Wake me to reality [Adam]

Recuerdo del primer mensaje :

Estaba inconsciente. Lo había estado desde que estuviese en aquella mansión que desconocía. Tampoco recordaba en donde estaba porque no había podido observar nada que le ayudase a guiarse. E incluso si hubiese sido así, no habría querido acercarse de nuevo.
Su respiración era tranquila y pausada, como ajena a todo lo que había sucedido. El frío le hizo removerse sin despertar. Su cuerpo maltrecho se pegó a la pared a sus espaldas. No se enteraría cómo había llegado ahí, pero era algo que su mente no se preguntaría más tarde.

Estando en el sueño, todo desaparecía. Y eso estaba bien, nada podía herirle o lastimarle más en ese momento, no de verdad por lo menos. Pero sus sueños tampoco serían tranquilos, solo esta vez porque el cansancio y la presión en su cuerpo le impedían incluso soñar.

Junno Kimura era quien le había dejado allí. Alexis no lo sabría ya, pero cuando se había desmayado finalmente, había logrado escapar de la muerte por poco, Kei había detenido a Asagi y le había rogado porque se detuviese. Si hubiese sido testigo no hubiese entendido nada, no habría podido descifrar aquellas miradas, aquel brillo que el otro vampiro si reconocería y la única causa de que él estuviese allí ahora. El mayordomo había aparecido tras todo aquello, viendo al muchacho en aquel estado. Al verle Kei le había dicho que lo sacara, que lo alejara de ahí. Y lo había hecho, como era, hubiera preferido curar algunas de sus heridas, pero no había tenido el tiempo. Apenas estar fuera del campo de la mansión, habían aparecido frente a él dos entes que le habían dado un susto. El mayordomo conocía la existencia de fantasmas pero era la primera vez que alguno se aparecía frente a él con esa mirada oscura con la que Egyed lo había recibido en medio del camino, un aura agresiva, el hombre parecía emanar un aura oscura, pero Arthur estaba ahí también y era quien le había dicho a dónde llevarlo. Ellos no podían acercarlo hasta donde era necesario, pero querían que lo dejara al resguardo de un techo mientras buscaban a la persona que ahora estaba al cuidado de Alexis. Así era como el hombre lo había llevado hasta ahí un poco antes y había desaparecido, tal como le dijese el fantasma inglés, de inmediato, evitando encontrarse con la otra persona a la que ellos traerían.

Ahora Egyed le veía allí en el suelo, arrinconado como un animalillo asustado. Pensando que él mismo habría hecho eso cuando le había conocido si hubiese estado vivo. Tal vez habría hecho incluso más. Pero ya habían pasado esos tiempos.

Apartó la mirada solo cuando Arthur apareció de nuevo. Le había avisado a Adam para que fuese por el muchacho. Le había dicho que estaba herido, solo eso, no sabía que cara pondría cundo legase y lo viese así.

Aún temblaba cuando se recargó en él y seguía abrazado a su cuerpo, incapaz de soltarle, estaba completamente sonrojado, completamente perdido entre el placer de ese momento, apenas y podía respirar. Aquello había sido mejor de lo que hubiese creído. Suspiró, su voz le había parecido tan sexy en ese instante, con ese tono ligeramente más grave.

Tras unos segundos su respiración se regularizó y fue entonces que le soltó lentamente para poder verle, con cierta vergüenza en sus facciones, admitir aquello sería más difícil, no quería tener que confesar lo bien que se había sentido -Mm... -Bajó la mirada, pero solo se encontró con la imagen de sus cuerpos con semen y volvió la mirada a el en consecuencia, como esperando que él dijese algo porque no había podido hacerlo él mismo.

Estaba aún fuera de sí, perplejo mientras le observaba. Menos mal que no lo estaba pensando demasiado. Sonrió, la idea de un baño sonaba bien, pero se dejó abrazar cerrando los ojos, disfrutando del calor del cuerpo ajeno, de la forma en que le sostenía entre sus brazos, de algún modo entendía ese tipo de seguridad que era física. No estaba seguro de nada salvo de lo que podía sentir él mismo, por eso refugiarse entre sus brazos, sentir sus caricias, le dejaba un mensaje más claro que las mismas palabras que pudiese dirigirle.

Un suspiro largo se escapó de sus labios cuando empezó a relajarse -Me está dando sueño... -Sonrió ante la idea, dormía mucho últimamente, pero era un cansancio que se sentía bien, no creía que le importase despertar y encontrarse con esa imagen frente a sus ojos al abrirse. Realmente estaba creyendo que no estaba mal -Si... se sintió bien -Dijo bajito, afirmando que también lo había disfrutado.

Alexis terminó durmiéndose casi al instante, no tuvo sueños, ni pesadillas que le mantuviesen intranquilo. Abrió los ojos horas después y se removió en su lugar sin la intención de levantarse. Abrió los ojos y le observó en silencio por un momento. Se sentía diferente pero no sabría explicarlo si se lo preguntaban.

Si se ponía a pensarlo seguro terminaría pensando que aquello estaba mal, que no deberían estar jugando con eso, eran hermanos, se sintieran como tales o no. Pero él habría dejado pasar cosas peores si eso mejoraba su situación, y esta vez era muy tarde para renunciar. Se acurrucó de nueva cuenta, dejando que el sueño le alcanzara de nuevo, quería estar así un rato más. Esperaba que las cosas mejoraran, que su mente dejara de luchar contra los malos recuerdos cuando estaba en un presente diferente a ellos.

Alexis había salido ese día a los corrales, seguido del minino que le buscaba cuando tenía oportunidad para reclamarle caricias y atención cuando Adam no estaba cerca. Alexis solía jugar con él y a veces dormirse con el gato cuando Adam estaba trabajando. Se había vuelto más tranquilo, también había empezado a hacer ciertas cosas por su cuenta, porque tenía que hacerlo y una propiedad dependía de él, solo que lo había mantenido en secreto de Adam. Su maestro había dejado aquella finca que le pertenecía a su cargo, le había enseñado todo para hacerlo y él no quería fallarle aunque ya no estuviese con vida.

Pero no duró demasiado fuera de casa. Adam salió buscándole y le dijo aquello, parecía alterado así que obedeció sin decir nada aunque no sabía qué pasaba. Cuando subió al carruaje le miró analizándolo, peor lo de la camisa le sacó de su concentración. Se acomodó las ropas y terminó por preguntar -¿A dónde vamos? -No iba a quedarse con la duda, prefería preguntar y no llevarse alguna sorpresa después -¿Está todo bien? -Había algo de malo en la situación aunque no sabría decir el qué. Se acomodó en su asiento esperando que él le contestara.

Alexis se le quedó viendo cuando le acomodó la camisa, como si estuviese a punto de renegar por aquello, pero la disculpa fue más rápida que sus palabras. Suspiró calmándose y lo que dijo le hizo mirarle aún más fijamente. No supo qué decir así que se mantuvo en silencio. Debía ser difícil, Adam parecía que apreciaba a su abuelo y él no estaba seguro de cómo medir eso pero se notaba abatido, no necesitaba observar su aura para saber que la noticia le afectaba.

Así que solo bajó la mirada y se acomodó en su asiento hasta llegar, le siguió y se disculpaba ante las personas que pasaban y querían hacerle preguntas, pues se alejaba rápidamente tratando de mantenerse junto a su hermano.
Y se sintió incómodo cuando se junto con los que creyó eran sus familiares. Le hubiese gustado acompañarle, pero se sentía ajeno a aquello, era mejor dejar que ellos discutieran los asuntos que les atañían, sin preocuparse por un tercero -Creo que sería mejor si me quedo en la biblioteca... si necesitas cualquier cosa de mí, puedes hablarme... -Le sonrió apenas -Preguntaré en dónde está, no te preocupes por mí -Fue lo que dijo esperando que él realmente no se preocupara por su presencia en ese lugar. Mientras caminaba por los pasillos casi se había quedado viendo el lugar, había cuadros, las paredes estaban adornadas y había un sinfín de detalles que no había visto en una construcción antes. Él había visto algunas mansiones más sobrias, está no lo era.

Había ido a la biblioteca tras haberse paseado por la casa, se preguntaba qué clase de persona habría sido el abuelo de Adam, no había querido verlo ahora que estaba muerto, no se le hacía la mejor imagen que pudiese grabar en su mente de él. Viendo el lugar podía decir que sin duda disfrutaba del arte y además no tenía impedimentos en cuanto a sus gustos. Aquel lugar parecía hasta cierto punto extravagante... ¿Qué habría sido vivir ahí?
Cuando por fin dio con la biblioteca, más bien por accidente y no por haber preguntado a los sirvientes, entró con cuidado y observó la gran cantidad de anaqueles y ejemplares. Eso le sorprendió, no era la primera vez que veía un lugar así, pero si la primera vez que parecía tan ostentoso.
Revisó las estanterías hasta que encontró un par de libros en los que se entretuvo hasta que se dijo que no debía hacer eso, después de todo no podía quedarse tanto tiempo como para terminarlos. Siguió revisando y encontró algunos álbumes de fotos, que reviso sin saber nada de las personas que aparecían, lo hizo sin prestar demasiada atención, hasta que una foto de la familia le llamó la atención. Se quedó mirándola perdiéndose, no escuchó la voz de Adam, hasta que estuvo casi en la puerta de la estancia, pero estaba tan concentrado que se olvidó de responder, su vista estaba fija en la fotografía.

Le escuchó, e intento responderle y actuar con normalidad, pero la intriga podía más en él. Si hubiese logrado hacerlo, habría reído con su comentario, ya quisiera haber encontrado una foto de él de la que pudiese burlarse.

Tras ver de reojo la que le mostraba, volvió la mirada a la que tenía enfrente, frunció en entrecejo e hizo una mueca con los labios. Aquello era ridículo, pero si que había un parecido enorme. Finalmente enfrentó la mirada de Adam -¿Quién es ella? -Preguntó señalando a una de las mujeres en la fotografía. Pero hojeó un poco más adelante buscando alguna otra e la que apareciera, tal vez para verle con más detalle, alguna en la que estuviese sola.

-Lo siento... es solo que... me he distraído un poco... -Intentó disculparse por su actitud aún buscando entre las hojas del ambum -Ella... creo haberla visto antes -Dijo sin querer aún decirle la razón por la que miraba tan atentamente la imagen.

Por alguna razón no se sintió más tranquilo al escucharle, estaba como nervioso, ansioso y no sabía por qué. Ladeó el rostro ante la respuesta y desvió la mirada -Puede que sea solo mi imaginación, por supuesto... después de todo, no tengo recuerdos nítidos de cuando era pequeño -Tenía cinco, no esperaba que sus memorias de entonces se hubiese quedado tan nítidas.

Tardó en decirlo, como que daba vueltas intentando que no sonara extraño -Ella... se parece mucho ... no sé... me la recuerda... -Empezó diciendo hasta que por fin vio a Adam a los ojos -Se parece a mi madre... -Podía ser que sus recuerdos no fuesen nítidos, podía confundirse, lo único que estaba más presente de ella podían ser las pocas fotografías que tenía de sus padres, un par a lo mucho, pero le parecía que esa mujer que tenía en aquel album era sin duda o muy parecida o idéntoca en ciertas facciones. se rió -Suena un poco loco ¿no?

Él no era tonto, había notado esa reacción, había algo allí, pero se tardó lo suficiente en decir algo que para cuando quiso hacerlo Adam llevaba la conversación hacia la comida -¿Es ella? -Miró la foto, pasando ligeramente sus dedos sobre ella. No la recordaba con nitidez, pero algo en su interior se removió. Se levantó sabiendo que Adam no querría contarle nada, pero no tenía intenciones de retroceder.

-¿Por qué pones esa cara? ¿Es que sabes algo? -Lo sabía, solo lo preguntaba para intentar hacerle responder, lo seguía para ir al comedor o a donde fuese. Solo veía su espalda, por lo que se le hacía difícil averiguar lo que estaba pensando, al menos lo suficiente que se podía cuando veías el rostro de alguien.

Y después de eso se quedó callado, las opciones se barajeaban en su mente pero no llegaba a tener una idea clara de lo que significaba aquel asunto. Si era ella, eso dejaba pocas opciones que elegir. Aquella era la familia de Adam, y ella su madre, los hilos empezaron a unirse en su mente pero no alcanzaba a formar lo que debía descubrir. Suspiró tras un rato, ¿cómo es que todo parecía enredarse conforme se conocían más?

Aunque no dijo nada mientras el otro hablaba, sintió como la mera idea de lo que podría haber sido, causaba estragos en su interior. Si era remotamente posible, aquello le dejaría en una posición en la cual nunca se habría imaginado, pero tampoco es que pudiese hacer algo al respecto. Y si no quiso decir nada es porque veía claramente en los gestos del otro la molestia que le causaba el tema.

Estuvo a punto de renegar cuando le arrebató la foto pero apretó los labios, era como un niño pequeño al que hubiesen regañado por revisar las cosas que no eran suyas. Pero no pudo sino seguirlo. ¿Cómo decirle que no había nada que quedara de ella? Un incendio. Recordaba el día en que vio a sus padres por última vez. Esa noche un incendio había comenzado en su casa. Por eso cuando había encontrado el terreno de nuevo se había sorprendido de que la estructura estuviese bien. Incluso sin el fuego, para cuando volvió había pasado demasiado tiempo, no había encontrado nada de aquella época.

-Entonces no volveremos a habla de ello -Dijo en voz alta aquella conclusión. No tenía una foto con la cual compararla. De hecho, tal vez no fuera ella, apenas y la recordaba pero al ver la foto había sentido esa familiaridad, como de quien conoce a la persona que está viendo. Suspiró derrotado y abatido.