Una nueva noche comienza...[Sinnove][+18]

por **Santana López** Miér Jul 25, 2012 9:56 am

Recuerdo del primer mensaje :

El día de la cita había llegado, no hay que decir que estaba de los nervios al punto que no paraba de recorrer la casa de arriba a abajo, incluso había a ayudado a limpiar al servicio aunque estoy se negaban. No se podía estar quieta, cuando no había más que poder hacer subió a su habitación. Podían ser ya las ocho de la noche para cuando se tumbó en su cama y se puso a acariciar a su fiel mascota.

No se levantó de la camas hasta una hora más tarde cuando mandó al cochero a recoger a Sinnove a la hora indicada y en el lugar acordado, le dio estrictas instrucciones de que no llegara tarde por nada del mundo, incluso era mejor si llegaba unos minutos antes. Sabía perfectamente que llegaría puntual, su servicio se había criado con ella y sus padres trabajaron antes a su servicio. Por supuesto todos sabía el carácter que podía tener la latina, pero nunca lo demostró con ellos, además de que sabía perfectamente que era.

Volvió a su habitación y se sentó en la cama mirando hacia el tocador, en eso que la gata se subió a su regazo- ay Miss Muffet...pórtate bien por favor, que ya nos conocemos...-sonrió mientras acariciaba a la gata y suspiró, no sabía exactamente por que estaba hablando con su mascota. Dejó a Miss Muffet en la cama y se levantó dirigiéndose al gran armario lleno de ropa para cambiarse pues no iba muy decente como para recibir a nadie.

Después de unos minutos sopesando la ropa que se iba a poner, por fin se decidió por uno sencillo y cómodo, pero sin dejar de ser elegante. Se sentó en frente del tocador y mientras se arreglaba el pelo pensaba como podía decirle eso de que era un vampiro, no tenía muy claro como lo haría así que diría lo que saliera en el momento. Pensando y pensando, María, la más joven del servicio le informó que la visita estaba ya abajo.

Asintió con la cabeza y se quedó inmóvil durante un minuto, pero consiguió reaccionar. Se levantó del asiento, respiró profundamente y salió de la habitación junto a la gata que la seguía. Llegó a las escaleras y se quedó otra vez inmóvil al verla en la entrada, solo había pasado un día y medio, pero era como si fuesen siglos. Queriendo pero sin poder moverse se quedó en lo alto de la escalera mientras su mascota era más valiente y bajaba.

por **Santana López** Jue Jul 26, 2012 8:42 am

La observó cuando se levantó y le dio la espalda, alzó una ceja esperando que dijera algo o temiendo que ahora si echara a correr a través de la puerta, pero solo se giró quedando frente a frente y sonriendo le recordó la cena. Se levantó rápidamente, demasiado incluso, y se acercó a ella.

-Por supuesto que si-recuperó esa amplia sonrisa en su cara sin casi darse cuenta de ello y alzó su mano- acompáñame-tomó su mano y emprendió camino hacia el comedor.

Abrió la puerta de la biblioteca y la dejo pasar primero. Atravesaron la entrada en la que se encontraron y se dirigieron a la puerta del comedor, una vez le abrió la puerta y pasó detrás de ella.

-Bueno, lo de antes por si no lo habías notado era la biblioteca, y ahora estamos en el comedor -dijo muy convencida aunque cuando se dio cuenta de la obviedad que había dicho deseaba coger cualquier cosa y golpearse la cabeza.

Observó que la mesa estaba ya puesta y con todo lo necesario, parecía que se habían adelantado a sus instrucciones, era la ventaja de que el servicio la conociera bastante. Se acercaron a la mesa y retiró la silla para que pudiera sentarse, una vez ella tomó asiento se sentó en la silla contigua.

-Si te soy sincera, no se bien que hay para cenar, aunque intenté cocinar yo, no me dejaron y me echaron de la cocina, así que...-se encogió de hombros y tomando la cubierta, descubrió la comida que había en el interior.

por **Sinnove Lindstrom** Jue Jul 26, 2012 9:12 am

Tomé su mano y dejé que me guiase nuevo por el interior de la casa, haciendo un gesto de gratitud con la cabeza cuando me abrió al puerta para dejarme pasar.
Solté una pequeña carcajada ante su obviedad, ya que, efectivamente, me había dado cuenta perfectamente de la función que tenía cada habitación. Santana era sencillamente adorable cuando cometía "errores" como este, ya que la cara que ponía siempre a continuación no tenía precio.

—Tienes una casa preciosa—comenté. Aunque aún me faltase mucho por ver, podía dar fe de que todo estaba decorado de una manera esquisita y elegante, en una clara seña de quién era su propietaria.

Miré a mi alrededor, de nuevo analizándolo todo mientras que me sentaba y esperaba a que Santana tomase asiento. Acostumbrada como estaba a vivir en el burdel y antes de eso en la calle, poderme sentar en una mesa como esta era algo impensable.

—¿Los vampiros pueden cocinar?—pregunté, hablando de manera completamente casual, por simple e inocente curiosidad. Me quedé parada sin hacer nada, ya que no sabía muy bien como proceder en un caso como este.

por **Santana López** Jue Jul 26, 2012 9:42 am

No pudo evitar soltar una pequeña risa ante su pregunta, definitivamente la sorprendía, no se solía esperar esas preguntas, y lo que le encantaba era la inocencia y curiosidad con las que preguntaba.

-Claro que si, además siempre me encantó cocinar, y pues dicen que no se me da mal...-sonrió orgullosa ante sus dotes de cocina- pienso que se han pasado un poco con la cantidad de comida cocinada pero...como tampoco sabia que preferías tienes para elegir, ¿Carne o pescado?

Eso de no tener invitados en casa ni ninguna cita en mucho tiempo hacia que ahora esa situación le pareciera un poco extraña, y ya no había ni que hablar de las cosas que debía hacer. Hacia bastante que no estaba sentada delante de una mesa con comida y mucho menos acompañada.

Mientras esperaba su elección, tomó la botella de vino y sirvió en las copas. Dio un sorbo a la suya, y aunque no podía hacerle efecto la bebida, siempre agradaba notar el sabor de un buen vino, y necesitaba refrescar su boca antes de que se le siguiera secando.

por **Sinnove Lindstrom** Jue Jul 26, 2012 10:03 am

Tomé la copa de vino y le di un par de tragos, bebiendo de una manera no demasiado elegante, pero realmente necesitaba algo de líquido. Tampoco es que supiese demasiado de modales a la mesa, así que iba a tener que poner bastante de mi parte si no quería causar una mala impresión. En el burdel teníamos un periodo de tiempo bastante corto para poder alimentarnos, así que básicamente solía engullir la comida.

—Carne estará bien, gracias—contesté, tratando de ser más cortés. Aunque después de las calamidades que había pasado durante toda mi vida no le hacía ascos a nada—Yo sé cocinar, aunque nunca he tenido la oportunidad de poder meterme en una cocina en condiciones—había cuidado de mí misma desde que era casi un bebé, así que cocinar era una de esas habilidades que había tenido que aprender a la fuerza—Aunque esta comida supera con creces mis habilidades—alagué, ya que estaba segura de que unos alimentos con ese aspecto y ese aroma serían capaces de revivir a un muerto.

Cogí mi copa de nuevo, pegándole en esta ocasión un pequeño sorbo con el que apenas me mojé los labios, de una manera bastante más femenina y mucho menos ruda.
Empecé a reirme suavemente al percatarme de un detalle bastante importante, más por nerviosismo que por otra cosa.

—¿He de suponer que te limitarás a mirarme mientras ceno?—no sabía que limitaciones podría tener un vampiro, pero estaba bastante segura que la comida ya no lo era para ellos.

por **Santana López** Jue Jul 26, 2012 10:23 am

Sonrió asintiendo levemente mientras le servia la carne en el plato. Volvió a acomodarse en la silla mirandola y se encogió de hombros, tomó su copa y volvió a tomar un trago.

-Pues supones bien, aunque si te molesta puedo acompañarte-volvió a encogerse de hombros. Si bien la comida no le servia para nada, no le pasaba nada si comía, sentía el sabor y podía disfrutarlo pero ya, así que para que hacer algo que no sirve de nada.

Siguió mirandola mientras comía, se fijó en el detalle de que intentaba tener unos modales a la mesa, y le parecía muy educado de su parte pero no le parecía necesario.

-Relajate, nadie va a juzgar tus modales en esta mesa-susurró antes de dar otro sorbo a su copa de vino.

Era normal que no tuviera los modales requeridos por la sociedad y lo entendía perfectamente, no creía que nadie se hubiera puesto a enseñar a unas cuantas chicas que tuvieron la necesidad de trabajar en lo que trabajaban, modales en la mesa.

por **Sinnove Lindstrom** Jue Jul 26, 2012 2:16 pm

Negué con la cabeza un par de veces, sonriendo, ya que no era necesario que hiciese algo que no le gustaba simplemente por acompañarme. Solo haría que la situación fuese más extraña aún. Era comparable a si yo me dedicase a beber sangre cuando ella tuviese que alimentarse. Ese pensamiento me produjo un pequeño escalofrío, así que decidí apartarlo de mi mente y concentrarme en la cena.

Mis mejillas tomaron un tono rosado al ver que Santana había descubierto mi patético teatro para parecer una señorita de clase alta. Solté un pequeño suspiro y relajé los músculos de mi cuerpo, aunque seguí esforzándome por coger los cubiertos correctamente y parecer lo más agradable a la vista posible.

—Lo siento. No quería parecer una vagabunda sentada a tu mesa—admití con cierta timidez. Después le dediqué una pequeña sonrisa—Está delicioso—por suerte, el sabor había sido aún mejor que el delicioso aspecto que tenían los alimentos.

Continué comiendo en medio de un silencio cómodo, bebiendo ocasionalmente algo más de vino de mi copa, y compartiendo alguna mirada cómplice con Santana.

—Y dime, tus empleados, ¿también son vampiros?—inquirí, acordándome del cochero y de la muchacha que había estado en el recibidor a mi llegada.

por **Santana López** Jue Jul 26, 2012 2:30 pm

Le sonrió y negó con la cabeza, jamás podría parecer una vagabunda a su mesa, para los ojos de Santana y dentro de su casa siempre seria una señorita sin importar nada más

-Dos cosas. Una, no lo sientas me parece muy educado de tu parte, y dos, jamás parecerías una vagabunda sentada a mi mesa-la miró mientras hablaba sin quitar su sonrisa.

Ya le extrañaba que todas las preguntas hubieran acabado, pero no le molestaba, prefería que le preguntara todo lo que quería saber y pudiera saciar su curiosidad antes de que se las guardara y pudiera ser peor. Volvió a negar con la cabeza, su servicio siempre había sido humano e incluso ella misma estuvo en algunos de los partos aparte de criarse con ella.

-No, son todos humanos, sus padres y abuelos estuvieron también a mi servicio, es algo que van pasando de generación en generación-terminó su copa y la deja encima de la mesa mientras se relamía los labios. Continuó observándola sonriente y a veces a inevitable que sus miradas se cruzasen.

por **Sinnove Lindstrom** Jue Jul 26, 2012 2:52 pm

Era una manera bastante efectiva de blindar su secreto: asegurarse de que nadie ajeno a la casa pudiese inmiscuirse en sus asuntos. No había duda alguna de que Santana era una mujer astuta.

—Tiene que ser raro, ¿no? Saber que un niño pequeño crecerá para servirte y que sus jios también lo harán—por no mencionar lo que supondría para sus empleados, el ver que ellos iban envejeciendo y muriendo pero Santana seguía impasible al paso de los años. Lo que me recordaba que, aunque en la actualidad yo fuese unos años más joven que ella, no tardaría demasiado en parecer lo contrario.

No quise pensar ni hablar de ese tema. Aún era pronto, quedaban años para ese momento. Pero aún así, me acababa de dar cuenta de que el tiempo iba a ser el mayor enemigo en nuestro camino, ya que yo moriría en un futuro... y ella no...
Seguí comiendo en silencio, más callada que de costumbre. Definitivamente esto no era algo sencillo.

Finalmente terminé lo que había en mi plato, limpiándome los labios suavemente con una servilleta. Le dediqué una pequeña sonrisa, tratando de apartar esos pensamientos agoreros de mi mente y centrándome en el presente.

por **Santana López** Jue Jul 26, 2012 3:14 pm

Se encogió de hombros, puede que al principio le resultara un poco incomodo pero jamás obligó a nadie a quedarse por lo que al cabo de unos años ya lo vio más natural.

-Al principio si lo fue, aunque no les obligo a quedarse, ellos tienen la elección de quedarse o hacer su vida, además los que aceptan quedarse saben perfectamente toda la historia así que saben con quien se quedan...-se volvió a encoger de hombros, ese temía si que lo tenía muy asumido, no era algo que ocupara sus pensamientos en lo más mínimo.

-Además no todos decidieron quedarse, y puesto que tenían ganas de entrar en ciertas escuelas no tuve ningún reparo en proporcionarles los suficiente para entran en ellas. Para mi son como mi familia-sonrió recordando a dos casos especiales, la chica quería aprender a bailar y el chico quería ser un gran pintor, y ambos consiguieron sus metas.

A partir de ahí si que se quedó callada, lo que hizo que Santana se preguntara que estaba pensando, intentó analizar su rostro pero no tuvo mucho éxito por lo que desistió, si ella pensaba decirle le lidiaría no tenía que preocuparse tanto.

-¿Deseas algo más?-preguntó observando que ya había terminado con su plato.

por **Sinnove Lindstrom** Jue Jul 26, 2012 3:55 pm

Era una relación bastante beneficiosa la que Santana tenía con sus empleados, ya que a cambio de sus servicios y lealtad, ellos obtenían protección absoluta para poder vivir sus vidas. Visto así, eran gente muy afortunada por haber encontrado a la latina.

—Estoy llena, gracias—contesté, dedicándole una pequeña sonrisa. De todas formas, aunque hubiese tenido más hambre no se lo habría dicho, ya que definitivamente no estaba dispuesta a perder más tiempo mientras que ella me veía cenar.

Apuré lo que quedaba en mi copa, con la intención de eliminar el sabor a comida de mi boca y sustituirlo por el aroma dulzón del vino. Me relamí los labios y volví a sonreir suavemente, más por dibujar una expresión agradable en mi rostro que por otra cosa.

Aún seguía algo shockeada por lo que había vivido en lo poco que llevábamos de noche, pero cuanto más tiempo pasaba con Santana, más olvidaba que ella era un vampiro y más la veía como la muchacha preciosa que me había conquistado hacía dos noches. Volvía a sentirme cómoda a su lado, excitada por nuestra cita y deseando descubrir que más nos deparaba la noche.
Dejé la servilleta sobre la mesa y busqué la mirada de Santana, expectante por ver que más tenía preparado, o algo más en ella que pudiese sorprenderme. No más pensamientos malos.

por **Santana López** Jue Jul 26, 2012 4:16 pm

Asintió y se levantó de la silla, esperó a que ella también se levantase y sopesó un momento varias ideas. Sonrió cuando halló la que más prioridad tenía en su mente. Le indicó con la camino que la siguiera, como siempre sin dejar sus pequeños detalles como abrirle la puerta y esperar que pasara.

-Quiero darte algo, no es nada del otro mundo, pero para mi siempre tuvo bastante valor-comentó cuando volvían a pasar por la entrada. La gata después de haber desaparecido volvió a dar muestra de su presencia posicionadose junto a su ama.

Entraron de nuevo en la biblioteca y volvió a indicarle que se sentara en el sillón, la gata pareció aceptar también la invitación y se sentó en el brazo del mismo mientras observaba a la invitada- Miss Muffet comportate por favor...-susurró mientras se daba la vuelta.

Se acercó a una de las estanterías llenas de libros buscando uno en concreto. Cuando lo encontró lo sacó cuidadosamente, no era un libro muy grande con las tapas rojas y con las letras en negro. Sonrió al verlo y pasó su mano por encima. Volvió a acercarse a ella y se lo entregó.

-Pienso que es un buen ejemplar para iniciarse en la lectura, y como eres aficionadas a las historias y leyendas-mientras hablaba fue a por la banqueta del piano y poniéndola en frente se sentó.

-Cuentos, historias y leyendas excepcionales-leyó de la tapa aunque estuviera al revés para su vista- las mismas que me contaba mi abuela-terminó de hablar con una sonrisa.

por **Sinnove Lindstrom** Jue Jul 26, 2012 4:37 pm

Me levanté inmediatamente y seguí a Santana por la casa. No tardé demasiado tiempo en percatarme que estábamos de regreso en la biblioteca, lo que aumentó al máximo mi curiosidad, sobre todo tras escuchar sus palabras.
No pude evitar alegrarme al ver que nuestra pequeña amiga peluda había decidido reincorporarse, siguiéndonos y sentándose junto a mi en el sillón.

Mientras que Santana rebuscaba entre su extensa biblioteca, yo volví a probar suerte con Miss Muffet, acercándo de nuevo mi mano hasta su nariz. El animal volvió a olisquearme mientras que le miraba con una gran sonrisa dibujada en mi rostro.
Poco a poco seguí acercando mi mano, hasta que finalmente pude acariciar suavemente su cabeza, concretamente entre las orejas. Me dieron ganas de coger a la gata y apretujarla contra mi pecho, pero definitivamente estaría arriesgándome demasiado a recibir un arañazo con semejante muestra de afecto por mi parte. Así que me limité a acariciarla durante unos segundos más antes de retirar mi mano, sonriendo ampliamente.

Al escuchar los pasos de Santana acercándose de nuevo, levanté la mirada. Rápidamente pude ver que llevaba un libro entre sus manos, libro que a continuación me entregó. Lo cogí como si fuese el más valioso entre los tesoros. Para mí lo era.

—Oh, Santana... no sé como agradecértelo. Yo... no sé si puedo aceptarlo, no tengo nada que entregarte a cambio, y tardaré meses en poder leerlo entero—estaba emocionada por el gesto que acababa de tener conmigo, sobre todo porque sabía el gran valor que ese libro tenía para ella. Examiné el libro con cuidado, y cuando levanté la mirada mis ojos estaban brillantes y algo acuosos.

por **Santana López** Jue Jul 26, 2012 4:51 pm

Negó con la cabeza sonriente y se acercó un poco para poder acariciar su rostro notando como sus ojos tenían un brillo distinto y estaban un poco acuosos. Sabia que nadie como ella iba a poder apreciar ese libro tanto, y por supuesto que nadie como ella iba a comprender las historias que encerraba.

-No tienes que agradecerme nada, y claro que puedes aceptarlo, y no digas que no tienes nada que ofrecerme a cambio porque no es cierto tu compañía es uno de los mejores regalos que puedes darme. No me importa cuanto tardes en leerlo mientras lo leas entero, además puedo ayudarte a que no tardes tanto-sonrió ampliamente y se inclinó un poco más hasta besar su frente y volvió a ponerse como estaba.

-Por cierto, confirmo algo que te dije al principio de la noche, le caes bien. No se suele sentar al lado de nadie tan tranquila y mucho menos dejarse acariciar-rió entre dientes y acaricio levemente la cabeza de la gata.

Se quedó mirandola de nuevo, perdiendose en sus ojos, esos que hacían que perdiera el rumbo de sus pensamientos y la noción del tiempo. Sonrió nuevamente más para si misma dándose cuenta de que ya no había miedo en su expresión y eso la hacia más feliz de lo que podía llegar a imaginarse ella.

por **Sinnove Lindstrom** Jue Jul 26, 2012 5:12 pm

No sabía como podría agradecérselo o pagárselo, pero encontraría la manera de poder hacerlo lo antes posible. Nunca podría hacerlo de manera material, ya que no había nada que yo pudiese darle que Santana no pudiese comprar, pero algo se me ocurriría.

Sonreí de nuevo, cerrando los ojos suavemente cuando ella acarició mi rostro. Mi cuerpo entero ansiaba algo de contacto, ya que entre unas cosas y otras, apenas nos habíamos tocado en lo que llevábamos de noche. Ahora que nuestra conversación inicial iba quedando más y más atrás en el tiempo, mis sentidos empezaban a quejarse por la falta de Santana.

—Supongo que no te importará entonces enseñarme en un futuro. Prometo ser una alumna aplicada—dije con cierto tono bromista, manteniendo lo emoción en mi voz y en mi rostro, mientras que aferraba el libro a mi pecho.

Durante unos instantes bajé mi mirada para observar a la gata, que como si fuera capaz de entendernos, nos miró fijamente, sabiendo que estábamos hablando de ella. Solté una pequeña carcajada entre dientes.
Volví a mirar a Santana, perdiéndome en sus ojos. Me mordí el labio suavemente, sin poder reprimir más las ganas de hacer lo que mi cuerpo me había estado pidiendo desde que había entrado por la puerta, y que aún no había tenido oportunidad de cumplir.

—¿Puedo besarte?—murmuré mientras que me inclinaba levemente hacia adelante.

por **Santana López** Jue Jul 26, 2012 5:28 pm

Asintió alegremente mientras notaba como había emoción en su rostro y voz apretando el libro contra ella. Quien no querría enseñar a esa adorable rubia, no tenía duda de que seria una gran alumna y aprendería rápido.

-Será un placer poder enseñarte cuando quieras-dijo riendo un poco y mirandola con suma adoración.

Notó como su rostro cambiaba de expresión, conectando miradas y observando como se mordía el labio. Y por fin llegó la pregunta que más había deseado escuchar de su boca en toda la noche, ni siquiera tenía que haberlo preguntado. Apreció como se acercó y sonriendo se acerco ella también.

-Pensé que nunca me lo preguntarías...-susurró rozando mínimamente sus labios. Sonrió por un momento y conectó sus labios con un poco de necesidad, ya era demasiado tiempo sin probarlos y durante toda la noche estaban tentándola.

Sentía como si le quemara el contacto, pero era un calor que gustaba. Sintió como una corriente eléctrica recorría su cuerpo al besarla. Era un beso delicado pero con pasión y necesidad. Todo lo que pudiera decir no se comparaba a lo que de verdad estaba sintiendo con aquel ansiado contacto.

por **Sinnove Lindstrom** Vie Jul 27, 2012 4:42 am

Había estado, literalmente, soñando por volver a tocar sus labios, poder volver a besarla de esa manera dulce y apasionada que solamente utilizaba con ella. Llevé una de mis manos hasta su rostro, acariciando su mejilla, y sosteniendo el libro con el brazo que me quedaba libre.

No sabía donde nos iba a llevar esta relación que habíamos iniciado dos noches atrás, pero cuando nos besábamos no había ni vampiros ni cortesanas, simplemente eran las almas de Santana y Sinnove reencontrándose tras un largo tiempo separadas.
Mis dedos rozaron su piel, creando una especie de corriente eléctrica que fue desde las puntas de mis apéndices hasta absolutamente todos los rincones de mi cuerpo, haciéndome sentir más viva que nunca. Cerré los ojos, entregándome por completo a las sensaciones producidas por el beso.

Un sonoro maullido me devolvió a la realidad. Rompí el beso lentamente, abriendo los ojos y girando levemente la cabeza para poder mirar de reojo a Miss Muffet. Solté una pequeña carcajada entre dientes al ver que la gata no nos quitaba ojo de encima, moviendo su larga y peluda cola de un lado para otro.

—Puedo besarte a ti también, si quieres—le dije a la gata, claramente bromeando. Aunque realmente no me importaría besar a Miss Muffet, evidentemente no de la misma manera en la que lo hacía con su dueña.

por **Santana López** Vie Jul 27, 2012 6:33 am

Estaban ambas inmersas en el beso que parecían habían anhelado durante el tiempo que no se habían visto. Sintió la caricia en su mejilla y solo pudo sonreír sin dejar de besarla. Dejando a un lado el mundo no importaba nada más, hasta que un maullido las hizo volver a la realidad y a separarse del beso. Frunció el ceño y se quedó mirando a la gata.

-Que te había dicho de los modales...-susurró sin quitar esa expresión de su rostro mientras la gata seguía mirando.

Eso de que le hubieran roto su burbuja personal y en la que solo entraban Sinnove y ella no le agrada mucho, más bien nada. Suspiró y rodó los ojos al ver que la gata la ignoraba por completo pidiendo caricias a la invitada. Se puso de brazos cruzados observándola la escena todavía con el ceño fruncido y ahora con una ceja alzada.

-Definitvamente le caes bien, y me atrevería a decir que le caes incluso mejor que yo-dijo sin quitar la expresión de su rostro y sus brazos cruzados.

por **Sinnove Lindstrom** Vie Jul 27, 2012 7:00 am

Reí más abiertamente, extendiendo el brazo para volver a acariciar la cabeza de la gata. Me tomé algo más de tiempo que la primera vez, dejando que mis dedos se hundiesen en el pelo suave y algodonoso del animal, hasta que logré que Miss Muffet soltase un pequeño ronroneo.

Miré a Santana entrecerrando los ojos, con expresión de diversión absoluta al escucharla, y observar como la latina fulminaba a su mascota con los ojos, nada contenta con que se estuviese entrometiendo entre nosotras. Quién le iba a decir a Santana que la primera competidora por mi amor iba a ser la gata que ahora mismo se derretía con mis caricias.

—¿Son celos eso que escucho, Santana?—repliqué de manera juguetona, mordiéndome el labio inferior mientras que alzaba una ceja, imitando el gesto que ella había hecho pero definitivamente con otro matiz distinto.

Dejé de acariciar a Miss Muffet, ganándome un bufido por su parte, y centré mi atención de nuevo en la mujer que tenía frente a mí.

por **Santana López** Vie Jul 27, 2012 7:26 am

Seguía en la misma postura y con la misma mirada, solo que tuvo que desviar la mirada para que no cayera en sus ojos y en su gesto de morderse el labio. Como iba a estar celosa de su propia mascota, era solo que...bueno si que podían ser un poquito de celos.

-Puede que si, puede que no...-susurró enfurruñada y siguió mirando hacia otro lado con el ceño fruncido.

Gata desagradecida, que venga ahora a mi cama cuando tenga frío... Cosas así pensaba por un instante haciéndola resoplar. Escuchaba a la gata bufar porque habían dejado de hacerle mimos, pero en ese momento le daba igual, la que quería la atención de la joven era Santana y la competidora que le había salido era nada más y nada menos que su propia mascota.

por **Sinnove Lindstrom** Vie Jul 27, 2012 7:57 am

No podía dejar reir, aunque trataba de contenerme para llegar a soltar la carcajada. El rostro de Santana era simplemente un poema, mientras que podría jurar que el de la gata era de satisfacción por haber logrado mi atención por encima de su dueña. Valiente animal era Miss Muffet, plantándole cara a una vampiresa centenaria como si nada.

Sin dejar de sonreir, me puse en pie y dejé el libro cuidadosamente sobre el sillón. Me senté sobre el regazo de Santana, rodeando su cuello con mis brazos, a pesar de que ella seguía mirando a otro lado enfurruñada.
Con mi dedo índice la tomé por el mentón, forzándola con suavidad a que su mirada volviese a cruzarse con la mía, aunque fuese de manera fugaz.

—Oh, vamos... Si solo es una gatita indefensa—dije, con tono mimoso, mientras que con ese mismo dedo me dedicaba a realizar diversas caricias por su cuello y rostro—No puedes sentir celos porque le haga unos cuantos arrumacos, cuando deberías saber que me tienes a tu entera disposición para lo que desees...—susurré con tono sugerente, dejando la implicación de mis palabras en el aire. Deposité un par de besos sobre su cuello antes de volver a mirarla—Y eso es algo que Miss Muffet nunca podrá obtener—finalicé, dejando ya de reirme pero sin borrar la sonrisa de mi rostro.

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