AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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El rastrillo y la pala (Privado)(+18)
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El rastrillo y la pala (Privado)(+18)
Recuerdo del primer mensaje :
El parque, una pequeña jungla donde el depredador mas grande devora al mas pequeño. Enarqué una ceja mirando de soslayo como Lobbo jugaba entusiasmado en un arenero con una pala llenándose de arena los zapatos haciendo sobre estos na montaña que luego se sacudía entre risas antes de volver a empezar. A su lado un niño mas grande, le doblaba en tamaño y seguramente también en edad, lanzaba con ese instrumento del mal arena a diestro y siniestro.
Busqué con la mirada al responsable de esa criatura salvaje, no tardé en localizar su olor, el mismo que el crio infernal llevaba en su camiseta.
La mujer hablaba animada con otra madre, ni caso del niño que cada vez se acercaba mas en sus ataques hacia Lobbo.
Ladeé la cabeza escuchando la conversación, al parecer y como no, criticaban a una mujer posiblemente mas guapa, mas joven y que les arrebataba toda la atención, fuere como fuere eso no me interesaba, solo que llamara al orden al pequeño monstruo.
Carraspeé tratando de llamar la atención, algo no muy complicado, era el único puto hombre en un parque plagado de mujeres y mocosos.
Acaparé la atención de muchas, pero por desgracia, la mujer esa estaba demasiado ocupada en otros menesteres.
Lobbo exploto en llanto frotándose los ojos, al parecer el pequeño demonio le había metido arena en esos espasmódicos movimientos que se gastaba con el arma infernal en sus gorditas manos.
Gruñí rabioso, tratando de contener a mi bestia interior.
Por fin la madre lo llamó al orden, algo que no funciono, pues el niño hizo caso omiso, la mujer siguió a los suyo y yo me encendí por dentro.
Me puse en pie, calmo caminé hasta el arenero, allí junto a Lobbo me acuclillé con la mejor de mis sonrisas, revolví el pelo del crio y mis ojos ahora ámbar se clavaron en el gordo del rastrillo que pronto explotó aterrado en llantos.
Eso le enseñaría que aquí yo era el alfa. Ladeé la sonrisa cuando la madre se acercó preocupada por su intenso llanto, ahora si que la muy perra movía su gordo culo para ver a su hijo.
-Debe de haberse metido arena en el ojo, estas armas las carga el demonio -bromeé señalando el rastrillo que aun sujetaba el niño.
Así volví satisfecho a mi banco dejado que Lobbo siguiera jugando en el arenero, el otro niño se había cagado y meado encima, así que la madre decidió llevárselo en el carro asegurando que era ya un niño grande para hacérselo todo encima.
Me estaba convirtiendo en un monstruo, de ser un alfa que guiaba a mi manada a la batalla, me había convertido en un idiota que asustaba niños en el parque, desde luego París me estaba volviendo loco.
Hundí la cara entre mis manos frotando la cara en ellas hasta que mis dedos se hundieron en mi pelo mostrando mi clara desesperación.
-Necesito una niñera -gruñí entre dientes -el parque saca de mi lo peor.
El parque, una pequeña jungla donde el depredador mas grande devora al mas pequeño. Enarqué una ceja mirando de soslayo como Lobbo jugaba entusiasmado en un arenero con una pala llenándose de arena los zapatos haciendo sobre estos na montaña que luego se sacudía entre risas antes de volver a empezar. A su lado un niño mas grande, le doblaba en tamaño y seguramente también en edad, lanzaba con ese instrumento del mal arena a diestro y siniestro.
Busqué con la mirada al responsable de esa criatura salvaje, no tardé en localizar su olor, el mismo que el crio infernal llevaba en su camiseta.
La mujer hablaba animada con otra madre, ni caso del niño que cada vez se acercaba mas en sus ataques hacia Lobbo.
Ladeé la cabeza escuchando la conversación, al parecer y como no, criticaban a una mujer posiblemente mas guapa, mas joven y que les arrebataba toda la atención, fuere como fuere eso no me interesaba, solo que llamara al orden al pequeño monstruo.
Carraspeé tratando de llamar la atención, algo no muy complicado, era el único puto hombre en un parque plagado de mujeres y mocosos.
Acaparé la atención de muchas, pero por desgracia, la mujer esa estaba demasiado ocupada en otros menesteres.
Lobbo exploto en llanto frotándose los ojos, al parecer el pequeño demonio le había metido arena en esos espasmódicos movimientos que se gastaba con el arma infernal en sus gorditas manos.
Gruñí rabioso, tratando de contener a mi bestia interior.
Por fin la madre lo llamó al orden, algo que no funciono, pues el niño hizo caso omiso, la mujer siguió a los suyo y yo me encendí por dentro.
Me puse en pie, calmo caminé hasta el arenero, allí junto a Lobbo me acuclillé con la mejor de mis sonrisas, revolví el pelo del crio y mis ojos ahora ámbar se clavaron en el gordo del rastrillo que pronto explotó aterrado en llantos.
Eso le enseñaría que aquí yo era el alfa. Ladeé la sonrisa cuando la madre se acercó preocupada por su intenso llanto, ahora si que la muy perra movía su gordo culo para ver a su hijo.
-Debe de haberse metido arena en el ojo, estas armas las carga el demonio -bromeé señalando el rastrillo que aun sujetaba el niño.
Así volví satisfecho a mi banco dejado que Lobbo siguiera jugando en el arenero, el otro niño se había cagado y meado encima, así que la madre decidió llevárselo en el carro asegurando que era ya un niño grande para hacérselo todo encima.
Me estaba convirtiendo en un monstruo, de ser un alfa que guiaba a mi manada a la batalla, me había convertido en un idiota que asustaba niños en el parque, desde luego París me estaba volviendo loco.
Hundí la cara entre mis manos frotando la cara en ellas hasta que mis dedos se hundieron en mi pelo mostrando mi clara desesperación.
-Necesito una niñera -gruñí entre dientes -el parque saca de mi lo peor.
Última edición por Damon Landvik el Lun Mayo 29, 2017 12:17 pm, editado 1 vez
Damon Landvik- Licántropo/Realeza
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Re: El rastrillo y la pala (Privado)(+18)
— No pensemos en eso ahora...lo único que quería era decírtelo cuanto antes por ver tu reacción y ha sido emocionante verte tan feliz. Con Elaine nunca tuve apoyo, tuve que llevarlo en secreto hasta que ya no podía trabajar, la dejé con mi madre apenas tuve fuerzas para suplicar de nuevo un trabajo y poder llevar algo al plato...no se puede negar que no fue un embarazo feliz, que no pude disfrutar de la felicidad que traen los hijos...así que éste es una segunda oportunidad para vivirlo de otro modo, contigo.
Estiró de la manta para cubrirse porque empezaba a hacer frío cuando caía la noche, se enroscó más si cabe entre las piernas y brazos de Damon, como si fuera una hiedra trepadora.
— ¿Dejarte al margen? ¿en qué mundo querría alguien algo asi? todo lo contrario, haremos lo que sea necesario para que disfrutes de este hijo tanto como yo. Si tenemos que ir a la corte, iremos; si te marchas al extranjero, iremos contigo...lo que haga falta. No dejaré que este niño crezca sin un padre como Elaine, no cometeré el mismo error, ya aprendí la lección.
Al principio cuando se dio cuenta de que estaba embarazada la invadió el pánico, pero cuando lo pensó bien, aquello iba a ser muy distinto, no había nada que temer. Esta vez lo disfrutaría, no pasarían necesidad y podría esperar esos meses con calma y dicha.
Al dia siguiente en el desayuno les dijo a Elaine y a Lobbo que iban a tener un hermanito o hermanita y los cuatro pasaron el día juntos, felices, proponiendo planes para el bebé. Lobbo decía que lo enseñaría a montar a caballo como había hecho Damon con él, Elaine se ofreció de niñera, era la mayor con sus diez añitos recién cumplidos, y como no habían celebrado su fiesta de cumpleaños, ese día iba a ser especial. Mildred también había venido con Damon y se encargó de que hicieran una tarta enorme para merendar. Montaron la fiesta en el patio de la bodega bajo un emparrado que daba sombra y se reunieron con los capataces de la finca y sus familias, el servicio y los hombres del rey. Aunque el motivo era el cumpleaños de la pequeña, ellos sabían que estaban celebrando algo más y esa jornada, después de muchos meses de luchas y angustias, compensó toda esa tensión regalándoles un bonito recuerdo.
Estiró de la manta para cubrirse porque empezaba a hacer frío cuando caía la noche, se enroscó más si cabe entre las piernas y brazos de Damon, como si fuera una hiedra trepadora.
— ¿Dejarte al margen? ¿en qué mundo querría alguien algo asi? todo lo contrario, haremos lo que sea necesario para que disfrutes de este hijo tanto como yo. Si tenemos que ir a la corte, iremos; si te marchas al extranjero, iremos contigo...lo que haga falta. No dejaré que este niño crezca sin un padre como Elaine, no cometeré el mismo error, ya aprendí la lección.
Al principio cuando se dio cuenta de que estaba embarazada la invadió el pánico, pero cuando lo pensó bien, aquello iba a ser muy distinto, no había nada que temer. Esta vez lo disfrutaría, no pasarían necesidad y podría esperar esos meses con calma y dicha.
Al dia siguiente en el desayuno les dijo a Elaine y a Lobbo que iban a tener un hermanito o hermanita y los cuatro pasaron el día juntos, felices, proponiendo planes para el bebé. Lobbo decía que lo enseñaría a montar a caballo como había hecho Damon con él, Elaine se ofreció de niñera, era la mayor con sus diez añitos recién cumplidos, y como no habían celebrado su fiesta de cumpleaños, ese día iba a ser especial. Mildred también había venido con Damon y se encargó de que hicieran una tarta enorme para merendar. Montaron la fiesta en el patio de la bodega bajo un emparrado que daba sombra y se reunieron con los capataces de la finca y sus familias, el servicio y los hombres del rey. Aunque el motivo era el cumpleaños de la pequeña, ellos sabían que estaban celebrando algo más y esa jornada, después de muchos meses de luchas y angustias, compensó toda esa tensión regalándoles un bonito recuerdo.
Brianna de Montreil- Licántropo/Realeza
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Re: El rastrillo y la pala (Privado)(+18)
Los niños tomaron con felicidad la noticia, a Lobbo le hacia espacial ilusión dejar de ser el pequeño y la idea de poder cuidar de su hermano le hacia inflar su ego, ahora iba también a ser un hermano mayor.
Elaine mucho mas madura y responsable quería cuidarlo como si fuera un muñeco, no dudaba que a Velkan no le iban a faltar atenciones y por supuesto tampoco entrenamiento pues aun siendo un bastardo algún día me sucedería en el trono, no pensaba tocar a la reina ni con un palo.
Brianna insistió en montar una fiesta para celebrar el cumpleaños de nuestra hija, aunque en parte no solo celebrábamos eso. La felicidad que en ese instante desprendíamos los cuatro era digna de la noticia que en forma de bebe se gestaba en le vientre de la que para mi siempre seria mi mujer, la única dueña de mi corazón y de mi razón.
Brianna era una mujer inteligente, equilibrada, que me calmaba en mas ocasiones de lo que ella misma imaginaba.
Yo era un lobo temperamental y supongo que la necesitaba tanto o mas de lo que ella podía imaginar.
Nos comimos la tarta bajo la atenta mirada de Mildred que jugaba con los niños mientras nosotros ajo la sombra de un árbol nos acariciábamos conversando.
-Se que quieres pasar este embarazo cerca mio, también quiero yo eso, peor ahora mismo volver a palacio no es seguro, he de pensar en ti y en nuestro hijo -apunté colocando mi mano entrelazada con al suya sobre su vientre.
-Aquí estarás mas segura, te quiero y necesito que entiendas por si en alguna ocasión dudas que te soy fiel, en pensamiento y en obras no he tocado a la reina, no puedo dejar de pensar en ti y estos viajes que hago son mi única escapatoria.
Sabia que no quería hablar del tema del matrimonio, peor yo necesitaba estar seguro de que había entendido que era exactamente lo que buscar, no podía soportar que se comprometiera con un hombre que la viera como lo que era, una mujer.
Me volvería loco de celos, era un hombre muy posesivo y no podía evitarlo.
Elaine mucho mas madura y responsable quería cuidarlo como si fuera un muñeco, no dudaba que a Velkan no le iban a faltar atenciones y por supuesto tampoco entrenamiento pues aun siendo un bastardo algún día me sucedería en el trono, no pensaba tocar a la reina ni con un palo.
Brianna insistió en montar una fiesta para celebrar el cumpleaños de nuestra hija, aunque en parte no solo celebrábamos eso. La felicidad que en ese instante desprendíamos los cuatro era digna de la noticia que en forma de bebe se gestaba en le vientre de la que para mi siempre seria mi mujer, la única dueña de mi corazón y de mi razón.
Brianna era una mujer inteligente, equilibrada, que me calmaba en mas ocasiones de lo que ella misma imaginaba.
Yo era un lobo temperamental y supongo que la necesitaba tanto o mas de lo que ella podía imaginar.
Nos comimos la tarta bajo la atenta mirada de Mildred que jugaba con los niños mientras nosotros ajo la sombra de un árbol nos acariciábamos conversando.
-Se que quieres pasar este embarazo cerca mio, también quiero yo eso, peor ahora mismo volver a palacio no es seguro, he de pensar en ti y en nuestro hijo -apunté colocando mi mano entrelazada con al suya sobre su vientre.
-Aquí estarás mas segura, te quiero y necesito que entiendas por si en alguna ocasión dudas que te soy fiel, en pensamiento y en obras no he tocado a la reina, no puedo dejar de pensar en ti y estos viajes que hago son mi única escapatoria.
Sabia que no quería hablar del tema del matrimonio, peor yo necesitaba estar seguro de que había entendido que era exactamente lo que buscar, no podía soportar que se comprometiera con un hombre que la viera como lo que era, una mujer.
Me volvería loco de celos, era un hombre muy posesivo y no podía evitarlo.
Damon Landvik- Licántropo/Realeza
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Re: El rastrillo y la pala (Privado)(+18)
Sabía que Damon era un huracán, era el alfa, el líder, lobo y hombre. Pero también sabía que cuando pensaba las cosas tomaba las decisiones más sensatas, que sólo era cuestión de tiempo para que pudiera ver las cosas con perspectiva. Apoyó la cabeza en su hombro acariciando sus curtidos dedos hartos de empuñar las armas.
— Buscaré el candidato ideal, alguien que sólo necesite un matrimonio sobre el papel, como nosotros. Alguien que tenga claro que sólo figurará como un apellido en un contrato para darnos estabilidad y que sea fiel a tu corona y a tu causa. Tendrá que entender que jamás sentiré nada por él y que si me toca un pelo o causa el más mínimo problema, será el objetivo de tu furia. Aunque sinceramente, preferiría encontrar a un amigo, a un hermano que entendiese nuestra situación y realmente nos ayudase más que por un interés burocrático, porque viera la injusticia de todo esto. De todas formas, no me corre prisa, creo que es preferible encontrar el ideal que precipitarnos.
La fiesta de cumpleaños de Ealine fue muy familiar y entrañable y a última hora empezó a llover, asi que se retiraron al interior del castillo y los niños se fueron a dormir. Damon y Brianna se encerraron su recámara a celebrar por su cuenta la feliz noticia. Se enredaron bajo las sábanas al calor de la lumbre. Sus sentimientos siempre habían estado ahí, fuertes, capeando las dudas y los malos momentos; pero en ese instante se sentía perfectamente conectada al hombre que le había devuelto la ilusión, la vida y a su hija. Besó sus labios despacio, tomándose su tiempo y repasando con las yemas de los dedos los hombros musculosos de Damon.
— Ya sabes cómo de fuerte es mi amor por Elaine y también lo será por Velkan. Pero... no dudes ni por un instante que te quiero con toda mi alma, ahora y siempre. No hace falta ser un lobo para emparejarse de por vida y ser fiel hasta la muerte. Aunque no hayamos podido prometerlo delante de mil invitados, te prometo que soy tuya y tú eres mío hasta el fin de los días. Llegará el momento en que esté preparada para aceptar una nueva condición distinta de la humana, pero vayamos despacio, nuestra prioridad ahora es regalarnos la felicidad que nos ha sido negada y llevar a buen puerto este embarazo. Quiero esta familia contigo, esta vida contigo y todo lo demás es secundario.
Tenía una vida mucho mejor de lo que esperaba tras la ruina de su familia, así que no le iba a imponer condiciones a Damon, tan sólo que la amase tanto como ella a él. Y quizás algun dia pudieran hacer las cosas bien, pero si no... tanto daba, prefería morirse feliz y satisfecha que rodeada de lujos y sola. Ahuecó su rostro con las manos y besó su barbilla, su nariz, sus párpados, dejando un reguero de besos gentiles, de besos sentidos antes de dejar paso a la pasión que los unía.
— Buscaré el candidato ideal, alguien que sólo necesite un matrimonio sobre el papel, como nosotros. Alguien que tenga claro que sólo figurará como un apellido en un contrato para darnos estabilidad y que sea fiel a tu corona y a tu causa. Tendrá que entender que jamás sentiré nada por él y que si me toca un pelo o causa el más mínimo problema, será el objetivo de tu furia. Aunque sinceramente, preferiría encontrar a un amigo, a un hermano que entendiese nuestra situación y realmente nos ayudase más que por un interés burocrático, porque viera la injusticia de todo esto. De todas formas, no me corre prisa, creo que es preferible encontrar el ideal que precipitarnos.
La fiesta de cumpleaños de Ealine fue muy familiar y entrañable y a última hora empezó a llover, asi que se retiraron al interior del castillo y los niños se fueron a dormir. Damon y Brianna se encerraron su recámara a celebrar por su cuenta la feliz noticia. Se enredaron bajo las sábanas al calor de la lumbre. Sus sentimientos siempre habían estado ahí, fuertes, capeando las dudas y los malos momentos; pero en ese instante se sentía perfectamente conectada al hombre que le había devuelto la ilusión, la vida y a su hija. Besó sus labios despacio, tomándose su tiempo y repasando con las yemas de los dedos los hombros musculosos de Damon.
— Ya sabes cómo de fuerte es mi amor por Elaine y también lo será por Velkan. Pero... no dudes ni por un instante que te quiero con toda mi alma, ahora y siempre. No hace falta ser un lobo para emparejarse de por vida y ser fiel hasta la muerte. Aunque no hayamos podido prometerlo delante de mil invitados, te prometo que soy tuya y tú eres mío hasta el fin de los días. Llegará el momento en que esté preparada para aceptar una nueva condición distinta de la humana, pero vayamos despacio, nuestra prioridad ahora es regalarnos la felicidad que nos ha sido negada y llevar a buen puerto este embarazo. Quiero esta familia contigo, esta vida contigo y todo lo demás es secundario.
Tenía una vida mucho mejor de lo que esperaba tras la ruina de su familia, así que no le iba a imponer condiciones a Damon, tan sólo que la amase tanto como ella a él. Y quizás algun dia pudieran hacer las cosas bien, pero si no... tanto daba, prefería morirse feliz y satisfecha que rodeada de lujos y sola. Ahuecó su rostro con las manos y besó su barbilla, su nariz, sus párpados, dejando un reguero de besos gentiles, de besos sentidos antes de dejar paso a la pasión que los unía.
Brianna de Montreil- Licántropo/Realeza
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Re: El rastrillo y la pala (Privado)(+18)
En el lecho sus palabras susurradas contra sus labios me reconfortaron, pensaba buscar un hombre que entendiera nuestra situación y sobre todo que la respetara.
Esperaba que Brianna tuviera, como acostumbraba, la sensatez necesaria para no hacérmelo pasar mal.
Mis manos acariciaron su cuerpo, nos besamos despacio bajo las mantas mientras nos mirábamos fijamente presos de la necesidad que nos arrastraba en cada encuentro. Sabíamos sobradamente que la distancia pronto volvería a instaurarse como costumbre entre nosotros, esta celebración era un tanto agridulce pues iba a ser padre, algo que me volvía loco, por primera vez engendraría un linaje, mi vástago, mi hijo y sabia que ella lo amaría como lo había hecho con Elaine, pero el sacrificio de mi corona hoy pesaba mas que nunca sobre mi cabeza pues no solo renunciaba a vivir y ver desposar a la mujer de mi vida con otro hombre, si no que ese hombre acabaría criando en parte a Velkan.
Hicimos el amor despacio, agradecí que no fuera capaz de ver el pesar en mi aura, la tristeza que me embargaba y como sabia sobradamente que aunque ella no me apartara, mi destino lo hacia.
Al día siguiente emprendí marcha nuevamente con los hombres hacia mi hogar, de nuevo la distancia marcaría nuestro sino durante unos meses.
Las cosas seguían demasiado revueltas para solo centrar mis ojos en Olteria, de ser así seria motivo de sospecha.
Nos escribíamos con frecuencia, era el único modo de que me explicara como se encontraba, los avances de nuestra hija y del mismo modo como crecía en su vientre Velkan.
Yo peleaba día a da por un reino que no me vio nacer, paseaba por los jardines con la reina con esos silencios claros que decían lo poco que nos agradaba la presencia de uno al otro.
No tenia mucho que decirle, tampoco ella a mi, así que nos limitábamos a aparentar una fingida normalidad.
Fue ese día en el que me llegó una misiva de Olteria, al parecer ademas de lo de siempre, alguien se había instalado en su hogar, un hombre, no me contó mucho, era mas bien como si me informara pero a su vez no acabara de querer contarme y eso me saco de mis casillas. Esa noche sucumbí al sopor sobre mi lecho, con los efectos del alcohol corriendo raudos por mis venas.
Esperaba que Brianna tuviera, como acostumbraba, la sensatez necesaria para no hacérmelo pasar mal.
Mis manos acariciaron su cuerpo, nos besamos despacio bajo las mantas mientras nos mirábamos fijamente presos de la necesidad que nos arrastraba en cada encuentro. Sabíamos sobradamente que la distancia pronto volvería a instaurarse como costumbre entre nosotros, esta celebración era un tanto agridulce pues iba a ser padre, algo que me volvía loco, por primera vez engendraría un linaje, mi vástago, mi hijo y sabia que ella lo amaría como lo había hecho con Elaine, pero el sacrificio de mi corona hoy pesaba mas que nunca sobre mi cabeza pues no solo renunciaba a vivir y ver desposar a la mujer de mi vida con otro hombre, si no que ese hombre acabaría criando en parte a Velkan.
Hicimos el amor despacio, agradecí que no fuera capaz de ver el pesar en mi aura, la tristeza que me embargaba y como sabia sobradamente que aunque ella no me apartara, mi destino lo hacia.
Al día siguiente emprendí marcha nuevamente con los hombres hacia mi hogar, de nuevo la distancia marcaría nuestro sino durante unos meses.
Las cosas seguían demasiado revueltas para solo centrar mis ojos en Olteria, de ser así seria motivo de sospecha.
Nos escribíamos con frecuencia, era el único modo de que me explicara como se encontraba, los avances de nuestra hija y del mismo modo como crecía en su vientre Velkan.
Yo peleaba día a da por un reino que no me vio nacer, paseaba por los jardines con la reina con esos silencios claros que decían lo poco que nos agradaba la presencia de uno al otro.
No tenia mucho que decirle, tampoco ella a mi, así que nos limitábamos a aparentar una fingida normalidad.
Fue ese día en el que me llegó una misiva de Olteria, al parecer ademas de lo de siempre, alguien se había instalado en su hogar, un hombre, no me contó mucho, era mas bien como si me informara pero a su vez no acabara de querer contarme y eso me saco de mis casillas. Esa noche sucumbí al sopor sobre mi lecho, con los efectos del alcohol corriendo raudos por mis venas.
Damon Landvik- Licántropo/Realeza
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Re: El rastrillo y la pala (Privado)(+18)
No quería ocultarle nada a Damon, sabía que ella siempre estaría en el punto de mira de los espías de la Reina o de cualquier enemigo del rey, porque sabían que ella era una de sus debilidades y no dudarían en decir cualquier cosa que pudiera provocar su ruptura y el escándalo. Le escribió contandole la presencia del señor Ardelean, que descendía de los originales propietarios del castillo, y que aunque no venía a reclamar las tierras ella veía justo que al menos se quedase allí por el momento. No quería preocupar a Damon revelándole la condición decainita del hombre, porque con ella había sido extremadamente cortés y respetuoso, pero quizás sus lobos le escribieran contándole qué era Drakul y de seguro Damon entraría en cólera.
Cada día que pasaba sentía ese niño creciendo en su interior con fuerza y energía, no se sentía tan cansada como con Elaine, el hecho de vivir con comodidades y buenos aliementos tendría algo que ver, pero echaba terriblemente de menos a Damon. Decidió hacerle una visita relámpago a la corte. Mandó ensillar los caballos y enganchar el coche, despertó a Elaine y se marcharon a la capital con la presteza del viento. No anunciaron su llegada para no levantar polvareda y cuando medio día después dejaron el carruaje en el patio de armas, el rey fue avisado de que tenía la visita de la baronesa de Oltenia y su hija. Elaine corrió hacia a Damon en cuanto se marchó el chambelán y se echó en sus brazos contándole que estaba aprendiendo a saltar vallas con el caballo tordo y que ya lo hacía muy bien.
Brianna esperó su turno porque sabía de lo mucho que necesitaba la niña esa figura masculina que además la entendiera de una forma que ella no podía en las noches de luna llena cuando debía separarse de ella para encerrarse en su cuarto mientras los lobos se quedaban en las mazmorras. Esa noche no dormía y sólo rezaba para que todo estuviera bien al amanecer, para la que la transformación doliera lo menos posible...etc.
Mildred vino a por Elaine, Lobbo quería verla y la niña se marchó pidiéndole a Damon que dejara que Lobbo se fuera con ellas unos días y Mildred también. Entonces fue cuando pudieron estar solos y fundirse en un abrazo cálido. Brianna le enseñó la incipiente redondez de su vientre donde se notaba ya que las prendas debían ir más holgadas.
— Si sigo así voy a ponerme como una vaca, no estoy segura de si pariré un lobo o una manada entera.— rió entre dientes, porque con Elaine apenas cogió peso, aunque seguramente fue por la situación de miseria que atravesaban.— ¡Tenía tantas ganas de verte! sé que he cometido una imprudencia, pero no podía aguantarme más, nos quedaremos sólo hasta mañana si te parece bien.
Aunque por ella se quedaría un año de ser posible, lo que ocurría es que la presencia de la baronesa no era muy aceptada entre los esbirros de la reina y su magia oscura siempre amenazaba sus vidas, así que era mejor no pisarle el territorio a esa bruja.
Cada día que pasaba sentía ese niño creciendo en su interior con fuerza y energía, no se sentía tan cansada como con Elaine, el hecho de vivir con comodidades y buenos aliementos tendría algo que ver, pero echaba terriblemente de menos a Damon. Decidió hacerle una visita relámpago a la corte. Mandó ensillar los caballos y enganchar el coche, despertó a Elaine y se marcharon a la capital con la presteza del viento. No anunciaron su llegada para no levantar polvareda y cuando medio día después dejaron el carruaje en el patio de armas, el rey fue avisado de que tenía la visita de la baronesa de Oltenia y su hija. Elaine corrió hacia a Damon en cuanto se marchó el chambelán y se echó en sus brazos contándole que estaba aprendiendo a saltar vallas con el caballo tordo y que ya lo hacía muy bien.
Brianna esperó su turno porque sabía de lo mucho que necesitaba la niña esa figura masculina que además la entendiera de una forma que ella no podía en las noches de luna llena cuando debía separarse de ella para encerrarse en su cuarto mientras los lobos se quedaban en las mazmorras. Esa noche no dormía y sólo rezaba para que todo estuviera bien al amanecer, para la que la transformación doliera lo menos posible...etc.
Mildred vino a por Elaine, Lobbo quería verla y la niña se marchó pidiéndole a Damon que dejara que Lobbo se fuera con ellas unos días y Mildred también. Entonces fue cuando pudieron estar solos y fundirse en un abrazo cálido. Brianna le enseñó la incipiente redondez de su vientre donde se notaba ya que las prendas debían ir más holgadas.
— Si sigo así voy a ponerme como una vaca, no estoy segura de si pariré un lobo o una manada entera.— rió entre dientes, porque con Elaine apenas cogió peso, aunque seguramente fue por la situación de miseria que atravesaban.— ¡Tenía tantas ganas de verte! sé que he cometido una imprudencia, pero no podía aguantarme más, nos quedaremos sólo hasta mañana si te parece bien.
Aunque por ella se quedaría un año de ser posible, lo que ocurría es que la presencia de la baronesa no era muy aceptada entre los esbirros de la reina y su magia oscura siempre amenazaba sus vidas, así que era mejor no pisarle el territorio a esa bruja.
Brianna de Montreil- Licántropo/Realeza
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Re: El rastrillo y la pala (Privado)(+18)
La visita inesperada de Brianna me pilló por sorpresa, cando fui avisado una sensación agridulce me embriago, por un lado porque la echaba de menos, por otro porque llegar sin darme aviso podía implicar malas noticias y en su estado eso nunca era bueno.
A eso tenia que sumarle los rumores que me habían llegado de Olteria, en su hogar se hospedaba un hombre que se paseaba por el baronado como si fuera dueño de todo, eso me hacia hervir la sangre.
Acudí al exterior del palacio, en los jardines me esperaban ambas junto a Mildred que había acudido para que nada les pasara.
Brianna corrió hacia mi y yo me agaché para recibirla con una sonrisa, esa niña era para mi como una hija, no solo por el vinculo que compartíamos al haber sido mordida por mi, si no porque su carencia de afecto paterno había hecho que su cariño lo volcara en mi por completo.
Besé muchas veces su mejilla poniéndosela roja por el roce de mi barba mientras ella se reía.
La bajé una vez estuve frente a las otras dos mujeres, Mildred besó mi mejilla y me preguntó por lobo que estaba en palacio junto a una de las nodrizas.
Elaine quería llevárselo por unos días con ella a su casa, Mildred me lo pidió también y supuse que al pequeño pasar tiempo en familia le vendría muy bien así que acepte.
Una vez ambas se fueron a disponer todo lo de Lobbo para una temporada Bianna y yo nos quedamos solos, una abrazo que me devoró las entrañas, bese su cuello pues besarla de otro modo bajo la atenta mirada de tantos ojos era incorrecto.
Me fije en la redondez de su vientre y sonreí por sus palabras aunque mi semblante distaba de la felicidad que en otras ocasiones había desprendido.
La invité a pasear, así que esta tomó mi brazo hasta perdernos en un pequeño laberinto de altos cipreses que esperaba nos otorgaran un poco de intimidad.
-¿quien es él? -nunca se me dio bien andarme por las ramas, era directo y en esta ocasión mis ámbar acompañaron a la pregunta -mis informadores dicen que tiene el pelo blanco mas que no es un viejo, su aura es pálida ¿creías que los lobos que te cuidan no iban a informarme de esto? -pregunté alzando la voz mas de lo que debería -¿quien es? ¿por que se hospeda en tu casa? ¿que pinta ese hombre en nuestras vidas?
A eso tenia que sumarle los rumores que me habían llegado de Olteria, en su hogar se hospedaba un hombre que se paseaba por el baronado como si fuera dueño de todo, eso me hacia hervir la sangre.
Acudí al exterior del palacio, en los jardines me esperaban ambas junto a Mildred que había acudido para que nada les pasara.
Brianna corrió hacia mi y yo me agaché para recibirla con una sonrisa, esa niña era para mi como una hija, no solo por el vinculo que compartíamos al haber sido mordida por mi, si no porque su carencia de afecto paterno había hecho que su cariño lo volcara en mi por completo.
Besé muchas veces su mejilla poniéndosela roja por el roce de mi barba mientras ella se reía.
La bajé una vez estuve frente a las otras dos mujeres, Mildred besó mi mejilla y me preguntó por lobo que estaba en palacio junto a una de las nodrizas.
Elaine quería llevárselo por unos días con ella a su casa, Mildred me lo pidió también y supuse que al pequeño pasar tiempo en familia le vendría muy bien así que acepte.
Una vez ambas se fueron a disponer todo lo de Lobbo para una temporada Bianna y yo nos quedamos solos, una abrazo que me devoró las entrañas, bese su cuello pues besarla de otro modo bajo la atenta mirada de tantos ojos era incorrecto.
Me fije en la redondez de su vientre y sonreí por sus palabras aunque mi semblante distaba de la felicidad que en otras ocasiones había desprendido.
La invité a pasear, así que esta tomó mi brazo hasta perdernos en un pequeño laberinto de altos cipreses que esperaba nos otorgaran un poco de intimidad.
-¿quien es él? -nunca se me dio bien andarme por las ramas, era directo y en esta ocasión mis ámbar acompañaron a la pregunta -mis informadores dicen que tiene el pelo blanco mas que no es un viejo, su aura es pálida ¿creías que los lobos que te cuidan no iban a informarme de esto? -pregunté alzando la voz mas de lo que debería -¿quien es? ¿por que se hospeda en tu casa? ¿que pinta ese hombre en nuestras vidas?
Damon Landvik- Licántropo/Realeza
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Re: El rastrillo y la pala (Privado)(+18)
No había hecho un viaje de medio día para discutir con Damon, pero el lobo siempre se tomaba las cosas a las tremenda. Mantuvo la compostura y suspiró, siempre lo hacía todo por las bravas, pero él era así, y así lo había aceptado.
— Es un invitado y es bien recibido en nuestro hogar porque no busca problemas. Su apellido es Ardelean, fueron sus antepasados los que construyeron el castillo y gobernaron esas tierras antes de Tepes. Es un vampiro, y ya sé la enemistad que separa a los lobos y a los vampiros desde tiempos inmemoriales. Pero el señor Ardelean ha sido muy correcto y muy colaborador en todo momento. No busca recuperar títulos ni riquezas, él vive en París y me habló de una joven inmortal a la que le tiene cierto afecto. Sólo busca encontrar respuestas en el castillo sobre su origen, algo que tuvo que ver con magia y que fue el motivo de su conversión en contra de su voluntad. Quiero ayudarlo y quiero estar segura de que esas paredes no esconden secretos horrendos, no podría vivir allí si así fuera.
Se acercó al lobo y elevó la mano despacio acariciando su ensortijado pelo negro. Daría diez años de su vida por poder acariciárselo más a menudo.
— Por si quieres saberlo...tiene el rostro un poco deforme por unas cicatrices y el pelo muy blanco, no me parece ni remotamente atractivo, y creo que yo tampoco se lo parezco; ya no soy una jovencita, estoy embarazada y soy propiedad de un lobo celoso que es ni más ni menos que el rey del país que él ama y respeta. No te amargues el día, por favor Damon. Confía en mí. He venido porque no podía aguantar más sin verte, porque necesito tocarte y abrazarte y que me digas al oído que todo irá bien. Sé que sufres mucho porque la distancia es horrible, yo también lo sufro. Cada noche miro al cielo y pienso que seguramente tú también estarás contemplando la misma luna y lanzo todo mi amor hacia ellas por si de alguna forma imposible te llega. Trato de pensar en que pronto te veré y estaremos juntos y que al menos en esos momentos tendré un pedacito de la felicidad más completa. Nadie puede dérmela excepto tú, pedazo de lobo testarudo y cabezota, y yo ya no sé de qué más formas decírtelo.
Sabía que eso no bastaría ni de lejos para aplacar los celos de Damon, pero no le importaba repetírselo tantas veces como hiciera falta, pero lo que más hablaba por ellos eran sus cuerpos, así que se pegó al del rey y se abrazó sin dejarle posibilidad de huir de ese abrazo.
— Es un invitado y es bien recibido en nuestro hogar porque no busca problemas. Su apellido es Ardelean, fueron sus antepasados los que construyeron el castillo y gobernaron esas tierras antes de Tepes. Es un vampiro, y ya sé la enemistad que separa a los lobos y a los vampiros desde tiempos inmemoriales. Pero el señor Ardelean ha sido muy correcto y muy colaborador en todo momento. No busca recuperar títulos ni riquezas, él vive en París y me habló de una joven inmortal a la que le tiene cierto afecto. Sólo busca encontrar respuestas en el castillo sobre su origen, algo que tuvo que ver con magia y que fue el motivo de su conversión en contra de su voluntad. Quiero ayudarlo y quiero estar segura de que esas paredes no esconden secretos horrendos, no podría vivir allí si así fuera.
Se acercó al lobo y elevó la mano despacio acariciando su ensortijado pelo negro. Daría diez años de su vida por poder acariciárselo más a menudo.
— Por si quieres saberlo...tiene el rostro un poco deforme por unas cicatrices y el pelo muy blanco, no me parece ni remotamente atractivo, y creo que yo tampoco se lo parezco; ya no soy una jovencita, estoy embarazada y soy propiedad de un lobo celoso que es ni más ni menos que el rey del país que él ama y respeta. No te amargues el día, por favor Damon. Confía en mí. He venido porque no podía aguantar más sin verte, porque necesito tocarte y abrazarte y que me digas al oído que todo irá bien. Sé que sufres mucho porque la distancia es horrible, yo también lo sufro. Cada noche miro al cielo y pienso que seguramente tú también estarás contemplando la misma luna y lanzo todo mi amor hacia ellas por si de alguna forma imposible te llega. Trato de pensar en que pronto te veré y estaremos juntos y que al menos en esos momentos tendré un pedacito de la felicidad más completa. Nadie puede dérmela excepto tú, pedazo de lobo testarudo y cabezota, y yo ya no sé de qué más formas decírtelo.
Sabía que eso no bastaría ni de lejos para aplacar los celos de Damon, pero no le importaba repetírselo tantas veces como hiciera falta, pero lo que más hablaba por ellos eran sus cuerpos, así que se pegó al del rey y se abrazó sin dejarle posibilidad de huir de ese abrazo.
Brianna de Montreil- Licántropo/Realeza
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Re: El rastrillo y la pala (Privado)(+18)
Brianna era una mujer hábil con las palabras, me hizo frente con esas dos esmeraldas centelleantes, no solo tuvo la desfachatez de corroborar la versión que ya mi manada me había hecho llegar con todo lujo de detalles, si no que que aseguró que era bienvenido en su hogar y que ese hombre tenia acceso a su casa como si fuera propia.
Mis ojos se tornaron del mismo tono que la mostaza, no podía ser cierto lo que escuchaba.
Confiaba en un maldito inmortal y obligaba a los míos a convivir con uno de ellos cuando era bien conocido que desde siempre fuimos enemigos.
-Lo quiero fuera de tu casa, me es indiferente lo que esté investigando, o sale por las buenas o lo sacaré yo por las malas -rugí mostrando mis colmillos fuera de mi.
Siempre fui un hombre temperamental, nunca la engañé en ese aspecto, quizás ella no entendiera que yo odiaba a esos seres desde antaño, ellos acabaron con Reidar, mi hermano y con Odalyn, mi hermana, Lobbo había quedado huérfano de madre por el ataque de esos chupa-sangres a la manada de esta.
No confiaba en ellos y no lo quería cerca de mi hija, de ella y del vástago que crecía en sus entrañaras.
Se aprovechaba de la distancia que me obligaba la situación a tomar.
Sus dedos se enredaron en mi pelo, trataba de clamar mi arranque de celos, no se daba cuenta de que no era solo eso.
Podía tener una cicatriz, el pelo blanco y convivir con una mujer embarazada que no le atraía, algo que francamente dudaba, Brianna era la mujer mas bella que jamas había conocido, ciego ,sordo y gilipollas debía de estar si no era capaz de apreciar ese hecho.
-No dudo de ti Brianna, ni del amor que me procesas, no es eso, pero lo quiero fuera de Olteria, no estoy tranquilo si ese hombre te ronda ¿lo entiendes? No confío en él, es un vampiro.
Brianna pegó su cuerpo al mio, odiaba discutir con ella, mi cabeza se hundió en su cuello, besé su piel despacio, la echaba tanto de menos que no podía soportar imaginar a otro paseando con ella por los jardines.
Me habían hablado de que compartían charlas, risas y confesiones, ese hombre estaba marcando mi terreno y tampoco quería que Elaine, mi hija, se acostumbrara a convivir con inmortales ¿que no entendía?
-Lo quiero fuera, es mi ultima palabra -aseguré sin mas contra la piel de su cuello dejandole claro que no iba a volver a hablar de ese tema con ella.
Era la decisión de un rey y del hombre que amaba ¿iba a desobedecerme?
Mis ojos se tornaron del mismo tono que la mostaza, no podía ser cierto lo que escuchaba.
Confiaba en un maldito inmortal y obligaba a los míos a convivir con uno de ellos cuando era bien conocido que desde siempre fuimos enemigos.
-Lo quiero fuera de tu casa, me es indiferente lo que esté investigando, o sale por las buenas o lo sacaré yo por las malas -rugí mostrando mis colmillos fuera de mi.
Siempre fui un hombre temperamental, nunca la engañé en ese aspecto, quizás ella no entendiera que yo odiaba a esos seres desde antaño, ellos acabaron con Reidar, mi hermano y con Odalyn, mi hermana, Lobbo había quedado huérfano de madre por el ataque de esos chupa-sangres a la manada de esta.
No confiaba en ellos y no lo quería cerca de mi hija, de ella y del vástago que crecía en sus entrañaras.
Se aprovechaba de la distancia que me obligaba la situación a tomar.
Sus dedos se enredaron en mi pelo, trataba de clamar mi arranque de celos, no se daba cuenta de que no era solo eso.
Podía tener una cicatriz, el pelo blanco y convivir con una mujer embarazada que no le atraía, algo que francamente dudaba, Brianna era la mujer mas bella que jamas había conocido, ciego ,sordo y gilipollas debía de estar si no era capaz de apreciar ese hecho.
-No dudo de ti Brianna, ni del amor que me procesas, no es eso, pero lo quiero fuera de Olteria, no estoy tranquilo si ese hombre te ronda ¿lo entiendes? No confío en él, es un vampiro.
Brianna pegó su cuerpo al mio, odiaba discutir con ella, mi cabeza se hundió en su cuello, besé su piel despacio, la echaba tanto de menos que no podía soportar imaginar a otro paseando con ella por los jardines.
Me habían hablado de que compartían charlas, risas y confesiones, ese hombre estaba marcando mi terreno y tampoco quería que Elaine, mi hija, se acostumbrara a convivir con inmortales ¿que no entendía?
-Lo quiero fuera, es mi ultima palabra -aseguré sin mas contra la piel de su cuello dejandole claro que no iba a volver a hablar de ese tema con ella.
Era la decisión de un rey y del hombre que amaba ¿iba a desobedecerme?
Damon Landvik- Licántropo/Realeza
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Re: El rastrillo y la pala (Privado)(+18)
No quería discutir con él y además de entender que como hombre le dolía verla cerca de otro hombre, también entendía que al ser éste un vampiro aún tuviera más recelo.
— Me gustaría que lo conocieras, que charlases con él, sólo un día, sin amenazarlo ni nada. Sólo para que lo conozcas un poco y te cerciores por ti mismo que no todos los hombres me rondan ni todos los vampiros son malvados. Tampoco todos los licántropos son monstruos, ni todas las mujeres humanas son buenas. Se irá, no te preocupes, pero prométeme que harás el esfuerzo de comprobarlo, hazlo por mi. Por una vez me gustaría saber si he hecho bien al opinar de forma distinta a ti, aunque al final se haga lo que tú digas. Un día me preguntaste si quería compartir tu pesada carga y te dije que si, estaba dispuesta a ello. Pero eso no será posible nunca si tú no confías en mi criterio, nadie te lleva la contraria ni te desobedece porque eres quien eres, pero es necesario que alguien lo haga cuando estés equivocado. Yo creo que quizás te equivocas o quizás sea yo la equivocada, pero por eso te pido que lo compruebes y decidas. Eres el rey, y como tal te obedeceré en lo que digas, pero como tu mujer y la madre tu hijo prefería que no lleguemos al punto de que tengas que imponer las cosas cuando podemos razonar y hablar.
Y de nuevo la voz de la sensatez en las palabras de Brianna. Sólo quería que Damon no tomase decisiones precipitadas sin saber, unicamente en base a sus propias suposiciones, pero aceptaría su veredicto porque en última instancia él era el rey y su autoridad prevalecería sobre todo.
— ¿Podemos dejar el tema por un rato? he venido a verte a ti, no a hablar de problemas. Velkan ya se hace notar a todas horas pateando y moviéndose...no sé a quién me recuerda.— sonrió y buscó los ojos del lobo. Ella estaba en su vida para traerle felicidad, no más preocupaciones.
— Me gustaría que lo conocieras, que charlases con él, sólo un día, sin amenazarlo ni nada. Sólo para que lo conozcas un poco y te cerciores por ti mismo que no todos los hombres me rondan ni todos los vampiros son malvados. Tampoco todos los licántropos son monstruos, ni todas las mujeres humanas son buenas. Se irá, no te preocupes, pero prométeme que harás el esfuerzo de comprobarlo, hazlo por mi. Por una vez me gustaría saber si he hecho bien al opinar de forma distinta a ti, aunque al final se haga lo que tú digas. Un día me preguntaste si quería compartir tu pesada carga y te dije que si, estaba dispuesta a ello. Pero eso no será posible nunca si tú no confías en mi criterio, nadie te lleva la contraria ni te desobedece porque eres quien eres, pero es necesario que alguien lo haga cuando estés equivocado. Yo creo que quizás te equivocas o quizás sea yo la equivocada, pero por eso te pido que lo compruebes y decidas. Eres el rey, y como tal te obedeceré en lo que digas, pero como tu mujer y la madre tu hijo prefería que no lleguemos al punto de que tengas que imponer las cosas cuando podemos razonar y hablar.
Y de nuevo la voz de la sensatez en las palabras de Brianna. Sólo quería que Damon no tomase decisiones precipitadas sin saber, unicamente en base a sus propias suposiciones, pero aceptaría su veredicto porque en última instancia él era el rey y su autoridad prevalecería sobre todo.
— ¿Podemos dejar el tema por un rato? he venido a verte a ti, no a hablar de problemas. Velkan ya se hace notar a todas horas pateando y moviéndose...no sé a quién me recuerda.— sonrió y buscó los ojos del lobo. Ella estaba en su vida para traerle felicidad, no más preocupaciones.
Brianna de Montreil- Licántropo/Realeza
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Re: El rastrillo y la pala (Privado)(+18)
Mis ojos se centraron en sus esmeraldas, ella siempre me clamaba, quizás porque me conocía, sabia que un confrontamiento directo conmigo no funcionaba.
Aseguraba que era su amor, su rey y que mi decisión seria la ley, pero que por ella le diera una oportunidad a un hombre que ella veía una gran persona fiel a la corona.
-Eres tan inocente -susurré contra sus labios -confió en tu juicio, no te tomo por una necia, ni mucho menos. Eres la mujer mas valiente y mas inteligente que conozco, y ahora la única mujer de mi vida
Los lobos nos emparejamos para toda la vida, somos territoriales, necesito que entiendas como siento, no quiero imponer mi voluntad y no hablar las cosas contigo ,es que dentro de mi condición va esa parte temperamental que marca a su hembra como propia.
Se que solo eres una humana, que no eres capaz de sentir eso de lo que hablo, el modo en el que los celos me devastan, mi instinto salvaje protector me calcina al pensar en que perderte puede convertirse en un hecho.
No soy capaz de controlarlo porque te tengo lejos, porque esto para mi es contranatural ¿lo entiendes? Te necesito Brianna, estas gestando a mi vástago y apenas puedo verlo crecer e tus entrañas.
Yo no llevo esto bien y se que es todo culpa mía porque la corona pesa en mi cabeza y te arrastra al infierno con ella.
Yo siento todo lo que he hecho, lo que estas pasando por estar a mi lado, pero tengo miedo de que llegue otro y te des cuenta de que te puede ofrecer una relación normal.
Mi sinceridad retumbó contra sus labios mientras mis ojos mostaza resplandecían ante sus esmeraldas.
-Se que no has venido a esto, así que disfrutemos del tiempo -dije posando mi mano en su vientre, sintiendo las patadas de Velkan, mi lobo guerrero.
Mi sonrisa se ladeó complacido, la besé con hambruna, voraz acaricié su cuerpo en ese laberinto que nos ocultaba del mundo, la amaba y creo que eso me legitimaba para sentirme arder.
Sabia que la visita era relámpago, que partiría en breve pues en palacio su seguridad no estaba asegurada, pero pronto yo acortaría la distancia que nos separaba.
Aseguraba que era su amor, su rey y que mi decisión seria la ley, pero que por ella le diera una oportunidad a un hombre que ella veía una gran persona fiel a la corona.
-Eres tan inocente -susurré contra sus labios -confió en tu juicio, no te tomo por una necia, ni mucho menos. Eres la mujer mas valiente y mas inteligente que conozco, y ahora la única mujer de mi vida
Los lobos nos emparejamos para toda la vida, somos territoriales, necesito que entiendas como siento, no quiero imponer mi voluntad y no hablar las cosas contigo ,es que dentro de mi condición va esa parte temperamental que marca a su hembra como propia.
Se que solo eres una humana, que no eres capaz de sentir eso de lo que hablo, el modo en el que los celos me devastan, mi instinto salvaje protector me calcina al pensar en que perderte puede convertirse en un hecho.
No soy capaz de controlarlo porque te tengo lejos, porque esto para mi es contranatural ¿lo entiendes? Te necesito Brianna, estas gestando a mi vástago y apenas puedo verlo crecer e tus entrañas.
Yo no llevo esto bien y se que es todo culpa mía porque la corona pesa en mi cabeza y te arrastra al infierno con ella.
Yo siento todo lo que he hecho, lo que estas pasando por estar a mi lado, pero tengo miedo de que llegue otro y te des cuenta de que te puede ofrecer una relación normal.
Mi sinceridad retumbó contra sus labios mientras mis ojos mostaza resplandecían ante sus esmeraldas.
-Se que no has venido a esto, así que disfrutemos del tiempo -dije posando mi mano en su vientre, sintiendo las patadas de Velkan, mi lobo guerrero.
Mi sonrisa se ladeó complacido, la besé con hambruna, voraz acaricié su cuerpo en ese laberinto que nos ocultaba del mundo, la amaba y creo que eso me legitimaba para sentirme arder.
Sabia que la visita era relámpago, que partiría en breve pues en palacio su seguridad no estaba asegurada, pero pronto yo acortaría la distancia que nos separaba.
Damon Landvik- Licántropo/Realeza
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Re: El rastrillo y la pala (Privado)(+18)
Acarició con las yemas de los dedos el contorno de su rostro, cada ángulo y cada saliente quedaban registrados en su memoria táctil.
— Hace tiempo que dejé de ser normal, desde el propio momento en que mi suerte cambió y la vida se me hizo cuesta arriba. No me he rendido en tiempos muchos peores que este cuando la miseria y la enfermedad se cebaba con nosotras. ¿Crees que me rendiré ahora? justo es ahora cuado tengo todo lo que podría desear: un hogar, a mi hija sana y feliz, el hombre al que amo me corresponde y vamos a tener este regalo por ello. No, Damon, no cambiaría mi vida por nada. Si esto es el infierno, me quedo aquí contigo porque no deseo estar en ningun otro lugar. No me vas a perder porque no hay ningun hombre como tú, que eres el dueño de mi corazón y de mis anhelos.
Las visitas fugaces se traducían en que no podía perder el tiempo, así que se encerraron por unas horas en los aposentos del rey, compartiendo piel, besos, caricias y sonrisas cómplices. Quizás no pudiera estar con ella todos los días, pero Brianna estaba escribiendo un diario en el que registraba sus pensamientos para su hijo y para el hombre que amaba y que tanta falta le hacía sobre todo al caer la noche. Antes de regresar al coche de caballos al día siguiente sacó el primer volumen de un bolso, estaba atado con con una cinta verde y se lo entregó a Damon.
— Sé que no es lo mismo, pero no quiero que te pierdas ni un sólo día de la vida de tu hijo.— besó sus labios y se despidió con un "te quiero" subiendo con Elaine al coche y esperando poder verle pronto en Oltenia.
El diario empezaba así:
" Día 1.
Hoy hemos sabido que vienes al mundo. Es un día de completa felicidad para mi y para tu padre, que te ha deseado y esperado tanto tiempo que apenas cree que seas real. Velkan, ese es el nombre que he elegido para ti y que significa Lobo valiente en rumano. No me cabe duda que serás un lobo tan fiero como tu padre, tan valiente y honrado como él. Pensaba que después de Elaine no tendría más hijos, algun día te contaré lo difícil que fue salir adelante las dos solas, pero tu llegada será diferente. Eres la guinda de nuestra felicidad, y estoy impaciente por verte, por abrazarte y por disfrutar de cada una de tus sonrisas y miradas. Ardo en deseos de acunarte entre mis brazos sin mayor preocupación, sin tener que estar pensando en si podré alimentarte o vestirte. Tu padre ya tiene grandes planes para ti, te enseñará a ser un guerrero, a luchar y pelear con destreza y eficacia, a ser un líder como él y ya sin conocerte está orgulloso de ti.
Mentiría si te dijera que todo nuestro mundo es de color rosa, no lo es, las situaciones a veces son difíciles, pero no hay ningun obstáculo que no se pueda superar con coraje y constancia, ya lo comprobarás cuando nazcas, que la vida no es fácil. Pero tanto tu padre como yo, como tus hermanos Elaine y Lobbo, te ayudarán a forjarte el camino que quieras seguir. Velkan, mi lobo valiente. Jamás dudes del amor que te tenemos, ni del amor que nos regalamos tu padre y yo, eres y serás un regalo del cielo y pase lo que pase, aunque la vida nos golpee, saldremos adelante porque eso es lo que nos une.
Hasta mañana, mi pequeño.
Tu madre que te quiere,
Brianna."
La baronesa era una mujer fuerte y a la vez muy sentimental, era pura bondad que necesitaba expresar de algun modo. Por si las moscas, había decidido escribir ese diario, no sólo para que Damon no se perdiera ni una sola de las sensaciones de aquel embarazo, sino que también tenía en cuenta que muchas mujeres morían en el parto, y quería que su hijo la conociera de su puño y letra si algo le sucedía a ella. Había más de cien entradas, una por cada día desde que supo que estaba embarazada.
— Hace tiempo que dejé de ser normal, desde el propio momento en que mi suerte cambió y la vida se me hizo cuesta arriba. No me he rendido en tiempos muchos peores que este cuando la miseria y la enfermedad se cebaba con nosotras. ¿Crees que me rendiré ahora? justo es ahora cuado tengo todo lo que podría desear: un hogar, a mi hija sana y feliz, el hombre al que amo me corresponde y vamos a tener este regalo por ello. No, Damon, no cambiaría mi vida por nada. Si esto es el infierno, me quedo aquí contigo porque no deseo estar en ningun otro lugar. No me vas a perder porque no hay ningun hombre como tú, que eres el dueño de mi corazón y de mis anhelos.
Las visitas fugaces se traducían en que no podía perder el tiempo, así que se encerraron por unas horas en los aposentos del rey, compartiendo piel, besos, caricias y sonrisas cómplices. Quizás no pudiera estar con ella todos los días, pero Brianna estaba escribiendo un diario en el que registraba sus pensamientos para su hijo y para el hombre que amaba y que tanta falta le hacía sobre todo al caer la noche. Antes de regresar al coche de caballos al día siguiente sacó el primer volumen de un bolso, estaba atado con con una cinta verde y se lo entregó a Damon.
— Sé que no es lo mismo, pero no quiero que te pierdas ni un sólo día de la vida de tu hijo.— besó sus labios y se despidió con un "te quiero" subiendo con Elaine al coche y esperando poder verle pronto en Oltenia.
El diario empezaba así:
" Día 1.
Hoy hemos sabido que vienes al mundo. Es un día de completa felicidad para mi y para tu padre, que te ha deseado y esperado tanto tiempo que apenas cree que seas real. Velkan, ese es el nombre que he elegido para ti y que significa Lobo valiente en rumano. No me cabe duda que serás un lobo tan fiero como tu padre, tan valiente y honrado como él. Pensaba que después de Elaine no tendría más hijos, algun día te contaré lo difícil que fue salir adelante las dos solas, pero tu llegada será diferente. Eres la guinda de nuestra felicidad, y estoy impaciente por verte, por abrazarte y por disfrutar de cada una de tus sonrisas y miradas. Ardo en deseos de acunarte entre mis brazos sin mayor preocupación, sin tener que estar pensando en si podré alimentarte o vestirte. Tu padre ya tiene grandes planes para ti, te enseñará a ser un guerrero, a luchar y pelear con destreza y eficacia, a ser un líder como él y ya sin conocerte está orgulloso de ti.
Mentiría si te dijera que todo nuestro mundo es de color rosa, no lo es, las situaciones a veces son difíciles, pero no hay ningun obstáculo que no se pueda superar con coraje y constancia, ya lo comprobarás cuando nazcas, que la vida no es fácil. Pero tanto tu padre como yo, como tus hermanos Elaine y Lobbo, te ayudarán a forjarte el camino que quieras seguir. Velkan, mi lobo valiente. Jamás dudes del amor que te tenemos, ni del amor que nos regalamos tu padre y yo, eres y serás un regalo del cielo y pase lo que pase, aunque la vida nos golpee, saldremos adelante porque eso es lo que nos une.
Hasta mañana, mi pequeño.
Tu madre que te quiere,
Brianna."
La baronesa era una mujer fuerte y a la vez muy sentimental, era pura bondad que necesitaba expresar de algun modo. Por si las moscas, había decidido escribir ese diario, no sólo para que Damon no se perdiera ni una sola de las sensaciones de aquel embarazo, sino que también tenía en cuenta que muchas mujeres morían en el parto, y quería que su hijo la conociera de su puño y letra si algo le sucedía a ella. Había más de cien entradas, una por cada día desde que supo que estaba embarazada.
Brianna de Montreil- Licántropo/Realeza
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Re: El rastrillo y la pala (Privado)(+18)
En su ausencia aquel diario se convirtió en lo único que me hacia sentir vivo, era como una droga, después de un día lleno de problemas me dejaba caer en el lecho y devoraba sus paginas, acariciaba las letras trazadas de su mano y como si fuera un adolescente, mas de una vez acerqué el libro a mi nariz como si pudiera así acaparar su esencia.
El diario lo mantenía oculto, que descubrieran que la baronesa gestaba a mi vástago podía ponerla en peligro, así que preferí que no corriera ningún riesgo y siempre lo mantenía bajo llave y oculto de miradas indiscretas pues yo mejor que nadie sabia que las paredes tenían ojos y oídos.
Pasaron las semanas, llega el momento de mi visita a Olteria, verla era lo único que me mantenía cuerdo pues no podía olvidar que era un norteño en un trono Rumano, no todos estaban a mi favor y aunque muchos eran los adeptos que se iban sumando a la grandeza de su majestad, que trataba sin pausa de traer la paz y lo mejor para mi pueblo, aun habían revueltas por todo el reino.
Muchos veían a la reina por ser de esas tierras mas legitima que a mi, supongo que mayormente aquellos que con magia oscura corriendo por sus venas, veían la posibilidad de que el caos corriera por nuestro reino.
Con el diario en mis alforjas, emprendí camino hacia Olteria, mi séquito, los lobos de mi manada, el ambiente discernido, aun nos quedaba una semana de camino así que varias serian las paradas que haríamos.
Mucho había pensado en este encuentro, ademas de ir con ganas, quería conocer a ese hombre que vivía entre las paredes de su castillo.
El inmortal no me gustaba, pero le había dado mi palabra de que lo conocería y lo haría.
Le devolvería este diario y esperaba que me hubiera escrito otro para mis noches de hastió.
Cuando llegué a Olteria todos me esperaban, la pequeña Elaine se lanzó a mis brazos y yo la elevé por los aires nada mas desmontar del caballo.
Me acerqué a mi preciosa mujer, no lo era pero así yo lo sentía y coloqué mi mano en su vientre saludando a mi vástago mientras besaba sus labios.
-¿Como estas?
El diario lo mantenía oculto, que descubrieran que la baronesa gestaba a mi vástago podía ponerla en peligro, así que preferí que no corriera ningún riesgo y siempre lo mantenía bajo llave y oculto de miradas indiscretas pues yo mejor que nadie sabia que las paredes tenían ojos y oídos.
Pasaron las semanas, llega el momento de mi visita a Olteria, verla era lo único que me mantenía cuerdo pues no podía olvidar que era un norteño en un trono Rumano, no todos estaban a mi favor y aunque muchos eran los adeptos que se iban sumando a la grandeza de su majestad, que trataba sin pausa de traer la paz y lo mejor para mi pueblo, aun habían revueltas por todo el reino.
Muchos veían a la reina por ser de esas tierras mas legitima que a mi, supongo que mayormente aquellos que con magia oscura corriendo por sus venas, veían la posibilidad de que el caos corriera por nuestro reino.
Con el diario en mis alforjas, emprendí camino hacia Olteria, mi séquito, los lobos de mi manada, el ambiente discernido, aun nos quedaba una semana de camino así que varias serian las paradas que haríamos.
Mucho había pensado en este encuentro, ademas de ir con ganas, quería conocer a ese hombre que vivía entre las paredes de su castillo.
El inmortal no me gustaba, pero le había dado mi palabra de que lo conocería y lo haría.
Le devolvería este diario y esperaba que me hubiera escrito otro para mis noches de hastió.
Cuando llegué a Olteria todos me esperaban, la pequeña Elaine se lanzó a mis brazos y yo la elevé por los aires nada mas desmontar del caballo.
Me acerqué a mi preciosa mujer, no lo era pero así yo lo sentía y coloqué mi mano en su vientre saludando a mi vástago mientras besaba sus labios.
-¿Como estas?
Damon Landvik- Licántropo/Realeza
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Re: El rastrillo y la pala (Privado)(+18)
Estaba bien, todo lo bien que se puede estar en un estado de avanzada gestación. Tenía muchas ganas de verlo, de abrazarlo, de contarle cómo habían sido aquellos días aunque los hubiera escrito también en su diario para compartirlos con Damon. Pero de lo que no estaba bien es de unos rumores que le habían llegado y que le preocupaban en exceso. En algún momento tendrían que hablarlo pero por lo pronto le dio la bienvenida, besó sus labios que tanto había echado de menos y se adentraron en el castillo para que se pudiera asear y quizás comer algo.
La fortaleza de Brianna y su determinación estaba menguando por la situación. Se sentía pesada, débil, fea y poco deseable, pero sobre todo la carcomía aquello que le había llegado y que trataba de mantener alejado de su cabeza. Cuando pudieron quedarse a solas sacó otro volumen escrito de un cajón de su despacho y se lo entregó a Damon, acariciándose el vientre.
— Nos acompañas a cada momento aunque no estés.— Era doloroso estar separados, pero ambos hacía tiempo que habían sobrepasado esa linea en la que aún podía volver atrás. Se habían prometido una vida juntos, costase lo que costase, y estaba costando, pero no podían flaquear ahora. Se sentó sobre sus rodillas apoyando la cabeza en su hombro y suspirando. No quería tener esa conversaciónb, pero era necesaria.— Damon... me han llegado rumores de que la reina está embarazada..— incluso aunque fuera suyo, (que seguramente no lo sería) no le podría echar nada en cara, erea su reina legalmente y era bueno para Rumanía que hubiera un heredero. Lo que realmente le preocupaba es que esa mujer tratase de matarla a ella y a su hijo, porque sabía que sería un niño, las parteras se lo habían dicho y ella lo podía sentir en sus entrañas.
La fortaleza de Brianna y su determinación estaba menguando por la situación. Se sentía pesada, débil, fea y poco deseable, pero sobre todo la carcomía aquello que le había llegado y que trataba de mantener alejado de su cabeza. Cuando pudieron quedarse a solas sacó otro volumen escrito de un cajón de su despacho y se lo entregó a Damon, acariciándose el vientre.
— Nos acompañas a cada momento aunque no estés.— Era doloroso estar separados, pero ambos hacía tiempo que habían sobrepasado esa linea en la que aún podía volver atrás. Se habían prometido una vida juntos, costase lo que costase, y estaba costando, pero no podían flaquear ahora. Se sentó sobre sus rodillas apoyando la cabeza en su hombro y suspirando. No quería tener esa conversaciónb, pero era necesaria.— Damon... me han llegado rumores de que la reina está embarazada..— incluso aunque fuera suyo, (que seguramente no lo sería) no le podría echar nada en cara, erea su reina legalmente y era bueno para Rumanía que hubiera un heredero. Lo que realmente le preocupaba es que esa mujer tratase de matarla a ella y a su hijo, porque sabía que sería un niño, las parteras se lo habían dicho y ella lo podía sentir en sus entrañas.
Brianna de Montreil- Licántropo/Realeza
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Re: El rastrillo y la pala (Privado)(+18)
Rodeé la cintura de Brianna con mis brazos pasando mis manos despacio por su vientre.
Sabia que los rumores tarde o temprano llegarían a la casa de Brianna y aunque no era mi intención ocultárselo lo hice para no preocuparla.
Su espalda contra mi pecho, mis labios surcaron muy despacio su cuello, sabia que estaba cansada, malhumorada en ocasiones y posiblemente llevar un hijo en sus entrañas pesaba mas de l oque yo podía llegar a comprender.
Sabia que necesitaba respuestas contundente y aunque quizás me hubiera molestado ese tono de duda al formular la pregunta, lo pasé por lato porque ella, la única mujer de mi vida necesitaba ahora mismo que yo, un lobo irascible, fuera comprensivo.
-No es mi hijo -se que esa frase era lo que mas quería escuchar -yo no hago vida matrimonial con la reina, nuestro matrimonio es una farsa, no me acuesto con otra mujer, tu eres la única que existe para mi y lo deberías de saber.
Dicho esto, ese vástago es de uno de sus amantes, como comprenderás, no me importa cuantos tiene, no hago preguntas porque no quiero que ella me las haga ¿entiendes?
Besé su cuello muy despacio.
-Y si, se perfectamente que pueden querer a acabar con Velkan, mantuve una conversación con la reina y ella quiere darme mi apellido a esa criatura, por contra yo quiero que mi hijo no sea un bastardo y darle el titulo de príncipe, que es exactamente lo que es...
las negociaciones son complicadas entre los dos.
No te lo he contado porque no quería preocuparte pero is he duplicado la vigilancia
Sabia que los rumores tarde o temprano llegarían a la casa de Brianna y aunque no era mi intención ocultárselo lo hice para no preocuparla.
Su espalda contra mi pecho, mis labios surcaron muy despacio su cuello, sabia que estaba cansada, malhumorada en ocasiones y posiblemente llevar un hijo en sus entrañas pesaba mas de l oque yo podía llegar a comprender.
Sabia que necesitaba respuestas contundente y aunque quizás me hubiera molestado ese tono de duda al formular la pregunta, lo pasé por lato porque ella, la única mujer de mi vida necesitaba ahora mismo que yo, un lobo irascible, fuera comprensivo.
-No es mi hijo -se que esa frase era lo que mas quería escuchar -yo no hago vida matrimonial con la reina, nuestro matrimonio es una farsa, no me acuesto con otra mujer, tu eres la única que existe para mi y lo deberías de saber.
Dicho esto, ese vástago es de uno de sus amantes, como comprenderás, no me importa cuantos tiene, no hago preguntas porque no quiero que ella me las haga ¿entiendes?
Besé su cuello muy despacio.
-Y si, se perfectamente que pueden querer a acabar con Velkan, mantuve una conversación con la reina y ella quiere darme mi apellido a esa criatura, por contra yo quiero que mi hijo no sea un bastardo y darle el titulo de príncipe, que es exactamente lo que es...
las negociaciones son complicadas entre los dos.
No te lo he contado porque no quería preocuparte pero is he duplicado la vigilancia
Damon Landvik- Licántropo/Realeza
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