientras mordia mi labio inferior que de tantas veces que inconscientemente lo habia hecho sentia un dolor que con el simple acto de ver al frente desaparecio, como un analgesico que se me puso en esa parte -Miedos- pensé -Se lo que debo hacer pero no es fácil que...- interrumpi de solo pensar en tomar un arma e intentar disparar o detener de nuevo psicoticos y locos en mombre de la justicia, deseche la idea más rápido de lo que vino a mi cabeza.
Seguí desesperadamente de detener la hemorragia de Alex, quizás salvarle la vida era donde debia concentrarme, rompí el traje -El coronel me matará, aunque después de esto tal vez me de una de sus antiguas medallas- pensé sonriendo aunque fuera poco ese instante.
Destrocé las mangas del saco que no tardaron en empaparse, la sangre de aquel hombre era muy espesa, entonces rompí las mangas, quedando todo aquel conjunto completamente roto como si Alex convertido en lobo me hubiera atacado o el coronel al que le había perdido la pista, mientras colocaba los vendajes al moribundo otra ves la mente mía jugaba y no se quedaba quieta por unos segundos, que era lo que más necesitaba, sin embargo, recordaba todo lo que pasó minutos antes sintiendo en mi corazón o algo así en el pecho algo que me oprimia mientras recordaba la manera tragica en que había muerto ese hombre con maquillaje de payaso -Hasta los locos sufren, a su manera pero sufren- pensé en Tobías, pensé en mi madre preguntandome si la volvería a ver y si algún dia habría curas para enfermedades como la que ella padece, no llegue a ninguna conclusión, un pequeño roce debil hizo regresar a ese momento << Se escapará >> comento el moribundo con mucha dificultad << Dejáme ve por él, eres policiía no curandero >> sonreí -Ni en estos momentos dejas de ser tan amargado- me miro profundamente evadiendo mi comentario << El traidor >> señalo de nuevo y entonces vi un arma que estaba en el piso, con angustia y miedo la tome entre mis manos contemplandola detenidamente, me puse en pie mientras tomaba el aire que cada vez había menos en el lugar.
Acomode mi cabello, cuyos mechones rubios estaban ya en mi rostro, comence a caminar hacia ese hombre primero a pasos lentos que poco a poco fueron tan rápidos que quede a la distancia correcta para disparar en caso que sea necesario -¡Alto!- grite inseguro -Date la vuelta ahora...- cargue el arma, apuntandole a él -No quiero usar esto para detenerte- moje mis labios mientras instintivamente mi cuerpo se posicionaba justo para el manejo de armas de fuego.
Finalmente el hombre se dio la vuelta e intento engañarme para que bajara el revolver que en nigún momento basile en bajar -No lo voy bajar, ¿Como pretendes que confie en ti?, si eras un triador en que todos confiamos incluso ese... ese... ¡Como se llame!- el nombre se me había ido de la mente por tanto nerviosismo del momento que se reflejaba en la inestabilidad de mis piernas y la transpiración de mis manos que se pusieron frías y creo que fue aquello lo que provoco que el corriera, sin más cerrando los ojos disparé sin ver hacia donde tiraba, fue cuando mis manos fueron desviadas por unas manos completamente heladas, provocando una perforación en el techo -¡¿Que!? ¿Porque lo hiciste?- pregunte mientras las piernas seguían temblando y la boca tenía el sabor de algo amargo y completamente seco, sintoma de que estaba molesto y con la melancolía a flor de piel.
Spencer Reid- Humano Clase Media
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Fecha de inscripción : 03/03/2012
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Re: The theatre of tragedy (LE DUE MASCHERE DELLA NOTE) Part.II
Las cosas que ese vampiro pudo contemplar con eos ojos que no lloraban solo por que él ante los demás debía aparentar ser fuerte, ahora le estaban distrayendo del momento en el que se requería de toda su atención, la imagen de esa mujer le perseguía como si su alma se hubiese convertido en otra maldición para Gideon en su ya de por si odiada existencia.
Estaba en trance mi siquiera se percataba de lo que el otro le decía pese a que sus oidos podían escuchar desde lejos palabras distorcionadas, confusas y con un eco profundo, ni siquiera por muy abiertos que tuviera sus orbes claras lograba ver lo que tenía enfrente en el tiempo real, solo eran escenas pasadas que le herían cada vez más hasta que finalmente pudo en medio de todo aquello olfatear la sangre fresca que emanaba de alguién -¡Maldito instinto!- finalmente protesto y de un parpadeo estaba de vuelta en el Teatro de la tragedia, su mirada se reincorporo viendo primeramente a ese desconocido que unos momentos antes le propuso sacar a los sobrevivientes a como de lugar, este hombre de buen parecer y de la misma raza que quizá odiaba tanto su naturaleza como él le onservaba extrañado ante su silencio prolongado y su faceta de espanto, terror y refñexión que se dibujaba en el inquisidor -¿Hueles eso?- le pregunto al otro que hizo la mirada al frente para percibir el aroma del que Gideon hablaba -Es sangre fresca y...- dirigio su mirada a todas partes hasta que se poso en Spencer que desesperado estaba tratando de que la sangre dejara de drenarse hacia afuera del pecho, el joven detective lucía según a la mirada de ese vampiro el más fuerte de todos pues sin importar que le dieran por la espalda en algún momento, el seguía sosteniendo a ese hombre - Bestia para ver si de casualidad con eso regresaba a la vida -¡Son ellos!- finalmente su largo, delgado y blaquesino dedo indice señalo el lugar donde estaban ellos dos, aquel que le dijo llamarse Mordred señalaba hacía otro punto donde estaban batallandose a muerte el Coronel, ese hombre ya algo grande y ciego que veía mejor que los privilegiados con salud y vida plena, que tan solo en una noche de fiesta se había ganado el corazón del vampiro, sin embargo un ser desconocido llego para ayudarles, estaba equipado con un arco de punta de plata que pensó no le causaría problemas para cazar al mago, sabiendo esto se dirigio a su desconocido compañero -De acuerdo el ya tiene quién ayude, pero Spencer no- sabía perfectamente por lo que aquel humano estaba pasando, ese joven se había refugiado en la paciencia y la escucha que poseía aque condenado para desenvolverse y contar todo lo que le estaba matando, sin decir lo que más le estaba torturando mientras el sueño se iba por lo bordes de una cama que Gideon anhelaba volver a sentir alguna vez.
No podía permitir que ese chico terminará metiendose en lios otra vez por llevar en la consciencia algo más grande que el miedo por su propia mente y la culpa por la muerte de alguién en defensa propia -Y dicen que los perros siempre escuchan- musito con aburrición Gideon en su mente, mientras veía como Spencer de a poco se acercaba a ese hombre, el traidor que de mo ser por que ese vampiro ese hombre de Dios, ya hubiese mordido el cuello del falso Ferrari, el condenado no quería hacer aquello que no negaria, era como un pecado que paso por su mente, el vampiro sabía que si le mordía no iba a poder contenerse puesto que el olor a sangre y muerte le insitaría a ser lo que más odiaba y le deprimía el alma.
-Yo no puedo morderlo- tomo el rosario que pendía de su pecho -Mi Dios me lo prohibe a toda costa- comento al otro hombre -Pero tu no profesas nada así que hazlo tu mientras yo detengo a Reid y haga una tonteria de la que después no haya vuelta atrás- entonces empezaron a decirse de palabras, Mordred no estaba dispuesto hacerlo -Te contaría la vida de ese joven si estuviesemos ¡Tomando café!- exclamó lleno de desesperación -¡Pero no estamos allí!-tomo aliento tratando de recobrar la calma -Ese hombre no puede mancharse las manos- comento en medio de susurros -Si lo hace se limpiara la sangre con su alma y se secará las manos con su mente- miro fijamente lo que sucedía preparandose para atacar ya que del otro no veía ningua acción de su parte, sin embargo ese joven le confesó a Gideon tener una idea para acabar con esa pozoña cubierta de oro, el vampiro asintio después de escuchar rapida y atentamente.
Para cuando giro de nuevo la cabeza y mirar a sus espaldas Spencer tenía el dedo en gatillo pero la mirada perdida del objetivo, por detrás sintio el movimiento rápido de Mordred y sin pensarlo o detenerse a idear un plan corrio para desviar la bala de su objetivo -¡No!- exclamo fuertemente haciendo que Spencer abriera de nuevo los ojos para percatarse de la intomisión del inquisidor -¿Porque lo hice?- respondio calmado la pregunta -Porque no debes mancharte las manos Spencer, solo te diré algo...- paso saliva -Hay muchos tipos de condena que no necesariamente son las rejas, la peste o las maldiciones sin finales cobtos y felices- comento sabiamente como si en ese lugar ni el incendio, ni muertos y rivales se estuviesen peleando -Solo... no dejaré que te condenes otra vez- la mano de Gideon fue despacio hasta Spencer intentando que con ello la paz regresará a sus piernas temblorosas pero todo empeoro cuando vieron al cuerpo de ese hombre viejo, lisiado y traidor en condiciones horriblmente indescriptibles mientras su agresor estaba alli con los ropajes salpicados de carmesi -Jesús, María y José- rezó mientras contemplaba aquello que sus ojos no podían tolerar.
Estaba en trance mi siquiera se percataba de lo que el otro le decía pese a que sus oidos podían escuchar desde lejos palabras distorcionadas, confusas y con un eco profundo, ni siquiera por muy abiertos que tuviera sus orbes claras lograba ver lo que tenía enfrente en el tiempo real, solo eran escenas pasadas que le herían cada vez más hasta que finalmente pudo en medio de todo aquello olfatear la sangre fresca que emanaba de alguién -¡Maldito instinto!- finalmente protesto y de un parpadeo estaba de vuelta en el Teatro de la tragedia, su mirada se reincorporo viendo primeramente a ese desconocido que unos momentos antes le propuso sacar a los sobrevivientes a como de lugar, este hombre de buen parecer y de la misma raza que quizá odiaba tanto su naturaleza como él le onservaba extrañado ante su silencio prolongado y su faceta de espanto, terror y refñexión que se dibujaba en el inquisidor -¿Hueles eso?- le pregunto al otro que hizo la mirada al frente para percibir el aroma del que Gideon hablaba -Es sangre fresca y...- dirigio su mirada a todas partes hasta que se poso en Spencer que desesperado estaba tratando de que la sangre dejara de drenarse hacia afuera del pecho, el joven detective lucía según a la mirada de ese vampiro el más fuerte de todos pues sin importar que le dieran por la espalda en algún momento, el seguía sosteniendo a ese hombre - Bestia para ver si de casualidad con eso regresaba a la vida -¡Son ellos!- finalmente su largo, delgado y blaquesino dedo indice señalo el lugar donde estaban ellos dos, aquel que le dijo llamarse Mordred señalaba hacía otro punto donde estaban batallandose a muerte el Coronel, ese hombre ya algo grande y ciego que veía mejor que los privilegiados con salud y vida plena, que tan solo en una noche de fiesta se había ganado el corazón del vampiro, sin embargo un ser desconocido llego para ayudarles, estaba equipado con un arco de punta de plata que pensó no le causaría problemas para cazar al mago, sabiendo esto se dirigio a su desconocido compañero -De acuerdo el ya tiene quién ayude, pero Spencer no- sabía perfectamente por lo que aquel humano estaba pasando, ese joven se había refugiado en la paciencia y la escucha que poseía aque condenado para desenvolverse y contar todo lo que le estaba matando, sin decir lo que más le estaba torturando mientras el sueño se iba por lo bordes de una cama que Gideon anhelaba volver a sentir alguna vez.
No podía permitir que ese chico terminará metiendose en lios otra vez por llevar en la consciencia algo más grande que el miedo por su propia mente y la culpa por la muerte de alguién en defensa propia -Y dicen que los perros siempre escuchan- musito con aburrición Gideon en su mente, mientras veía como Spencer de a poco se acercaba a ese hombre, el traidor que de mo ser por que ese vampiro ese hombre de Dios, ya hubiese mordido el cuello del falso Ferrari, el condenado no quería hacer aquello que no negaria, era como un pecado que paso por su mente, el vampiro sabía que si le mordía no iba a poder contenerse puesto que el olor a sangre y muerte le insitaría a ser lo que más odiaba y le deprimía el alma.
-Yo no puedo morderlo- tomo el rosario que pendía de su pecho -Mi Dios me lo prohibe a toda costa- comento al otro hombre -Pero tu no profesas nada así que hazlo tu mientras yo detengo a Reid y haga una tonteria de la que después no haya vuelta atrás- entonces empezaron a decirse de palabras, Mordred no estaba dispuesto hacerlo -Te contaría la vida de ese joven si estuviesemos ¡Tomando café!- exclamó lleno de desesperación -¡Pero no estamos allí!-tomo aliento tratando de recobrar la calma -Ese hombre no puede mancharse las manos- comento en medio de susurros -Si lo hace se limpiara la sangre con su alma y se secará las manos con su mente- miro fijamente lo que sucedía preparandose para atacar ya que del otro no veía ningua acción de su parte, sin embargo ese joven le confesó a Gideon tener una idea para acabar con esa pozoña cubierta de oro, el vampiro asintio después de escuchar rapida y atentamente.
Para cuando giro de nuevo la cabeza y mirar a sus espaldas Spencer tenía el dedo en gatillo pero la mirada perdida del objetivo, por detrás sintio el movimiento rápido de Mordred y sin pensarlo o detenerse a idear un plan corrio para desviar la bala de su objetivo -¡No!- exclamo fuertemente haciendo que Spencer abriera de nuevo los ojos para percatarse de la intomisión del inquisidor -¿Porque lo hice?- respondio calmado la pregunta -Porque no debes mancharte las manos Spencer, solo te diré algo...- paso saliva -Hay muchos tipos de condena que no necesariamente son las rejas, la peste o las maldiciones sin finales cobtos y felices- comento sabiamente como si en ese lugar ni el incendio, ni muertos y rivales se estuviesen peleando -Solo... no dejaré que te condenes otra vez- la mano de Gideon fue despacio hasta Spencer intentando que con ello la paz regresará a sus piernas temblorosas pero todo empeoro cuando vieron al cuerpo de ese hombre viejo, lisiado y traidor en condiciones horriblmente indescriptibles mientras su agresor estaba alli con los ropajes salpicados de carmesi -Jesús, María y José- rezó mientras contemplaba aquello que sus ojos no podían tolerar.
Gideon Stark- Condenado/Vampiro/Clase Alta
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Fecha de inscripción : 05/05/2012
Re: The theatre of tragedy (LE DUE MASCHERE DELLA NOTE) Part.II
Mordred no tenía el tiempo para lamentarse y seguirse culpando por el destino desgarrador que tuvo su hermana, muy por el contrario solo pensaba en un método que le permitiese sacar a los que aún estaban con vida alli antes de que la sala terminara por colapsarse y el poco oxigeno se acabara antes de lo previsto, además veia en esa acción una forma de salvar el alma de su hermana donde estuviera ahora, mientras el expiaba su alma de los remordimientos atrces que le provocaban el saber que había ayudado a crear un monstruo.
Quizás a pesar de todo Mordred estaba tan calmado com si caminase por entre el jardín botanico o por los bosque que tanto frecuentaba, lo único que no tenía en mente era la opción de matar a alguién, este hombre había salido completamente diferente a su familia y era en sí tan distinto a como lo pintaba la supuesta leyenda que nadie sabe más que el que es cierta porque fue protagonista en ello, él preferia no matar al menos que fuese para comer y por el momento no lo apetecia ni una sola gota de liquido carmesí -Para ser un religioso esta demasiado alterado- penso mientras se llevaba el dedo al sus labios, ideando una forma de sacarlos y llevarlos a Corte de los milagros -¿Como, como?- decia mirando de un lado a otro donde para la desgracia de todos no veía alguna salida que no estuviera obstruida por tablas, fuego o cuerpos, pero algo le hizo devolver la vista a ese joven agitado y preocupado que intentaba encontrar a unas personas pero no sabía a quienes -No, ¿Que?- preguntó intrigado a su improvisado compañero que levantaba ligeramente el rostro para percibir lo que le señalaban -Sa...- interrumpio su turbia voz pues el tono melancolica de la otra se adelanto a decir lo que percibian, Mordred notaba cierta molestia en ese oscuro y misterioso hombre, era de esperarse podía casi adivinar que aquel detestaba tanto su naturaleza y su existencia como él y que más prueba que la manera tan apegada en que estaba con su Dios.
Sus claros ojos celestes se dirigían de un lado a otro, como las bailarinas gitanas que danzaban en las plazas publicas, esas pupilas trataban de ubicar de quién era ese aroma a sangre que no negaba le despertaba ciertas partes de su instinto, entonces para evitar más tragedias suspiro profundamente mientras se mentalizaba en mantenerse sobrio, así finalmente vio el dedo ajeno que señalaba el punto de origen de la escencia, era un joven quizás de su edad que intentaba inutimente de parar la hemorragia a un moribundo que pronto y aún mal herido señalo detener al hombre que nadie se había percatado estaba casi intacto -Ese hombre- se dijo a si mismo mientras entrecerraba sus ojos -Se me hace muy familiar- sin embargo no podía distinguir de quién se trataba, el hombre estaba de espaldas impidiendole ver su rostro.
El otro vampiro se altero aún más de lo que estaba y aún con todo y esa sensación le pido al último de los Le Fay ayudarle para que ese muchacho no tirara un disparo del arma que sostenía sus temblorosas manos y sus piernas inestables, Mordred podía olfatear el miedo y la angustia de ese pobre, ¡Ni que decir de las palpitaciones que podía escuchar aún en la alejada distancia en que se encontraba!.
-No- rechazo la idea que ese joven le había propuesto donde la muerte que había tratado de evadir se hacia presente -¡Y que crees que soy yo!... igual que tú odio matar, no seré un monje pero tengo valores y moral- nego marcadamente con la cabeza -¡Y tampoco por que sea de una dinastia extinta ¡No!, porque soy un hombre, un ser igual que tú- frució el ceño viendole enfurecida y profundamente -¿Vuelta atrás?- reacciono de un momento a otro, vio al escenario donde ya no había ni rastro de su hermana, ahora entendía el punto al que ese vampiro quería llegar, a pesar de que ese hombre era humano padecia una condena de otro tipo y quizás aumentaría los años si tiraba del gatillo mientras Gideon era un hombre religioso y a la larga también su falta condenaría a su suicidio pero él ya estaba condenado no solo como vampiro sino tambien por los mismos dioses de su época, además de las vidas que había arrebatado -Con ella no hubo vuelta atrás- musitó -De acuerdo- dijo en voz alta -Lo hare- asintio mientras regresaba su mirada -La única forma de detener al ese hombre es matandolo, detienes a Reid-pronuncio inseguro -Mientras me acerco por la espalda y termino con él como solo los Le Fay sabemos hacerlo- sonrio un poco corriendo de forma sigilosa para llegar hasta él, observo un par de dagas que dejaron olvidadas -Como solo los Le Fey sabemos hacerlo... según la leyenda- murmuro preparando las cuchillas a la altura de su cintura, de pronto vino el recuerdo donde ese hombre aparecia, era nada más que el hombre para el que trabajaba y a quién le confio lo que había sucedido la noche anterior en la taberna -Traidor- musito con odio mientras sus colores cambiaban a un denso color oscuro, después ya no hubo logica ni consciencia era solo un animal rabioso y enojado por esa jugarreta y como tal se abalzo por detrás mientras los otros dos se distrageron, las cuchillas pasoron por el cuello del famoso Anthony Ferrari quién ni siquiera tuvo oportunidad de saber como fue su desenlace, pues su cabeza cayó al piso -Nunca debi decirte nada- comnto mientras el cuerpo caía, poca de la sangre quedo en los ropajes de Mordred que ahora sin ningún obstaculo quedo frente a las miradas horrorizadas de los otros dos-En mi caso ya estoy más que condenado- dejo caer las dagas, mientras hablaba pasivamente y asentia con la cabeza -Ahora vamos a sacarlos de aqui y llevarlos a otro lugar- ignoro a sus dos compañeros pasando por en medio de ellos y también porque no decirlo ignorando a su propia consciencia que desaparecia a medida que escuchaba los pasos de lo dos hombres que llevaba por detrás.
Quizás a pesar de todo Mordred estaba tan calmado com si caminase por entre el jardín botanico o por los bosque que tanto frecuentaba, lo único que no tenía en mente era la opción de matar a alguién, este hombre había salido completamente diferente a su familia y era en sí tan distinto a como lo pintaba la supuesta leyenda que nadie sabe más que el que es cierta porque fue protagonista en ello, él preferia no matar al menos que fuese para comer y por el momento no lo apetecia ni una sola gota de liquido carmesí -Para ser un religioso esta demasiado alterado- penso mientras se llevaba el dedo al sus labios, ideando una forma de sacarlos y llevarlos a Corte de los milagros -¿Como, como?- decia mirando de un lado a otro donde para la desgracia de todos no veía alguna salida que no estuviera obstruida por tablas, fuego o cuerpos, pero algo le hizo devolver la vista a ese joven agitado y preocupado que intentaba encontrar a unas personas pero no sabía a quienes -No, ¿Que?- preguntó intrigado a su improvisado compañero que levantaba ligeramente el rostro para percibir lo que le señalaban -Sa...- interrumpio su turbia voz pues el tono melancolica de la otra se adelanto a decir lo que percibian, Mordred notaba cierta molestia en ese oscuro y misterioso hombre, era de esperarse podía casi adivinar que aquel detestaba tanto su naturaleza y su existencia como él y que más prueba que la manera tan apegada en que estaba con su Dios.
Sus claros ojos celestes se dirigían de un lado a otro, como las bailarinas gitanas que danzaban en las plazas publicas, esas pupilas trataban de ubicar de quién era ese aroma a sangre que no negaba le despertaba ciertas partes de su instinto, entonces para evitar más tragedias suspiro profundamente mientras se mentalizaba en mantenerse sobrio, así finalmente vio el dedo ajeno que señalaba el punto de origen de la escencia, era un joven quizás de su edad que intentaba inutimente de parar la hemorragia a un moribundo que pronto y aún mal herido señalo detener al hombre que nadie se había percatado estaba casi intacto -Ese hombre- se dijo a si mismo mientras entrecerraba sus ojos -Se me hace muy familiar- sin embargo no podía distinguir de quién se trataba, el hombre estaba de espaldas impidiendole ver su rostro.
El otro vampiro se altero aún más de lo que estaba y aún con todo y esa sensación le pido al último de los Le Fay ayudarle para que ese muchacho no tirara un disparo del arma que sostenía sus temblorosas manos y sus piernas inestables, Mordred podía olfatear el miedo y la angustia de ese pobre, ¡Ni que decir de las palpitaciones que podía escuchar aún en la alejada distancia en que se encontraba!.
-No- rechazo la idea que ese joven le había propuesto donde la muerte que había tratado de evadir se hacia presente -¡Y que crees que soy yo!... igual que tú odio matar, no seré un monje pero tengo valores y moral- nego marcadamente con la cabeza -¡Y tampoco por que sea de una dinastia extinta ¡No!, porque soy un hombre, un ser igual que tú- frució el ceño viendole enfurecida y profundamente -¿Vuelta atrás?- reacciono de un momento a otro, vio al escenario donde ya no había ni rastro de su hermana, ahora entendía el punto al que ese vampiro quería llegar, a pesar de que ese hombre era humano padecia una condena de otro tipo y quizás aumentaría los años si tiraba del gatillo mientras Gideon era un hombre religioso y a la larga también su falta condenaría a su suicidio pero él ya estaba condenado no solo como vampiro sino tambien por los mismos dioses de su época, además de las vidas que había arrebatado -Con ella no hubo vuelta atrás- musitó -De acuerdo- dijo en voz alta -Lo hare- asintio mientras regresaba su mirada -La única forma de detener al ese hombre es matandolo, detienes a Reid-pronuncio inseguro -Mientras me acerco por la espalda y termino con él como solo los Le Fay sabemos hacerlo- sonrio un poco corriendo de forma sigilosa para llegar hasta él, observo un par de dagas que dejaron olvidadas -Como solo los Le Fey sabemos hacerlo... según la leyenda- murmuro preparando las cuchillas a la altura de su cintura, de pronto vino el recuerdo donde ese hombre aparecia, era nada más que el hombre para el que trabajaba y a quién le confio lo que había sucedido la noche anterior en la taberna -Traidor- musito con odio mientras sus colores cambiaban a un denso color oscuro, después ya no hubo logica ni consciencia era solo un animal rabioso y enojado por esa jugarreta y como tal se abalzo por detrás mientras los otros dos se distrageron, las cuchillas pasoron por el cuello del famoso Anthony Ferrari quién ni siquiera tuvo oportunidad de saber como fue su desenlace, pues su cabeza cayó al piso -Nunca debi decirte nada- comnto mientras el cuerpo caía, poca de la sangre quedo en los ropajes de Mordred que ahora sin ningún obstaculo quedo frente a las miradas horrorizadas de los otros dos-En mi caso ya estoy más que condenado- dejo caer las dagas, mientras hablaba pasivamente y asentia con la cabeza -Ahora vamos a sacarlos de aqui y llevarlos a otro lugar- ignoro a sus dos compañeros pasando por en medio de ellos y también porque no decirlo ignorando a su propia consciencia que desaparecia a medida que escuchaba los pasos de lo dos hombres que llevaba por detrás.
Mordred Le fay- Vampiro Clase Media
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Fecha de inscripción : 28/11/2012
Re: The theatre of tragedy (LE DUE MASCHERE DELLA NOTE) Part.II
El cambiaformas estaba adolorido, todo su cuerpo comenzaba a dolerle en demacía, como el mismo había dicho ya estaba demasiado viejo para andar en esos bailes, si, podía ser un poderoso cambiaformas pero... la vida se le fue sin verla y hay tantos secretos en ese fisico que sabe maquillar su edad real que comenzaban a hacerle dudar si realmente valia la pena seguir respirando, finalmente al borde de la muerte y el peligro todas esas cuestiones que se habían empeñado tanto en ignorar le venían encima con reclamos, echandole en cara que en realidad ninguna mujer de las que había disfrutado en los burdeles realmente le quería mientras que el licor lo único que hacia era arruinarle lo poco que tenía de existencia.
En ese momento transformado en un zorro empolvado y ciego pensó en darse por vencido, sus sentidos, tanto el olfato como el oido le rendían cuentas que los dos "lideres" del movimiento se habían ido por razones que quizás fueron tan notorias pero que en ellos, todos los que quedaban estaban luchando en aras de preservar su vida o la de alguién más, también los colchones de sus patas predecían que ya eran pocos los que quedaban en pie, el mayor número que estaba vivo era por parte del ejercito de "V", pero sin duda habían otros nuevos dentro de la pelea que por alguna razón estaban allá adentro... ¿Sería a salvarle?, ¡Nah! Frank no hablaba ni con el mismo como para decir que eran sus amigos sin embargo eran de la misma raza... cambiaformas, lo que necesitaba para que ese infeliz que cambiaba de ser cada dos minutos fuera destruido, un lobo o un perro bien podía destrozar pero tal como un militar pensaba en estrategias y puso como posibilidad que podría ser que aquellos tuvieran dentro de si animales o bestias más potentes que los suyos -¿Como los llamo?- penso, no sabía ni sus nombres pero debía haber alguna posibilidad, ni siquiera podía distinguir su ubicación, había tantos aromas en el aire que le confundían y eso era una obvia desventaja para quién carecia de la vista y dentro de esas escencias otra se hizo presente...¿Un Lycan?, no la sangre de ese joven amargado estaba siendo desperdiciada a cada bombeo de su cprazón acelerado, la única opción que le quedaba era un... vampiro -¿Otro?- se pregunto, comenzó a lanzar pequeños gruñidos, mientras se intentaba poner en pie, más no fue necesario atacar, ese hombre estaba armado y queria terminar con el brujo, sabía sus intenciones sin embargo no bajo la guardia por precaución a la notoria locura que padecia ese hombre.
Debía concentrarse, el mago había atacado al vampiro sacandolo de balance, Frank no tuvo más salida que qudarse alli mientras pensaba -Soy... soy...-no podía decir que era un militar, menos cuando los pasos se hacian más rápidos, era más que claro qu necesitaba unir fuerzas con los otros cambiaformas.
Uso lo poco que le quedaba de fuerzas y se concentro de nuevo transformandose en el último animal que guardaba bajo el pelaje, las patas se hicieron más largas, el cuerpo más largo y redondo, agil y lleno de musculos, la cola se hizo menos esponjosa dando como resultado un perro de uso domestico con pelaje plateado y negro parecido a los perros que andan por las montañas nevadas o jalando de los trineos en invierno -Eres el último, después de ti huiremos- era lo querian decir sus gruñidos y ladridos que salían todo el tiempo, mismos que se hicieron más fuertes para tratar de llamar la atención de los otros cambiaformas, seguía ladrando y su pose estaba en ataque, no podía ver pero si sentir que la presencia perversa y perdida se acercaba cada vez más -Por favor vengan cambiaformas, ayudenme- suplico -¿A veces me pregunto de que nos sirven los instintos?- reprendio a los otros sin que ellos supieran al no ver que llegara alguno sin embargo mantenía la esperanza de que en alguna forma entendieran su lenguaje y fueran a ayudarle.
En ese momento transformado en un zorro empolvado y ciego pensó en darse por vencido, sus sentidos, tanto el olfato como el oido le rendían cuentas que los dos "lideres" del movimiento se habían ido por razones que quizás fueron tan notorias pero que en ellos, todos los que quedaban estaban luchando en aras de preservar su vida o la de alguién más, también los colchones de sus patas predecían que ya eran pocos los que quedaban en pie, el mayor número que estaba vivo era por parte del ejercito de "V", pero sin duda habían otros nuevos dentro de la pelea que por alguna razón estaban allá adentro... ¿Sería a salvarle?, ¡Nah! Frank no hablaba ni con el mismo como para decir que eran sus amigos sin embargo eran de la misma raza... cambiaformas, lo que necesitaba para que ese infeliz que cambiaba de ser cada dos minutos fuera destruido, un lobo o un perro bien podía destrozar pero tal como un militar pensaba en estrategias y puso como posibilidad que podría ser que aquellos tuvieran dentro de si animales o bestias más potentes que los suyos -¿Como los llamo?- penso, no sabía ni sus nombres pero debía haber alguna posibilidad, ni siquiera podía distinguir su ubicación, había tantos aromas en el aire que le confundían y eso era una obvia desventaja para quién carecia de la vista y dentro de esas escencias otra se hizo presente...¿Un Lycan?, no la sangre de ese joven amargado estaba siendo desperdiciada a cada bombeo de su cprazón acelerado, la única opción que le quedaba era un... vampiro -¿Otro?- se pregunto, comenzó a lanzar pequeños gruñidos, mientras se intentaba poner en pie, más no fue necesario atacar, ese hombre estaba armado y queria terminar con el brujo, sabía sus intenciones sin embargo no bajo la guardia por precaución a la notoria locura que padecia ese hombre.
Debía concentrarse, el mago había atacado al vampiro sacandolo de balance, Frank no tuvo más salida que qudarse alli mientras pensaba -Soy... soy...-no podía decir que era un militar, menos cuando los pasos se hacian más rápidos, era más que claro qu necesitaba unir fuerzas con los otros cambiaformas.
Uso lo poco que le quedaba de fuerzas y se concentro de nuevo transformandose en el último animal que guardaba bajo el pelaje, las patas se hicieron más largas, el cuerpo más largo y redondo, agil y lleno de musculos, la cola se hizo menos esponjosa dando como resultado un perro de uso domestico con pelaje plateado y negro parecido a los perros que andan por las montañas nevadas o jalando de los trineos en invierno -Eres el último, después de ti huiremos- era lo querian decir sus gruñidos y ladridos que salían todo el tiempo, mismos que se hicieron más fuertes para tratar de llamar la atención de los otros cambiaformas, seguía ladrando y su pose estaba en ataque, no podía ver pero si sentir que la presencia perversa y perdida se acercaba cada vez más -Por favor vengan cambiaformas, ayudenme- suplico -¿A veces me pregunto de que nos sirven los instintos?- reprendio a los otros sin que ellos supieran al no ver que llegara alguno sin embargo mantenía la esperanza de que en alguna forma entendieran su lenguaje y fueran a ayudarle.
Frank Slade- Fantasma
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Re: The theatre of tragedy (LE DUE MASCHERE DELLA NOTE) Part.II
Afuera del teatro, las exensiones sienten la tensión y el peligro. Son llamadas sin que medie ningun tipo de comunicación desde dentro del edificio en llamas; pues sutil es la conexión entre cada uno de los cuerpos que aunque se mantienen separados no dejan de ser parte un solo ser.
De el cuerpo del ave brota el humano, como desenvolviendose, en lo que le toma caer al suelo ocurre la metamorfósis de modo que lo que toca el piso es su cuerpo humano. Entre todas las formas que puede adoptar el reverendo eligió la mas robusta para acarrear agua.
- FUEGO! FUEGO! - escuchó que alguien gritaba y repite el mismo por si acaso eso atrae la ayuda.
Sale así en tremenda carrera el reverendo a buscar alguna fuente de agua... desde donde se encuentra puede oler la humedad proveniente del Jardin des Tuileries, seguro ahí puede tomar agua... en el camino se encuentra algunas gentes alarmadas a las cuales les hace aspavientos para que le ayuden a transportar agua hasta el teatro.
- Que llamen a los Guardabombas! - escucha una voz clamar por ahi... ¿Guardabombas? tal vez se refieran a ese flamante cuerpo de 60 gordos bomberos. No sorprende a nadie que aún no se haya presentado en el lugar. No se puede esperar que a un montón de obreros solo poniéndoles casco de cobre, traje azul con cuello negro, botones de cobre y hombreras amarillas y pagándoles el mismo salario desde hace un siglo, tengan una respuesta efectiva en caso de siniestro.
(* Para nuestra fortuna Luis IX lanzó hace siglos una ordenaza que obliga a todos los ciudadanos de Paris a donar agua en caso de incendio. De modo que los ciudadanos estan olbigados a ayudar a riesgo de recibir una multa.)
-Hay que echarles una mano... -
De el cuerpo del ave brota el humano, como desenvolviendose, en lo que le toma caer al suelo ocurre la metamorfósis de modo que lo que toca el piso es su cuerpo humano. Entre todas las formas que puede adoptar el reverendo eligió la mas robusta para acarrear agua.
- FUEGO! FUEGO! - escuchó que alguien gritaba y repite el mismo por si acaso eso atrae la ayuda.
Sale así en tremenda carrera el reverendo a buscar alguna fuente de agua... desde donde se encuentra puede oler la humedad proveniente del Jardin des Tuileries, seguro ahí puede tomar agua... en el camino se encuentra algunas gentes alarmadas a las cuales les hace aspavientos para que le ayuden a transportar agua hasta el teatro.
- Que llamen a los Guardabombas! - escucha una voz clamar por ahi... ¿Guardabombas? tal vez se refieran a ese flamante cuerpo de 60 gordos bomberos. No sorprende a nadie que aún no se haya presentado en el lugar. No se puede esperar que a un montón de obreros solo poniéndoles casco de cobre, traje azul con cuello negro, botones de cobre y hombreras amarillas y pagándoles el mismo salario desde hace un siglo, tengan una respuesta efectiva en caso de siniestro.
(* Para nuestra fortuna Luis IX lanzó hace siglos una ordenaza que obliga a todos los ciudadanos de Paris a donar agua en caso de incendio. De modo que los ciudadanos estan olbigados a ayudar a riesgo de recibir una multa.)
-Hay que echarles una mano... -
Roi Krimson- Mensajes : 77
Fecha de inscripción : 09/09/2010
Re: The theatre of tragedy (LE DUE MASCHERE DELLA NOTE) Part.II
La sangre tibia emanaba de manera constante de mi cuerpo, quería levantarme pero todo esfuerzo ya era inutil, así me pusiera a rezar a ese Dios en quién despupes de mi transformación le perdí la fé nada hacía que el mundo dejara de darme vueltas y que las piernas dejaran de sentir ese extraño dolor en las articulaciones, podía sentir los latidos del corazón que desaceleraba o hacia todo lo contrario por mantenerme con vida, bombeando la sangre que de cualquier forma se perdía y alli tendido en el piso completamente con mis ojos castaños, esos que la mayoria envidiaba quedo viendo fijamente el techo donde se veía todo del color del fuego, podía escuchar gritos, golpes, hechizos y peleas todos se estaban matando sin darse cuenta que allí no quedaba nada que rescatar salvo las vidas de ellos mismos.
Podía escuchar a Spencer debatirse entre disparar o no y al coronel pelear sin descanso a su edad -Como quisiera ayudarlos- entonces pareciendo mentira quizás en alguién como yo las lágrimas brotaron sin más -¿Pero que me sucede? ¿Que significa esto?- no obtuve respuesta de mi mismo, simplemente seguía sumido en ese dolor que era más fuerte que la herida misma por donde me desangraba, levante mis manos sentia que estaban empadadas en algo espeso, al mirarlas no tenía más que carmín en ellas, deje caer la cabeza viendo de mueva cuenta al techo y finalmente senti el calor unfernal que las llamas habían logrado imponeer en aquel sitio -¿Tan rápido perdí la batalla entonces?- supuse entonces un sin fin de teorias para dar una ezplicación lógica al asunto, lás lágrimas seguían brotando hasta convertirse en una gota de un grosor algo descomunal -La verdad lastima, eso supongo yo- volvi a centrarme en el campo, no había alma humana con vida y los sobrenaturales eran pocos los que seguían en pie, ya no escuchaba al coronel, por lo menos no en un breve momento en que los parpados se hacían pesados y todo absolutamente todo se puso en color tan negro que ni el anaranjado o el calor podían llegar hasta mis instintos caninos -Ya no más- oí finalmente la voz interior que con esas palabras me estaba llevando a la paz que requería y que anhelaba después de mucho o mejor dicho años y días que parecían ser eternos atrás, en ese plano oscuro escuchaba pasos que en primera instancia iban lentos y desconcertados para convertirse en pisadas rápidas y en alerta, se acercaban hasta llegar a mi... sentí un calor humano en el costado derecho de mi cuerpo, algo sostenía mi mano, era otra piel joven y fria cuyos huesos temblaban tanto como su dueño que no tardo en gritar de desesperación, misma voz que entro ese sacrosanto y pacifico lugar << Alex >> << ¡Alex! >> escuche al eco de la voz aquella que estaba al borde del llanto y la desesperación -Spencer- supongo adivine al sentir sus manos en mi espalda tratando de levantarme, intentando ergir mi cuerpo para que volviera a caminar -Spencer-volvi a llamarle con los ojos cerrados, no podía ver su rostro o me obligaria a levantarme y luchar por mi vida que ya estaba dada por mi por perdida -Spencer, escucha- aclare la voz pasando grandes tragos de saliva que provocaba el mismo dolor -Ya es tarde para mí, no trates de levantame por que no lo haré-advertí -No porque...sea testarudo como ayer por la noche, en la catedral ¿Recuerdas?-me retorcia del dolor, podía sentir la profundidad de la herida aunque no la bala misma -Ya no Spencer, anoche aún era tan... tan... tan negativo, resignado a vi...vir, a ver mi existencia como una carga, una pena una maldición- el dolor se estaba volviendo más intenso, ya no quería seguir hablando sino guardar esas últimas energías para reconciliarme con él, con ese Dios que nadie conoce pero que todos veneran pero si bien es cierto hay que teneer un confesor pero la mía no sería cualquiera, sería una confesión donde convenciera a los otros que los ideales del tal "V" tenían futuro -Quiero... quiero quedarme aquí- finalmente los parpados decidieron que mis orbes contemplaran por última vez los de Spencer y esos sujetos que llevaba por detrás -¿Sabes? acabo de descucbrir por que perdi la guerra tan pronto siendo un perro gigantesco- sonreí de lo que ahora me resultaba deprimente, contradictorio, si, pero por lo menos alguna vez en mi vida debía sonreir -Encontre la razón por la que vine aquí aún en contra de mi voluntad... sabía que aquí encontraría lo único que anhelado todos estos años-las lágrimas volvieron a brotar sin más -La muerte... es lo único que he querido para mi, por eso perdí tan fácilmente la batalla, ya estoy cansado de cargar con todo esto-solte algunas debiles carcajadas -Hasta ahora comprendí lo que alguién me dijo una vez, si hacemos algo peligroso como hombres, como seres humanos creyendo que es diversión solo es suicidio, si queremos ir a algún sitio en contra de nuestra voluntad sabiendo que hay peligro, entonces no es heroismo ni egocentrismo es... un suicidio, por eso vine aquí encontra de mi...voluntad, sabía que la muerte aguardaría por mí aquí-sonreí mientras los ojos se hacían cristalinos producto de las lágrimas que intentaba contener -Hasta el accidente más estupido donde alguién muere es una forma de suicidio- asentí -Lo sé es... la forma más cobarde de huir de un problema, pero es la única que me queda... y... hasta eso yo no... podría llamarla cobardía puesto que entregarte a la boca del monstruo, a la punta de la espada amenazando el diafragma, la pequeña daga en las muñecas, la cuerda asechando un cuello desde la rama de un árbol implican a quién los usa con ese fin un valor más allá de lo inamiginable...saber que moriras incluso si es la salvación por naturaleza humana tendremos miedo-.
Me costaba más trabajo respirar, pasaba saliva yme afeeraba a la madera caliente del piso, rogando me alcanzara el tiempo para lo que debía decirle -Yo no soy un hombre, soy un monstruo y como tal seguí mis instintos sin tener miedo, más el hombre que agoniza muy dentro de la fiera siente a la muerte y como humano siente miedo y finalmente en algo la bestia y el hombre se pusieron de acuerdo por una vez, ambos saben que al final de este dolor intenso encontraremos la paz que nunca poseimos en este mundo...- me quejaba pero decidi aguantar el dolor, debía..debía dicirle -Spencer, escuchame, deja de llorar, las lágrimas no haran nada para que la herida sane pero... vine por lo que ya te he dicho, desconfiaba de ese tal V, sin embargo... su discurso hizo comprender que es lo que busca... todos los crimenes cometidos en este teatro son de un hombre ordinario que nos ha estado viendo la cara...un psicopata, debemos ayudarlo, porque esa máscara seguramente también es obra del opresor de París, ayudalo... Spencer- tome su mano -Supera tus miedos, encaralos y si quieres un motivante esta París de por medio y mi muerte si de algo te sirve- recargue la cabeza en suelo -Vete, vayanse... dejenme aquí, quiero morir aquí, mi misión y mi calvario termino- sonreí de la manera más franca que podía ser -Corran y hagan lo que les digo, ayuden, solo ayuden- esos dos hombres que iban con Spencer se le llevaron encontra de su voluntad, corrieron hacia donde una corriente de aire podía percibirse, los pasos se alejaban -¡Gideon!-exclame con esfuerzos casi nulos -¡Pide a tu Dios por mi!- mis parpados finalmente se vencieron, el último espasmo de dolor fue insoportable, la respiración se volvio a acelerar, las lágrimas que se mantuvieron prisioneras pudieron fugarese de las celdas recorriendo mis mejillas, mientras sentían su libertad -Al... fin... en... en...paz- susurre para mi mismo en consuelo después todo se hizo más oscuro, ya no habia anaranjados, ni ruidos...después el mundo finalmente y tal como esperaba mí mundo, mi cielo, mi infierno habia terminado.
Podía escuchar a Spencer debatirse entre disparar o no y al coronel pelear sin descanso a su edad -Como quisiera ayudarlos- entonces pareciendo mentira quizás en alguién como yo las lágrimas brotaron sin más -¿Pero que me sucede? ¿Que significa esto?- no obtuve respuesta de mi mismo, simplemente seguía sumido en ese dolor que era más fuerte que la herida misma por donde me desangraba, levante mis manos sentia que estaban empadadas en algo espeso, al mirarlas no tenía más que carmín en ellas, deje caer la cabeza viendo de mueva cuenta al techo y finalmente senti el calor unfernal que las llamas habían logrado imponeer en aquel sitio -¿Tan rápido perdí la batalla entonces?- supuse entonces un sin fin de teorias para dar una ezplicación lógica al asunto, lás lágrimas seguían brotando hasta convertirse en una gota de un grosor algo descomunal -La verdad lastima, eso supongo yo- volvi a centrarme en el campo, no había alma humana con vida y los sobrenaturales eran pocos los que seguían en pie, ya no escuchaba al coronel, por lo menos no en un breve momento en que los parpados se hacían pesados y todo absolutamente todo se puso en color tan negro que ni el anaranjado o el calor podían llegar hasta mis instintos caninos -Ya no más- oí finalmente la voz interior que con esas palabras me estaba llevando a la paz que requería y que anhelaba después de mucho o mejor dicho años y días que parecían ser eternos atrás, en ese plano oscuro escuchaba pasos que en primera instancia iban lentos y desconcertados para convertirse en pisadas rápidas y en alerta, se acercaban hasta llegar a mi... sentí un calor humano en el costado derecho de mi cuerpo, algo sostenía mi mano, era otra piel joven y fria cuyos huesos temblaban tanto como su dueño que no tardo en gritar de desesperación, misma voz que entro ese sacrosanto y pacifico lugar << Alex >> << ¡Alex! >> escuche al eco de la voz aquella que estaba al borde del llanto y la desesperación -Spencer- supongo adivine al sentir sus manos en mi espalda tratando de levantarme, intentando ergir mi cuerpo para que volviera a caminar -Spencer-volvi a llamarle con los ojos cerrados, no podía ver su rostro o me obligaria a levantarme y luchar por mi vida que ya estaba dada por mi por perdida -Spencer, escucha- aclare la voz pasando grandes tragos de saliva que provocaba el mismo dolor -Ya es tarde para mí, no trates de levantame por que no lo haré-advertí -No porque...sea testarudo como ayer por la noche, en la catedral ¿Recuerdas?-me retorcia del dolor, podía sentir la profundidad de la herida aunque no la bala misma -Ya no Spencer, anoche aún era tan... tan... tan negativo, resignado a vi...vir, a ver mi existencia como una carga, una pena una maldición- el dolor se estaba volviendo más intenso, ya no quería seguir hablando sino guardar esas últimas energías para reconciliarme con él, con ese Dios que nadie conoce pero que todos veneran pero si bien es cierto hay que teneer un confesor pero la mía no sería cualquiera, sería una confesión donde convenciera a los otros que los ideales del tal "V" tenían futuro -Quiero... quiero quedarme aquí- finalmente los parpados decidieron que mis orbes contemplaran por última vez los de Spencer y esos sujetos que llevaba por detrás -¿Sabes? acabo de descucbrir por que perdi la guerra tan pronto siendo un perro gigantesco- sonreí de lo que ahora me resultaba deprimente, contradictorio, si, pero por lo menos alguna vez en mi vida debía sonreir -Encontre la razón por la que vine aquí aún en contra de mi voluntad... sabía que aquí encontraría lo único que anhelado todos estos años-las lágrimas volvieron a brotar sin más -La muerte... es lo único que he querido para mi, por eso perdí tan fácilmente la batalla, ya estoy cansado de cargar con todo esto-solte algunas debiles carcajadas -Hasta ahora comprendí lo que alguién me dijo una vez, si hacemos algo peligroso como hombres, como seres humanos creyendo que es diversión solo es suicidio, si queremos ir a algún sitio en contra de nuestra voluntad sabiendo que hay peligro, entonces no es heroismo ni egocentrismo es... un suicidio, por eso vine aquí encontra de mi...voluntad, sabía que la muerte aguardaría por mí aquí-sonreí mientras los ojos se hacían cristalinos producto de las lágrimas que intentaba contener -Hasta el accidente más estupido donde alguién muere es una forma de suicidio- asentí -Lo sé es... la forma más cobarde de huir de un problema, pero es la única que me queda... y... hasta eso yo no... podría llamarla cobardía puesto que entregarte a la boca del monstruo, a la punta de la espada amenazando el diafragma, la pequeña daga en las muñecas, la cuerda asechando un cuello desde la rama de un árbol implican a quién los usa con ese fin un valor más allá de lo inamiginable...saber que moriras incluso si es la salvación por naturaleza humana tendremos miedo-.
Me costaba más trabajo respirar, pasaba saliva yme afeeraba a la madera caliente del piso, rogando me alcanzara el tiempo para lo que debía decirle -Yo no soy un hombre, soy un monstruo y como tal seguí mis instintos sin tener miedo, más el hombre que agoniza muy dentro de la fiera siente a la muerte y como humano siente miedo y finalmente en algo la bestia y el hombre se pusieron de acuerdo por una vez, ambos saben que al final de este dolor intenso encontraremos la paz que nunca poseimos en este mundo...- me quejaba pero decidi aguantar el dolor, debía..debía dicirle -Spencer, escuchame, deja de llorar, las lágrimas no haran nada para que la herida sane pero... vine por lo que ya te he dicho, desconfiaba de ese tal V, sin embargo... su discurso hizo comprender que es lo que busca... todos los crimenes cometidos en este teatro son de un hombre ordinario que nos ha estado viendo la cara...un psicopata, debemos ayudarlo, porque esa máscara seguramente también es obra del opresor de París, ayudalo... Spencer- tome su mano -Supera tus miedos, encaralos y si quieres un motivante esta París de por medio y mi muerte si de algo te sirve- recargue la cabeza en suelo -Vete, vayanse... dejenme aquí, quiero morir aquí, mi misión y mi calvario termino- sonreí de la manera más franca que podía ser -Corran y hagan lo que les digo, ayuden, solo ayuden- esos dos hombres que iban con Spencer se le llevaron encontra de su voluntad, corrieron hacia donde una corriente de aire podía percibirse, los pasos se alejaban -¡Gideon!-exclame con esfuerzos casi nulos -¡Pide a tu Dios por mi!- mis parpados finalmente se vencieron, el último espasmo de dolor fue insoportable, la respiración se volvio a acelerar, las lágrimas que se mantuvieron prisioneras pudieron fugarese de las celdas recorriendo mis mejillas, mientras sentían su libertad -Al... fin... en... en...paz- susurre para mi mismo en consuelo después todo se hizo más oscuro, ya no habia anaranjados, ni ruidos...después el mundo finalmente y tal como esperaba mí mundo, mi cielo, mi infierno habia terminado.
Alex Bongartz- Licántropo Clase Alta
- Mensajes : 30
Fecha de inscripción : 22/04/2012
Re: The theatre of tragedy (LE DUE MASCHERE DELLA NOTE) Part.II
Ojalá en ese entonces hubiera existido algún tipo de prueba tangible que hiciera constar a Gideon que su Dios realmente existía, que estaba ocupado en otro lugar donde gente le necesitará mas que los parisinos en aquellos momentos... más los pensamientos como todo ser le decían que quizás ese ser divino no fuera más que la invención de algunos cuantos para protegerse de las razas que han existido siempre entre los hombres, de sentirse seguros que hay alguién allá arriba que los escucha.... -¿Que es arriba, que hay allá, si es cierto que hay un Paraíso entonces donde esta?- cuestionaba su mente que en aras de escapar del terrible momento por que estaba pasando se ponía a filosofar en medio del despiadado fuego, de la muerte de un hombre al frente suyo y de los alrededores donde unos cuantos aún luchaban por su vida y otros más habían entrado a rescatar más vidas si es que aún no estaban perdidas.
El corazón, ese que extrañamente a existido siempre aunque no en escncia vivo se le estaba haciendo literalmente pedazos solo de oir lo que ese moribundo estaba exponiendo -Un suicidio..toda muerte fuera de lo común era un suicidio aún por absurda que la causa de muerte fuera-asintio mientras analizaba en su cabeza que de buenas a primeras había olvidado a Dios y el paraiso -¿Si yo también quise morir entonces?- más porque motivo si Gideon fue feliz en cuanto a naturaleza humana se trataba, pero... ahora, había ingresado a la Corte de los Búhos donde sabía perfectamente que podía ser acusado de traición ante la inquisición, esto equivalia a muerte y por otro lado había estado en las filas de la Santa Inquisición matando a seres como él o como el moribundo, buscando posibles conflictos con clanes y familias, esto equivalia a muerte -¿Entonces todo el tiempo estuve buscando mi fin sin que yo me diera cuenta, autodestruirme yo solo de una forma en que no fuera mi mano la que jalara del gatillo?, pero y... la ¿Redención que buscaba?- no tardo en responder aquella vosecilla interior -¿Y si solo disfrasaste tu infelicidad de fe y tu convicción hacia la redención y el perdón no fue más que la busqueda de tu descenlace?- el teatro daba vueltas pero no era el mundo solo era el interior de Gideon que estaba pensando a marchas forzadas para que recobrara la consciencia volviendo al momento y al lugar, sintiendo de nuevo el calor, el aroma de la madera quemada, de la sangre y de la muerte presente en todo lugar.
-Te entiendo Alex- dijo apenas audible y serio -Desearía que vivieras un poco más para que comprendieras por que te dije eso, supongo que en otra vida será- emcogio los hombros quitandose del pecho un rosario de madera algo empolvada a causa de la ceniza que caía como si fuese nieve en todo el recinto -No pido que creas, porque ni yo mismo se en este momento que creer, pero si algo ayuda a no sufrir en demasia es en tener fe en algo, así sea en una simple hormiga o que se yo... pero en algo que te ayude a confrontar este último misterio que es el de la muerte- se agacho hasta donde estaba el cuerpo ya rodeado de un gran charco de sangre, carmín que quitaba las esperanzas de que aquel lobo pudiese sobrevivir, Gideon midio la dimensión y la gravedad del licantropo -Spencer- se puso en pie tomando el hombro de ese muchacho envuelto en miedo y en ganas infinitas de terminar en llanto -No hay nada que hacer por él, salvo lo que él te pide ahora- dijo resignado con el mchón de cabello cubriendole los ojos debido a que estaba completamente alborotado -Te dejaremos en paz si eso es lo que quieres- asintio mientras vio al otro sujeto que permanecio con las manos sucias de carmín en silencio todo ese tiempo, su mirada hacia el otro le pedía sacaran entre ambos al joven necio que no queria separarse del hombre moribundo -¡He dicho que nos vamos!- tomo a la fuerza el brazo de aquel chico llevandolo hacia la unica aparente salida que estaba abierta, la rafaga, el fresco del aire externo llegaba hasta donde ellos caminaban << Pide a tú Dios por mi >> alcanzo a oir a lo lejos en las puertas de lo que fue el Hall por donde cada uno de los que habían muerto pasaron momentos antes, como Jesús por el Calvario, de nuevo Dios aparecio en pensamientos y le dio consuelo a un moribundo, aparecio a las puertas destrozadas que les llevaron a la salida, donde gente de todo tipo ayudaba, donde muchos pronunciaban su nombre... en aire puro que ahora respiraba, en el oscuro extraño que la luna provocaba aquella noche, en el milagro de su vida preservada... todo ello le hacía considerar que en algún lado y por algo quizás Dios existía y por algo dejo que todo eso pasará... quizá ¿Liberar a todo su pueblo parisino del demonio?.
El corazón, ese que extrañamente a existido siempre aunque no en escncia vivo se le estaba haciendo literalmente pedazos solo de oir lo que ese moribundo estaba exponiendo -Un suicidio..toda muerte fuera de lo común era un suicidio aún por absurda que la causa de muerte fuera-asintio mientras analizaba en su cabeza que de buenas a primeras había olvidado a Dios y el paraiso -¿Si yo también quise morir entonces?- más porque motivo si Gideon fue feliz en cuanto a naturaleza humana se trataba, pero... ahora, había ingresado a la Corte de los Búhos donde sabía perfectamente que podía ser acusado de traición ante la inquisición, esto equivalia a muerte y por otro lado había estado en las filas de la Santa Inquisición matando a seres como él o como el moribundo, buscando posibles conflictos con clanes y familias, esto equivalia a muerte -¿Entonces todo el tiempo estuve buscando mi fin sin que yo me diera cuenta, autodestruirme yo solo de una forma en que no fuera mi mano la que jalara del gatillo?, pero y... la ¿Redención que buscaba?- no tardo en responder aquella vosecilla interior -¿Y si solo disfrasaste tu infelicidad de fe y tu convicción hacia la redención y el perdón no fue más que la busqueda de tu descenlace?- el teatro daba vueltas pero no era el mundo solo era el interior de Gideon que estaba pensando a marchas forzadas para que recobrara la consciencia volviendo al momento y al lugar, sintiendo de nuevo el calor, el aroma de la madera quemada, de la sangre y de la muerte presente en todo lugar.
-Te entiendo Alex- dijo apenas audible y serio -Desearía que vivieras un poco más para que comprendieras por que te dije eso, supongo que en otra vida será- emcogio los hombros quitandose del pecho un rosario de madera algo empolvada a causa de la ceniza que caía como si fuese nieve en todo el recinto -No pido que creas, porque ni yo mismo se en este momento que creer, pero si algo ayuda a no sufrir en demasia es en tener fe en algo, así sea en una simple hormiga o que se yo... pero en algo que te ayude a confrontar este último misterio que es el de la muerte- se agacho hasta donde estaba el cuerpo ya rodeado de un gran charco de sangre, carmín que quitaba las esperanzas de que aquel lobo pudiese sobrevivir, Gideon midio la dimensión y la gravedad del licantropo -Spencer- se puso en pie tomando el hombro de ese muchacho envuelto en miedo y en ganas infinitas de terminar en llanto -No hay nada que hacer por él, salvo lo que él te pide ahora- dijo resignado con el mchón de cabello cubriendole los ojos debido a que estaba completamente alborotado -Te dejaremos en paz si eso es lo que quieres- asintio mientras vio al otro sujeto que permanecio con las manos sucias de carmín en silencio todo ese tiempo, su mirada hacia el otro le pedía sacaran entre ambos al joven necio que no queria separarse del hombre moribundo -¡He dicho que nos vamos!- tomo a la fuerza el brazo de aquel chico llevandolo hacia la unica aparente salida que estaba abierta, la rafaga, el fresco del aire externo llegaba hasta donde ellos caminaban << Pide a tú Dios por mi >> alcanzo a oir a lo lejos en las puertas de lo que fue el Hall por donde cada uno de los que habían muerto pasaron momentos antes, como Jesús por el Calvario, de nuevo Dios aparecio en pensamientos y le dio consuelo a un moribundo, aparecio a las puertas destrozadas que les llevaron a la salida, donde gente de todo tipo ayudaba, donde muchos pronunciaban su nombre... en aire puro que ahora respiraba, en el oscuro extraño que la luna provocaba aquella noche, en el milagro de su vida preservada... todo ello le hacía considerar que en algún lado y por algo quizás Dios existía y por algo dejo que todo eso pasará... quizá ¿Liberar a todo su pueblo parisino del demonio?.
Gideon Stark- Condenado/Vampiro/Clase Alta
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