AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
Espacios libres: 11/40
Afiliaciones élite: ABIERTAS
Última limpieza: 1/04/24
En Victorian Vampires valoramos la creatividad, es por eso que pedimos respeto por el trabajo ajeno. Todas las imágenes, códigos y textos que pueden apreciarse en el foro han sido exclusivamente editados y creados para utilizarse únicamente en el mismo. Si se llegase a sorprender a una persona, foro, o sitio web, haciendo uso del contenido total o parcial, y sobre todo, sin el permiso de la administración de este foro, nos veremos obligados a reportarlo a las autoridades correspondientes, entre ellas Foro Activo, para que tome cartas en el asunto e impedir el robo de ideas originales, ya que creemos que es una falta de respeto el hacer uso de material ajeno sin haber tenido una previa autorización para ello. Por favor, no plagies, no robes diseños o códigos originales, respeta a los demás.
Así mismo, también exigimos respeto por las creaciones de todos nuestros usuarios, ya sean gráficos, códigos o textos. No robes ideas que les pertenecen a otros, se original. En este foro castigamos el plagio con el baneo definitivo.
Todas las imágenes utilizadas pertenecen a sus respectivos autores y han sido utilizadas y editadas sin fines de lucro. Agradecimientos especiales a: rainris, sambriggs, laesmeralda, viona, evenderthlies, eveferther, sweedies, silent order, lady morgana, iberian Black arts, dezzan, black dante, valentinakallias, admiralj, joelht74, dg2001, saraqrel, gin7ginb, anettfrozen, zemotion, lithiumpicnic, iscarlet, hellwoman, wagner, mjranum-stock, liam-stock, stardust Paramount Pictures, y muy especialmente a Source Code por sus códigos facilitados.
Victorian Vampires by Nigel Quartermane is licensed under a
Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.
Creado a partir de la obra en https://victorianvampires.foroes.org
Últimos temas
Los Placeres de la Isla Encantada [ Priv. Con Invitacion]
+21
Henry Birdwhistle
Abbey Appleby
Autumn M. Cunningham
Duna Di Bello
Tarik Pattakie
Hela Von Fanel
Cassandra Tsitak
Vanessa Siegert
Nigel Quartermane
Claire Quartermane
Erin Shax
Lestat De Lioncourt
Lucien Greymark
Abigail Barascout
Payne Manie Folie
Epoch
Isaura Blackraven
Persefone Ginalkopoulus
Margherita A. Pellegrini
Géraldine Fontaine2
Lydia Sforza
25 participantes
Página 4 de 7.
Página 4 de 7. • 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7
Los Placeres de la Isla Encantada [ Priv. Con Invitacion]
Recuerdo del primer mensaje :
Risas en el salón y un cumulo de damas que bebían vino mientras se les ultimaban los detalles de sus frondosos vestidos, pasos presurosos de sirvientes que iban y venían con ramilletes de rosas, cintas de colores y charolas de plata, órdenes dadas aquí y allá. Podía percibirse el estrés y deleite adornando los rostros que pronto serian cubiertos. La euforia de las festividades había embrujado a todo el palacio y no había ni un alma que no se estuviera preparando para la gran celebración de esta noche, la mascarada. La primera realizada en el año por parte de la familia real.
Disipando tiempo, esfuerzo y dinero se había logrado organizar todo un espectáculo que se esperaba lograra cautivar al elitista y caprichoso ojo de la nobleza. Y tal espectáculo comenzaba una vez cruzaras la arreglada entrada. Todas las puertas se habían sellado, excluyendo solamente una de las entradas que daba por las hectáreas laterales del territorio real, donde esperaba una corte de soldados gallardos. Una vez que inspeccionaban las invitaciones, invitaban a la carrozas a adentrarse por un elegante camino recientemente confeccionando de antorchas posicionadas en arreglos de listones y rosas blancas, hasta llegar a los tan conocidos jardines principales.
Nuevos dioses de mármol se alzaban junto con los viejos en ese paraíso, cual pintoresco retrato. Todas las fuentes habían sido puestas a trabajar a la vez realzando el poderío de los dioses griegos, de los canteros de flores, setos y arboles estilizados al más puro estilo Francés: con una colocación estrategia de cada planta o figura en una excelente simetría para alcanzar la magnificencia. El estanque de Apolo, Neptuno y Latona parecían palacios de plata mientras el espectáculo de las grandes aguas recreaba sus juegos de lluvia y luz bajo la palidez de la luna. Una música melancólica podía escucharse a través de la arboleada, como si viniera adherida al viento. A lo lejos, el gran canal estaba en quietud, pese a que hubiera decenas de góndolas venecianas con sus respectivos pacientes gondoleros a la orilla del rio. Todos ellos parecían otra figura de jaspe más, portando atuendos blancos y antifaces plateados. Tal pareciere una personificación de un Olimpo durmiente.
Sin embargo, a medida que se acercaban las carrozas hacia el palacio el derredor comenzaba a tomar vida. La fachada principal se alzaba poderosa llena de luces, sus puertas estaban abiertas de par en par, dejando que la embriaguez del interior se deslizara a través de ella rumbo al exterior. Seis caballeros con sus inmaculados uniformes de soldado y a juego un antifaz residían sobre las escalinatas, en las puertas cuatro bellas doncellas con vestidos de ninfa y rostros nuevamente escondidos, les entregan a las damiselas una rosa blanca. Un festival de colores se confundía con el devenir de las personas desde la recepción hasta el salón de la guerra, lugar donde una orquesta medianamente reducida estaba acomodada en una de las esquinas del susodicho recinto, haciendo vibrar sus instrumentos en erizado candor. El caos producido por la música, la charla y las risas en contraste con el movimiento recreaban un aturdimiento sutil, la lozana sensación de estar enamorado.
La galería continúa al baile, la entrañable galería de los espejos había sido disfrazada también para esa majestuosa noche, de sus altos techos pendían los candelabros relucientes, así como también un devenir de lazos y más arreglos de rosas. Colocando a los costados, izquierdo y derecho del salón, mesas largas cubiertas por una mantelería de hilo egipcio, sobre ellas yacían un juego de vajilla china que aguardaba a ser usada. Algunas personas ya habían tomado asiento, y mas ninfas paseaban a su alrededor ofreciendo vino y servicio.
Al final de la Galería, cubriendo la entrada del salón de la paz, la mesa que parecía ser la principal por su arreglo y su posición central pese a que contara solo con el cupo de 4 personas, permanecía vacía. Ningún Fontaine había aparecido todavía.
[ Reglas del Post Comunitario ]
Risas en el salón y un cumulo de damas que bebían vino mientras se les ultimaban los detalles de sus frondosos vestidos, pasos presurosos de sirvientes que iban y venían con ramilletes de rosas, cintas de colores y charolas de plata, órdenes dadas aquí y allá. Podía percibirse el estrés y deleite adornando los rostros que pronto serian cubiertos. La euforia de las festividades había embrujado a todo el palacio y no había ni un alma que no se estuviera preparando para la gran celebración de esta noche, la mascarada. La primera realizada en el año por parte de la familia real.
Disipando tiempo, esfuerzo y dinero se había logrado organizar todo un espectáculo que se esperaba lograra cautivar al elitista y caprichoso ojo de la nobleza. Y tal espectáculo comenzaba una vez cruzaras la arreglada entrada. Todas las puertas se habían sellado, excluyendo solamente una de las entradas que daba por las hectáreas laterales del territorio real, donde esperaba una corte de soldados gallardos. Una vez que inspeccionaban las invitaciones, invitaban a la carrozas a adentrarse por un elegante camino recientemente confeccionando de antorchas posicionadas en arreglos de listones y rosas blancas, hasta llegar a los tan conocidos jardines principales.
Nuevos dioses de mármol se alzaban junto con los viejos en ese paraíso, cual pintoresco retrato. Todas las fuentes habían sido puestas a trabajar a la vez realzando el poderío de los dioses griegos, de los canteros de flores, setos y arboles estilizados al más puro estilo Francés: con una colocación estrategia de cada planta o figura en una excelente simetría para alcanzar la magnificencia. El estanque de Apolo, Neptuno y Latona parecían palacios de plata mientras el espectáculo de las grandes aguas recreaba sus juegos de lluvia y luz bajo la palidez de la luna. Una música melancólica podía escucharse a través de la arboleada, como si viniera adherida al viento. A lo lejos, el gran canal estaba en quietud, pese a que hubiera decenas de góndolas venecianas con sus respectivos pacientes gondoleros a la orilla del rio. Todos ellos parecían otra figura de jaspe más, portando atuendos blancos y antifaces plateados. Tal pareciere una personificación de un Olimpo durmiente.
Sin embargo, a medida que se acercaban las carrozas hacia el palacio el derredor comenzaba a tomar vida. La fachada principal se alzaba poderosa llena de luces, sus puertas estaban abiertas de par en par, dejando que la embriaguez del interior se deslizara a través de ella rumbo al exterior. Seis caballeros con sus inmaculados uniformes de soldado y a juego un antifaz residían sobre las escalinatas, en las puertas cuatro bellas doncellas con vestidos de ninfa y rostros nuevamente escondidos, les entregan a las damiselas una rosa blanca. Un festival de colores se confundía con el devenir de las personas desde la recepción hasta el salón de la guerra, lugar donde una orquesta medianamente reducida estaba acomodada en una de las esquinas del susodicho recinto, haciendo vibrar sus instrumentos en erizado candor. El caos producido por la música, la charla y las risas en contraste con el movimiento recreaban un aturdimiento sutil, la lozana sensación de estar enamorado.
La galería continúa al baile, la entrañable galería de los espejos había sido disfrazada también para esa majestuosa noche, de sus altos techos pendían los candelabros relucientes, así como también un devenir de lazos y más arreglos de rosas. Colocando a los costados, izquierdo y derecho del salón, mesas largas cubiertas por una mantelería de hilo egipcio, sobre ellas yacían un juego de vajilla china que aguardaba a ser usada. Algunas personas ya habían tomado asiento, y mas ninfas paseaban a su alrededor ofreciendo vino y servicio.
Al final de la Galería, cubriendo la entrada del salón de la paz, la mesa que parecía ser la principal por su arreglo y su posición central pese a que contara solo con el cupo de 4 personas, permanecía vacía. Ningún Fontaine había aparecido todavía.
[ Reglas del Post Comunitario ]
- No post Biblicos. Tratese de recrear una narrativa fluida y breve para la comodidad de todos aquellos que roleen en este tema.
- No post consecutivos.
- De abandonar el tema un user, que su personaje también lo haga.
Lydia Sforza- Humano Clase Alta
- Mensajes : 355
Fecha de inscripción : 30/12/2010
Edad : 32
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Los Placeres de la Isla Encantada [ Priv. Con Invitacion]
Epoch escribió:(...)
- Uno de mis hermanos esta aquí Folie. Oculta entre el mar de gentes... le percibo
Quizás mientras más escuchara la palabra ‘bienvenida’ menos a gusto me sentiría en ese lugar. La pista de baile se acomodaba a mis nuevos zapatos como un guante hecho a la medida de cualquiera de las otras señoritas que nos acompañaban, ¿por qué solían usar ese tipo de cosas aún cuando el frío no era parte de los días?. Me moví y también moví a mi osos, ambos al comienzo embelezados por la majestuosidad de todo aquello, pero mientras más veía esos lugares impersonales, más extrañaba el calor de mi hogar, mirar a mi amor jugar con los pequeños, abrir la caja de música y dejar que se deleitaran con ella. No beberé nada de este lugar, todo parece demasiado elaborado, como si hubiese pasado por muchas manos antes de llegar hasta mí, ¿dónde ha quedado la esencia de la naturaleza en todo esto? Sus ojos lucen aún más perdidos que los nuestros y ellos dicen pertenecer a este ambiente.
Miedo, ahora mis pies detienen ese baile silencioso en el que se habían enfrascado. Cada vez que mi oso nombra a sus hermanos, mi rostro pierde sus colores y el aire parece burlarse de mis necesitados pulmones. ¿Cuál de todos ellos será? ¿Tendrá quizás la marca de lo que mi defensa a sus ataques pudiera haberle realizado? ¡Benditas y malditas máscaras! Estoy ciega pese a tener los ojos claros y muy abiertos. Mis manos parecen garras aferrando las de Epoch, la gente sonríe quizás inocente al peligro que nos acecha. A ellos no los buscan, a ellos no los quieren matar. Mejor tenerlos sobre mi cuello que encontrando a nuestros pequeños desprotegidos, ¿será que puedo confiar en Maëlle y Hagen? Quien nos ha invitado a esta celebración ha llegado, pero no puedo verla, lo deduzco del cotilleo de los asistentes.
-Tengo miedo amor… olvida la fiesta, olvida lo que has percibido, vámonos o mírame a los ojos y dime que estarás cada vez que respire… y hasta incluso cuando deje de hacerlo…-
Payne Manie Folie- Humano Clase Baja
- Mensajes : 144
Fecha de inscripción : 05/07/2010
Localización : Carreta de Epoch
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Los Placeres de la Isla Encantada [ Priv. Con Invitacion]
Esta noche fría y lluviosa, me ha dado por pensar en aquel día en que se celebraba la fiesta de entrada del verano, que todos los años mi familia celebraba con gozo y alegría. Pero esa felicidad se convirtió en sombras al haber sido envuelto en sangre y muerte por todos lados. La última vez que fui a una fiesta en mucho tiempo y hace poco había recibido una invitación de la familia real invitandome a un baile de máscaras, donde la identidad de cada mujer y de cada hombre, iban a estar ocultas. Nadie iba a saber quien era quién, solo iban a bailar gente desconocida con gente desconocida, risas, pierrots y mas máscaras. Pero llegaria alli y a ver que podría pasar entonces. Sería una noche interesante y excitante si llego a pensar en una aventura nueva en la cual sucumbirme a algo desconocido. Tal vez fuesen las burbujas de aquel champán, o estar debajo de aquella luz artificial, o las pintorescas vestimentas que nos trasladaban a todos a la Venecia siglo XVII hace mucho tiempo en mi país, en Rumania. Iba paseando por los pasillos de mi palacio y echo una mirada sostenida al sobre que contiene la invitación en su interior. Mi mente se pelea entre si ir o no ir, pero la intriga de saber a quien podré conocer, me animaba a ir. Rápidamente me fui corriendo a mis aposentos y me di un baño con sales de rosas y me vestí con un vestido azul cobalto a juego con mis ojos y me puse una mascara a juego con destellos dorados y plumas negras en un lado de la mascara. Mi pelo, recogido en un bello recogido me hacía resaltar mis raasgos bajo la mascara que ocultaba mi rostro. Ya estaba lista y solo me quedaba salir por la puerta principal y montarme en el carruaje que me llevaria al baile de mascaras que daban la familia real de Francia. Mis doncellas me ayudaron a colorcarme los últimos adornos y salí con la cabeza bien alta. Me subí con elegancia en el carruaje y el cochero, al ver que ya estaba dentro y con las puertas cerradas, atizó la parte trasera del caballo y el carruaje comenzó a andar. El paisaje parecía moverse solo y yo era como una observadora que veía sorprenderse por la belleza nocturna de París.
Las luces de mi hogar iban desapareciendo conforme nos alejabamos del recinto de arbustos de la puerta principal. La noche y la luna eran ahora nuestra poca compañia que por ahora podía tener en mi camino hacia el palacio de la familia real. Llévabamos un buen tramo de camino cuando de repente el cochero paró de repente. Me extrañe y saqué mi cabeza por la ventana del carruaje. Miré al cochero y me dijo que todo estaba en orden antes de que pudiera abrir la boca. Me señalo con el dedo hacia el horizonte y pude vr una imagen que se me grabó en la mente. La bella París parecía tener vida propia y las luces de los edificios y de fondo el castillo donde se celebraba el gran acontecimiento, estaba iluminado y se podía ver lo bello que era. Volví a meter la cabeza y el cochero se puso en marcha. Media hora después, el cochero paró y abrió lentamente la puerta del carruaje dejandome frente a la puerta principal del palacio junto con la enorme escalinata de marmol blanco. Iba a tener que sacar fuerzas de donde fuera dado que ahora mi cuerpo estaba de piedra al ver tal edificio. Fui entrando cual gatito asustado por un laberinto de lujo y de bellos adornos de piedra dorada y espacios muy abiertos. Cuando entré en el hall principal un lacayo me vió, me fue indicando el camino a la sala de baile y para mi asombro, me encontré con una sala llena y gozosa: corredores, palcos, plateas, todo estaba lleno. Di una vuelta por el salón: una veintena de máscaras circulaban por todo lo alto. Serían celebridades aristocráticas o financieras bajo innobles en disfraces de pierrots, de postillones, de payasos o de verduleras. Algunos parecían tener pocas primaveras, jóvenes de nombre, de corazón, de mérito; y en el centro de la sala, la familia real, miraba con gozo a todo el mundo que disfrutaba del baile. Me subí a uno de los palcos cruzando una columna y unas escaleras de mármol. Fijé los ojos en aquella ola de criaturas humanas que se movían cerca de mí. Aquellos dominós de todos los colores, aquellos vestidos pintorreados y aquellos grotescos disfraces, formaban un espectáculo que no tenía semejanza con nada humano. La música empezó a tocar. Aquellas extrañas criaturas se agitaron al son de aquella orquesta cuya armonía llegaba a mis oídos en medio de gritos, de risas y de algazara; se cogieron unos a otros por las manos, por los brazos, por el cuello: se formó un gran círculo, empezando entonces un movimiento circular; bailadores y bailadoras pateando, haciendo levantar con ruido un polvo cuyos átomos hacía visibles la pálida luz de las arañas; dando vueltas con velocidad creciente y con extrañas posturas, con gestos obscenos, con gritos desordenados: dando vueltas cada vez con más rapidez, terminando en reverencias perfectas.
Las luces de mi hogar iban desapareciendo conforme nos alejabamos del recinto de arbustos de la puerta principal. La noche y la luna eran ahora nuestra poca compañia que por ahora podía tener en mi camino hacia el palacio de la familia real. Llévabamos un buen tramo de camino cuando de repente el cochero paró de repente. Me extrañe y saqué mi cabeza por la ventana del carruaje. Miré al cochero y me dijo que todo estaba en orden antes de que pudiera abrir la boca. Me señalo con el dedo hacia el horizonte y pude vr una imagen que se me grabó en la mente. La bella París parecía tener vida propia y las luces de los edificios y de fondo el castillo donde se celebraba el gran acontecimiento, estaba iluminado y se podía ver lo bello que era. Volví a meter la cabeza y el cochero se puso en marcha. Media hora después, el cochero paró y abrió lentamente la puerta del carruaje dejandome frente a la puerta principal del palacio junto con la enorme escalinata de marmol blanco. Iba a tener que sacar fuerzas de donde fuera dado que ahora mi cuerpo estaba de piedra al ver tal edificio. Fui entrando cual gatito asustado por un laberinto de lujo y de bellos adornos de piedra dorada y espacios muy abiertos. Cuando entré en el hall principal un lacayo me vió, me fue indicando el camino a la sala de baile y para mi asombro, me encontré con una sala llena y gozosa: corredores, palcos, plateas, todo estaba lleno. Di una vuelta por el salón: una veintena de máscaras circulaban por todo lo alto. Serían celebridades aristocráticas o financieras bajo innobles en disfraces de pierrots, de postillones, de payasos o de verduleras. Algunos parecían tener pocas primaveras, jóvenes de nombre, de corazón, de mérito; y en el centro de la sala, la familia real, miraba con gozo a todo el mundo que disfrutaba del baile. Me subí a uno de los palcos cruzando una columna y unas escaleras de mármol. Fijé los ojos en aquella ola de criaturas humanas que se movían cerca de mí. Aquellos dominós de todos los colores, aquellos vestidos pintorreados y aquellos grotescos disfraces, formaban un espectáculo que no tenía semejanza con nada humano. La música empezó a tocar. Aquellas extrañas criaturas se agitaron al son de aquella orquesta cuya armonía llegaba a mis oídos en medio de gritos, de risas y de algazara; se cogieron unos a otros por las manos, por los brazos, por el cuello: se formó un gran círculo, empezando entonces un movimiento circular; bailadores y bailadoras pateando, haciendo levantar con ruido un polvo cuyos átomos hacía visibles la pálida luz de las arañas; dando vueltas con velocidad creciente y con extrañas posturas, con gestos obscenos, con gritos desordenados: dando vueltas cada vez con más rapidez, terminando en reverencias perfectas.
Invitado- Invitado
Re: Los Placeres de la Isla Encantada [ Priv. Con Invitacion]
La algarabía ceso, las puertas del salón se abrieron de par en par y el resto de la familia Fontaine hacia su anhelada presencia. Me aparte de la mesa de honor con mucha diplomacia. La reina debía atender a sus responsabilidades por lo que mi invitación debía esperar o ser aceptada en otra ocasión.
El rey nos dio la bienvenida, su voz aterciopelada era educada y naturalmente con un acento francés. Un hombre serio y elegante. La hermosa Princesa Dominique con su andar presuntuoso y su rostro una perfecta mascara de arrogancia. Y el joven príncipe junto a ella, un hombre humilde y alegre, con una exquisita sonrisa en sus labios. Los Fontaine ya estaban presentas en la masquerade.
Junto a todos los presentes, aplaudí dando la bienvenida a la familia real con una ligera, pero encantadora sonrisa.
El rey nos dio la bienvenida, su voz aterciopelada era educada y naturalmente con un acento francés. Un hombre serio y elegante. La hermosa Princesa Dominique con su andar presuntuoso y su rostro una perfecta mascara de arrogancia. Y el joven príncipe junto a ella, un hombre humilde y alegre, con una exquisita sonrisa en sus labios. Los Fontaine ya estaban presentas en la masquerade.
Junto a todos los presentes, aplaudí dando la bienvenida a la familia real con una ligera, pero encantadora sonrisa.
Lestat De Lioncourt- Vampiro Clase Alta
- Mensajes : 1128
Fecha de inscripción : 09/01/2011
Edad : 264
Localización : París, Francia
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Los Placeres de la Isla Encantada [ Priv. Con Invitacion]
Lo distrajo en ese momento el anuncio de la entrada del resto de los miembros de la real familia. Atravès de la máscara de negro terciopelo que llevaba puesta observo como la reina saludaba al rey, desde su punto de vista un poco impropia aquella reverencia tan profunda. Sus vestimentas se complementaban. lso colores armonizaban perfetamente en elefante sincronia. Entornò la mirada, allí estaba, tan cerca como unos cuantos pies des distancia, Abélard Fontaine, el hombre que le había quitado todo. Bueno, si es que se le podía llamar hombre...
Respiró profundamente y esbozo una sonrisa de anticipación, que dulce sería cuando lograra lo que quería. Volvió la vista más atrás cuando entró el principe heredero a la corona y su hermana Dominique Fontain. Ambos tenían un gesto orgulloso, propio de la nobleza, el mentón levantado y parecían salidos de alguna vieja historia griega por la belleza de sus facciones. Y la princesa lucía una pluma de pavo real en el tocado. "Muy propio de ti, querida prima", pensó para sus adentros.
Se volvió luego con el principe Urian del que todaía aguardaba contestación.
-Parece ser que he llegado justo a tiempo- comentó tomando una copa de uno de los meseros que desfilaban con charolas de bocadillos y vino aqui y alla. La música habia reanudado su melodía y las personas empezaban a aglomerarse nuevamente en parejas para bailar. -Salud-
Respiró profundamente y esbozo una sonrisa de anticipación, que dulce sería cuando lograra lo que quería. Volvió la vista más atrás cuando entró el principe heredero a la corona y su hermana Dominique Fontain. Ambos tenían un gesto orgulloso, propio de la nobleza, el mentón levantado y parecían salidos de alguna vieja historia griega por la belleza de sus facciones. Y la princesa lucía una pluma de pavo real en el tocado. "Muy propio de ti, querida prima", pensó para sus adentros.
Se volvió luego con el principe Urian del que todaía aguardaba contestación.
-Parece ser que he llegado justo a tiempo- comentó tomando una copa de uno de los meseros que desfilaban con charolas de bocadillos y vino aqui y alla. La música habia reanudado su melodía y las personas empezaban a aglomerarse nuevamente en parejas para bailar. -Salud-
Henry Birdwhistle- Hechicero/Realeza
- Mensajes : 288
Fecha de inscripción : 21/02/2011
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Los Placeres de la Isla Encantada [ Priv. Con Invitacion]
Hizo una suave reverencia a la Reina y se retiró, entendía que ella era la anfitriona principal y allí debía quedarse, por otra parte, la pregunta fue a propósito y oportuna, librado de un compromiso podía retirarse a la soledad si lo deseaba y en unos minutos más marcharse sin pasar por visto.
Se detuvo un instante a observar el lugar y las personas y seres que se mezclaban, todos cubiertos bajo antifaces, otros bajo la noche misma, incluido él. Lo cierto es que no quería estar ahí, sus pensamientos escapaban una y otra vez a lugares lejanos, donde la mujer que ansiaba en ese momento lo esperaba. Sonrió en silencio, no, esperarlo no era la palabra adecuada para lo ocurrido, ella probablemente lo odiaba pero intentaría recuperar lo perdido una vez más.
Ya pensaba su posible retirada del lugar cuando una voz le llamó la atención. Por ley natural sus razas no eran las mejores amigas, pero por ley social y humana, allí eso no era para tomar en cuenta. Además, el lobo parecía tener buenos modales después de todo.
Se inclinó con una reverencia silenciosa.
- Buenas noches Conde, Urian Parthenopaeus, aunque ya me conoce al parecer, yo aún no tengo el placer de saber de donde y como.- algo parecido a una sonrisa se asomó en sus labios – La velada es interesante, la disfrutaría más de tener la compañía adecuada.
Se perdió entre la multitud viendo varios rostros conocidos, no porque el antifaz dejase ver mucho, sino porque ni siquiera eso, podía esconder la presencia de alguien a un vampiro. La voz de Persefone no le llegó de muy lejos y se sorprendió al escuchar que presentaba a su hermana, una que él no conocía. Quizás más tarde en la noche esa presentación mereciese la pena.
- ¿La disfruta usted?, supongo que llegó solo pero, compañía es lo que se sobra aquí.- alzo la copa en su direccion - Salud.
Se detuvo un instante a observar el lugar y las personas y seres que se mezclaban, todos cubiertos bajo antifaces, otros bajo la noche misma, incluido él. Lo cierto es que no quería estar ahí, sus pensamientos escapaban una y otra vez a lugares lejanos, donde la mujer que ansiaba en ese momento lo esperaba. Sonrió en silencio, no, esperarlo no era la palabra adecuada para lo ocurrido, ella probablemente lo odiaba pero intentaría recuperar lo perdido una vez más.
Ya pensaba su posible retirada del lugar cuando una voz le llamó la atención. Por ley natural sus razas no eran las mejores amigas, pero por ley social y humana, allí eso no era para tomar en cuenta. Además, el lobo parecía tener buenos modales después de todo.
Se inclinó con una reverencia silenciosa.
- Buenas noches Conde, Urian Parthenopaeus, aunque ya me conoce al parecer, yo aún no tengo el placer de saber de donde y como.- algo parecido a una sonrisa se asomó en sus labios – La velada es interesante, la disfrutaría más de tener la compañía adecuada.
Se perdió entre la multitud viendo varios rostros conocidos, no porque el antifaz dejase ver mucho, sino porque ni siquiera eso, podía esconder la presencia de alguien a un vampiro. La voz de Persefone no le llegó de muy lejos y se sorprendió al escuchar que presentaba a su hermana, una que él no conocía. Quizás más tarde en la noche esa presentación mereciese la pena.
- ¿La disfruta usted?, supongo que llegó solo pero, compañía es lo que se sobra aquí.- alzo la copa en su direccion - Salud.
Invitado- Invitado
Re: Los Placeres de la Isla Encantada [ Priv. Con Invitacion]
La muchacha aguardó ahí, desorientada y confundida. Sentía náuseas, la cabeza le daba vueltas como si se tratara de algún juego mecánico o simple, cuando Pierrot le daba vueltas en el aire sin sentido alguno. Tomó una bocanada de aire para llenar sus pulmones, el aire olía a tabaco y distintos olores no muy agradables para ella.
Miró en todas las direcciones posibles, no había rastro de vida alguna. El aire era frío y emanaba un sensación aterradora. Supuso que la puerta de algún balcón estaría abierta, la única explicación lógica sería que... la puerta que se hallaba a unos centímetros al lado de Autumn, daba a un salón sin vida alguna por dentro. Se removió un poco, com inquietud, entrecerró los ojos para asomarse a aquella puerta que tanta curiosidad le causaba.
Pegó un salto al ver a un hombre alto salir de ahí, la respiración de la chica se volvió un poco agitada debido a la sorpresa que se acababa de llevar.
Miró el suelo con fijeza, su cuerpo comenzaba a pesarle como si estuviera cargando miles de toneladas de fierros o metales.
Subió su mirada hasta ver al hombre, no lo conocía. ¡Ja! Como si acaso conociera a alguien... a nadie conocía, de eso estaba más que segura.
Escuchó sus palabras, Autumn había pensado en entrar, pero si aquel señor que se veía distinguido y formal... se lo decía, debía hacerle caso.
Comenzó a caminar, sin saber a donde se diriguía, a estas alturas ya no le importaba en lo absoluto.
Miró en todas las direcciones posibles, no había rastro de vida alguna. El aire era frío y emanaba un sensación aterradora. Supuso que la puerta de algún balcón estaría abierta, la única explicación lógica sería que... la puerta que se hallaba a unos centímetros al lado de Autumn, daba a un salón sin vida alguna por dentro. Se removió un poco, com inquietud, entrecerró los ojos para asomarse a aquella puerta que tanta curiosidad le causaba.
Pegó un salto al ver a un hombre alto salir de ahí, la respiración de la chica se volvió un poco agitada debido a la sorpresa que se acababa de llevar.
Miró el suelo con fijeza, su cuerpo comenzaba a pesarle como si estuviera cargando miles de toneladas de fierros o metales.
Subió su mirada hasta ver al hombre, no lo conocía. ¡Ja! Como si acaso conociera a alguien... a nadie conocía, de eso estaba más que segura.
Escuchó sus palabras, Autumn había pensado en entrar, pero si aquel señor que se veía distinguido y formal... se lo decía, debía hacerle caso.
Comenzó a caminar, sin saber a donde se diriguía, a estas alturas ya no le importaba en lo absoluto.
Off. Me he perdido completamente (?) Le he contestado a Lucern, seguro he metido la pata, soy una experta en eso (?) e.é
Autumn M. Cunningham- Humano Clase Alta
- Mensajes : 292
Fecha de inscripción : 28/11/2010
Edad : 31
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Los Placeres de la Isla Encantada [ Priv. Con Invitacion]
-Lo conozco de otras fiestas que su alteza a realicado en su hogar, allá en Holanda. Aunque no había tenido portunidad de presentarme formalmente ya que no me quedo mucho tiempo, he estado ocupado con el negocio familiar de joyas.- explicó dando un trago a su copa -No he venido solo, me acompaña mi buen amigo, el teniente Milo Van Dick- sonrió -Sobre todo a su alteza le debe sobrar la buena compañía y si, hasta ahora no me puedo quejar. Toda esta exquisitamente preparado- Su mirada se desvio hacia la princesa Dominique. Había llegado el momento de poner en marcha el plan. Prontamente los reyes estarían rodeados de nobles que quisieran presentarles sus respetos y él quería ser uno de los primeros. -Si me permite, quisiera ir a saludar alos anfitriones. Ha sido un placer poder hablar con usted finalmente. Espero poder tener el placer de su compañía más tarde.- Dicho esto hizo una referencia y se encaminó hacia la familia real. El atravesar tan magnífico salón, con los bailarines que se deslizaban sobre sus trajes de gala al ritmo suave de la música, se le hizo más tardado de lo que debería. Las telas rozaban sus manos y los olores y colores lo envolvían, pero él no prestaba demasiada atención a estos detalles. Sus instintos le indicaban de la precencia de más y más vampiros conforme trascurría la velada, también había otros lycans pero su número era mucho mas reducido. Y los humanos se divertían con total ingenuidad, sin darse cuenta de los seres nocturnos que los rodeaban.
Ciertamente dudaba que lo reconocieran con prontitud. A exepcion del rey porsupuesto, ya que se había visto obligado a enviar una carta a palacio para pedir su permiso de regresar a Paris un tiempo por cuestiones de negocios.No podía arriesgarse a ser descubierto bajo otro nombre y hechar a perder el plan por una tontería.
Buscó a Milo con la mirada y le hizo un gesto con la cabeza cuando se aseguró que lo había visto. No le extr´ñó que ya estuviera con unas damas diferentes a las que se lahbían hacercado hacía unos minutos. ero lo quería a su lado ahora, para poder presentarlo ante el rey y la reina, y el principe y la princesa. Conocía muy bien la confianza casi instantanea que despertaba su precencia, una habilidad que a diferencia de Darcy, le salía natural y sin esfuerzo. Continuó caminando con aire relajado, no se sentía nervioso ahora sin emocionado. Al llegar a la prescencia de la famalia real realizo una carabana. Como era de esperarse ya había nobles a su alrededor pendientes de sus movimientos y sus necesidades.
-Sus exelencias- comenzo con voz firme y gesto sereno -Permitanme presentarme, soy el Conde de Montecristo, de los Paises Bajos- Era la primera vez en Francia que se presntaba bajo ese nombre y le gusto como sonaba. Montecristo era el lugar de donde precedía su madre. -Les ruego acepten estos obsequios.- Apartó su capa un poco y tomo de él un viejo sable que se notaba había sido usado en combate muchas veces -Este es para su majestad el Rey. Es una espada samurái utilizada durante la era Heian, por el año 935. Fue un regalo cuando tuve oportunidad de visitar esa tierra y ahora es mi deseo que su majestad lo tenga- Se la entregó a un sirviente para que se la diera al rey. A la reina ya le había dado el suyo así que volvió al principe. -Para su alteza, un raro diamante traído de america pertenecia a una princesa mexica a quien tocó estar en medio de los dos mundos: indígena y español, para convertirse en símbolo de la fusión dolorosa de ambos. Su nombre era Tecuixpo, la hija predilecta deel emperador Moctezuma, que aparece en la historia con el nombre cristiano de Isabel de Moctezuma. Quiza haya escuchado alguna vez de ella. Su historia es fascinante- Al igual que el sable, se lo entregó a un sirviente para que se lo diera al principe. Después se giró a ver a la princesa -Conozco su gusto por coleccionar objetos raros, entre elllos, los abanicos. Este... - sacó del bolsillo interno de su chaqueta un abanico cerrado para que ella tuviera el placer de abrirlo y deslumbrarse con su elegancia y hermosura -..procede de China. Fue elavorado en seda. El Emperador Taizhong de la Dinastía Tang era famoso por su caligrafía. Durante el Festival del Bote de Dragón, escribió caligrafía sobre abanicos y se los obsequió a sus primeros ministros. Tuve la fortuna de obtenerlo hace unos años.- También entregó este egalo como había hecho con los anteriores -Es un honor estar ante sus majestades, nuevamente- concluyó con aire apacible y confiado, aunque para sus adentros, sonreía de manera sombría.
Henry Birdwhistle- Hechicero/Realeza
- Mensajes : 288
Fecha de inscripción : 21/02/2011
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Los Placeres de la Isla Encantada [ Priv. Con Invitacion]
Caminó junto a su hermana todo el tiempo, nada la separaba de esa chica puesto era su más grande admiración en la vida, si había alguien a quien quisiera parecerse e incluso hacer un altar sin duda sería a Persefone puesto era de las personas más valientes que conocía y además de eso no solamente era lo que hacia si no todo lo que pensaba y creia, era simplemente el modelo de perfeccion al menos para Callie. ¿Como ser diferente si es lo que más quiere? Si está su familia pero no es lo mismo de hecho la naturaleza era llevarse mál con los hermanos ¿Cierto?.
No importaba mucho, sonreía cuando su hermana lo hacia y asentia.-Si, queria darte una sorpresa, la primer fiesta que pasamos juntas, me encanta.-Comenta sonriente y abrazandola con cariño para oir lo ultimo sonriendo picaramente, era de las cosas que más le gustaba hacer pero sinceramente ahora se le habia olvidado los metodos.-No recuerdo bien como se hace, pero vale me gustaría recordar viejos tiempos.-Le dijo murmurando, sabia bien que le oiria, y la diversión apenas comenzaba esa noche.
No importaba mucho, sonreía cuando su hermana lo hacia y asentia.-Si, queria darte una sorpresa, la primer fiesta que pasamos juntas, me encanta.-Comenta sonriente y abrazandola con cariño para oir lo ultimo sonriendo picaramente, era de las cosas que más le gustaba hacer pero sinceramente ahora se le habia olvidado los metodos.-No recuerdo bien como se hace, pero vale me gustaría recordar viejos tiempos.-Le dijo murmurando, sabia bien que le oiria, y la diversión apenas comenzaba esa noche.
Invitado- Invitado
Re: Los Placeres de la Isla Encantada [ Priv. Con Invitacion]
Darcy Trudeau escribió:
-Sus exelencias- comenzo con voz firme y gesto sereno -Permitanme presentarme, soy el Conde de Montecristo, de los Paises Bajos- Era la primera vez en Francia que se presntaba bajo ese nombre y le gusto como sonaba. Montecristo era el lugar de donde precedía su madre. -Les ruego acepten estos obsequios.- Apartó su capa un poco y tomo de él un viejo sable que se notaba había sido usado en combate muchas veces -Este es para su majestad el Rey. Es una espada samurái utilizada durante la era Heian, por el año 935. Fue un regalo cuando tuve oportunidad de visitar esa tierra y ahora es mi deseo que su majestad lo tenga- Se la entregó a un sirviente para que se la diera al rey. A la reina ya le había dado el suyo así que volvió al principe. -Para su alteza, un raro diamante traído de america pertenecia a una princesa mexica a quien tocó estar en medio de los dos mundos: indígena y español, para convertirse en símbolo de la fusión dolorosa de ambos. Su nombre era Tecuixpo, la hija predilecta deel emperador Moctezuma, que aparece en la historia con el nombre cristiano de Isabel de Moctezuma. Quiza haya escuchado alguna vez de ella. Su historia es fascinante- Al igual que el sable, se lo entregó a un sirviente para que se lo diera al principe. Después se giró a ver a la princesa -Conozco su gusto por coleccionar objetos raros, entre elllos, los abanicos. Este... - sacó del bolsillo interno de su chaqueta un abanico cerrado para que ella tuviera el placer de abrirlo y deslumbrarse con su elegancia y hermosura -..procede de China. Fue elavorado en seda. El Emperador Taizhong de la Dinastía Tang era famoso por su caligrafía. Durante el Festival del Bote de Dragón, escribió caligrafía sobre abanicos y se los obsequió a sus primeros ministros. Tuve la fortuna de obtenerlo hace unos años.- También entregó este egalo como había hecho con los anteriores -Es un honor estar ante sus majestades, nuevamente- concluyó con aire apacible y confiado, aunque para sus adentros, sonreía de manera sombría.
Escuchaba atentamente cada palabra que decía "el conde de monte cristo" sonreía complacida con la formalidad y por efecto del champagne... cuando hubo terminado de hablar hice que el paje me trajese el obsequio del conde y pude ver el hermoso brazalete, observe que el rey inclinó la cabeza agradeciendo el regalo, así que con delicadeza mire al rey...mi rey...mi esposo -su excelencia...me permite unas palabras con el conde- el rey con una sonrisa y muy elegantemente inclino la cabeza permitiéndome conversar con el Conde, así que ahora le sonreí al conde con la caja del brazalete extendida hacia él -es propio que si un caballero obsequia algo a una dama le ayude a ponérselo la primera vez- aun mis ojos azules brillaban resaltando entre todo el rojo y negro, o al menos así me sentía...me sentía radiante y llena de vida, como si aquella sensación no la pudiera repetir otra noche mas....
Géraldine Fontaine2- Realeza Francesa
- Mensajes : 91
Fecha de inscripción : 28/11/2010
Re: Los Placeres de la Isla Encantada [ Priv. Con Invitacion]
Mas y mas parejas retomaron sus ocupaciones en el centro de la pista, dando vueltas en un caos ordenado de risas y pantomimas, con una sonrisa entretenida me limite a observar, contando los segundos para que la gente se abalanzara sobre la mesa a saludar de forma mas presencial al rey y la reina, quienes se habían mantenido ajenos a toda diplomacia u festividad. Como era de imaginarse, no tuve que contar mucho y ahora solo me quedaba a mi buscar una excusa para saltar fuera de la mesa y poder comenzar a pasear entre los invitados.
Un joven de antifaz oscuro se presento ante nosotros entonces, “El conde de montecristo” dijo ser y sin intención verdadera de ser grosera no pude evitar desprender una leve risa por ello. A cada uno de los miembros de nuestra familia nos obsequio interesantes regalos. Una espada, un diamante americano del cual ya conocía su trágica leyenda y un abanico chino. Extendí mis manos para tomarlo sin dejar de estudiar a mi interlocutor a los ojos, su presencia me resultaba extrañamente familiar y su conducta aunque muy solicita daba hincapié a ese sentir de confianza.
Un joven de antifaz oscuro se presento ante nosotros entonces, “El conde de montecristo” dijo ser y sin intención verdadera de ser grosera no pude evitar desprender una leve risa por ello. A cada uno de los miembros de nuestra familia nos obsequio interesantes regalos. Una espada, un diamante americano del cual ya conocía su trágica leyenda y un abanico chino. Extendí mis manos para tomarlo sin dejar de estudiar a mi interlocutor a los ojos, su presencia me resultaba extrañamente familiar y su conducta aunque muy solicita daba hincapié a ese sentir de confianza.
--- Digna de mi colección --- Respondí abriendo mi abanico para contemplar la obra maestra que se encontraba elaborada en la tela --- Puede tener a su alma tranquila, me ha encantado el detalle. ¿Vernos nuevamente dice? Ilumíneme, ¿Cuándo fue la primera vez?
Lydia Sforza- Humano Clase Alta
- Mensajes : 355
Fecha de inscripción : 30/12/2010
Edad : 32
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Los Placeres de la Isla Encantada [ Priv. Con Invitacion]
Estaba contemplando a los bailarines y payasos que bailaban y se movían al son de la musica que acompañaba esta noche en la fiesta de sus majestades. Con elegancia, fuí bajando poco a poco las escaleras que llevaban a la sala de baile. La pista estaba cada vez más repleta de gente y me dificultaba un poco la movilidad entre la gente. Logré situarme en un sitio que estaba cerca de una columna y un muchacho de pajarita negra y esmoquín blanco, se dirigía hacia mí con una bandeja con copas de champan y vino tinto. Escogí el champan por si lo otro no fuera vino y fuera otra sustancia sospechosa.
Bebí suavemente y cuando dejé de beber un trago, me fijé en las caras sonrientes de aquellas parejas que bailaban felices, sin preocupaciones, sin nada en lo que pensar. Vueltas y mas vueltas, pasos a la derecha, a la izquierda, giros, todo tipo de movimientos. Con un movimiento seco, abrí mi abanico y comenzaba a darme aire lentamente a la vez que dirigía mi mirada al hombre que estaba ofreciendo varios presentes a la familia real. De todos los presentes, el que más me llamo la atención fue la espada samurái utilizada durante la era Heian, por el año 935 si mis conocimientos no me traicionaban. Dejé de mirar a la familia real y di otro suave trago al champan. Más damas como yo, al igual que varios hombres hablaban entusiasmados con otros hombres.
Otro chico de esmoquín vino con una bandeja con copas vacías y deposite mi copa que ya estaba vacia. Vino otro chico segundos despues con una bandeja de canapes pero con un movimiento seco con mi palma hacia delante, le dijo que no. A través de las ventanas, veía la noche más oscura que vi en toda la semana.
Bebí suavemente y cuando dejé de beber un trago, me fijé en las caras sonrientes de aquellas parejas que bailaban felices, sin preocupaciones, sin nada en lo que pensar. Vueltas y mas vueltas, pasos a la derecha, a la izquierda, giros, todo tipo de movimientos. Con un movimiento seco, abrí mi abanico y comenzaba a darme aire lentamente a la vez que dirigía mi mirada al hombre que estaba ofreciendo varios presentes a la familia real. De todos los presentes, el que más me llamo la atención fue la espada samurái utilizada durante la era Heian, por el año 935 si mis conocimientos no me traicionaban. Dejé de mirar a la familia real y di otro suave trago al champan. Más damas como yo, al igual que varios hombres hablaban entusiasmados con otros hombres.
Otro chico de esmoquín vino con una bandeja con copas vacías y deposite mi copa que ya estaba vacia. Vino otro chico segundos despues con una bandeja de canapes pero con un movimiento seco con mi palma hacia delante, le dijo que no. A través de las ventanas, veía la noche más oscura que vi en toda la semana.
Invitado- Invitado
Re: Los Placeres de la Isla Encantada [ Priv. Con Invitacion]
Había permanecido a la escucha cuando Bry habló a aquellas chicas pero parecían ser demasiado aburridas para nosotras y la bebida que había probado parecía no haber sentado muy bien a mi cuerpo por lo que agarré a mi amiga del brazo apartándola de la gente y buscando un balcón por el que salir a tomar el aire. Al fin lo encontré y caminé a paso rápido con Bry a rastras.
Me apoyé en el palco y respiré acelerada.
-Necesitaba aire.-le expliqué a Bry con una sonrisa de disculpa.- Empieza a resultarme aburrida toda esta farsa de modales. ¿ No crees?- pregunté a Bry, sabía de muchas personas que estaban allí fingiendo ser dignos de estar en el palacio real que habían cometido muchos actos poco caballerosos y allí estaban llevando a cabo su farsa de nobles y dignos.
Comencé a abanicarme con la mano. Empezaba a molestarme el vestido, el recogido, los zapatos y cualquier cosa que oprimiese mi cuerpo.
El aire del exterior me sentaba bien pero no llegaba a complacerme de algún modo. Me giré para observar el interior , toda la gente conversaba pero ninguna parecía divertirse realmente. Me preguntaba cómo sería la vida en palacio normalmente.
Me apoyé en el palco y respiré acelerada.
-Necesitaba aire.-le expliqué a Bry con una sonrisa de disculpa.- Empieza a resultarme aburrida toda esta farsa de modales. ¿ No crees?- pregunté a Bry, sabía de muchas personas que estaban allí fingiendo ser dignos de estar en el palacio real que habían cometido muchos actos poco caballerosos y allí estaban llevando a cabo su farsa de nobles y dignos.
Comencé a abanicarme con la mano. Empezaba a molestarme el vestido, el recogido, los zapatos y cualquier cosa que oprimiese mi cuerpo.
El aire del exterior me sentaba bien pero no llegaba a complacerme de algún modo. Me giré para observar el interior , toda la gente conversaba pero ninguna parecía divertirse realmente. Me preguntaba cómo sería la vida en palacio normalmente.
Última edición por Duna Di Bello el Mar Abr 19, 2011 5:41 am, editado 1 vez
Duna Di Bello- Humano Clase Alta
- Mensajes : 226
Fecha de inscripción : 20/03/2011
Re: Los Placeres de la Isla Encantada [ Priv. Con Invitacion]
En el fondo del salón la orquesta comienza a tocar una melodía alegre, que envía vibraciones eufóricas a los cuerpos de los presentes. Se puede apreciar en la punta de sus pies el movimiento rítmico de la música y en sus pupilas el deseo incontenible por ir a bailar. Afortunadamente para Lorraine esta noche, no esperaría a quien alguien se dignara a romper el miedo que su presencia impone ante los sentidos de los mortales, a su lado ya se encontraba el valiente que le acompañará los próximos minutos “Milo Van Dyck” un nombre, una lápida, un epitafio.
La música se detuvo de improvisto, la pelinegra desvía la mirada de su víctima hasta el sitio de la conmoción, la realeza al fin completo su aparición en la tan galardonada mascarada. Sus palabras de cordialidad, siempre tan diplomáticas… Una sonrisa burlesca aparece en los labios de la condenada, sus palmas se juntaron en un aplauso para la realeza, proviniendo de ella no es una representación de respeto si no más bien una maldita mofa. Terminada la faena ambos se dirigieron hasta la pista de baile, una reverencia antes de iniciar el vals de medianoche y el susurro con su mortífero nombre – Lorraine Von Fanel, a su servicio Monsieur – Su perfecta sonrisa adoquina de belleza su rostro mortuorio, pero en ese instante la fragancia de alguien aterrador, llega hasta sus fosas nasales. Él se encontra allí, en alguna parte de ese palacio, escondido quizá, entre las sombras o tal vez frente a ella, a su disposición. Lo busca entre las miradas, a través del antifaz, olfatea cada maldito rincón del salón para localizarlo… Sus manos se enredan alrededor del cuerpo del humano e inicia el baile, mientras sus pupilas negras y su garganta seca proclamaban a gritos el nombre de alguien más, ruega a Satanás que aparezca pronto de no ser así, alguien morirá.
La música se detuvo de improvisto, la pelinegra desvía la mirada de su víctima hasta el sitio de la conmoción, la realeza al fin completo su aparición en la tan galardonada mascarada. Sus palabras de cordialidad, siempre tan diplomáticas… Una sonrisa burlesca aparece en los labios de la condenada, sus palmas se juntaron en un aplauso para la realeza, proviniendo de ella no es una representación de respeto si no más bien una maldita mofa. Terminada la faena ambos se dirigieron hasta la pista de baile, una reverencia antes de iniciar el vals de medianoche y el susurro con su mortífero nombre – Lorraine Von Fanel, a su servicio Monsieur – Su perfecta sonrisa adoquina de belleza su rostro mortuorio, pero en ese instante la fragancia de alguien aterrador, llega hasta sus fosas nasales. Él se encontra allí, en alguna parte de ese palacio, escondido quizá, entre las sombras o tal vez frente a ella, a su disposición. Lo busca entre las miradas, a través del antifaz, olfatea cada maldito rincón del salón para localizarlo… Sus manos se enredan alrededor del cuerpo del humano e inicia el baile, mientras sus pupilas negras y su garganta seca proclamaban a gritos el nombre de alguien más, ruega a Satanás que aparezca pronto de no ser así, alguien morirá.
Hela Von Fanel- Vampiro Clase Alta
- Mensajes : 1445
Fecha de inscripción : 02/02/2010
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Los Placeres de la Isla Encantada [ Priv. Con Invitacion]
Escuhó lo que dijo Dominique mientras dedicandole una mirada al rey, se aproximó a la reina para ponerle el hermoso brazalete Egipcio. No le extrañaba que a Dominique no le hubiera impresionado demasiado aquél obsequio, estaba acostumbrada a los regalos extravagantes y exóticos que la familia real recibía con cierta frecuencia. Aunque ciertamente los objetos drtaidos del lejano Oriente eran los mas raros y codiciados por los europeos. Eran dificiles de obtener ya que en la ciudad del Sol Naciente no dejaban entrar casi a los extranjeros y mantenían su cultura para ellos, dandole un velo de encantador misterio.
Por un momento Darcy se preguntó si aquella espada Samurai podría cortar la piel inmortal del rey. Era poco probable y sin embargo era una idea divertida. Sobre todo tomando en cuenta que el sable había sido utilizado durante una revolucion en Japón donde el líder se había autonombrado "El Nuevo Emperador". Así que visto de esa manera, la espada si podía cortarlo...
-Me da gusto que el obsequio sea de su agrado majestad.- comento complacido e hizo otra reverencia. Despues se volvió hacia Dominique. -Esta noche podre dormir muy bien, su alteza. Concedame el honor de bailar esta pieza y le contare todo lo que usted desee.- Se acerco y le tendio su mano con una sonrisa confiada.
Henry Birdwhistle- Hechicero/Realeza
- Mensajes : 288
Fecha de inscripción : 21/02/2011
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Los Placeres de la Isla Encantada [ Priv. Con Invitacion]
De todos los presentes en la mesa, siempre la más jovial a la hora de los agradecimientos era la reina, Abélard y Jean se limitaron a una retribución silenciosamente amable, siempre el segundo un reflejo del primero, en cuanto a mi persona, siempre solía ser muy ingrata. Nunca me había convencido mucho que digamos pensar que la intención y no el detalle era lo que contara, aunque no podía negar que esta vez el detalle había sido muy bueno. Cerré casi con ceremonia el encantador abanico y mi mirada se torno ligeramente mas afilada ante la propuesta de baile… Ahí estaba nuevamente esa complicidad de trato, una autosuficiente que nada tenia que ver con el muy humilde titulo que ostentaba.
Le entregue el regalo a mi hermano, quien ya se había encargado de llamar a un sirviente para que viniera a recoger los tesoros, este miraba al conde de forma inescrutable y el notar ello me hizo pensar en las advertencias que el rey me había dado. “Debo tener la certeza de que serás prudente en cada acción” ¿Y bien?, ¿A que venia tal recuerdo? Regalándole a mi progenitor un poco de obediencia lo mire por un segundo, al no notar ninguna muestra de freno volvi a prestar mi atención en el Conde con una sonrisamas austera.
--- Un trato razonable, Conde de Monte Cristo --- Extendí mi mano para responder la suya, poniéndome de pie y dar un paso en su dirección. Valiera la pena o no lo que fuera a decirme, era la excusa que había estado esperando.
Lydia Sforza- Humano Clase Alta
- Mensajes : 355
Fecha de inscripción : 30/12/2010
Edad : 32
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Los Placeres de la Isla Encantada [ Priv. Con Invitacion]
Fue para mi un bello regalo lo observé un momento y sonreí complacida, sin embargo lo mejor fue fer que mi pequeña se divertía...muy a su modo pero lo hacía.
Mire al rey un segundo y antes de poder decirle algo inclinó la cabeza con una ligera sonrisa, "¿como sabia lo que deseaba decirle?" no lo sabía, pero como era una fiesta decidí seguir adelante, la congoja y la melancolía solo eran la sombra que me seguía insistentemente consumiendo mis fuerzas y mi alma, pero aquella noche aun que me seguía igual de cerca que siempre pero no les tome importancia.
Comencé a caminar entre los invitados con una cálida sonrisa en los labios, observando a los que bailaban alegremente y a todos los que conversaban, todos lucían hermosos, y yo me sentía como en un sueño...tan ausente tan lejana....tan sola, pero sonreía y aparentaba disfrutarlo todo, ese era mi deber
Mire al rey un segundo y antes de poder decirle algo inclinó la cabeza con una ligera sonrisa, "¿como sabia lo que deseaba decirle?" no lo sabía, pero como era una fiesta decidí seguir adelante, la congoja y la melancolía solo eran la sombra que me seguía insistentemente consumiendo mis fuerzas y mi alma, pero aquella noche aun que me seguía igual de cerca que siempre pero no les tome importancia.
Comencé a caminar entre los invitados con una cálida sonrisa en los labios, observando a los que bailaban alegremente y a todos los que conversaban, todos lucían hermosos, y yo me sentía como en un sueño...tan ausente tan lejana....tan sola, pero sonreía y aparentaba disfrutarlo todo, ese era mi deber
Géraldine Fontaine2- Realeza Francesa
- Mensajes : 91
Fecha de inscripción : 28/11/2010
Re: Los Placeres de la Isla Encantada [ Priv. Con Invitacion]
“El bastardo criado para ser conde.” ¿No era eso bellamente absurdo? Ese porte al caminar, esos movimientos tan gráciles acompañados de una voz tan recta, seductora, maliciosa. El misterio no estaba bajo ese antifaz. El misterio era todo lo que representaba ser él. Caminó junto a la dama que no había dicho ni una palabra desde que se habían encontrado. Lo cual resultaba perfecto para el conde, quien no estaba seguro de reunir en un mismo punto la poca paciencia para entablar una conversación amena. ¿Estaba mal visto? ¡Y una mierda! Le importaba un comino que los invitados aglomerados que se alzaban de poder asistir a una fiesta como aquella jugaran al juzgado. Así que mientras los demás se detenían a aplaudir a los anfitriones, la mirada del vampiro sugería que todos se podían ir al demonio. Sus sentidos estaban ahí, direccionados hacia la mujer que revelaba su nombre y... Oh, oh. Mujer equivocada.
Haciendo crujir su cuello y con esa distancia entre ellos, barajeo sus posibilidades. La primera resultaba aburrida puesto que ya se había deshecho de un par de invitados en la Biblioteca. Matar a la humana que estaba junto a él solo para alimentar a esa bestia que exigía la cabeza del humano que ponía sus asquerosas manos sobre la cadera de su hembra, no era justo. ¿Para ella? Por supuesto que no, para él. Si se refrenaba lo suficiente, la bestia se descontrolaría y eso... eso era todo lo que quería. No le pasó desapercibido la manera en que ella buscaba entre la multitud pero sobre todo la forma en que tomó al humano. Bien. Esto se podía solucionar. Sin preguntar si le permitía, Lucern tomó a la dama junto a él entre sus brazos. Bailar era una de las cosas que se le daba de maravilla, incluso ahora, que había pasado tanto tiempo sin hacer ese tipo de movimientos, era un experto. – Luces increíblemente hermosa. Como siempre..., agregó para sí. Su boca estaba sobre el lóbulo de la humana, pero decir que esas palabras estaban destinadas a ella, serían una blasfemia. Sí. Su voz podría llegar, incluso hasta ella.
{Hahahahaha, Autumn xD No has metido la pata, Lucern está contigo. Si no te molesta (?)
Tarik Pattakie- Vampiro/Realeza
- Mensajes : 7350
Fecha de inscripción : 19/06/2010
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Los Placeres de la Isla Encantada [ Priv. Con Invitacion]
La condujo suavemente hasta donde todas las demás parejas bailaban. Se detuvieron en el mismo centro del salón. Le hizo una profunda reverencia y tomó sus níveas manos para comenzar a moverse al ritmo de la música. Hasta ese momento, nada era más satisfactorio que tenerla allí en sus brazos a pesar de que estuvieran rodeados de gente. ¿Como es que parecía tan sencillo tomar lo que quería y al mismo tiempo complicado? Tenía muy claro que estaba arriesgandolo todo para obtenerlo, pero que hermoso sería cuando aquello ocurriera. Pero por el momento disfrutaba de ese ritual tan común e importante entre la nobleza.
-No ha pasado tanto tiempo desde que tuve el placer de ver y hablar con su alteza. Aunque me parece que fue lo primero, lo último que hice. Quizá le ayudaría si le dijera mi nombre, soy Darcy Trudeau, su primo.- se quedó callado unos segundos dándole tiempo a ella de recordarlo. -Su alteza sigue tan hermosa como siempre, aunque ahora es la belleza mas propia de una mujer joven. He pedido el permiso de su padre para poder regresar a Francia. Por negocio del comercio de joyas me he visto en la necesidad de viajar a muchas partes del mundo, aunque no puedo decir que me disguste. ¿recuerda su alteza cuando solíamos imagina que montábamos los caballos atravez de países extraños en busca de aventuras? Ahora he tenido la oportunidad de hacerlo y me he enamorado del mundo. Le complacería mucho ver las obras que se presentan en otras partes del mundo, sobre todo en los paises del lejano oriente. Cada movimiento y gesto tienen un significado. Son bastante estrictos en cada uno de los pasos que se ejecutan. Es quizá mas complicado que el que estamos acostumbrados a ver, aunque no puedo asegurarlo por que no soy actor- sonrió.
Henry Birdwhistle- Hechicero/Realeza
- Mensajes : 288
Fecha de inscripción : 21/02/2011
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Los Placeres de la Isla Encantada [ Priv. Con Invitacion]
Con premura me hizo avanzar entre los invitados, manteniendo la sonrisa autosuficiente de quien se sabe dueño de toda situación. Personas así llenaban la sala, sin embargo en el momento en el que sostuvo mi cintura y comenzó a guiar mis pasos, tuve un extraño presentimiento que no tardo en volverse un hecho. Su rostro se inclino a mi oído para en medio de los vibrantes jadeos de los instrumentos me susurrara una respuesta que dejo sin color a mis mejillas.
Vinieron de pronto los recuerdos de la infancia... cuando me enseño a encontrar y usar los pasadizos del castillo, la primera vez que forme una escalera imperial en las cartas, las correrías por los bosques, las fiestas privadas de la joven nobleza. Darcy Fontaine Trudeau, ese había sido su nombre. Y ahora me lanzaba una perorata que apenas y podía atender. Trate, mientras sostenía la entereza de mi gesto, que no se notara el súbito mareo que vino a someterme Un aturdimiento que nada tenia que ver con las vueltas en la vertiginosa danza. Lance una risa que se esforzó por verse espontanea y burlona.
---¿Darcy? No seras actor, pero tampoco eres mi primo. Es todo un hombre de negocios y de mundo quien viene a este baile --- Respondí en el mismo tono privado y forzosamente trabajado ---. ¿Sabes tu donde quedo mi pariente?
Lydia Sforza- Humano Clase Alta
- Mensajes : 355
Fecha de inscripción : 30/12/2010
Edad : 32
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Los Placeres de la Isla Encantada [ Priv. Con Invitacion]
Miró complacido como la sorpresa aturdía apenas un segundo a la joven princesa, fue apenas sutil y su gesto apenas mostró algún cambio en esa máscara tranquila que acostumbraba llevar muy en alto entre la nobleza. En realidad casi nadie se daba cuenta de la verdadera vulnerabilidad que podía llegar a sentir, pero él la conocía. Había sido testigo e influenza de esa transformación, aunque nunca fuera tan marcada como ahora. No podía decir que le sorprendía, por el contrario, le enorgullecía de una manera que ni él mismo alcanzaba a comprender. Incluso su mirada se había vuelto más dura, aunque Dacy sabía que esos mismos ojos podían llegar a reflejar mucha ternura y dulzura si se les daba la oportunidad, o mejor dicho, si se les presionaba a eso.
Se rió un poco ante la respuesta de Dominique, la pose ante todo.
-Le aseguro que aún se encuentra detrás de esta máscara que solo apartaría para su alteza- Le dedicó una mirada de complicidad. Todos esos años que compartieron juntos se le vinieron a la mente. Ya nunca sería como antes de ese día fatídico en el que su familia y él mismo se vieran obligados a abandonar su patria de la peor manera, como traidores. Sí, esos días habían quedado atrás, ahora tocaba hacer un cambio en Francia igual que Francia hiciera un cambio en él -Sin duda es usted quién se ha vuelto una excelente actriz. Pero aún...- soltó la mano que aferraba a delicada cintura y pasó el dedo indice entre el entrecejo de Dominique, apenas un segundo para volver a colocarla en donde estuviera al principio -Sigue frunciendo el entrecejo de esa forma tan peculiar suya. Es por eso que la mayoría de las veces le ganaba en el poker-
Henry Birdwhistle- Hechicero/Realeza
- Mensajes : 288
Fecha de inscripción : 21/02/2011
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Página 4 de 7. • 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7
Temas similares
» Los basicos placeres [Priv.]
» Combo Party! {Con invitación}
» Los placeres de la realeza
» ▪ Placeres de la vida ▪
» Una carta y una invitación {Libre}
» Combo Party! {Con invitación}
» Los placeres de la realeza
» ▪ Placeres de la vida ▪
» Una carta y una invitación {Libre}
Página 4 de 7.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér Sep 18, 2024 9:16 am por Afiliaciones
» REACTIVACIÓN DE PERSONAJES
Mar Jul 30, 2024 4:58 am por Frederick Truffaut
» AVISO #49: SITUACIÓN ACTUAL DE VICTORIAN VAMPIRES
Miér Jul 24, 2024 2:54 pm por Nigel Quartermane
» Ah, mi vieja amiga la autodestrucción [Búsqueda activa]
Jue Jul 18, 2024 4:42 am por León Salazar
» Vampirto ¿estás ahí? // Sokolović Rosenthal (priv)
Miér Jul 10, 2024 1:09 pm por Jagger B. De Boer
» l'enlèvement de perséphone ─ n.
Sáb Jul 06, 2024 11:12 pm por Vivianne Delacour
» orphée et eurydice ― j.
Jue Jul 04, 2024 10:55 pm por Vivianne Delacour
» Le Château des Rêves Noirs [Privado]
Jue Jul 04, 2024 10:42 pm por Willem Fokke
» labyrinth ─ chronologies.
Sáb Jun 22, 2024 10:04 pm por Vivianne Delacour