Wake me to reality [Adam]

Sus parpados se sentían pesados y lo único en su cabeza era esa idea de descansar de despertar de la pesadilla o escapar de la realidad sin embargo no podía engañarse eso le quitaba el sueño y sentía impotencia también sabía que no siempre se iba a poder hacer cargo y si lo haría terminaría desgastándole pensó que quizás aquel estaba mejor muerto.

El ruido de los objetos cayendo le hizo levantarse rápidamente, sus latidos se aceleraron como nunca lo habían hecho pensando lo peor aunque no una idea en concreto. Se apresuró y abrió la puerta de golpe haciéndola resonar en la habitación y le vio ahí, de esa forma, con el cuerpo enrojecido y no quería pensar porque aunque en el fondo lo sabía.

Suspiró y se acercó después de cerrar, se inclinó para poder alcanzarle y sus cálidas manos se colocaron sobre la piel del menor para acercarle y abrazarle. –Tranquilo.-No tenía las palabras adecuadas para él sin saber bien todo aquello.

Se quedó paralizado sin saber que hacer o que decirle porque jamás tenía algo bueno que decir ni sabía expresarse y seguramente de sus labios reclamos serían los que saldrían y mas que eso, muchos ‘si no hubieras’ así que se mantuvo callado escuchando lo que decía sin soltarlo, sin dejar de rodearle, solo quería que se desahogara aunque terminara siendo golpeado, quería que sacara todo eso.

¿Violado? –Completó la frase separándose después de sentir el golpe y escuchar todas esas palabras. –Porque quiero que saques eso de tu cabeza… está bien, jamás logaré nada con ello pero al menos sabré como ayudarte o intentaré hacerlo porque no es nada fácil saber que te he dejado bien y al regresar casi has muerto. –Se metió a la tina importándole poco si se mojaba las ropas alzó el rostro de Alexis clavando esa mirada llena de rabia, no hacía él solo a la sucedido. -¿Crees qué estoy feliz? ¿Piensas que no me afecta? Lo hace y si no comprendes porque es simple… te quiero, me gus… -Se quedó a medias desviando la mirada y suspiro pesadamente. –Has pasado por tanto que no quiero que esto te lleve a tomar una decisión fatal, ya he fallado contigo lo suficiente como para permitirlo. –Sus manos bajaron lentamente a su cuello sin dejar de verle sintiendo las heridas.

No soy cruel, no quiero saberlo por morbo… solo deseo ayudar. –Puso su frente contra la ajena sin dejar de verle. –No puedes dejar de sentir sus mano frías pues siente las mías son cálidas, son diferentes… sus labios… piensa en los míos y mis besos… -Susurró mientras besaba sus labios descendiendo hasta su clavícula… -Graba en tus recuerdos mi rostro y no el de esa bestia… ponme en tu memoria como la persona que te ama y se preocupa por ti… la que tiene rabia porque le han arrebatado algo que deseaba y no alguien te uso y torturo… -Sin darse cuenta lo que había estado pensando ahora lo decía como si no fuera ya suficiente para el menor.

… Quiso decir algo pero se estaba concentrando en ello, en verle, es esperar una respuesta… y entonces se detuvo por completo al verle lleno de pánico, miedo o lo que fuese, el ritmo del agua se había distorsionado y suspiró. –Sí, quise… acostarme contigo. –Sonaba enfermo decirlo así, era su hermano pero eso no le había impedido verle con perversión y lujuria. –Me gustas… no como hermano… -Se puso serio y preparado para la reacción del otro.

Quiso que el menor comprendiera porque ahora quería saber lo que había pasado, porque tanta rabia, porque tales atenciones… se lo habían arrebatado, estaba enojado, quería borrar las huellas que le habían dejado y dejar solo las suyas como si fueses tatuajes, acariciarle, verle desnudo pero ahora solo podía apreciar las heridas… lo maltratado que estaba… pero ya no dijo mas, se quedó callado.

Había sido mala idea contarle todo eso en un momento así… sonrío y se inclinó sobre él. ¿Decirle que había sido una broma funcionaría? Quería hacerlo pero no se atrevió cuando le lanzó aquellas preguntas. Ese momento con él en silencio había sido incomodo por lo prologando que se volvió.

¿Hablar en serio? Lo hacía pero no quería decirlo abiertamente y suspiro pesadamente. –No tiene caso, como sea, volveremos a la relación que tenemos de hermanos. –Tomo sus muñecas al notar lo que hacía. –Puedes estar quieto? Te vas a lastimar y eso costará mas para tu recuperación. –Realmente quería terminar el tema, dejar todo eso en paz pero quizás el otro necio insistiría en ello.

No podía dejarlo solo, eso ya lo tenía claro, se movió para salir de la tina pero la ropa pesada se lo impedía y comenzó a desvestirse. –Te vigilaré pero saldré de aquí. –Anunció echándose los cabellos hacía atrás.

No te disculpes. –Susurró dejando la ropa mojada donde podía hasta quedar completamente desnudo. Estaba a punto de salir cuando escuchó aquello y enarcó una ceja. ¿Era sordo? No quiso decir nada, regresó a su posición original y se inclinó sobre su rostro. –No… -Lo dijo con un tonó suave. –No quiero solo sexo, no quiero usarte… ¿escuchaste? –Bajó por un momento a mirada. –Me gustas, me atraes… siento que puedo llegar a amarte… no como hermano. –En realidad no sabía qué clase de cariño existía entre los hermanos porque lo que había desarrollado conforme a Alexis era atracción pura.

Salió de la tina sin saber que mas decirle y se movió para ponerse una toalla alrededor de la cintura, después escuchó su nombre. –Lo haré. –Tomo un par de toallas mas y levanto a Alexis con facilidad para después envolverlas en estas y sacarle de ahí. Le sentó en la cama y comenzó a secarle los cabellos y era algo que le gustaba, el color, su largo y la forma que le daban al rostro ajeno. Le dedicó una sonrisa queriendo decir algo cursi pero se detuvo.

Yo me encargo de eso. –Susurró al dejarle para ir por la ropa y las cosas que debía ponerle sobre las heridas. Suspiró pesadamente y se cambió con lo primero que encontró. Lo quería, en realidad lo adoraba pero ¿qué podía hacer? Quería una respuesta pero era demasiado pronto y quizás Alexis no le quería de esa manera.

Se acercó a la cama viéndole recostado en la cama. Tomó el ungüento que le habían dejado y lo unto sobre sus tobillos dándole suaves masajes y en las piernas por donde podía. –Hey..-Susurró cargándole para ponerle bocabajo. y deslizó aquello sobre sus nalgas, vio las heridas en ellas y solo sintió asco… suspiró abriéndolas un poco para ponerle entre las piernas. Le puso la ropa interior y los pantalones subiéndolos hasta donde pudo hasta deslizar sus manos sobre su espalda. –Sube bien las ropas. –Murmuró.

Aprovechó que estaba de ese modo calmado después de todo eso y se concentró en atender sus tobillos amoratados y vendarlos para que no se lastimara mas. Dio ligeros masajes por donde podía y finalmente los vendó para después pasar a sus muñecas pero se detuvo al escucharle. –De nada. –Susurró moviéndose para ir por mas vendas y lo que había dejado el médico pero al escuchar aquello solo se sintió algo insultado. –No quiero aprovecharme de ti. –Dijo con clara molestia en la voz, era su hermano, alguien cercano a quién apreciaba y no quería hacer ese tipo de barbaridades. –Solo quiero cuidar de mi hermano menor. –Tomo las vendas y una de sus muñecas empezando a curarlas.

¿De qué diablos hablas? –Apretó los vendajes algo enojado queriéndole golpear en ese mismo momento. –Que te quede claro un par de cosas, no quiero aprovecharme de ti como medio mundo lo hace hasta el grado de pisotearte y mucho menos deseo acercarme tanto para encontrar mi lugar en tu supuesto corazón… lo único que deseo es tu bien. –Dejó de apretarle y termino de vendar de buena gana. –Solo quiero cuidar del único familiar que tengo… sin importar lo que dije antes ¿crees qué no puedo separar una cosa de la otra? No pienso en sexo cuando te veo así... no te quiero de ‘novio’ a la fuerza… ah, dios… -Se levantó sintiendo asco después de eso… ya no sabía ni cómo explicarle las cosas. –Solo mejórate y si las cosas siguen igual entre nosotros pues que bueno… solo quiero ayudar.

Quiso quedarse callado pero sus palabras le hacían sentir mas enfado y decepción, quería callarse, guarda silencio y dejarlo solo pero algo en él y esas palabras accionaron su interior. Sentía una especie de vacío al escucharle pero ya debería estar acostumbrado a como era Alexis.

Vaya… -Salió de sus labios una sonrisa apenas visible. –Sueltas esas palabras en una situación como esta ¿cómo esperabas que me lo tomará así? –Aquellas palabras antes dichas le habían sonado tan mal mas en una situación tan delicada. ¿Un lazo? Con Alexis en ese punto jamás habría nada, nada…. Empezaba a creerlo de esa forma pues el otro tenía una manera de ser que le desagradaba, un día lo alejaba y se dejaba querer como al otro podía mandarlo al diablo y Adam no podía con eso… nunca podría llevar un ritmo así. –Lo siento olvidaba que no es la primera vez… -Se detuvo antes de completar la frase pero solo de escucharle… -Puedes cuidarte solo de una violación…lamento haber ido por ti cuando se pidió mi ayuda. –Ahora sentía una especie de arrepentimiento al escucharle ¿así agradecía todos los cuidados? Sus sentimientos se hicieron un revoltijo.

Lo último le había dejado en un breve shock, sus palabras provocaron enojo, una barrera después de sentirse herido. –Pues lárgate de aquí, vete si no quieres estar… no quiero obligarte a estar en esta casa y conmigo… vete a la pocilga de donde saliste… regresa a las calles a robar y ser abusado por otros… regresa a que te violen… eso te gusta? Esa vida, es cierto, no? –Sonrío y suspiró recogiendo sus cosas para marcharse. Ya no tenía el tacto para dejar de repetir esa palabra.

No, todo lo que decía estaba mal, todo había sido interpretado y ahora estaba ‘arrepentido’ al verlo así pero también estaba herido por verle de esa forma y en ese estado. Lo único que hizo fue verle y escuchar cada una de las cosas que pensaba. Y aun después de sentir todo eso sentía rabia y enojo al escucharle.

Gruñó ante sus palabras. –¡Eres un completo imbécil, Alexis! –Le vio casi llorando pero no se sentía capaz de acercarse o decirle mas. No creía eso, le veía potencial y quería dárselo todo… sí, había sentido lastima un par de veces pero nada podía hacer… nada cambiaría las cosas con culparse por algo que desconocía. –Como si yo pensará todo eso pero tu piensas cosas peores de mí y debo quedarme callado… -Sonrío. –Piensas que soy como los tipos que te han abusado… está bien, puedo vivir con ello pero el problema no es mío.. sé cómo soy y como te he tratado y no ha sido por maldita lastima… ojala pudieras entender pero ¿qué va a entender un mocoso qué porque cree que ha estado casado, probado vino y fumado un poco de tabaco se cree adulto?

Se sorprendió al verlo con esa actitud, con esas fuerzas a pesar de estar al borde de quedar sin nada… verle ponerse las botas con esa fuerza ¿en serio? Se podría lastimar mas y aunque deseaba acercarse y detenerse suspiro. –Tu eres quien dice que no necesita nada de nadie y me necesitas… lo sabes. –Y también Adam lo necesitaba, después de ese lapso de conocerle lo necesitaba cerca.

Caminó lentamente tras de él al verle casi salir y lo jaló para darle una bofetada. –No digas estupideces. –Le acorralo en aquel lugar viéndole fijamente asegurándose de sostenerle por lo débil que parecía, no quería verlo desmayarse o mas débil. –No eres un animal ni nada… no estuve todos esos años porque no sabía nada de ti pero quiero darlo todo… entiende… -Una de sus manos se deslizó sobre su cuello apenas apretándolo para que el otro no bajara el rostro. –Te necesito mas de lo que tú me necesitas probablemente pero no digas estupideces en un momento así… no digas que no me necesitas o que quiero algo a cambio. –Soltó su cuello y bajó la mirada. –Fue un maldito error decirte todo… decirte que me gustabas te ha alterado la cabeza… solo rechaza la idea y me limitaré pero no digas cosas tan hirientes cuando puedo decir cosas peores de ti… cosas que no pienso en realidad pero por enojo y por refutar solo por hacerlo salen… -Lo cogió de la cintura para cargarlo y regresarle a la habitación con una facilidad impresionante cosa que le había costado al otro. –Eres un imbécil. –Murmuró al dejarle en la cama y quitarle las botas. –No quise decir todo eso pero no me alejes de esa forma tan tajante… no digas que no necesitas de nadie cuando estas así de herido y destrozado. –Sus manos le rodearon gentilmente y le coloco sobre su hombro. –Te quiero, Alexis… -Así de simple.