Una nueva noche comienza...[Sinnove][+18]

por **Santana López** Miér Jul 25, 2012 9:56 am

Recuerdo del primer mensaje :

El día de la cita había llegado, no hay que decir que estaba de los nervios al punto que no paraba de recorrer la casa de arriba a abajo, incluso había a ayudado a limpiar al servicio aunque estoy se negaban. No se podía estar quieta, cuando no había más que poder hacer subió a su habitación. Podían ser ya las ocho de la noche para cuando se tumbó en su cama y se puso a acariciar a su fiel mascota.

No se levantó de la camas hasta una hora más tarde cuando mandó al cochero a recoger a Sinnove a la hora indicada y en el lugar acordado, le dio estrictas instrucciones de que no llegara tarde por nada del mundo, incluso era mejor si llegaba unos minutos antes. Sabía perfectamente que llegaría puntual, su servicio se había criado con ella y sus padres trabajaron antes a su servicio. Por supuesto todos sabía el carácter que podía tener la latina, pero nunca lo demostró con ellos, además de que sabía perfectamente que era.

Volvió a su habitación y se sentó en la cama mirando hacia el tocador, en eso que la gata se subió a su regazo- ay Miss Muffet...pórtate bien por favor, que ya nos conocemos...-sonrió mientras acariciaba a la gata y suspiró, no sabía exactamente por que estaba hablando con su mascota. Dejó a Miss Muffet en la cama y se levantó dirigiéndose al gran armario lleno de ropa para cambiarse pues no iba muy decente como para recibir a nadie.

Después de unos minutos sopesando la ropa que se iba a poner, por fin se decidió por uno sencillo y cómodo, pero sin dejar de ser elegante. Se sentó en frente del tocador y mientras se arreglaba el pelo pensaba como podía decirle eso de que era un vampiro, no tenía muy claro como lo haría así que diría lo que saliera en el momento. Pensando y pensando, María, la más joven del servicio le informó que la visita estaba ya abajo.

Asintió con la cabeza y se quedó inmóvil durante un minuto, pero consiguió reaccionar. Se levantó del asiento, respiró profundamente y salió de la habitación junto a la gata que la seguía. Llegó a las escaleras y se quedó otra vez inmóvil al verla en la entrada, solo había pasado un día y medio, pero era como si fuesen siglos. Queriendo pero sin poder moverse se quedó en lo alto de la escalera mientras su mascota era más valiente y bajaba.

por **Santana López** Vie Jul 27, 2012 8:22 am

Sintió como se sentaba en su regazo y hacia que la mirara, intentaba mantenerse en su posición de enfurruñamiento, pero fue en vano cuando notaba las caricias por su cara y su cuello. Deshizo sus brazos cruzados y los llevó a su cintura abrazándola mientras escuchaba sus palabras y sentía algún que otro beso en su cuello.

-Sobre todo indefensa...-murmuró mirando de reojo a la gata y volvió a centrar su atención en la rubia que tenía justo delante- así que, a mi entera disposición...-volvió esa sonrisa, esta vez con un poco de picardía y se mordió el labio alzando la ceja, pero esta vez de forma diferente a la de antes.

Dejó varios besos en su rostro y acarició el mismo con la yema de los dedos suavemente- por si no te lo he dicho todavía, estás preciosa...-susurró mientras llevaba su mano hasta su cabello deleitandose con su tacto. Estaba segura en que si se miraba en el espejo justo en ese momento, volvería a tener esa cara de embobada que se le ponía al pensar en ella.

Los nervios del principio volvieron a aparecer ligeramente pero nada que no se pudiera esconder un poco para que no se notara. Todo el enfado que pudiera tener o los celos que hubiera sentido se habían disipado por completo ahora solo sentía su respiración en su rostro y sus manos en su cuello, además de esa mirada y sonrisa que estaban pendientes de ella.

por **Sinnove Lindstrom** Vie Jul 27, 2012 8:52 am

Sonreí conforme al ver que había logrado mi propósito de que Santana correspondiera a mis gestos de cariño. Me seguía pareciendo completamente adorable por su parte el poder sentir celos por una gata. Me hacía sentir deseada, más allá de un significado meramente sexual.

—Soy toda tuya—confirmé, dándole un beso corto en los labios, como una manera de asegurar mis palabras. Si al principio de la noche había estado aterrorizada, ahora lo único que podía sentir era como mi confianza en ella se había reforzado, haciéndome sentir más cómoda y segura que nunca.

Sonreí de manera tímida, alagada porque mi aspecto hubiese sido de su agrado. Me tomé unos segundos para disfrutar del tacto de sus dedos a través de mi pelo, sintiéndome como si estuviese flotando en una nube.
Mirar su rostro y ver su expresión solo conseguía que un calor agradable se instalase en mi cuerpo.
Daba igual lo que fuera o lo que tuviese que hacer a lo largo del día o de la noche, ya que para mi siempre sería simplemente Santana. Inteligente. Amable. Preciosa. Increible. Indescriptible.

—No tanto como tú, de eso estoy segura—murmuré antes de cerrar los ojos y dejar que mis labios volvieran a unirse con los suyos. La besé de manera más hambrienta, con más ansia de experimentar su sabor de nuevo.

por **Santana López** Vie Jul 27, 2012 9:25 am

Soltó una pequeña risita nerviosa al oír esas tres palabras de su boca, volvió a llevar su mano hasta la cintura de ella abrazándola un poco más fuerte pegándola contra su cuerpo. Sonrió por su alago y pretendía discutirselo pero sentir sus labios nuevamente se lo impidieron aunque no le importó en la más mínimo.

Se maravilló de nuevo con el sabor de sus labios, este beso se notaba más hambriento, con más ansias. Mantenía los ojos cerrados concentrándose en el beso y en su respiración. Poco a poco se fue separando de sus labios pero fue besando su comisura de sus labios, y su mandíbula hasta llegar a su cuello.

-Me haces perder la cordura...-susurró en su oido, se permitió aspirar un poco su perfume mientras mantenía los ojos cerrados y mordió con los labios el lóbulo de su oreja. Volvió a recorrer el camino de antes hasta sus labios dejando un corto beso en los mismos.

Abrió los ojos lentamente y la observó mientras ella seguía con los ojos cerrados. Se veía dulce e inocente, increíblemente encantadora. Fue bajando su mirada por sus labios, su cuello, sus hombros, sus brazos alrededor de su cuello. Se humedecía los labios cada poco, aquella vista tan agradable hacia que se le secara la boca bastante a menudo.

por **Sinnove Lindstrom** Vie Jul 27, 2012 10:02 am

Mi piel ardía con cada beso y con cada caricia, reaccionaba con su roce, despertando cientos de sensaciones placenteras en mí. Eché la cabeza hacia atrás, dándole un mejor acceso a mi cuello, moviéndome en función de la dirección que tomaron sus besos para ponerselo lo más fácil que pude.
Mi respiración se aceleró vergonzosamente rápido, como una prueba de lo que ella podía hacer conmigo en tan solo unos segundos.

Al abrir los ojos estaba practicamente segura de que el tono azul de los mismos se habría oscurecido unos cuantos tonos, demostrando mi deseo por ella. Además de otros síntomas físicos que estaba experimentando pero que Santana no podría descubrir a simple vista.

—Creo que yo perdí la mía hace dos noches en un banco de París...—susurré, bajando mi mirada por su cuerpo y sintiendo como se me hacía la boca agua.

Apreté los ojos con fuerza, emitiendo un suspiro, antes de volver a posar mi mirada sobre su rostro perfecto, buscando sus ojos oscuros. Mis dedos hacían dibujos sin sentido sobre la piel de su cuello y sus hombros, tentados por la piel de porcelana que había al descubierto.

por **Santana López** Vie Jul 27, 2012 10:27 am

Sonrió cuando al encontrarse con su mirada notó que el azul que solía tener se había oscurecido un poco. Volvió a su tarea de besar su cuello lentamente mientras sentía como sus dedos hacían dibujos aleatorios en su cuello y hombros.

-Tus ojos te delatan, y me encanta...-susurró sin dejar de besar su nívea y suave piel haciendo referencia a los tonos oscuros que habían adoptado sus ojos azules.

Volvió a sonreír triunfante al notar como su respiración se había acelerado un poco más de lo que ya estaba. En ese momento odiaba esos vestido largos y que cuando se lo proponían podían tapar demasiado. Llevó sus besos hasta su hombro y mantuvo su mentón apoyado en el mismo.

por **Sinnove Lindstrom** Vie Jul 27, 2012 10:40 am

Volví a cerrar los ojos de nuevo, disfrutando de nuevo de los besos y caricias que Santana me ofrecía, consiguiendo que se me erizase la piel. Eran numerosos los suspiros que escapaban de mis labios, sobre todo cuando mi respiración comenzó a acelerarse aún más.

Uno de mis brazos siguió alrededor de su cuello, sin moverse del sitio ni un centímetro, sin embargo el otro cobró vida propia y comenzó a divagar por uno de los costados del torso de Santana, repartiendo pequeñas caricias por encima de su vestido con la punta de mis dedos.

—Te escandalizarías si supueses todas las cosas que me delatan bajo este vestido...—susurré, sin abrir aún los ojos, ya que hacerlo significaría romper la burbuja de sensaciones en la que me había sumido casi sin darme cuenta.

por **Santana López** Vie Jul 27, 2012 11:03 am

No pudo evitar relamerse los labios al escuchar sus palabras. Sintió como uno de sus brazos se movió de su cuello y vagaba lentamente por uno de sus costados cosa que hizo que se le escapara un suspiro.

-Dudo mucho que me escandalizara...-río entre dientes y volvió a su cuello, pero esta vez no besaba solo lo rozaba con sus labios mientras sus brazos solo podían hacer que sus cuerpos se juntaran más, como si quisiera que se fundieran en una.

Sentía como la calor recorría su cuerpo de pies a cabeza, sensaciones que creyó no volver a sentir nunca. Sentir su respiración contra su piel la hacia estremecerse, mientras que sus latidos le indicaban que siguiera rozando esa piel tan suave.

Con cada caricia necesitaba demostrar que no quería que jamás se apartara de ella, que la tenía atrapada y totalmente rendida a sus encantos. La provocaba demasiado y no sabia cuando tiempo podría tener las manos quietas donde estaban y que sus labios no bajaran de sus hombros.

por **Sinnove Lindstrom** Vie Jul 27, 2012 12:00 pm

Solté una pequeña sonrisilla. Desde luego, con más de 400 años en este mundo era difícil que algo pudiese tomarla desprevenida. Aún así, no descartaba el poder sorprenderla. Abrí los ojos, sintiendo aún sus labios sobre mi cuello.

De nuevo, utilizando mi dedo índice, volví a tomarla por el mentón para poder mirarla a los ojos. Entrecerré un poco la mirada, con expresión desafiante, pero sin perder ese aire divertido y ciertamente seductor.

—¿Quieres ponerme a prueba?—la desafié, sonriendo entre dientes. Aunque no sabía si finalmente podría escandalizarla o no, desde luego pondría todo mi empeño en conseguirlo... Y si no al menos podríamos pasar un buen rato. O al menos yo lo haría con el simple hecho de poder hacérselo pasar bien a ella.

Por el ritmo acelerado de mi respiración, estaba segura de que mi rostro estaría empezando a ponerse de color sonrosado. Una de las desventajas de tener la piel tan blanca como la tenía yo.
Los latidos de mi corazón le hacían juego a mi respiración, ya que poco a poco iban tomando más y más velocidad en el interior de mi pecho.

por **Santana López** Vie Jul 27, 2012 2:35 pm

La miraba a los ojos sonriente, le encantaba el aire seductor y desafiante que tenía. A su mirada retadora se le sumaba el color rosado que estaban tomando sus mejillas debido a la respiración agitada.

-¿Acaso me estas desafiando?-alzó una ceja sin perder esa sonrisa picaresca que tenía dibujada en su rostro. Se acercó peligrosamente a sus labios y atrapó el labio inferior de ella con mucho cuidado con sus dientes mientras pasaba su lengua.

Dejó de jugar con su labio y se mordió el suyo propio mientras la miraba seductoramente. Sus manos ya se querían estar quietas y fueron subiendo por sus costados lentamente hasta acariciar sus hombros y volvieron a donde estaban aferradas anteriormente.

Podía escuchar perfectamente como sus latidos no paraban de aumentar la velocidad, cerró los ojos y se concentró en oírlos, era relajante, pero su sangre latina le impedía relajarse mucho en ese momento y volvió a abrir los ojos, y siempre con esa sonrisita orgullosa y pícara en su cara.

por **Sinnove Lindstrom** Sáb Jul 28, 2012 6:16 am

A ella le encantaba jugar, provocarme, y no había duda alguna de que lo estaba consiguiendo. Su voz, su expresión, sus acciones, todo me invitaba a lanzarme sobre Santana cual leona sobre su presa. Devorarla entera sin dejarme ni un solo rincón de su cuerpo sin probar.
Mis ojos se encendían con deseo cada vez que sus manos realizaban algún tipo de caricia, o cada vez que sus labios o sus dientes jugueteaban con mi boca. Pero todo se transformaba en una gran sensación de desesperación al comprobar que una vez más se reprimía y sus acciones no iban más allá.

Sabía que lo correcto era esperar, no dejarnos llevar por el momento. Pero luego recordaba que no estaba acostumbrada a esperar, y de todas formas, ¿por qué o a qué esperar?
Entonces, ella hacía cosas como esa de morder y lamer mi labio inferior, borrando cualquier pensamiento coherente de mi mente y haciendo que mi cuerpo temblase por la antipación.

—Desafio aceptado—susurré, aunque realmente, había sido yo la que la había desafiado a ella, así que definitivamente esa frase no debería de haber sido mía.

Sin quitar mis ojos de los suyos, cogí una de sus manos entre las mías y la coloqué sobre la cara exterior de uno de mis muslos. Por un momento eché demasiado de menos mi antiguo vestido de cortesana, ya que de haberlo llevado puesto en este momento, la mano de Santana habría aterrizado directamente sobre mi piel.
No sabía exactamente cual había sido mi intención al hacer esto, pero mi cuerpo realmente necesitaba algo de alivio en forma de Santana y sus atenciones.

por **Santana López** Sáb Jul 28, 2012 7:00 am

Sonreía cada vez más orgullosa de sus actos, conseguía desesperarla y provocarla. Al contrario que la otra noche esta vez Santana llevaba el control de la situación cosa que le encantaba, pero sabia que no le duraría mucho, así que mientras durara aprovechaba la ocasión. Río suavemente cuanto notó que lo dicho no debía haber salido de su boca sino de la suya propia.

-Ya no puedes pensar con claridad...que rapidez...-volvió a reír entre dientes mientras se mordía el labio y ladeaba la cabeza mirandola.

Cuando tomó su mano y la colocó sobre la cara exterior del muslo de ella y no pudo evitar que se escapase un suspiro. Definitivamente le tenía cierto odio a esos vestido tan largos, no deseaba tocar la tela deseaba tocar su piel.

Había un parte en su conciencia que decía que reprimiera tantos instintos y que esperara, pero la voz que le decía que llevaba esperando demasiado tiempo a algo como esto era mayor y por supuesto la convencía mas. Apretó su mano entorno al muslo de ella, como para darse pruebas de que era completamente real.

-Si continuas tentadome así no creo que pueda calmar mi sangre caliente...-susurró rozando sus labios con cada palabra sin despejar su mirada de la de ella y sin llegar a besarla. Tenía que llevar sus provocaciones hasta donde pudiera sin perder el mandato del momento.

por **Sinnove Lindstrom** Sáb Jul 28, 2012 7:27 am

El que apretase su agarre alrededor de mi muslo logró arrancar un suspiro ahogado de mis labios, mientras que cerraba los ojos durante unos breves segundos, para luego volver a abrirlos con rapidez, ya que no quería perderme nada de este momento.

En cierta manera, me daba coraje verla con esa sonrisilla altiva dibujada en su rostro, sabiendo que estaba logrando dominarme por completo, pero al mismo tiempo, si eso era lo que ella quería, me dejaría arrastrar completamente por sus decisiones cual muñeca títere.
Aunque por supuesto, tampoco iba a quedarme quieta sin hacer nada. Digamos que solo me encargaría de echarle un poco más de leña al fuego que Santana había iniciado. Nadie podía culparme de desearla.

—¿Por qué quieres calmarla?—contesté a su cuestión con otra cuestión, sin separarme un milímetro de sus labios ni mover mi mirada de la suya. El desafio seguía en pie.

Mientras que hablaba, volví a agarrar la mano que había colocado sobre mi muslo segundos atrás y la deslicé un poco más arriba sobre mi pierna, acercándola más a mi trasero. Maldito vestido.

por **Santana López** Sáb Jul 28, 2012 7:49 am

Su sonrisita de victoria iba desapareciendo conforme ella volvía a tomar su mano llevándola más arriba sobre su pierna. Estaba haciendo un gran esfuerzo para no arrancarle el vestido en ese mismo instante. Volvió a dibujar su típica sonrisa al escuchar su pregunta.

-Que yo recuerde no he dicho que quiera calmarla...-susurró un poco más cerca de ella y se humedeció los labios lentamente. Sin duda ninguna de las dos quería abandonar ese pequeño juego que habían comenzado.

Seguía sin apartar su mirada, los ojos de ambas cada vez se tornaban un poco más oscuros. Sus pensamientos no paraban de hacerse más incoherentes, no duraría mucho más diciendo cosas con sentido o intentado seguir en la posición que tenía en el momento.

Aunque en ese momento el pensamiento que más repetía su mente era el de tomarla en brazos, subir las escaleras, llegar a su habitación y deshacerse de esos odiosos vestidos que por lo que imaginaba ambas maldecían continuamente en ese instante.

por **Sinnove Lindstrom** Sáb Jul 28, 2012 8:32 am

A pesar de que era yo misma la que estaba moviendo su mano, mi piel y mi cuerpo reaccionaban como si los movimientos estuviesen saliendo de Santana por voluntad propia. Aunque podría considerarse que era así, ya que en ningún momento ella había puesto la más mínima resistencia, dejando que yo pudiese mover su mano por mi anatomía a mi antojo.
Sonreí al escuchar sus palabras, mirándola con mis ojos llenos de deseo, sobre todo al observar como se relamía los labios. Me encantaban esos labios.

Seguí moviendo su mano por mi muslo lentamente, arriba y abajo, aunque estaba practicamente segura de que si levantase mi propia mano, la suya seguiría moviéndose por voluntad propia.

—Me alegra escuchar eso—volví a susurrar. Estábamos tan cerca la una de la otra que al mover mis labios para hablar rozaban los suyos de una manera extasiante. Me provocaba demasiado besarla, ansiaba en ganas de hacerlo, de hecho, pero conseguí reprimirme y alargar nuestro pequeño juego un poco más.

¿Estaría jugando demasiado con fuego al provocar a un vampiro de esa manera? Superado el temor inicial del principio de la noche, solo podía sentirme extremadamente intrigada y un tanto excitada por la idea.
Saber que podría matarme en cualquier momento, pero que por nada del mundo lo haría, me hacía sentir un gran subidón de adrenalina, que se traducía en un aumento de mi deseo por Santana.

por **Santana López** Sáb Jul 28, 2012 8:59 am

Si seguía tan cerca de sus labios rozándolos y sin besarla acabaría desquiciada pero no quería ser ella la que acabara picando. Mientras una de sus manos se dejaba llevar la otra seguía quieta y empezaba a quemarle por lo que imitó a su otra mano esta vez sin nada que la condujera.

Aquella rubia que tenía delante no hacia más que tentarla, y si hubiera sido otra persona ya estaría sobre ella en el escritorio que tenía justo detrás y sin mucha vestimenta de por medio, pero ella hacia que se quisiera deleitar con el juego de provocarla.

-No sabes cuanto detesto estos vestidos ahora mismo...-susurró convirtiendo uno de sus pensamientos en una queja en voz alta.

Mientras hablaba había subido un poco el vestido de ella con la mano que no tenía guía y había podido alcanzar su piel, rozándola un poco tímida con la yema de los dedos. Suspiró al sentir la suave piel en sus dedos, ansiaba recorrer cada centímetro, aprenderse su cuerpo de pies a cabeza.

por **Sinnove Lindstrom** Sáb Jul 28, 2012 9:25 am

Podía sentir como el calor se iba acumulando en diferentes lugares de mi cuerpo, siendo mi rostro el más evidente de ellos. No tenía ni idea de qué era lo que me estaba haciendo, pero estaba logrando cosas que nadie había logrado hasta ahora. Verdadero deseo, no obligación por tener que cumplir. Apartar todos los traumas que tenía por mis encuentros pasados y centrarme solo en el placer: mío y suyo.

Suspiré contra sus labios cuando sentí por fin sus dedos por debajo de mi vestido. Una auténtica corriente eléctrica, placentera, recorrió mi cuerpo. Definitivamente nunca me había sentido así. Me relamí los labios, humedeciéndolos, rozando los suyos con la punta de mi lengua en el proceso.

—No sé el mío, pero definitivamente odio el tuyo—afirmé. Quería tener la oportunidad de tocarla, tal y como ella estaba haciendo conmigo, pero la postura que teníamos y su vestido unicamente me permitía tener acceso a la piel de su cuello, hombros y brazos. El resto de su cuerpo quedaba cubierto y fuera de mi alcance. Por ahora.

por **Santana López** Sáb Jul 28, 2012 9:53 am

Al no sentir rechazo ante el contacto con su piel atrevió a subir un poco más su mano por debajo de su vestido. Confirmó que el aborrecimiento ante los vestidos era mutuo. No se imaginaba lo que podría llegar a sentir cuando recorriera si cuerpo entero si tan solo con tocar su muslo ligeramente su cuerpo entero se estremecía.

-Prometí hace dos noches que borraría cada roce que no fuera mío en tu cuerpo, y si me lo permites pienso cumplirlo esta misma noche-susurró lentamente y sin poder aguantar más ese roce de labios la besó sin más miramientos.

Ya no aguantaba más tener esos labios rozando los suyos y no besarlos. El beso era un poco lento incluso podría llegar a ser tímido, necesitaba una especie de señal que le dijera que siguiera adelante y que dejara de reprimirse.

Dejó de mover sus manos y las instaló en el mismo sitio en ambos muslos una debajo y otra encima del tan odiado vestido. Deleitó su paladar pasando su lengua por los labios de ella despacio mientras sonreía sin apartarse ni un solo milímetro.

por **Sinnove Lindstrom** Sáb Jul 28, 2012 10:24 am

Sí, sí, sí, por supuesto que sí. Mi cerebro empezó a gritar, ordenándole a mis labios que emitiesen una respuesta a su proposición inmediatamente. Sin embargo, cualquier pensamiento quedó anulado cuando finalmente volvimos a besarnos.
Fue un beso dulce, lento, delicado, pero a la vez con una intensidad capaz de dejarme completamente sin aliento. Ya habría tiempo durante las próximas horas para otro tipo de besos más salvajes y apasionados. De momento, me tomé todo el tiempo del mundo para corresponderla, explorando su boca con mis labios y mi lengua.

Cuando nos separamos, aunque verdaderamente no nos habíamos alejado lo más mínimo, puse mis manos sobre sus mejillas. Mi cuerpo tembló al sentir su lengua sobre mis labios y sus manos aún hormigueando sobre mi piel.
Por si mi manera de corresponderla no hubiese sido respuesta suficiente, asentí un par de veces con la cabeza. Aún así, quise emitir una respuesta verbal, para no dejar lugar a dudas de que ella era lo que quería. Santana.

—Hazme tuya. Y concédeme el gran honor de hacerte mía—no sabía si ella era consciente del verdadero significado de mis palabras. No me refería solo a entregar el cuerpo, ya que eso era tarea fácil, si no ha entregar también el alma, algo que nunca había hecho antes y que no pensaba que pudiese hacer nunca. Hasta que la conocí.

La seguiría ciegamente, respetando los límites que ella quisiera imponerme, en caso de que lo hiciera. Lo único que quería en este momento era estar con ella, como mi alma gemela que era.
No me hacía falta leer el libro que me había regalado para estar segura al cien por cien de ese hecho.

por **Santana López** Sáb Jul 28, 2012 10:51 am

Aunque el beso hubiera terminado seguía con los ojos cerrados escuchando sus palabras, esas que hicieron que su cuerpo entero se estremeciese y que su rostro irradiara felicidad. Volvió a besar sus labios muy levemente. Le había dado la señal que estaba esperando de varias formas y notaba como sus palabras implicaban más que la unión meramente física.

Abrió los ojos, retiró sus manos de allí donde se hallaban, colocó las de ella en su cuello y las suyas propias en la cintura de ella haciendo que se aferrara a ella- agárrate...-susurró notando como se abrazaba a ella y se puso en pie sosteniéndola entre sus brazos.

Comenzó a avanzar hasta la puerta sin dejar de mirarla y repartir besos por su rostro y cuello. Avanzaba por la entrada hasta la escalera, no necesitaba ver por donde pisaba ya que se conocía demasiado bien la casa de recorrerla todas las mañana unas cuantas veces. Llegó al pasillo de las habitaciones y siguió andando hasta llegar a la puerta de la suya.

Abrió como pudo la puerta ya que no quería soltarla y la cerró en cuanto estuvieron dentro. Se acercó a la cama atacando mientras sus labios y la recostó en la misma sin despegarse lo más mínimo de su cuerpo.

por **Sinnove Lindstrom** Sáb Jul 28, 2012 11:24 am

Se me hacía raro que, siendo yo más alta que ella, Santana pudiese levantarme y cargar conmigo como si yo fuese una pluma. Sin embargo, no me quedó más remedio que rendirme a la evidencia cuando no sólo cargó conmigo, si no que comenzó a andar como si nada con mi peso en sus brazos.
Antes de salir de la biblioteca pude ver como Miss Muffet se tumbaba en el sillón sobre el que yo había estado sentada, acomodándose alrededor del libro. Sonreí internamente y me centré en la latina que me llevaba con ella.

Ahora más que nunca me sentía como si estuviese viviendo un sueño, cual princesa de cuento de hadas. Con la diferencia de que esta era la realidad, no había príncipe encantado y mucho menos una princesa inocente. Y ni falta que hacía, ya que con tener a Santana como protagonista de la historia era más que suficiente.

Casi no me dio tiempo ni a apreciar el dormitorio de Santana, ya que tan pronto como ella me dejó con delicadeza sobre la cama, la tomé por las manos y la arrastré conmigo.
Abrí las piernas y flexioné las rodillas, dejando un hueco entre las mismas para que ella pudiese acomodarse mejor sobre mí, lo que provocó que la falda de mi vestido quedase acumulada a la altura de mis caderas y que mis piernas quedasen finalmente al descubierto.
Sin perder ni un segundo atrapé sus labios con los míos, iniciando rápidamente una batalla con mi lengua por poder dominar la suya.

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