AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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Entre los pensamientos muertos de mi alma...
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Entre los pensamientos muertos de mi alma...
Recuerdo del primer mensaje :
No habia mucho para andar haciendo conmigo misma. Esa era la pura verdad. No tenia nada que hacer más que quedarme sentada en una taberna cualquiera y simplemente beber un poco de vino con algo de sangre; si, sangre. Soborne al tabernero como siempre para que le ponga un poco para mi. Asi es, soy una de sus mejores clientas nada más que por eso: un simple soborno de varios francos y el tabernero se inca a mis pies.
Suspire. Pensamientos viejos rondaban mi cabeza...Historias de muertes, de tristeza, de perdidas...de dolor...De mi familia, de mi esposo, de mi novia, cuya muerte me es dudosa en varios sentidos...Que paso con ella en realidad? Ese ataque fue un accidente o un plan...? Y de ser asi, porque lo haria? A mi lado tenia todo lo que pudiera pedir: dinero, amor, comprension, compañia... No lo entiendo...
Tome un sorbo del vino y volvi a suspirar, esperando que alguien o algo me animase un poco.
No habia mucho para andar haciendo conmigo misma. Esa era la pura verdad. No tenia nada que hacer más que quedarme sentada en una taberna cualquiera y simplemente beber un poco de vino con algo de sangre; si, sangre. Soborne al tabernero como siempre para que le ponga un poco para mi. Asi es, soy una de sus mejores clientas nada más que por eso: un simple soborno de varios francos y el tabernero se inca a mis pies.
Suspire. Pensamientos viejos rondaban mi cabeza...Historias de muertes, de tristeza, de perdidas...de dolor...De mi familia, de mi esposo, de mi novia, cuya muerte me es dudosa en varios sentidos...Que paso con ella en realidad? Ese ataque fue un accidente o un plan...? Y de ser asi, porque lo haria? A mi lado tenia todo lo que pudiera pedir: dinero, amor, comprension, compañia... No lo entiendo...
Tome un sorbo del vino y volvi a suspirar, esperando que alguien o algo me animase un poco.
Jacqueline S. Ritchway- Vampiro Clase Alta
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Re: Entre los pensamientos muertos de mi alma...
Me sentia muy bien, podia besarle sin temor a nada y era mucho mejor al saber que él me correspondia. Me separe un poco de sus labios, mirando sus hermosos ojos y acariciando su rostro. El hizo algo de esfuerzo y acaricio una de mis manos, revelandome que ese momento lo habia estado esperando. La verdad era que yo igual pero tenia mis razones para apartarme de él en su momento: la raza, la descripsion que el habia tenido del amor, las voces ajenas, pero eso importaba ya un bledo. No me habia sentido tan bien con alguien en años y eso no iba a cambiarlo ahora.
Antes de que siguiese mencionando nada, me acerque a su frente y la bese, volviendo a mirarlo fijo.
-No hemos ganado aliados, pero tampoco enemigos. Tu...padre aun cree que lo que nos ocurre no esta bien pero no me ha hecho nada. Solo me ha dejado visto que deberias entrenarte como lycan...pero que nos cuidemos porque podriamos tener problemas si alguien se entera...-mire un poco hacia abajo pero luego negue con la cabeza.-Aunque...no eres el primer lycan con quien me cruzo y con quien me llevo bien. Hay muchos que piensan que la enemistad que ambas razas llevan es algo irracional. Quizas si tengamos aliados despues de todo...-y le sonrei de forma tranquilizadora. Pensé que quizas tuviera la garganta seca, por lo que tome la botella que me dieron con agua y, tomandolo despacio, le di de beber hasta que su sed se apagase.-Por cierto, cuando te limpie, note que estabas cubierto de cenizas. Acaso intentaron quemarte?-eso reafirmaria mi oracion sobre que su creador era un monstruo con sus hijos.
Antes de que siguiese mencionando nada, me acerque a su frente y la bese, volviendo a mirarlo fijo.
-No hemos ganado aliados, pero tampoco enemigos. Tu...padre aun cree que lo que nos ocurre no esta bien pero no me ha hecho nada. Solo me ha dejado visto que deberias entrenarte como lycan...pero que nos cuidemos porque podriamos tener problemas si alguien se entera...-mire un poco hacia abajo pero luego negue con la cabeza.-Aunque...no eres el primer lycan con quien me cruzo y con quien me llevo bien. Hay muchos que piensan que la enemistad que ambas razas llevan es algo irracional. Quizas si tengamos aliados despues de todo...-y le sonrei de forma tranquilizadora. Pensé que quizas tuviera la garganta seca, por lo que tome la botella que me dieron con agua y, tomandolo despacio, le di de beber hasta que su sed se apagase.-Por cierto, cuando te limpie, note que estabas cubierto de cenizas. Acaso intentaron quemarte?-eso reafirmaria mi oracion sobre que su creador era un monstruo con sus hijos.
Jacqueline S. Ritchway- Vampiro Clase Alta
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Re: Entre los pensamientos muertos de mi alma...
Me dio un beso en la frente y me dio agua para beber. Tomé a grandes tragos casi media botella pues estaba sediento. Le agradecí aquello pues era lo que mi cuerpo estaba pidiendo casi a rugidos en mi interior. Levanté un poco mi cabeza para beber y luego volvi a reposarla sobre la almohada. Me contó que mi maestro no le había dañado y que solo le había advertido, además me confesó que se trataba con otros licántropos que no creían en la diferencia de razas y aquello era bueno para nosotros, no estábamos solos. -Pero...¿no decías que los licántropos que una vez te sirvieron abandonaron esta mansión y ya nunca más te avisaron de donde estaban?
Luego escuché su pregunta sobre la ceniza en mi cuerpo y recordé el destrozo de mi cabaña y como habían quedado solo las cenizas de lo que una vez fue. -Al primer lugar donde fui fue a mi cabaña, estaba destrozada, quemada. le dije recordando la escena y cómo quedé petrificado al verla -Solo quedaron cenizas y, aunque rebusqué por los restos no encontré nada de valor en ellos. Cubrí mi cuerpo de ceniza para esconder mi olor pero el Conde me encontró cuando ya me había alejado del bosque y me contó lo de tu encuentro. Le miré a los ojos -El resto ya lo sabes, regresé.
Luego escuché su pregunta sobre la ceniza en mi cuerpo y recordé el destrozo de mi cabaña y como habían quedado solo las cenizas de lo que una vez fue. -Al primer lugar donde fui fue a mi cabaña, estaba destrozada, quemada. le dije recordando la escena y cómo quedé petrificado al verla -Solo quedaron cenizas y, aunque rebusqué por los restos no encontré nada de valor en ellos. Cubrí mi cuerpo de ceniza para esconder mi olor pero el Conde me encontró cuando ya me había alejado del bosque y me contó lo de tu encuentro. Le miré a los ojos -El resto ya lo sabes, regresé.
John Cena- Licántropo Clase Baja
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Re: Entre los pensamientos muertos de mi alma...
Habia bebido casi media botella de agua, eso me demostro lo mucho que habia estado reprimiendo su sed y sin decir nada ni quejarse por ello. John realmente cargaba con su propia cruz...Cuando me pregunto lo de los lobos que antes trabajaban para mi, negue con la cabeza, sentandome bien y explicandome mejor.
-No hablaba de ellos. Hablaba de algunos amigos que estan por el continente: me escriben a veces y nos encontramos de vez en cuando cuando debo viajar pero ellos tambien me apoyan y son amigos mios. Son personas que tambien han llevado vidas duras por ser licantropos pero tampoco estan a favor de luchar contra los vampiros. Algunos piensan que es algo innecesario. Si llegasemos a necesitar apoyo, ellos nos respaldarian.-solo espero que no se olviden de mi en estos momentos...Sonrei con ternura, observando sus bellos ojos y le dije de forma tranquilizadora:-Descuida, Alfred no tiene porque enterarse y ni a ti ni a mi nos ocurrirá nada malo. Él podra tener algo de poder pero no sabe como usarlo, es como un simple niño confundido. Cuando se trata de valor, fuerza, poder y amistad, la balanza se inclina a nuestro favor. Todo estara bien.
Me quede unos segundos en silencio al escuchar lo de su cabaña y me senti muy mal, él habia puesto mucho empeño en ella y en hacerla su hogar y su padre la habia quemado. Lo sabia, sus palabras fueron claras al respecto y tenian un especie de aroma extraño en sus ropas. No pude ni consolarlo al respecto.
-Siento mucho lo de tu cabaña.-iba a sugerirle mi ayuda para volver a construirla pero se lo diria más adelante. Quizas ahora el moemtno seria innapropiado. De la nada algo me hizo fruncir el ceño.-Aguarda. Has dicho...que el Conde te ha buscado?-lo pense muy bien y esa idea fue extraña.-Pero es imposible, el Conde esta ahora en Rumania por asuntos estatales y de negocios. No puede estar aqui...-hasta que recorde la unica forma que él tenia de verme a mi, como la noche anterior...Esboce una sonrisa, negandolo y poniendome de pie.-Cierto...las ilusiones...seguramente aparecio de la nada ante ti y luego se volvio humo...Si, suele hacer eso cuando esta muy lejos. Supongo que fue la unica forma de advertirte que tus hermanos estaban conmigo.
Deseche las vendas sucias y aleje mi copa con sangre de la mirada de él. Mire la hora, solo habian transcurrido unos 20 minutos, tal vez 25, desde que habiamos regresado al castillo. Deje el agua cerca de él, asi como su camisa. Despues de acomodar un poco las cosas y ponerle la tapa a mi ataud, sin guardarlo, me sente a su lado otra vez.
-Te duele mucho?-dije mirando su costado por si llegase a sangrar. Esperaba que la herida mejorase y no se infectara de tantas veces que se habia abierto, aunque no deberia pasar: las heridas estaban limpias, sanitizadas, con crema y vendadas, y solo necesitaba algo de reposo.
-No hablaba de ellos. Hablaba de algunos amigos que estan por el continente: me escriben a veces y nos encontramos de vez en cuando cuando debo viajar pero ellos tambien me apoyan y son amigos mios. Son personas que tambien han llevado vidas duras por ser licantropos pero tampoco estan a favor de luchar contra los vampiros. Algunos piensan que es algo innecesario. Si llegasemos a necesitar apoyo, ellos nos respaldarian.-solo espero que no se olviden de mi en estos momentos...Sonrei con ternura, observando sus bellos ojos y le dije de forma tranquilizadora:-Descuida, Alfred no tiene porque enterarse y ni a ti ni a mi nos ocurrirá nada malo. Él podra tener algo de poder pero no sabe como usarlo, es como un simple niño confundido. Cuando se trata de valor, fuerza, poder y amistad, la balanza se inclina a nuestro favor. Todo estara bien.
Me quede unos segundos en silencio al escuchar lo de su cabaña y me senti muy mal, él habia puesto mucho empeño en ella y en hacerla su hogar y su padre la habia quemado. Lo sabia, sus palabras fueron claras al respecto y tenian un especie de aroma extraño en sus ropas. No pude ni consolarlo al respecto.
-Siento mucho lo de tu cabaña.-iba a sugerirle mi ayuda para volver a construirla pero se lo diria más adelante. Quizas ahora el moemtno seria innapropiado. De la nada algo me hizo fruncir el ceño.-Aguarda. Has dicho...que el Conde te ha buscado?-lo pense muy bien y esa idea fue extraña.-Pero es imposible, el Conde esta ahora en Rumania por asuntos estatales y de negocios. No puede estar aqui...-hasta que recorde la unica forma que él tenia de verme a mi, como la noche anterior...Esboce una sonrisa, negandolo y poniendome de pie.-Cierto...las ilusiones...seguramente aparecio de la nada ante ti y luego se volvio humo...Si, suele hacer eso cuando esta muy lejos. Supongo que fue la unica forma de advertirte que tus hermanos estaban conmigo.
Deseche las vendas sucias y aleje mi copa con sangre de la mirada de él. Mire la hora, solo habian transcurrido unos 20 minutos, tal vez 25, desde que habiamos regresado al castillo. Deje el agua cerca de él, asi como su camisa. Despues de acomodar un poco las cosas y ponerle la tapa a mi ataud, sin guardarlo, me sente a su lado otra vez.
-Te duele mucho?-dije mirando su costado por si llegase a sangrar. Esperaba que la herida mejorase y no se infectara de tantas veces que se habia abierto, aunque no deberia pasar: las heridas estaban limpias, sanitizadas, con crema y vendadas, y solo necesitaba algo de reposo.
Jacqueline S. Ritchway- Vampiro Clase Alta
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Re: Entre los pensamientos muertos de mi alma...
Parecía que Jacqueline no se refería a sus criados licántropos cuando me habló de sus amigos. Recordé el encuentro con los otros licántropos y mi maestro entonces. Era la primera vez que me cruzaba con otro igual a mi. Desde que me había convertido en lo que era nunca había estado en presencia de otro licántropo y aquellos hermanos míos... eran muy superiores a mi. Jacqueline me tranquilizó con respecto a Alfred aunque yo tenía muy serias dudas al respecto. Un vampiro como él, era capaz de tramar cualquier cosa para salirse con la suya y Jacqueline estaba en el punto de su mira. Era cierto que no tenía porqué enterarse pero tampoco quería esconder sus sentimientos, aquellos que tanto me habían costado dejar salir a fuera.
-Jacqueline, no quiero esconder mis sentimientos ahora que ya los conoces. Es por lo que hemos luchado le miré a los ojos pues sabía que era peligroso pero no quería mantenerme oculto escondiéndolo por miedo. Yo nunca me escondería por miedo -¿Tú quieres que nos escondamos de Alfred? Escuché su lamento sobre mi cabaña, la verdad no había pensado mucho en aquello pues estaba irritado por lo sucedido aquella noche y apenas le había dado mayor importancia. En aquel momento todo mi mundo se había desmoronado al igual que aquella cabaña echa cenizas. También me explicó como era posible la aparición del Conde y asentí cuando me preguntó si después se había desvanecido en humo.
Volvió a cambiarme las vendas de las heridas y se sentó a mi lado sobre la cama. -No me duele si no me muevo le respondí haciendo un ademán de sonrisa que quedó en la nada -Ya se está convirtiendo en una costumbre que tengas que estar pendiente de mis heridas noche tras noche. Tendrás que salir a cazar y alimentarte y yo estoy consumiendo tu tiempo para ello por estar pendiente a mi volví a buscar su mano -Esta vez me recuperaré aquí a tu lado, y en unos días volveré a ser el que era antes... y te protegeré de cualquier cosa que quiera arrebatarte de mi lado
-Jacqueline, no quiero esconder mis sentimientos ahora que ya los conoces. Es por lo que hemos luchado le miré a los ojos pues sabía que era peligroso pero no quería mantenerme oculto escondiéndolo por miedo. Yo nunca me escondería por miedo -¿Tú quieres que nos escondamos de Alfred? Escuché su lamento sobre mi cabaña, la verdad no había pensado mucho en aquello pues estaba irritado por lo sucedido aquella noche y apenas le había dado mayor importancia. En aquel momento todo mi mundo se había desmoronado al igual que aquella cabaña echa cenizas. También me explicó como era posible la aparición del Conde y asentí cuando me preguntó si después se había desvanecido en humo.
Volvió a cambiarme las vendas de las heridas y se sentó a mi lado sobre la cama. -No me duele si no me muevo le respondí haciendo un ademán de sonrisa que quedó en la nada -Ya se está convirtiendo en una costumbre que tengas que estar pendiente de mis heridas noche tras noche. Tendrás que salir a cazar y alimentarte y yo estoy consumiendo tu tiempo para ello por estar pendiente a mi volví a buscar su mano -Esta vez me recuperaré aquí a tu lado, y en unos días volveré a ser el que era antes... y te protegeré de cualquier cosa que quiera arrebatarte de mi lado
John Cena- Licántropo Clase Baja
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Re: Entre los pensamientos muertos de mi alma...
John estaba en contra de que escondamos lo que sentiamos de la vista de Alfred, pero yo queria al menos disimular un poco porque desde que el lado lycan de John habia despertado que no habia hablado con él. Se restringia y obviamente la culpa la tenia yo y era peligroso que se enterase de lo que sentiamos por el otro. No estaba segura si deberiamos ocultarnos de él, porque despues de todo, John no aguantaria demasiado el estar encerrado aqui por siempre, no siquiera si por mi se tratase, no le condenaria a tal cosa sabiendo que es un alma libre.
-No sé si esconder...pero al menos ocultarnos un tiempo, como antes. Tu creador no creo que conozca a mi socio y no serían tan descuidados de intentar una emboscada aqui porque mis sirvientes son muy peligrosos cuando se les orderna.-no pude evitar esbozar una pequeña sonrisa macabra ante ello pero la borre de inmediato.-Aguardaremos hasta el final de esta semana y luego regresaremos al hostal. He mandado una carta alli anunciando que yo debia irme a Inglaterra de nuevo por un asunto y que tu me habias avisado de que estabas enfermo. Es una coartada pequeña pero bastara por unos dias.-ahora que lo pienso...fue mi culpa...y si Alfred habia leido la carta y aprovechandose...mando a incendiar el lugar? Mire a la nada unos segundos, aprete mis ojos y trate de guardarme esa teoria para mi misma.
Escuche como decia que el que yo cuidase de él se habia convertido en una costumbre pero era algo que yo hacia con gusto y sin ningun problema, cuidar de él, era siempre saber que estaria bien.
-Sabes muy bien que no me molesta el cuidarte. Mi tiempo se agoto cuando mori, lo que vivo todos los dias son minutos infinitos. No importa donde estemos ni que ocurra a nuestro alrededor. Yo siempre voy a cuidar de ti.-senti su mano tibia en mi mano y la tome despacio. Aunque él fuera lo que fuere, ante mis ojos parecia un ser tan fragil como el cristal que queria tener con mucho cuidado. Me acerque despacio y lo abrase, escuchando su corazon retumbando. Era una sensacion muy pura que siempre guardaria.
Punto de vista Narrador:
-Menos mal que Madame Jacqueline esta mejor...Estaba muy preocupada...-bajaban las escaleras un grupo de tres vampiros, sirvientes de Jacqueline y cuidadores de los terrenos internos del castillo.
-Descuida, Marie, nuestra ama es fuerte y no se iba a dar por vencida. Por eso se le ocurrio llamarnos.-atras de aquellos dos, iba Gelick, el vampiro enojado con la sociedad lobuna. Se pasaba una toalla mojada sobre las manos con un aspecto enojado.-Que te ocurre, Gelick?
-Me ha enfurecido un poco tener que ayudar a cargar a ese lobo.
-Vamos, es el huesped de nuestra ama.
-Pues para mi, son todos iguales. Unos cachorros aprovechados de cualquier situacion en la que tengan el control. Ha dejado su peste a perro humedo en mis ropas. Tendre que quemarla.-Marie solto una leve carcajada.
-Pero qué extremista eres!
-Y algo racista...Nosotros dos estuvimos aqui cuando nuestra ama tenia empleados lobunos. Eran unos seres amigables algunos.
-Ja, amigables...-frente a ellos, un cuarto vampiro se les acerco leyendo unos papeles. Miro a quienes se acercaban y les sonrio, hablandoles con un acento español.
-Ah, justamente a vosotros los queria ver.-Marie fruncio el ceño.
-Qué dijo, Alarick?
-Que nos estaba buscando.
-Gelick, es tu turno de llevar el baul con los animales cazados.-ante esto, él arrojo la toalla al suelo.
-Y porque no vas tu?
-Porque yo ya he ido. Esta en las reglas, nos turnamos para llevarlo, nos guste o no.
-Pero sabes que no puedo ni verle, joder!
-Solo llevale el jodido baul.-lo miro casi gruñendole y se alejo de la vista de todos. Gelick apreto los puños al costado.
-No entendi nada de lo que dijeron...-dijo Marie un poco confundida. Gelick comenzo a caminar furico mientras gritaba:
-Dijo que le dé de comer al cachorro de nuestra ama!!
-No sé si esconder...pero al menos ocultarnos un tiempo, como antes. Tu creador no creo que conozca a mi socio y no serían tan descuidados de intentar una emboscada aqui porque mis sirvientes son muy peligrosos cuando se les orderna.-no pude evitar esbozar una pequeña sonrisa macabra ante ello pero la borre de inmediato.-Aguardaremos hasta el final de esta semana y luego regresaremos al hostal. He mandado una carta alli anunciando que yo debia irme a Inglaterra de nuevo por un asunto y que tu me habias avisado de que estabas enfermo. Es una coartada pequeña pero bastara por unos dias.-ahora que lo pienso...fue mi culpa...y si Alfred habia leido la carta y aprovechandose...mando a incendiar el lugar? Mire a la nada unos segundos, aprete mis ojos y trate de guardarme esa teoria para mi misma.
Escuche como decia que el que yo cuidase de él se habia convertido en una costumbre pero era algo que yo hacia con gusto y sin ningun problema, cuidar de él, era siempre saber que estaria bien.
-Sabes muy bien que no me molesta el cuidarte. Mi tiempo se agoto cuando mori, lo que vivo todos los dias son minutos infinitos. No importa donde estemos ni que ocurra a nuestro alrededor. Yo siempre voy a cuidar de ti.-senti su mano tibia en mi mano y la tome despacio. Aunque él fuera lo que fuere, ante mis ojos parecia un ser tan fragil como el cristal que queria tener con mucho cuidado. Me acerque despacio y lo abrase, escuchando su corazon retumbando. Era una sensacion muy pura que siempre guardaria.
Punto de vista Narrador:
-Menos mal que Madame Jacqueline esta mejor...Estaba muy preocupada...-bajaban las escaleras un grupo de tres vampiros, sirvientes de Jacqueline y cuidadores de los terrenos internos del castillo.
-Descuida, Marie, nuestra ama es fuerte y no se iba a dar por vencida. Por eso se le ocurrio llamarnos.-atras de aquellos dos, iba Gelick, el vampiro enojado con la sociedad lobuna. Se pasaba una toalla mojada sobre las manos con un aspecto enojado.-Que te ocurre, Gelick?
-Me ha enfurecido un poco tener que ayudar a cargar a ese lobo.
-Vamos, es el huesped de nuestra ama.
-Pues para mi, son todos iguales. Unos cachorros aprovechados de cualquier situacion en la que tengan el control. Ha dejado su peste a perro humedo en mis ropas. Tendre que quemarla.-Marie solto una leve carcajada.
-Pero qué extremista eres!
-Y algo racista...Nosotros dos estuvimos aqui cuando nuestra ama tenia empleados lobunos. Eran unos seres amigables algunos.
-Ja, amigables...-frente a ellos, un cuarto vampiro se les acerco leyendo unos papeles. Miro a quienes se acercaban y les sonrio, hablandoles con un acento español.
-Ah, justamente a vosotros los queria ver.-Marie fruncio el ceño.
-Qué dijo, Alarick?
-Que nos estaba buscando.
-Gelick, es tu turno de llevar el baul con los animales cazados.-ante esto, él arrojo la toalla al suelo.
-Y porque no vas tu?
-Porque yo ya he ido. Esta en las reglas, nos turnamos para llevarlo, nos guste o no.
-Pero sabes que no puedo ni verle, joder!
-Solo llevale el jodido baul.-lo miro casi gruñendole y se alejo de la vista de todos. Gelick apreto los puños al costado.
-No entendi nada de lo que dijeron...-dijo Marie un poco confundida. Gelick comenzo a caminar furico mientras gritaba:
-Dijo que le dé de comer al cachorro de nuestra ama!!
Jacqueline S. Ritchway- Vampiro Clase Alta
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Re: Entre los pensamientos muertos de mi alma...
Dejé mi rostro serio pero asentí ante su propuesta de ocultarnos por algún tiempo. Quizás tuviese razón y era mejor no adelantarnos y hacer público nada que complicase nuestra seguridad en aquellos momentos. Estábamos cansados y agotados de todas las luchas y meternos en una nueva lucha no nos beneficiaría en nada. Además ahora podíamos estra juntos cuando quisiéramos y eso era lo más importante. -Creo que es una buena idea, después de todo, si nos mantenemos en el anonimato no tendrán nada contra nosotros y ganaremos tiempo y fuerzas dije recordnado sobre sus amigos licántropos -En ese tiempo me recuperaré y ganaré nuevas fuerzas para hacer frente a cualquier adversidad que se nos pueda presentar y Alfred ya no tendrá ninguna ventaja sobre nosotros. Pero hay algo que me preocupa madame mi rostro reflejaba esa preocupación en aquellos momentos y no podía borrarle por más que lo intentase -El Conde ¿estará con nosotros... o contra nosotros?
Escuché su cuartada y me pareció realmente dudosa. Yo seguiría estando enfermo pero ¿por cuanto tiempo más? Sabía que Justin conocía, hasta cierto punto, de todo lo que nos había estado aconteciendo desde semanas atrás pero no conocía realmente Justin para asegurar que no diría nada o no se fuera de la lengua mientras la madame estuvies en Inglaterra, como mencionaba en su carta. No había tenido ninguna disputa con él pero me temía por lo que era y, si lo obligaban por la seguridad de su familia o la suya propia, podría hablar más de la cuenta. -¿Le dirás la verdad a Justin? pregunté indeciso tras conocer sus intenciones -Confío en él, pues me salvó una vez pero puede ser persuadido en nuestra ausencia y terminar por delatarnos. Es un humano después de todo, y luchamos contra razas muy superiores a ellos. Estará en peligro si conoce nuestras verdaderas intenciones No quería molestar a Jacqueline con mis suposiciones pero si queríamos pasar desapercibidos debíamos alejarnos de todos cuanto hubiese un mínimo resquicio donde ser encontrados por nuestros enemigos, y Justin era uno de ellos.
Sonreí con sus palabras, acariciando con la yema de mis dedos su mano cuando golpearon la puerta desde fuera. Una voz hizo saber que traían un baúl con comida para saciar mi apetito. La verdad es que venían a buena hora pues cada vez estaba más hambriento. No sabía cuando fue la última vez que me había alimentado pero, a mi parecer, habían pasado siglos desde la última vez. Mis tripas rugieron al escuchar la palabra comida y, esta vez, si rugieron con fuerzas a lo que la madame llegaría oír sin ningún problema. Intenté acomodarme en la cama, sentándome para levantar mi torso lo suficiente para poder comer y no atragantarme tumbado. De hecho si podía comer fuera de la cama mejor. No quería impregnar de sangre la colcha de la madame. Era algo desagradable que ni yo mismo consentiría sobre mi lecho. -Puedes decirles que pasen, la verdad es que ya tenía algo de hambre le confesé a Jacqueline.
Escuché su cuartada y me pareció realmente dudosa. Yo seguiría estando enfermo pero ¿por cuanto tiempo más? Sabía que Justin conocía, hasta cierto punto, de todo lo que nos había estado aconteciendo desde semanas atrás pero no conocía realmente Justin para asegurar que no diría nada o no se fuera de la lengua mientras la madame estuvies en Inglaterra, como mencionaba en su carta. No había tenido ninguna disputa con él pero me temía por lo que era y, si lo obligaban por la seguridad de su familia o la suya propia, podría hablar más de la cuenta. -¿Le dirás la verdad a Justin? pregunté indeciso tras conocer sus intenciones -Confío en él, pues me salvó una vez pero puede ser persuadido en nuestra ausencia y terminar por delatarnos. Es un humano después de todo, y luchamos contra razas muy superiores a ellos. Estará en peligro si conoce nuestras verdaderas intenciones No quería molestar a Jacqueline con mis suposiciones pero si queríamos pasar desapercibidos debíamos alejarnos de todos cuanto hubiese un mínimo resquicio donde ser encontrados por nuestros enemigos, y Justin era uno de ellos.
Sonreí con sus palabras, acariciando con la yema de mis dedos su mano cuando golpearon la puerta desde fuera. Una voz hizo saber que traían un baúl con comida para saciar mi apetito. La verdad es que venían a buena hora pues cada vez estaba más hambriento. No sabía cuando fue la última vez que me había alimentado pero, a mi parecer, habían pasado siglos desde la última vez. Mis tripas rugieron al escuchar la palabra comida y, esta vez, si rugieron con fuerzas a lo que la madame llegaría oír sin ningún problema. Intenté acomodarme en la cama, sentándome para levantar mi torso lo suficiente para poder comer y no atragantarme tumbado. De hecho si podía comer fuera de la cama mejor. No quería impregnar de sangre la colcha de la madame. Era algo desagradable que ni yo mismo consentiría sobre mi lecho. -Puedes decirles que pasen, la verdad es que ya tenía algo de hambre le confesé a Jacqueline.
John Cena- Licántropo Clase Baja
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Re: Entre los pensamientos muertos de mi alma...
- Spoiler:
- off: linda firma, por cierto ^^ Que piensas sobre que Justin pueda llegar a traicionarnos en secreto con Alfred?
Obviamente la idea de tener que permanecer ocultos hasta que la semana acabase, no le agrado pero tuvo que aceptarla ya que era nuestra unica alternativa por el momento. Necesitabamos recuperarnos y tratar de conseguir más aliados, a lo que John luego pregunto por el Conde. Al parecer él era quien más le preocupaba. Torci un poco mis labios, esta vez, no podria mentirle pero no sabia si seria adecuado hablarle de él ahora.
-El Conde intenta siempre mantenerse neutral. Muchas veces le he pedido que solo intervenga en las situaciones cunado se lo pido o cuando realmente necesito de su ayuda al no poder recurrir a nadie más. Pero debido al lazo que nos une entre amistad y algo más, él nunca se ha puesto en mi contra. No dudara dos veces en venir a ayudarnos si soy yo quien se lo pide pero...-suspire.-Tampoco quiero abusar de la ayuda que me brinda. Es como si me aprovechase de él...Asi que solo si en verdad lo necesitamos, lo invocare. Pero desde ya te digo que él no está en nuestra contra.
Al hablarme de Justin, me habia dado cuenta que no sabia nada de él desde que el Conde le habia salvado. La pregunta de John me hizo pensar unos minutos y finalmente le dije:
-Si pero más adelante. Son muchos en su familia y no quiero arriesgarme a que luego Alfred sospeche de él como un complice nuestro o algo asi. Mejor será protegerlo a él y a los demás. Se lo diremos cuando el momento sea adecuado pero no hay que descartarlo como un aliado: recuerda que su magia nos ha ayudado en varias ocaciones y no podria ser esta la excepcion si Alfred se nos vuelve en contra.-me sentia toda una dictadora, haciendo planes meticulosamente y apuntando a quienes podrian ayudarnos y quienes no.
Escuche la pansita de John rugiendo cuando escuche la voz de Gelick afuera, anunciando que traia un baul con las capturas para mi amado. Eso me hizo reir un poco apenada. Cuanto tiempo habria pasado sin comer? Se sento despacio en la cama mientras fui a abrir. Mi sirviente me reverencio y entro dejando el baul en medio de la parte sala y dandome la llave. Parecia algo molesto pero deduje porque y no le dije nada más.
-Gracias, Gelick. Ya puedes retirarte a descansar, no te quedes mucho tiempo en vela.-le dije con una sonrisa. Él parecio aliviado, me reverencio sin mirarlo a John ni de reojo y cerro las puertas. Escuche como si exhalara aire fuertemente afuera. Me acerque despacio a John y lo ayude a ponerse de pie y llevarlo al sillon para que comiese alli. Abri el baul y alli habia una gacela mediana, aun estaba viva pero con las patas fracturadas. No se movia mucho pero no le quedaba tanto tampoco. La deje frente a él y le di su cuchillo de caza que tambien estaba en el baul.-Quieres que te de privacidad?
Jacqueline S. Ritchway- Vampiro Clase Alta
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Re: Entre los pensamientos muertos de mi alma...
No le di mayor importancia al asunto y me quedé observando al sirviente que entró en la habitación de la madame para traer mi comida. Era aquel vampiro que repudiaba a los licántropos. Lo recordaba muy bien de nuestro primer encuentro en la entrada de la mansión. Ni siquiera me miró al entrar aunque si revelenció a Jacquelines, sospeché que si aquel vampiro se enterase de lo nuestro se opondría de ser uno de los primeros. Dejó el baúl con la presa dentro y se retiró cuando lo mandó la madame sin mirar ni un solo momento a mi persona. Miré a la madame quien pareció leerme el pensamiento pero ambos permanecimos en silencio. No le agradaba mi presencia pero también me tenía miedo. Era algo con lo que le costaría vivir tranquilo mientras yo estuviese en la misma mansión.
Ante su pregunta de la intimidad mientras me incorporaba asentí cuando ya estaba sentado listo para comer aquella presa tan apetecible. -Preferiría que si madame, no es algo bonito de ver en mi persona y al igual me gustaria mantenerlo oculto un tiempo también sabía que ya nada debía esconder de ella pero ciertas cosas aún me daban vergüenza que me las viera hacer -intentaré acostumbrarme a su presencia mientras como pero hoy mi hambre es voraz y no tendré piedad con esta pieza que acaba de traerme su sirviente... espero que lo entienda Sostuve el cuchillo en mi mano, jugando con él mientras esperaba que la madame abandonase la habitación y luego miré a mi presa medio moribunda.
Cuando la madame salió, empuñé mi cuchillo y sosteniendo firmemente a la gacela le corté el gaznate dejando que toda la sangre chorreara en el baúl. La levanté entre espasmos de su cuerpo que estaba muriendo y comencé a tirarle grandes mordiscos arrancnándole la carne con mis dientes como si de un animal me tratara. Me llevo algo más de cinco minutos acabarme con esa pieza y, aunque podía repetir una más, me di por satisfecho, tirando los huesos en el baúl cubierto de sangre fresca y cerrándolo rápidamente. Con una de las vendas de mis heridas, limpié la sangre que resbalaba por mi barbilla y me incorporé, caminando lentamente hasta la puerta, la cual golpeé dos veces en señal de que había acabado para que la madame entrase de nuevo.
Ante su pregunta de la intimidad mientras me incorporaba asentí cuando ya estaba sentado listo para comer aquella presa tan apetecible. -Preferiría que si madame, no es algo bonito de ver en mi persona y al igual me gustaria mantenerlo oculto un tiempo también sabía que ya nada debía esconder de ella pero ciertas cosas aún me daban vergüenza que me las viera hacer -intentaré acostumbrarme a su presencia mientras como pero hoy mi hambre es voraz y no tendré piedad con esta pieza que acaba de traerme su sirviente... espero que lo entienda Sostuve el cuchillo en mi mano, jugando con él mientras esperaba que la madame abandonase la habitación y luego miré a mi presa medio moribunda.
Cuando la madame salió, empuñé mi cuchillo y sosteniendo firmemente a la gacela le corté el gaznate dejando que toda la sangre chorreara en el baúl. La levanté entre espasmos de su cuerpo que estaba muriendo y comencé a tirarle grandes mordiscos arrancnándole la carne con mis dientes como si de un animal me tratara. Me llevo algo más de cinco minutos acabarme con esa pieza y, aunque podía repetir una más, me di por satisfecho, tirando los huesos en el baúl cubierto de sangre fresca y cerrándolo rápidamente. Con una de las vendas de mis heridas, limpié la sangre que resbalaba por mi barbilla y me incorporé, caminando lentamente hasta la puerta, la cual golpeé dos veces en señal de que había acabado para que la madame entrase de nuevo.
John Cena- Licántropo Clase Baja
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Re: Entre los pensamientos muertos de mi alma...
Estaba de acuerdo con lo que él me habia dicho y simplemente asenti.
-No te preocupes entonces, come tranquilo y avisame para cuando pueda volver a entrar. Ire al baño para preparar mi ducha, huelo un poco a sangre y es algo que a veces no tolero.-y con una simple sonrisa, me retire a la otra parte de la habitacion, cerrando la puerta tras de mi. Abri las canillas para que el agua estuviera un poco más caliente que tibia y espere a que la bañera se llenara. Descarte la ducha de pie porque necesitaba relajarme un poco y meditar algunas cosas. Puse una bola de jabon que se convirtio en espuma al contacto con el agua y solo espere a que John me avisara para ir por unas toallas y mi ropa.
Escuche unos golpes y sali luego, observandole irse a la cama. El baul olia a sangre pero todo estaba limpio. Tome el baul por una esquina, levantandolo como su fuera levantar un leve tintero y abriendo una de las puertas de mi cuarto, lo deje afuera para que luego se lo llevasen. Era de dia y el personal no apareceria hasta prontas horas de la tarde. Despues cerre y voltee a John.
-Bueno, ahora descansa un poco. Necesitas relajarte. Yo tomare un baño y luego vendre a ver como estas.-me aerque a él y le di un beso en su frente, abrazandolo y despacio. Despues, tome una toalla y la ropa de descanso para luego desaparecer en el baño. Estaba casi rendida despues de lo que habia ocurrido y necesitaba relajarme un poco.
-No te preocupes entonces, come tranquilo y avisame para cuando pueda volver a entrar. Ire al baño para preparar mi ducha, huelo un poco a sangre y es algo que a veces no tolero.-y con una simple sonrisa, me retire a la otra parte de la habitacion, cerrando la puerta tras de mi. Abri las canillas para que el agua estuviera un poco más caliente que tibia y espere a que la bañera se llenara. Descarte la ducha de pie porque necesitaba relajarme un poco y meditar algunas cosas. Puse una bola de jabon que se convirtio en espuma al contacto con el agua y solo espere a que John me avisara para ir por unas toallas y mi ropa.
Escuche unos golpes y sali luego, observandole irse a la cama. El baul olia a sangre pero todo estaba limpio. Tome el baul por una esquina, levantandolo como su fuera levantar un leve tintero y abriendo una de las puertas de mi cuarto, lo deje afuera para que luego se lo llevasen. Era de dia y el personal no apareceria hasta prontas horas de la tarde. Despues cerre y voltee a John.
-Bueno, ahora descansa un poco. Necesitas relajarte. Yo tomare un baño y luego vendre a ver como estas.-me aerque a él y le di un beso en su frente, abrazandolo y despacio. Despues, tome una toalla y la ropa de descanso para luego desaparecer en el baño. Estaba casi rendida despues de lo que habia ocurrido y necesitaba relajarme un poco.
Jacqueline S. Ritchway- Vampiro Clase Alta
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Re: Entre los pensamientos muertos de mi alma...
La madame salió y retiró el baúl fuera de la habitación ayudándome a recostarme nuevamente sobre la cama. Esta noche la pasaría allí. Le sonreí cuando me abrazó y asentí cuando me dijo que necesitaba darse un baño. Ella también necesitaba relajarse y un baño era el mejor de los remedios. La observé hasta que desapareció tras la puerta del aseo y me tumbé en la cama con los ojos fijos en el techo de la habitación. Había muchas cosas rondando por mi cabeza últimamente pero estaba demasiado cansado para pensar en aquellos momentos. No había podido dormir desde hacía varios días en condiciones normales y esta noche no sería distinto pues, las heridas impedían que pudiese dormir tranquilamente, sin poder moverme en absoluto. Suspiré ante aquel hecho y cerré mis ojos para encontrarme más apaciguado y relajar todos mis músculos.
Mis pensamientos y preocupaciones llamaban en mi cabeza para que los atendiera pero no me apetecía en aquellos momentos. Quería recordar algo más importante y eran aquellas palabras de Jacqueline y su beso al despertar. Esas imágenes las repetía una y otra vez mientras las otras luchaban por hacerse un hueco en mi mente, sin ningún éxito. Esbocé una débil sonrisa pues, era una lucha perdida en la que nada podían hacer. Ésta vez los recuerdos felices ganaban a los infelices, por primera vez en mucho tiempo. Un largo tiempo que había pasado olvidando todo lo bueno que existía en la vida y ahora había renacido en mi, como una chispa encendiendo una hoguera. Volví a suspirar, colocando mis brazos paralelos a mi cuerpo y me dejé llevar por el sueño que sentía, cayendo rápidamente en aquel trance.
Mis pensamientos y preocupaciones llamaban en mi cabeza para que los atendiera pero no me apetecía en aquellos momentos. Quería recordar algo más importante y eran aquellas palabras de Jacqueline y su beso al despertar. Esas imágenes las repetía una y otra vez mientras las otras luchaban por hacerse un hueco en mi mente, sin ningún éxito. Esbocé una débil sonrisa pues, era una lucha perdida en la que nada podían hacer. Ésta vez los recuerdos felices ganaban a los infelices, por primera vez en mucho tiempo. Un largo tiempo que había pasado olvidando todo lo bueno que existía en la vida y ahora había renacido en mi, como una chispa encendiendo una hoguera. Volví a suspirar, colocando mis brazos paralelos a mi cuerpo y me dejé llevar por el sueño que sentía, cayendo rápidamente en aquel trance.
John Cena- Licántropo Clase Baja
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Re: Entre los pensamientos muertos de mi alma...
El agua estaba un poco roja, al parecer algo de sangre habia escapado por mi cuerpo cuando me golpeaban. Estaba muy relajada, la primera vez que podia hundirme en una bañera sin pensar en mucho. Lo unico que rondaba en mi cabeza eran imagenes muy tiernas para mi...los recuerdos mas bellos de estos ultimos dias...y tambien el pensar lo tonta que fui al no confesarme antes con John pero supongo que si no se lo hubiera revelado, él se habria ido con los lobos.
Pero luego mis pensamientos se desviaron a la carta al hostal...Y si Alfred lo busco y encontro su cabaña? Seguramente aprovecharia la supuesta enfermedad que yo puse para tratar de incendiar el lugar con él adentro...Aprete mis ojos, moviendome un poco de perfil, que horrible...Seguramente era mi culpa...Y ahora...John no tenia un lugar propio de nuevo. No podia pedirle que se quede en el castillo, no estaba listo para afrontar de golpe todo lo que habia aqui...
Suspire hondamente, poniendome de pie y saliendo de la bañera. Deje que el agua se escapara por el drenaje y luego me sequé, acabando de vestirme y saliendo despacio. John ya se habia dormido y eso me saco una sonrisa, pues se veia muy relajado. Cepille un poco mi cabello y decidi pasar en vela este dia. Tome el libro que estaba leyendo, donde habia marcado la pagina y me acoste junto a John. Encendi una vela junto a mi y me puse a leer. Miraba de reojo para comprobar que estuviese dormido y que no tuviera pesadillas. Le sonrei y segui leyendo.
Paso una hora quizas, o dos no lo recuerdo muy bien, y empece a cabecear. Movi un poco micabeza para quedarme despierta pero al final, el sueño me vencio y acabe dormida con el libro en mi vientre.
Corria, no estaba huyendo, nadie me seguia pero yo solo estaba corriendo y mirando por doquier.
-John!-grite fuertemente, estaba siguiendolo de nuevo. Otra vez habia escapado? No. Eso no era posible...Corri más y vi un resplandor naranja y amarillo. No podia ser...Me acerque y entonces vi con una sorpresa enorme que era la cabaña de John y que se estaba quemando. Esto me quito el aliento y fue peor cuando vi a una figura negra frente a mi con un un bidón de aceite en la mano. Se giró a mi y me miro fijo, pero no pude reconocerlo.
-Lo siento...-me dijo, su voz era muy familiar.-...creeme que lo lamento...pero eran sus ordenes...quemar todo rastro de él...y a él...-habra quemado a John??
-Quien eres!? Quien te dio esa orden!?-le dije fuerte, enojada y casi colerica.
-Perdon...por lo de Anthony...-que estaba diciendome? Anthony lleva meses muerto...
-Dime quien eres!!-encendio un fosforo y lo arrojo al suelo, una linea se extendio hacia mi y empezo a quemar mi ropa y luego mi cuerpo.
-No salgas del castillo o te asesinaran!!!
Desperte de la nada, respirando muy profundamente y sentandome de forma brusca, estaba aterrada. El libro habia caido al suelo y la vela casi se habia consumido del todo. Volvi a recostarme, inspirando profundamente y llevando mi mano a mi rostro.
-Fue solo un sueño...solo eso...-dije susurrante. Intentaba relajarme pero aun tenia esa voz rondandome en la cabeza...quien era...porque incendio la cabaña de John...?
Pero luego mis pensamientos se desviaron a la carta al hostal...Y si Alfred lo busco y encontro su cabaña? Seguramente aprovecharia la supuesta enfermedad que yo puse para tratar de incendiar el lugar con él adentro...Aprete mis ojos, moviendome un poco de perfil, que horrible...Seguramente era mi culpa...Y ahora...John no tenia un lugar propio de nuevo. No podia pedirle que se quede en el castillo, no estaba listo para afrontar de golpe todo lo que habia aqui...
Suspire hondamente, poniendome de pie y saliendo de la bañera. Deje que el agua se escapara por el drenaje y luego me sequé, acabando de vestirme y saliendo despacio. John ya se habia dormido y eso me saco una sonrisa, pues se veia muy relajado. Cepille un poco mi cabello y decidi pasar en vela este dia. Tome el libro que estaba leyendo, donde habia marcado la pagina y me acoste junto a John. Encendi una vela junto a mi y me puse a leer. Miraba de reojo para comprobar que estuviese dormido y que no tuviera pesadillas. Le sonrei y segui leyendo.
Paso una hora quizas, o dos no lo recuerdo muy bien, y empece a cabecear. Movi un poco micabeza para quedarme despierta pero al final, el sueño me vencio y acabe dormida con el libro en mi vientre.
Corria, no estaba huyendo, nadie me seguia pero yo solo estaba corriendo y mirando por doquier.
-John!-grite fuertemente, estaba siguiendolo de nuevo. Otra vez habia escapado? No. Eso no era posible...Corri más y vi un resplandor naranja y amarillo. No podia ser...Me acerque y entonces vi con una sorpresa enorme que era la cabaña de John y que se estaba quemando. Esto me quito el aliento y fue peor cuando vi a una figura negra frente a mi con un un bidón de aceite en la mano. Se giró a mi y me miro fijo, pero no pude reconocerlo.
-Lo siento...-me dijo, su voz era muy familiar.-...creeme que lo lamento...pero eran sus ordenes...quemar todo rastro de él...y a él...-habra quemado a John??
-Quien eres!? Quien te dio esa orden!?-le dije fuerte, enojada y casi colerica.
-Perdon...por lo de Anthony...-que estaba diciendome? Anthony lleva meses muerto...
-Dime quien eres!!-encendio un fosforo y lo arrojo al suelo, una linea se extendio hacia mi y empezo a quemar mi ropa y luego mi cuerpo.
-No salgas del castillo o te asesinaran!!!
Desperte de la nada, respirando muy profundamente y sentandome de forma brusca, estaba aterrada. El libro habia caido al suelo y la vela casi se habia consumido del todo. Volvi a recostarme, inspirando profundamente y llevando mi mano a mi rostro.
-Fue solo un sueño...solo eso...-dije susurrante. Intentaba relajarme pero aun tenia esa voz rondandome en la cabeza...quien era...porque incendio la cabaña de John...?
Jacqueline S. Ritchway- Vampiro Clase Alta
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Re: Entre los pensamientos muertos de mi alma...
Las horas pasaron como segundos mientras soñaba apaciblemente, tranquilo después de las pesadillas con las que había estado soñando días atrás. No hubo más muertes, ningún tipo de lucha o violencia. Simplemente cerré mis ojos y me dejé llevar por el cansancio y el sueño que me abrazaron de forma apacible y me regalaron un dormir tranquilo. Dormí durante todo el día, sin molestarme en despertarme para comer ni para ir al baño en todas aquellas horas. Mi subconsciente había estado en tanta tensión que aquel momento pareció ser el único refugio donde pudo evadirse durante ese tiempo antes de volver a la realidad. Con un pequeño jadeo me moví sobre la cama notando que alguien o algo estaba a mi lado.
Abrí mis ojos y vi a Jacqueline recostada a mi lado, con los ojos cerrados. No sabía si estaría dormida o no pero intenté incorporarme por mi propia cuenta. Noté como las costras de mis heridas se cuarteaban con mis movimientos debido a las horas que habían permanecido cicatrizando sin moverlas en lo más mínimo. Jacqueline otra vez se había quedado a pasar el día sin descansar, con lo que, el próximo día debía descansar o volvería a ocurrir el desagradable problema que una vez ya tuvimos. Sentía todos mis músculos cansados, como si hubiese realizado un gran esfuerzo físico y ahora estaban vagos y débiles. Estiré mi cuello a ambos lados, crujiéndomelo, y puse mis pies en el suelo para levantarme de la cama dándome impulso con mis brazos.
Jacqueline parecía estar dormida pues siguió con los ojos cerrados. La observé durante unos segundos en silencio y luego volteé observando detenidamente cada rincón de la habitación. Nada había cambiado desde la última vez que había estado allí. Me encaminé al baño y abrí el grifo de la pila para que cayera el agua. Puse mis manos en forma de cuenco y me mojé la cara, refrescándomela. Repetí el gesto un par de veces más y me miré el rostro en el espejo que estaba colgado justo en frente de mi. Las gotas resbalaban por las lineas marcadas en mi cara y caían de nuevo sobre la pila hasta perderse por uno de los agujeros que cubrían la tubería. Me quedé varios minutos mirándome al espejo y pasé la yema de mis dedos por mi rostro. Seguía teniendo los mismos rasgos que hace veinte años. Parecía que el tiempo no pasaba para mi.
Abrí mis ojos y vi a Jacqueline recostada a mi lado, con los ojos cerrados. No sabía si estaría dormida o no pero intenté incorporarme por mi propia cuenta. Noté como las costras de mis heridas se cuarteaban con mis movimientos debido a las horas que habían permanecido cicatrizando sin moverlas en lo más mínimo. Jacqueline otra vez se había quedado a pasar el día sin descansar, con lo que, el próximo día debía descansar o volvería a ocurrir el desagradable problema que una vez ya tuvimos. Sentía todos mis músculos cansados, como si hubiese realizado un gran esfuerzo físico y ahora estaban vagos y débiles. Estiré mi cuello a ambos lados, crujiéndomelo, y puse mis pies en el suelo para levantarme de la cama dándome impulso con mis brazos.
Jacqueline parecía estar dormida pues siguió con los ojos cerrados. La observé durante unos segundos en silencio y luego volteé observando detenidamente cada rincón de la habitación. Nada había cambiado desde la última vez que había estado allí. Me encaminé al baño y abrí el grifo de la pila para que cayera el agua. Puse mis manos en forma de cuenco y me mojé la cara, refrescándomela. Repetí el gesto un par de veces más y me miré el rostro en el espejo que estaba colgado justo en frente de mi. Las gotas resbalaban por las lineas marcadas en mi cara y caían de nuevo sobre la pila hasta perderse por uno de los agujeros que cubrían la tubería. Me quedé varios minutos mirándome al espejo y pasé la yema de mis dedos por mi rostro. Seguía teniendo los mismos rasgos que hace veinte años. Parecía que el tiempo no pasaba para mi.
John Cena- Licántropo Clase Baja
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Re: Entre los pensamientos muertos de mi alma...
Mire a mi costado, luego de calmarme y relajarme lo suficiente. John no estaba alli pero escuche agua que corria del baño, asi que quizas se habia levantado él mismo. Apoye los pies en la cama, sentandome y mire la hora. 7:30 de la noche. Habia dormido todo el dia, fallando en mi plan de poder quedarme despierta para cuidar del sueño de John. Suspire, pasandome las manos por la cara. Ese sueño aun estaba en mi mente y estaba muy nerviosa al respecto. No estaba muy segura de querer contarselo a John por lo que trate de relajarme lo suficiente para que no se denotase nada en mi rostro.
Me puse de pie y camine hacia la ventana, abri las grandes puertas de madera y contemple el comienzo de una nueva noche. Aun no se escuchaban buhos ni nada, era algo temprano pero no tardarian en despertar.
-No salgas del castillo o te asesinaran!!!-recorde mirando el horizonte. Esa voz...sé muy bien que la conozco, pero mi mente estaba muy bloqueada y no podia imaginarme a nadie. Quizas era un secuaz nuevo de Alfred pero nadie conocia el lugar en donde John residia...excepto...
Escuche el agua cerrandose, él no tardaria mucho en salir por lo que simplemente ignore el asunto y trate de no denotar nada. Cuando salio, lo recibi con una sonrisa.
-Has podido dormir?-esperaba que él no haya tenido pesadillas de nuevo.
Me puse de pie y camine hacia la ventana, abri las grandes puertas de madera y contemple el comienzo de una nueva noche. Aun no se escuchaban buhos ni nada, era algo temprano pero no tardarian en despertar.
-No salgas del castillo o te asesinaran!!!-recorde mirando el horizonte. Esa voz...sé muy bien que la conozco, pero mi mente estaba muy bloqueada y no podia imaginarme a nadie. Quizas era un secuaz nuevo de Alfred pero nadie conocia el lugar en donde John residia...excepto...
Escuche el agua cerrandose, él no tardaria mucho en salir por lo que simplemente ignore el asunto y trate de no denotar nada. Cuando salio, lo recibi con una sonrisa.
-Has podido dormir?-esperaba que él no haya tenido pesadillas de nuevo.
Jacqueline S. Ritchway- Vampiro Clase Alta
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Re: Entre los pensamientos muertos de mi alma...
Tras varios minutos decidí secarme la cara con una de las toallas que había en el reposamanos de la pared y salí del baño. Jacqueline ya no estaba tumbada en la cama. Se había levantado y había ido hacia la ventana para mirar al exterior. La noche ya había caído nuevamente, habíamos dormido todo el día. Al verme salir del baño me preguntó si había dormido lo cual asentí, rascándome la barbilla notando el frío del agua en mis manos al rozar mi rostro con ella. -Estaba demasiado exhausto para no dormir. Tan sólo me levanté hace unos minutos y fui a la pila a lavarme la cara para refrescarme. Caminé hasta la cama y me senté mientras me levantaba las vendas para dejar al descubierto mis heridas -Creo que habrá que limpiarlas una vez más. Están cuarteadas y seguro debí sangrar un poco durante la noche.
La miré pero parecía que estaba algo ausente. Algo le preocupaba aunque cuando se percató de mi mirada intentaba aparentar que todo estaba normal. Podía entender porqué se sentía así. Todo había pasado tan deprisa, y aunque nos habíamos declarado lo que sentíamos, seguíamos siendo dos extraños, el uno para el otro. Además ahora debía de permanecer allí con ella, cuando Jacqueline había estado habitando su mansión sola durante muchos años, tan solo con sus sirvientes y sus amigos que se quedaba como huéspedes. Suspiré por bajo pues las cosas no habían salido como debían salir pero no se arrepentía de lo que había sucedido en el bosque. -¿Tú pudiste descansar? le dije volviendo al tema -cuando desperté te vi a mi lado ¿no descansaste en tu ataud? eso agota y acorta tu vida, no deberías abusar en exceso...
La miré pero parecía que estaba algo ausente. Algo le preocupaba aunque cuando se percató de mi mirada intentaba aparentar que todo estaba normal. Podía entender porqué se sentía así. Todo había pasado tan deprisa, y aunque nos habíamos declarado lo que sentíamos, seguíamos siendo dos extraños, el uno para el otro. Además ahora debía de permanecer allí con ella, cuando Jacqueline había estado habitando su mansión sola durante muchos años, tan solo con sus sirvientes y sus amigos que se quedaba como huéspedes. Suspiré por bajo pues las cosas no habían salido como debían salir pero no se arrepentía de lo que había sucedido en el bosque. -¿Tú pudiste descansar? le dije volviendo al tema -cuando desperté te vi a mi lado ¿no descansaste en tu ataud? eso agota y acorta tu vida, no deberías abusar en exceso...
John Cena- Licántropo Clase Baja
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Re: Entre los pensamientos muertos de mi alma...
Asenti a sus palabras sin borrar mi sonrisa.
-Eso me imagine. Solo Dios sabe la distancia que has recorrido ida y vuelta, contando la mala noche de sueño que tuviste antes. Al menos has podido descansar.-mire un momento más a la ventana y luego decidi que lo mejor seria cerrarla otra vez. Escuche lo de sus heridas y me acerque al armario para tomar la caja donde yo tenia las vendas y los medicamentos, luego me acerque a la cama, subiendo y colocandome detras de él para examinarlo.-Has rastro de que has estado sangrando pero es sangre seca. Te limpiare y te colocare vendajes limpios.
Mientras lo hacia, no pude evitar soltar una ligera risita ante su comentario.
-Los vampiros deben descansar en un ataud sobre la tierra en donde nacieron. Como estamos lejos de alli, da igual si duermo en una cajita o en una cama. Pero...-acabe de vendarlo y me quede en silencio unos momentos, dudando si debia contarselo o no. Pase mis manos por sus hombros, acariciandole, para relajarlo. Parecia ya sospechar de mi actitud.-...descanse. Mi idea era tratar de permanecer despierta para vigilar tu sueño pero unas horas despues, me quede dormida. Supongo que el sueño y el estres tambien pudo conmigo.-suspire.
No podia ocultarle nada a él. Ya no más.-Yo...tuve una pesadilla...y vi a alguien, al que quemo tu cabaña...-aparte mis manos de él y baje mi rostro.-Me pedia perdon y me advirtio que si salia del castillo, me matarian...reconoci su voz pero estaba frente a las llamas y solo podia ver su sombra...No estoy muy segura de quien es...-cerre mis ojos.-Seguramente es mi culpa que te hayas quedado sin hogar...Alfred pudo haber leido la carta donde ponia sobre tu supuesta enfermedad y quizo aprovecharse de la situacion, enviando a alguien para que acabase de una vez contigo...-no tuve cara para mirarlo por lo que no abri mis ojos.-Lo lamento...-voltee un poco dandole la espalda. Me sentia muy mal. Siempre que en algo se metia, acababa herido, lastimado o casi muerto por mi culpa...-Voy a compensartelo de alguna forma.-quizas pudiera mandar a mis empleados a reconstruir todo el lugar mientras él estuviera aqui pero no por el momento. Una simple construccion de cimientos levantaria sospechas si alguien peinaba la zona para Alfred por lo que simplemente me guarde la idea como una sorpresa para John.
-Eso me imagine. Solo Dios sabe la distancia que has recorrido ida y vuelta, contando la mala noche de sueño que tuviste antes. Al menos has podido descansar.-mire un momento más a la ventana y luego decidi que lo mejor seria cerrarla otra vez. Escuche lo de sus heridas y me acerque al armario para tomar la caja donde yo tenia las vendas y los medicamentos, luego me acerque a la cama, subiendo y colocandome detras de él para examinarlo.-Has rastro de que has estado sangrando pero es sangre seca. Te limpiare y te colocare vendajes limpios.
Mientras lo hacia, no pude evitar soltar una ligera risita ante su comentario.
-Los vampiros deben descansar en un ataud sobre la tierra en donde nacieron. Como estamos lejos de alli, da igual si duermo en una cajita o en una cama. Pero...-acabe de vendarlo y me quede en silencio unos momentos, dudando si debia contarselo o no. Pase mis manos por sus hombros, acariciandole, para relajarlo. Parecia ya sospechar de mi actitud.-...descanse. Mi idea era tratar de permanecer despierta para vigilar tu sueño pero unas horas despues, me quede dormida. Supongo que el sueño y el estres tambien pudo conmigo.-suspire.
No podia ocultarle nada a él. Ya no más.-Yo...tuve una pesadilla...y vi a alguien, al que quemo tu cabaña...-aparte mis manos de él y baje mi rostro.-Me pedia perdon y me advirtio que si salia del castillo, me matarian...reconoci su voz pero estaba frente a las llamas y solo podia ver su sombra...No estoy muy segura de quien es...-cerre mis ojos.-Seguramente es mi culpa que te hayas quedado sin hogar...Alfred pudo haber leido la carta donde ponia sobre tu supuesta enfermedad y quizo aprovecharse de la situacion, enviando a alguien para que acabase de una vez contigo...-no tuve cara para mirarlo por lo que no abri mis ojos.-Lo lamento...-voltee un poco dandole la espalda. Me sentia muy mal. Siempre que en algo se metia, acababa herido, lastimado o casi muerto por mi culpa...-Voy a compensartelo de alguna forma.-quizas pudiera mandar a mis empleados a reconstruir todo el lugar mientras él estuviera aqui pero no por el momento. Una simple construccion de cimientos levantaria sospechas si alguien peinaba la zona para Alfred por lo que simplemente me guarde la idea como una sorpresa para John.
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Re: Entre los pensamientos muertos de mi alma...
Mientras me cambiaba las vendas sonreí al escuchar sus palabras. Entendía perfectamente su cansancio pues yo me había sentido igual la noche anterior. -Gracias. La verdad es que me es difícil vendarme a mi mismo con la herida en la espalda. Mis manos llegan de forma forzada y muchas veces es peor el remedio que la enfermedad. Le confesé mientras ya comprovaba la nueva venda sobre mi torso. Había quedado bien sujeta sin apretarme en exceso pero lo suficiente para que no me bailase por alrededor como una cinta. No sabía que los vampiros necesitaban descansar en la tierra en la que nacieron y, que si no era allí, el resto de lugares les era extraño y totalmente diferente. Nosotros los licántropos podíamos hacer de nuestro hogar cualquier lugar mientras estuviéramos rodeados por la naturaleza.
De pronto me giré para mirarla a los ojos cuando me contó sobre aquel extraño sueño que había tenido. Bajó su mirada esquivando la mía mientras proseguía contándome aquellos detalles. Me resultó preocupante que reconociese la voz pero no la relacionara con ninguna cara. -No dejaré que nadie te haga daño si así tengo que arrancarme las vendas para defenderte de un nuevo peligro inminente Era cierto. No iba a permitir que nadie más la dañara aunque eso me costase la propia vida. Quizás era sólo un sueño pero nunca había dejado de infravalorar los sueños pues, hasta en los humanos normales, significaban premoniciones o revelaciones importantes que los separaba de la vida y la muerte. Levanté con mi mano el rostro de Jacqueline para que quedase a la altura de la mía y le inspiré mi confianza. -No ocurrirá nada mientras estemos juntos, nadie podrá contra nosotros.
Sonreí de lo irónico que resultaba que se culpase de aquel accidente de mi cabaña cuando no sabíamos que había sucedido exactamente. Cayé sus labios con mi dedo índice para que no dijese una sola palabra más. -No debes lamentar lo sucedido ni recompensarme por ello, no ha sido culpa tuya. le dije siendo concluyente en mi respuesta. No iba a hacerla sentir culpable de todo lo que pasase a mi alrededor. -Si Alfred encontró la carta es muy probable que haya mandado a alguien a buscarte a Inglaterra, o haya ido él mismo para pedirte nuevamente matrimonio y darte la noticia de mi muerte en persona... me quedé pensativo ante mis propias palabras pues, si Alfred estaba lejos de París, aquello nos daba una oportunidad.
De pronto me giré para mirarla a los ojos cuando me contó sobre aquel extraño sueño que había tenido. Bajó su mirada esquivando la mía mientras proseguía contándome aquellos detalles. Me resultó preocupante que reconociese la voz pero no la relacionara con ninguna cara. -No dejaré que nadie te haga daño si así tengo que arrancarme las vendas para defenderte de un nuevo peligro inminente Era cierto. No iba a permitir que nadie más la dañara aunque eso me costase la propia vida. Quizás era sólo un sueño pero nunca había dejado de infravalorar los sueños pues, hasta en los humanos normales, significaban premoniciones o revelaciones importantes que los separaba de la vida y la muerte. Levanté con mi mano el rostro de Jacqueline para que quedase a la altura de la mía y le inspiré mi confianza. -No ocurrirá nada mientras estemos juntos, nadie podrá contra nosotros.
Sonreí de lo irónico que resultaba que se culpase de aquel accidente de mi cabaña cuando no sabíamos que había sucedido exactamente. Cayé sus labios con mi dedo índice para que no dijese una sola palabra más. -No debes lamentar lo sucedido ni recompensarme por ello, no ha sido culpa tuya. le dije siendo concluyente en mi respuesta. No iba a hacerla sentir culpable de todo lo que pasase a mi alrededor. -Si Alfred encontró la carta es muy probable que haya mandado a alguien a buscarte a Inglaterra, o haya ido él mismo para pedirte nuevamente matrimonio y darte la noticia de mi muerte en persona... me quedé pensativo ante mis propias palabras pues, si Alfred estaba lejos de París, aquello nos daba una oportunidad.
John Cena- Licántropo Clase Baja
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Re: Entre los pensamientos muertos de mi alma...
No estaba enfadado conmigo, hasta me sonreia con mi rostro en su mano. Él no me veia de forma acusadora ante aquella posibilidad. Me dijo que me protegeria aunque eso significase que sus heridas se abriesen de nuevo. Aunque fuera muy noble, yo tambien le iba a ayudar. Aun en apuros, no le dejaria pelear las batallas él solo. Estaba loco si lo pensaba. Silencio cualquier intento de palabra colocando su dedo en mis labios. Sonrei un poco, intentando descartar la posibilidad que habia pensado...Tome su mano con la mia, acariciandola.
-Está bien...-le dije de forma suave.-Pero cuando quieras reconstruir tu cabaña otra vez, me dejaras ayudarte y si dices que no o refunfuñas, hare un pucherito y me pondre a llorar.-le dije en chiste, riendo un poco y adelantandome a una posible respuesta, negativa, por su parte.-Soy más rápida que tu y podras acabarla antes del amanecer.-levante un brazo mio en el aire marcandolo como si tuviera musculos que mostrar.
-Está bien...-le dije de forma suave.-Pero cuando quieras reconstruir tu cabaña otra vez, me dejaras ayudarte y si dices que no o refunfuñas, hare un pucherito y me pondre a llorar.-le dije en chiste, riendo un poco y adelantandome a una posible respuesta, negativa, por su parte.-Soy más rápida que tu y podras acabarla antes del amanecer.-levante un brazo mio en el aire marcandolo como si tuviera musculos que mostrar.
Jacqueline S. Ritchway- Vampiro Clase Alta
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Re: Entre los pensamientos muertos de mi alma...
Le sonreí sincero ante su comentario pues, no me quedaba la menor duda de que me ayudaría a reconstruirla. Su último comentario me dejó bien seguro que no me podría negar a su ayuda para reconstruirla, lo cual, asentí y quité mi dedo de sus labios. Me quedé mirando sus ojos durante unos segundos. Era como ver el mar de color verde frente a mi. Mi mirada bajó hasta sus labios y volvieron a subir inconscientemente. -No protestaré ante tu ayuda, creo que la necesitaré para poder volver a construir mi guarida. No se me había pasado la idea de construir nuevamente una guarida en el mismo sitio, con lo que, ahora tendría que buscar un nuevo hogar.
-Si quiero construir de nuevo mi guarida tendrá que ser en un lugar diferente le anuncié tras recapacitar sobre ello -no puedo arriesgarme a construir de nuevo en el mismo sitio sabiendo que ya alguien lo conoce si el sueño que había tenido la madame era cierto, alguien había estado lo suficientemente cerca para matarme y conocía donde encontrarme sin lugar a dudas -Debo de encontrar un nuevo lugar, alejado de toda ente humana para volver a construir un sitio seguro. ¿Tienes alguna idea sobre alguna zona que pudiese serme útil? le pregunté de manera despreocupada.
-Si quiero construir de nuevo mi guarida tendrá que ser en un lugar diferente le anuncié tras recapacitar sobre ello -no puedo arriesgarme a construir de nuevo en el mismo sitio sabiendo que ya alguien lo conoce si el sueño que había tenido la madame era cierto, alguien había estado lo suficientemente cerca para matarme y conocía donde encontrarme sin lugar a dudas -Debo de encontrar un nuevo lugar, alejado de toda ente humana para volver a construir un sitio seguro. ¿Tienes alguna idea sobre alguna zona que pudiese serme útil? le pregunté de manera despreocupada.
John Cena- Licántropo Clase Baja
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Re: Entre los pensamientos muertos de mi alma...
Accedio casi sin salida y logre sacarle una sonrisa al hacer tal comentario sobre mi ayuda. Luego me pregunto sobre algun buen lugar para construir, seria arriesgado volver a construir todo en el mismo sitio. Lo pense por unos momentos.
-Debe ser en un sitio apartado de la vista de entrometidos pero tambien lo suficientemente seguro para tu lado lycan...-habia miles de zonas pero no eran seguras porque muchas tenian poblados cerca. Hasta que se me ocurrio un sitio. Me puse de pie y camine a mi escritorio, tomando varios papeles y un trozo de carboncillo de dibujo. Volvi a sentarme junto a él y le mostre el lugar, haciendo unos leves garabatos en el papel.-Estamos aqui.-hice un circulo destacando los terrenos de la mansion, luego trase unas lineas.-Hacia el norte, se llega a mi Santuario, que es donde te lleve en una noche para que pudieramos conversar. Llegando alli, vas al oeste hasta una zona rocosa. Esa zona esta abandonada porque luego, a un kilometro, la zona se vuelve montañosa. Y esta cubierta de arboles, asi que sera un buen escondite.-deje el carboncillo y el papel la mesita.-Nadie pasa por esas zonas gracias a las leyendas urbanas, asi que nadie podria sospechar de una casita alli.-le dije sonriendo.
-Debe ser en un sitio apartado de la vista de entrometidos pero tambien lo suficientemente seguro para tu lado lycan...-habia miles de zonas pero no eran seguras porque muchas tenian poblados cerca. Hasta que se me ocurrio un sitio. Me puse de pie y camine a mi escritorio, tomando varios papeles y un trozo de carboncillo de dibujo. Volvi a sentarme junto a él y le mostre el lugar, haciendo unos leves garabatos en el papel.-Estamos aqui.-hice un circulo destacando los terrenos de la mansion, luego trase unas lineas.-Hacia el norte, se llega a mi Santuario, que es donde te lleve en una noche para que pudieramos conversar. Llegando alli, vas al oeste hasta una zona rocosa. Esa zona esta abandonada porque luego, a un kilometro, la zona se vuelve montañosa. Y esta cubierta de arboles, asi que sera un buen escondite.-deje el carboncillo y el papel la mesita.-Nadie pasa por esas zonas gracias a las leyendas urbanas, asi que nadie podria sospechar de una casita alli.-le dije sonriendo.
Jacqueline S. Ritchway- Vampiro Clase Alta
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Re: Entre los pensamientos muertos de mi alma...
Vi como se levantaba de la cama para coger un papel y un carboncillo de su escritorio, volviendo a sentarse a mi lado. Trazó unos simples garabatos y me explicó que significaban cada uno. Conocía alguno de los lugares que garabateaba sobre el papel pues ya habíamos estado anteriormente en ellos pero donde me señaló quedaba algo más alejado, varios kilometros alejado de la capital de la ciudad, entre unas montañas. Donde me señalaba era uno de los mejores lugares que pudiese haber. No sólo quedaba alejado de la sociedad si no que, al estar en las montañas, mis noches de luna llena podía escapar hacia las montañas sin dañar a nadie y pudiendo cazar por allí sin ningún tipo de riesgo. Además como ella podía volar hasta allí y con mi velocidad podíamos llevar los materiales sin ningún tipo de problemas.
-Me parece un sitio estupendo le coloboré mirando el dibujo y pensando en esa zona que mencionaba -Deberíamos ir en cuanto mis heridas ya se hayan recuperado para comprobar que todo siga igual y ver cual es la zona mejor guardada y protegida para construir mi nueva guarida Le miré a los ojos con un nuevo proyecto entre manos. No sería nada fácil y, ahora mismo se quedaría en un segundo plano pues debían de esconderse de Alfred y sus secuaces, además de no conocer las intenciones de mi maestro, quién nos advirtió que nos estaría vigilando constantemente. -Cuando estemos completamente de que Alfred no continua en París iremos a echar un vistazo a ese lugar del que me hablas y observaremos que lugar es el más apropiado para montar de nuevo mi guarida
-Me parece un sitio estupendo le coloboré mirando el dibujo y pensando en esa zona que mencionaba -Deberíamos ir en cuanto mis heridas ya se hayan recuperado para comprobar que todo siga igual y ver cual es la zona mejor guardada y protegida para construir mi nueva guarida Le miré a los ojos con un nuevo proyecto entre manos. No sería nada fácil y, ahora mismo se quedaría en un segundo plano pues debían de esconderse de Alfred y sus secuaces, además de no conocer las intenciones de mi maestro, quién nos advirtió que nos estaría vigilando constantemente. -Cuando estemos completamente de que Alfred no continua en París iremos a echar un vistazo a ese lugar del que me hablas y observaremos que lugar es el más apropiado para montar de nuevo mi guarida
John Cena- Licántropo Clase Baja
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